Hilo Jaberwocki

Iniciado por California, Junio 11, 2008, 01:04:05 PM

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Barbie

Sois... pesados. Ya me busco otro hilo.

ferdinand

Sin una pedagogí­a pelágica, carece de motijeto este descenso impostado a los ningares de la plúmbea virtud; que a fuerza de ser aprendidos, sajadados, revueltos a constreñir y, finalí­sticamente, desprovistos de toda su materialidad inespecí­fica, no deflejan sino espacio para otra cosa que no sea el tiempo y los teoremas meteóricos de Férfer Fárfer.

Dionisio Aerofagita

Cita de: Barbie en Junio 12, 2008, 11:12:34 AM
Sois... pesados. Ya me busco otro hilo.

En mi infatua superopinión, los rasgos demograbiosociopsico(i)lógicos de la avataro-población de este metaentorno intercomunicativo nos han catabatizado ctónicamente hacia la disemancia más puramente academo-postmoderna, autolimitando así­ arbitrariamente el topos semántico de lo jabberwockiano.
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Barbie

Cita de: CHE en Junio 12, 2008, 11:16:46 AM
Cita de: Barbie en Junio 11, 2008, 01:35:04 PM
En el amplio espectro de la casuí­stica fenomenológica aplicada al conocimiento ontológico del ser y su relación con la nada partimos de supuestos a posteriori aislados para formular hipótesis preceptivas o, en su defecto, descartar empí­ricamente etiquetas de rango inferior.

Esto supone un avance en la concepción simbólica de los arquetipos participativos de la jerarquí­a de la gnosis.

O no.



No, mujer, quédate. En este post estabas particularmente acertada, por ejemplo.

Hoy no me apetece agradar a tu criterio.

Amalur


Ahora sí­ y al uní­sono


¡Barbie enseña las tetas!


Se lo ha ganado a pulso

California

Éste es el Jabberwocki




`Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe:
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

"Beware the Jabberwock, my son!
The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
The frumious Bandersnatch!"

He took his vorpal sword in hand:
Long time the manxome foe he sought
So rested he by the Tumtum tree,
And stood awhile in thought.

And, as in uffish thought he stood,
The Jabberwock, with eyes of flame,
Came whiffling through the tulgey wood,
And burbled as it came!

One, two! One, two! And through and through
The vorpal blade went snicker-snack!
He left it dead, and with its head
He went galumphing back.

"And, has thou slain the Jabberwock?
Come to my arms, my beamish boy!
O frabjous day! Callooh! Callay!
' He chortled in his joy.'

Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

Alice through the looking glass
Lewis Carrol




Traducción imposible de Francisco Torres Oliver:

Cocillaba el dí­a y las tovas agilimosasgiroscopaban y barrenaban en el larde.Todos debirables estaban los burgovos,y silbramaban las alecas rastas.
"Cuí­date, hijo mí­o, del Jerigóndor,que sus dientes muerden y sus garras agarran!!Cuí­date del pájaro Jubjub, y huyedel frumioso zumbabadanas!"
Echó mano a su espada vorpal;buscó largo tiempo al manxomo enemigo,descansó junto al árbol Tumtum,y permaneció tiempo y tiempo meditando.
Y, estando sumido en irribumdos pensamientos,surgió, con ojos de fuego,bafeando, el Jerigóndor del túlgido bosque,y burbulló al llegar!
!Zis, zas! !Zis, zas! !Una y otra veztajó y hendió la hoja vorpal!Cayó sin vida, y con su cabeza,emprendió galofante su regreso.
"!Has matado al Jerigóndor?Ven a mis brazos, sonrillante chiquillo,!Ah, frazoso dí­a! !Calós! !Calay!"mientras él resorreí­a de gozo.
Cocillaba el dí­a y las tovas agilimosasgiroscopaban y barrenaban en el larde.Todos debirables estaban los burgovos,y silbramaban las alecas rastas.

Dan


Kamarasa GregorioSamsa

Aldous Huxley ya lo decí­a en 1956 y la verdad es que el asunto ha ido empeorando con el paso del tiempo. El, hace medio siglo, en su ensayo "Cielo e Infierno" escribí­a:


"En el mundo occidental hay actualmente muchos menos visionarios y mí­sticos que antes (…) En el cuadro del universo actualmente de moda, no hay sitio para la experiencia transcendental válida. Consiguientemente, quienes han tenido lo que consideran experiencias transcendentales válidas son mirados con recelo, como chiflados o farsantes. Ya no acredita a nadie ser un mí­stico o un visionario".

En aquella época se aseguraba que Lewis Carroll era un consumidor habitual de laúdano y hongos y sí­, parece bastante probable que Carroll hubiera tomado hongos psicodélicos (o al menos le habí­an contado muy bien cómo era una experiencia de ese tipo), algo que no era del todo extraño en la época victoriana (la primera experiencia con hongos alucinógenos, documentada, en Inglaterra es de 1799) y que, desde luego, conocí­a las pipas de opio. Pero no hay ningún documento que lo demuestre y desde luego en su correspondencia no hace referencia a ello en ningún momento.

Don Pésimo

BORGES Y EL MISTERIO DE SWEDENBORG


                                         Entrevista de Christian Wildner (*) con Jorge Luis Borges sobre el cientí­fico y visionario sueco

A continuación una entrevista realizada por Christian Wildner en 1984 a Jorge Luis Borges sobre el mí­stico sueco que pretendió difundir un conocimiento exhaustivo de las jerarquí­as angélicas de los cielos y las presencias demoní­acas del Infierno. Emanuel Swedenborg (Estocolmo, 1688-Londres, 1772) brilló, en la primera etapa de su vida, en el terreno de las ciencias. La última etapa de su obra explora el mundo de lo invisible con rigurosa precisión cientí­fica. Para profundizar en la vida y obra de Swedenborg recomendamos una conferencia borgeana de la que damos precisiones al final de estas breves palabras preliminares.
La entrevista con Borges que aquí­ se presenta en torno al extraordinario sueco integra el prólogo de la edición castellana de una obra esencial de Emanuel Swedenborg: El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, editado por editorial Kier en Buenos Aires, en 1991. Christian Wildner es también autor de la traducción de la mencionada obra, que posee el mérito adicional de ser la primera traducción completa en castellano. El tí­tulo original de la obra es De Caelo et Ejus Mirabilibus et de Inferno que fue publicada por primera vez en Londres, en 1758, en latí­n. Luego, hubo una versión inglesa: Heaven and its Wonders and Hell, traducido por John C. Ager, que fue publicada por la Swedenborg Foundation en 1963.  Esta entrevista con Jorges Luis Borges a propósito de la metafí­sica exploración de Swedenborg del cielo y el infierno puede ser ampliada mediante otros momentos de la obra borgiana. Estos son:
1) Dentro de la obra Prólogos con un Prólogo de Prólogos podrán hallar un prólogo borgeano a los Mystical works de Swedenborg.
Fuente: Prólogo a Emanuel Swedenborg en Prólogo con un Prólogo de Prólogos (1975) en Jorge Luis Borges, Obras completas, IV, Buenos Aires, Emecé, 1996. pp. 142-150.
2) El 16 de junio de 1978 Borges le dedica una notable conferencia en torno a la vida y obra de Emanuel Swedenborg donde manifiesta que acaso el visionario sueco fue la personalidad más extraordinaria de la historia.
Fuente: Conferencia sobre Emanuel Swedenborg, en Borges oral (1979) en Jorge Luis Borges, Obras completas, IV, Buenos Aires, Emecé, 1996, pp.180-197.

  También es de destacar el ensayo que a Swedenborg le dedica Ralph Waldo Emerson, el gran ensayista norteamericano, en su trascendente obra Hombres representativos.

Fuente: Ralph Walso Emerson, "Swedenborg o el mí­stico", en Hombres representativos, Buenos Aires, Losada, 1991, pp.66-101.

         Y tampoco olvidemos la novela de Honorato de Balzac inspirada en el mí­stico sueco: Serafita. En lengua castellana, de esta obra existe una versión de Editorial Iberia S.A, con traducción del francés de Eduardo Pons Prades.

        E.I



  (*) Pedimos disculpas al Sr. Christian Wildner por la involuntaria no consignación anterior de su autorí­a de la entrevista y prólogo de la traducción completa por él mismo realizada de Emanuel Swedenborg, El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, Buenos Aires, 1991, Editorial Kier. Esta traducción de la obra del mí­stico sueco es la primera traducción completa en lengua castellana. Como ya se consignó, la entrevista es del año 1984 y la publicación de la traducción de 1991.


E.I


                         

BORGES Y EL MISTERIO DE SWEDENBORG

   "Voltaire dijo que el hombre más extraordinario que registra la historia
fue Carlos XII. Yo dirí­a: quizá el hombre más extraordinario -si es que
admitimos esos superlativos- fue el más misterioso de los súbditos de
Carlos XII, Emanuel Swedenborg".
   Éstas son las palabras inaugurales de Borges en la conferencia que
pronunciara en la Universidad de Belgrano sobre el mí­stico sueco.
  Por la misma época en que leí­a la versión escrita de esa conferencia,
llegaba casualmente a mis manos una novela de Balzac, una novela
mí­stica, inspirada justamente en Swedenborg: Serafita. Algún tiempo
después, volví­ a encontrar su nombre, en una vieja colección de ensayos
de Paul Valery.
   Habiendo agotado mis esfuerzos por hallar textos de Swedenborg en
español, finalmente, y también de manera casual, di con una biografí­a
suya en inglés en la librerí­a Strand de New York. Después de leerla,
volví­ a la Strand, buscando ahora libros escritos por Swedenborg. No
hallé ninguno. Por suerte un librero me informó que existí­a una
Fundación Cultural que llevaba su nombre. Y que esa Fundación se
dedicaba casi exclusivamente a la publicación de sus obras.

Ahora podí­a elegir. Y obedeciendo a mi natural disposición, comencé a
leer sus escritos teológicos y mí­sticos. Quedé maravillado. Durante casi
tres años, alternaba toda otra lectura, con su prosa sosegada, coloquial
y minuciosa. Pude leer su Arcana Coelestia, donde expone lo que él llama
el sentido interno o espiritual de los dos primeros Libros de la Biblia;
su cosmogónica doctrina de las correspondencias; sus travesí­as por el
mundo espiritual; y sus habituales diálogos con los espí­ritus, los
demonios y los ángeles.

   Y toda esta í­ntima aventura del espí­ritu, es protagonizada por un hombre
que al llegar a los cincuenta años era considerado como uno de los
cientí­ficos más eminentes de su tiempo. Desde entonces, desde que
descubrí­ el fabuloso mundo de Swedenborg, me propuse acercarme a Borges, para agradecerle el hallazgo, y para conversar con él (para oí­rlo hablar a él) sobre el tema.
   Cuando llegamos a la casa de Borges -nos habí­a citado a las cinco de la
tarde- interrumpimos una suerte de ceremonia todaví­a habitual entre
ciertas familias; la ceremonia del té. En mangas de camisa, una
impecable camisa blanca; erguido, Borges no se inclinaba para
aproximarse a la taza: la elevaba hacia él, por así­ decirlo, como si se
tratara de algún instrumento ritual. Apenas notó nuestra presencia; sin
apresurarse, volvió a dejarla sobre la mesa con el mismo ademán mesurado
y casi solemne. Entonces se puso de pie; y ahora sí­, inclinó levemente
la cabeza dándonos la bienvenida.

   Al mismo tiempo que nos hací­a pasar a la sala con expresiones de
auténtica y espontánea cortesí­a, volvió a tomar asiento luego de
excusarse. En seguida, acompañado por la doméstica, salió de la sala. La
desenvoltura, la natural simpatí­a, y la afabilidad de su trato,
neutralizaron de entrada esa fastidiosa sensación opresiva de los
prolegómenos. Cuando regresó, lucí­a un regio traje de color pardo claro,
se habí­a puesto una corbata de un tono algo más oscuro, y empuñaba su
emblemático bastón. Ahora nos recibí­a como anfitrión, con todas las de
la ley; habí­a cambiado su atuendo para cumplir con otra ceremonia, la
ceremonia de la hospitalidad.

   Se sentó en el amplio sillón de la sala, enfrente al mí­o, e
inmediatamente recordó el tema que habí­amos hablado un año atrás en el
salón de lectura de la New York Library. Era el mismo que evocarí­amos
ahora, aquí­ en Buenos Aires, en su departamento de la calle Maipú; un
tema recóndito y fascinante: Emanuel Swedenborg. Y Borges no aguardó la
primera pregunta, era evidente que se trataba de una de sus ocupaciones
predilectas: El Misterio.

   -"Yo escribí­ un prólogo a un libro sobre Swedenborg a instancias del Sr.
Spiers, de la Fundación Swedenborg. Y tengo en proyecto (claro que a mi
edad los proyectos son un tanto aleatorios) un libro sobre las tres
salvaciones; la primera es la de Cristo, que es de carácter ético; la
segunda es la de Swedenborg, que es ética e intelectual; y la tercera es
la de Blake, discí­pulo rebelde de Swedenborg, que es ética, intelectual
y estética, que se basa en las parábolas de Cristo, que él dice que son
obras de arte".

-Usted ya me habí­a comentado cuando lo vi en Nueva York que pensaba
escribir un libro sobre Swedenborg...

  -"Sí­, pero ahora he pensado, que es mejor hacerlo de ese modo.
Comenzando con Jesús, luego Swedenborg y luego Blake. Serí­a más fácil
hacerlo así­, ya que no se necesitarí­an tantos textos. Tengo la edición
de Everyman's Library (cuatro volúmenes), un par de biografí­as, un libro
por un especialista escrito en sueco y vertido al inglés ... ¿Usted
querí­a hacerme una pregunta?"

-Si. En primer lugar, me gustarí­a saber de qué manera conoció usted a
Swedenborg.

-"Lo conocí­ por Emerson. Porque Emerson tiene un libro:
"Representative Men". Ese libro está escrito un poco a la manera de 'On
Heroes Heroworship and the Heroic In History', de Carlyle, que fue de
algún modo su maestro; entonces, él toma distintos tipos humanos.
Recuerdo que son: Montaigne o el escéptico, Swedenborg o el mí­stico,
Shakespeare o el poeta, Napoleón o el hombre del mundo y Goethe o el
escritor.

   Yo comencé leyendo ese libro. Ese libro lo leí­ en Ginebra en el año 14 o
15; y luego, mi padre tení­a un ejemplar de 'Heaven and HeIl', Caelo et
Inferno'; él lo tení­a en una edición de la Everyman's Library. Bien, yo
leí­ ese libro y encargué a Inglaterra los otros tres publicados por la
misma editorial. Publicaron cuatro libros de Swedenborg de acuerdo con
la Sociedad Swedenborg de Londres. Y luego en francés conozco solamente una versión de Caelo et lnferno'. Swedenborg fue a Inglaterra porque querí­a conocer a Newton, y finalmente no pudo lograrlo, qué raro, eh?

Yo he hablado mucho sobre Swedenborg con el pintor y mí­stico argentino
Xul Solar, yo era muy amigo de Xul, iba a casa de él en la calle Laprida
1214, y leí­amos a Swedenborg, leí­amos a Blake, leí­amos a los poetas
alemanes, leí­amos al poeta inglés Swinburne y muchos otros textos".

-¿Qué impresión le dio la manera en que escribe Swedenborg?

-"Bueno. Generalmente, los mí­sticos, tienden a escribir de un modo vago;
él no. La obra de él es..., yo no diré prosaica, pero sí­ precisa. Es un
poco..., como si él hubiera ido a la China, o hubiera ido a la India y
describiera lo que ha visto."

-Como un cientí­fico...

-"Sí­, claro. El llevó esa... casi aridez, esa sequedad, esa precisión, a
sus descripciones. Generalmente cuando se habla de éxtasis, se usan
metáforas del amor, o metáforas del vino, metáforas arrebatadas. Pero en
el caso de él no. El no busca efectos patéticos. El describe lo que ha
visto. En relación a esto recuerdo algo que me dijo Xul: 'Lo que se ve
en el otro mundo depende un poco de uno'. Hay un poema muy lindo de
Victor Hugo que expresa muy bien esta imagen: 'Ce que dit la Bouche
d'ombre', "Lo que dice la Boca de sombra"; el mismo espectro que le dice
a Nerón 'Soy Mesalina', le dice a Caí­n 'soy Abel'.

    Del mismo modo, las visiones de los mí­sticos musulmanes, de los sufí­es, no concuerdan con las de los cristianos. Quiere decir que hay como
fuerzas o espí­ritus que cada uno ve de acuerdo con sus prejuicios o
conocimientos. Posiblemente esos mismos ángeles, ese
mismo Cristo, que él vio de ese modo, fue visto por mí­sticos de otra
tradición de otro modo."

-Usted decí­a hace un momento que Swedenborg viajó a Londres para conocer  a Newton y que le parecí­a raro que no hubiera logrado hacerlo. Sin  embargo en esa misma ciudad, tuvo lugar su encuentro con Cristo.

-"Sí­. Sé que el primer encuentro con Cristo fue en Londres, y los otros
también. El estuvo además en Alemania, Holanda, los Paí­ses Bajos, pero
finalmente se estableció en Londres. Tal vez el hecho de que fijara su
residencia en Londres está relacionado con esa experiencia. A partir de
ese momento su vida cambió totalmente. Abandonó el estudio de la
ciencia; por ejemplo: la anatomí­a, la astronomí­a, las matemáticas, y se
dedicó a registrar minuciosamente ese mundo espiritual. El diálogo con
los ángeles empezó a ser un hecho cotidiano para él".

-En el prólogo al libro de Synnestvedt sobre Swedenborg, usted afirma
que hay algo incómodo en su obra; que usted piensa que él es un pensador
por derecho propio, y que tal vez trató de enmarcar, o acomodar su
pensamiento al texto de la Biblia.

-"Yo no sé si en el caso de él, pienso que es así­ en el caso de la
cábala. En el caso de él creo que no. Además, el padre de él era obispo,
obispo evangélico, luterano. El tiene que haberse criado en un ambiente
muy piadoso. Yo no creo que eso le haya costado ningún esfuerzo a él.
Digo, que él pensaba naturalmente en el espí­ritu de la Biblia. Bueno...,
mi abuela, sabí­a de memoria la Biblia, en su familia eran metodistas.
Usted hací­a una cita bí­blica, y ella decí­a, 'sí­', por ejemplo: 'Libro de
los Reyes, capí­tulo tal, versí­culo tal: y seguí­a adelante, o 'Libro de
Job, capí­tulo tal versí­culo tal...' Me parece que no es tan raro eso. En Alemania hay una expresión que traducida, serí­a: firme en la Biblia", son las personas que saben la Biblia de memoria."

-Una pregunta en relación al tema, pero vinculada más directamente con
usted. ¿Alguna vez desde su infancia hasta hoy, usted percibió, sintió o
intuyó la presencia del mundo angélico o trascendente?

-"No sé si llamarlo angélico o trascendente. Pero sé que... bueno... Yo
dos veces en mi vida he sentido el hecho de vivir fuera del tiempo. Eso
me ha ocurrido.., una vez fue en Palermo, y otra vez fue en uno de los
puentes detrás de la estación de Constitución. Y esas dos veces, me
habí­an sucedido cosas, bueno, que me habí­an conmocionado durante el dí­a.
    No sé... Una mujer me habí­a dejado... Y de golpe estaba pensando en eso, y de pronto me vi así­, en tercera persona, y sentí­: 'qué puede
importarme lo que le pasa a Borges, si yo soy Otra cosa; lo que me ha
pasado es meramente circunstancial.' Ahora, yo no sé cuánto 'tiempo'
duró ese estado; pero yo me sentí­, no sé si feliz, pero como... bueno,
como sereno, como arrebatado así­ de todo. Y he tratado de decirlo, una
vez en un poema y otra vez en prosa, pero no sé si he logrado comunicar esa sensación.

   Cuando estuve en Japón tuve ocasión de conversar con un monje budista, y él me dijo que habí­a alcanzado el nirvana. Yo le dije "¿Y aseguro que usted no podrá contármelo?".
-'No'- respondió, claro; porque cada palabra presupone una experiencia
compartida, por ejemplo; si usted está en Estados Unidos, y habla con
alguien y le dice 'tal cosa tení­a gusto a mate', el interlocutor no
tiene porqué entenderlo si no conoce el gusto del mate... Entonces, el
monje, me dijo que su experiencia del nirvana era incomunicable; que él
podí­a hablar sobre el nirvana con otro monje que también lo habí­a
alcanzado. Que él no sabia cuánto tiempo habí­a durado, pero que después
todo era distinto para él. Le pregunté -'Distinto ¿en qué sentido?,
¿usted siente todo igual que antes?'-'Sí­'- me contestó, 'entiendo
perfectamente lo que usted quiere saber'. 'Yo siento soledad, siento
ansiedad, siento alegrí­a, siento dolores fí­sicos, siento placeres
fí­sicos siento los sabores de las cosas; pero todo eso de un modo
distinto después de alcanzar el nirvana'.
-¿Y de ese modo es mejor?' -'Si'- me dijo, -pero yo no lo puedo
explicar'. Y me di cuenta
que tení­a razón, que era algo inexpresable. Esto fue en Nara. En un
monasterio budista..."

   Un famoso irlandés -que imaginó con riguroso fervor la tercera forma de
salvación postulada por Borges, la salvación por la belleza-, en otra
conferencia, esta vez en la Universita Popolare Triestina, exaltó, al
igual que Borges, la filiación espiritual del iracundo poeta inglés
William Blake con el visionario sueco. Dice James Joyce:

  "...Swedenborg, que frecuentó todos los mundos invisibles durante largos
años, ve en la imagen del hombre el mismí­simo cielo, y a Miguel, Rafael,
y Gabriel, que según él, no son tres ángeles, sino tres coros angélicos.
La eternidad, que al discí­pulo amado y a San Agustí­n se les apareció bajo la forma de ciudad celestial, y al Alighieri como rosa celestial, revestí­a para el mí­stico sueco las formas de hombre celestial, con todos sus miembros animados por un fluido de vida angélica que sale y vuelve a entrar, en sí­stole y diástole de amor y sabidurí­a.
A partir de esta visión desarrolló el inmenso sistema de lo que él
denominaba correspondencias, y que domina su obra maestra Arcana
Coelestia, nuevo evangelio que, según él, anuncia la aparición del Hijo
del Hombre en los cielos, prevista por San Mateo". (*)



(*) Fuente: Entrevista realizada por Christian Wildner con Jorge Luis Borges en prólogo a la traducción por él mismo realizada de Emanuel Swedenborg, El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, Buenos Aires, 1991, Editorial Kier, pp. 15-19. Esta traducción de la mencionada obra de Swedenborg es la primera en lengua castellana.







Me cago en el Sistema Solar

California








Cuando calambro una bértola uverta de gambas
la pétula torna coní­fera alpina
térmida la savia guglea por las espinardas
y catafulco bóvino la espérida con la miembra tárida
oooohhhhh ¿Qué horifálica tundra!
¿Qué copérnica amapolación de espeso liquor!
La gamba culmina trepodada
tras la irrumbada pétula concisa.

Barbie

A mí­ me ha cortado el rollo Che, pero me he desquitado con una diálogo de besugos con Ferdinand.

Kamarasa GregorioSamsa


Kamarasa GregorioSamsa


Kamarasa GregorioSamsa

Cita de: California en Junio 12, 2008, 11:45:36 AM


`Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe:
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

"Beware the Jabberwock, my son!
The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
The frumious Bandersnatch!"

He took his vorpal sword in hand:
Long time the manxome foe he sought
So rested he by the Tumtum tree,
And stood awhile in thought.

And, as in uffish thought he stood,
The Jabberwock, with eyes of flame,
Came whiffling through the tulgey wood,
And burbled as it came!

One, two! One, two! And through and through
The vorpal blade went snicker-snack!
He left it dead, and with its head
He went galumphing back.

"And, has thou slain the Jabberwock?
Come to my arms, my beamish boy!
O frabjous day! Callooh! Callay!
' He chortled in his joy.'

Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.

Alice through the looking glass
Lewis Carrol



Aquí­ la traducción de Jaime de Ojeda:

Brillaba, brumeando negro, el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncí­an los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba.

¡Cuidate del Galimatazo, hijo mí­o!
¡Guárdate de los dientes que trituran
Y de las zarpas gue desgarran!
¡Cuidate del pájaro Jubo-Jubo y
que no te agarre el frumioso Zamarrajo!

Valiente empuñó el gladio vorpal;
a la hueste manzona acometió sin descanso;
luego, reposóse bajo el árbol del Tántamo
y quedóse sesudo contemplando...
Y asi, mientras cabilaba firsuto.

¡¡Hete al Galimatazo, fuego en los ojos,
que surge hedoroso del bosque turgal
y se acerca raudo y borguejeando!!
¡Zis, zas y zas! Una y otra vez
zarandeó tijereteando el gladio vorpal!
Bien muerto dejó al monstruo, y con su testa
¡volvióse triunfante galompando!

¡¿Y haslo muerto?! ¡¿Al Galimatazo?!
¡Ven a mis brazos, mancebo sonrisor!
¡Qué fragarante dí­a! ¡Jujurujúu! ¡Jay, jay!
Carcajeó, anegado de alegria.

Pero brumeaba ya negro el sol
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas,
mimosos se fruncian los borogobios
mientras el momio rantas necrofaba...

Lacenaire

Cita de: antibalas en Junio 11, 2008, 09:03:43 PM
Valiente catábasis al infraní­fer del discurso/excurso. Reconoce que te lo has inventao.

El pecado de la triple "S":simplista,solipsista y maricón.