Restaurantes chulos en tu ciudad [Hilo coyunturalmente obsceno]

[Oddball]

Ojo, que este verano se quemó el camping que hay subiendo desde el Voramar, a ver si va a ser eso lo negre.

[Oddball]

Ah, pues entonces ni puta idea.

Para mi eso ya es la cara oculta de la luna.

[Caracartón]

Taberneros
Dirección :Calle Santiago, 9
Teléfono :91.542.21.60
Horario :De 13.30 a 16 y de 20.30 a 0 h. ( Cerrado : L mañana)
Municipio :Madrid
Zona :Centro
Accesos : Metro: Ópera (Lí­neas 2 y 5)
Cocina creativa y buena carta de vinos en Taberneros

La creación y la imaginación son la base de la carta que exhiben con merecido orgullo en este local. Reminiscencias japonesas y de todas partes del mundo dotan a los platos de una distinción especial. Aprovecha y riégalos con una de las 300 referencias de vinos con las que cuentan, que buscan huir de lo clásico para ofrecer al cliente vinos que no se encuentren en cualquier parte.

Es mas para comidas o cenas un poco informales ya que la carta es mas bien de tapeo imaginativo. Cocina de fusión muy conseguida. Acojonante carta de vinos. Se recomienda el McKengi.

[Recolectando]

Vázquez Montalbán no se cuenta entra mis lecturas (aunque cumple la condición de estar muerto, sigue sin atraerme), pero hay que reconocerle que fue un buen divulgador de Barcelona como ciudad.  Especialmente encariñado con la Barcelona de los bajos fondos, la más admirada por toda esda gauche divine, fue comensal asiduo a Casa Leopoldo. 

Casa Leopoldo es un clásico, perdido allá donde el raval ya empieza (o al menos empezaba) a ser Barrio Chino, se define por una cocina de mercado (La Boquerí­a está muy, muy cerca) que no arriesga demasiado en los platos apostando más bien por los más tradicionales.  Caro entre los caros, pero con esa aureola de mito que tienen los locales frecuentados por la intelectualidad oficila.  Uno se puede encontrar all´í§i con Vila-Matas o Mendoza, con Montalbán ya no, obviamente, pero sí­ nos ha quedado su comentario sobre esa casa de comidas:

La única revolución cultural de fondo que ha aportado la democracia en España ha sido la recuperación de la memoria del paladar, que goza de mucha mejor salud que la memoria histórica. Detrás del objetivo de salvar las señas de identidad, la que más se ha salvado es la gastronómica, y entre aquel páramo de cocinas esenciales que fue la España del hambre o del boom económico de los dos o tres franquismos hasta ahora censados y la oferta gastronómica actual, media la voluntad de que el placer sea cosa de este mundo. Hay restaurantes y restauradores que luchan por las estrellas de la Guí­a Michelin o por las buenas puntuaciones de las guí­as españolas, y otros consiguen la inmortalidad gracias a su condición de ser algo más que un restaurador o un restaurante, gracias a que forman parte de un paisaje de la memoria o de un imaginario.

Si el viajero no quiere alejarse demasiado del corazón mí­tico de Barcelona, el barrio chino, puede irse a comer a Casa Leopoldo, donde la mejor consigna es decir: "Vengo de parte de Pepe Carvalho y póngame lo que ustedes quieran". La tenacidad de Casa Leopoldo contrasta con la mudanza de un barrio en plena reforma en el que la piqueta quita las varices de sus viejas prostituciones y extermina poco a poco lo que fueron ingles de la ciudad cuando Jean Genet ejercí­a por estas calles de ladrón y homosexual (Le journal d'un voleur). Cliente de Casa Leopoldo, el escritor André Pieyre de Mandiargues escribió cerca de allí­ Au marge y se le ha dedicado una plaza en el corazón del barrio chino, muy cerca de su restaurante de altos vuelos que fue leyenda por la cantidad y la calidad, leyenda desde el interior del propio barrio, donde siempre supimos que era un restaurante que nos representaba, pero al que sólo podí­amos ir una vez en la vida, hasta que los tiempos cambiaron colectiva o personalmente, dentro de lo que cabe.

Heredero del señor Leopoldo fue su hijo Germán, torero de posguerra para no ser ví­ctima de la propia posguerra, pero del oficio le quedaron los azulejos que decoran el comedor y una elegancia personal de paseí­llo y vestuario que Germán lució hasta el final. Sin haber pasado por ningún master de hostelerí­a, Germán ha sido el maí®tre más elegante de Barcelona, de una elegancia no empalagosa, de la que nace de conceder al cliente la condición de ser humano inteligente y no de idiota con cartera. Verle avanzar por entre las mesas era asistir a una exhibición de faena de muleta, percibible incluso por los antitaurinos. Heredó el restaurante una clientela mestiza de gentes del barrio con posibles, artistas del espectáculo y capadores de oraciones compuestas, es decir, escritores, esas tiernas criaturas buscadoras del octavo dí­a de la semana y del sexto sentido que finalmente suelen conformarse con lo que les echan el tiempo y el espí­ritu.

Si he hablado de Pieyre de Mandiargues como comedor de fondo de Casa Leopoldo, no evitaré autocitarme junto al por tantas razones malogrado Perich (¡qué falta nos hací­as en esta guerra, Jaime...!), Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Joan de Sagarra, Maruja Torres, Terenci Moix..., casi compañeros de quinta bioespiritual que encontramos en Casa Leopoldo una de las patrias de nuestro esencial mestizaje. Y si cito a mis a veces compañeros de mesa, no quisiera que se dieran por excluidos todos aquellos espí­ritus sensibles que van a Casa Leopoldo en busca de su imprescindible cocina del pescado y otros bestiarios culturalizados por la piedad e hipocresí­a de la cocina, esa coartada de tanto asesinato.

Rosa Gil, ahora al frente de los destinos de esta pequeña patria de un barrio chino bombardeado por los misiles inteligentes de urbanistas e higienistas sociales, ha sabido heredar todas las caravanas que han pasado por Casa Leopoldo. Hija, mujer de torero, el no menos malogrado torero portugués José Falcao para los portugueses, Falcón para los de aquí­, ha conseguido integrarnos incluso a los que tenemos una actitud hostil, hostilí­sima, ante la fiesta, que algo tendrá si personas de la solvencia de Rosa Gil la conservan en los azulejos y en el corazón. Con esta mujer, Casa Leopoldo se incorpora a un siglo venidero en el que las mujeres tal vez no se apoderen tanto de nosotros como del mundo. Y a mí­ me da igual, con tal que creen patrias sucedáneas. Algo así­ como un restaurante que sabe a esencialidades. Algo así­ como Casa Leopoldo.



http://www.vespito.net/mvm/leop.html



Y si lo que os apetece cuando vengáis a visitar la Ciudad Cultural es hacer toda una ruta gastronómica literaria, Montalbán también elaboró la guí­a:

http://www.vespito.net/mvm/gastr.html

[lavozdormida]

Casa Poli
34 985 411 217

Puertas de Vidiago (a 8 km de Llanes)

Llanes (Asturias)






Es donde pienso estar comiendo el próximo jueves. Materia prima de primera‚ raciones abundantes y muy buenos precios lo convierten en uno de los imprescindibles de la zona de los alrededores de Llanes.

Sólo tiene una pega: en fines de semana y vacaciones se pone hasta arriba, para evitar colapsos lo ideal es ir o a las 14 o a las 15.45 que ya ha pasado la avalancha.

Recomiendo: patatas alioli (calientes‚ riquí­simas)‚ cazuela de fabada‚ solomillo -increible la calidad de esta carne‚ que parece mantequilla-‚ croquetas de jamon‚ fritos de pixin‚ calamares y la merluza a la sidra. Bueno‚ en realidad todo lo que he probado está de muerte. Haced un hueco para los postres porque la tarta de queso es lo mejor del restaurante.

La sorpresa viene al final‚ la factura es más que correcta‚ yo nunca he pagado más de 25â,¬ habiendo disfrutado de una muy buena comida incluyendo vino, sidra, postres y de tó.

chicos, lo lamento, pero esta forera se va para Asturias, yujuuuuu!!!!

Y por la tarde, después del atracón, un paseí­n por la playa de Torimbia, y si le echo cojones,  me despeloto y me doy un chapuzón.

[Amalur]

¡Nena!, me voy a echar a llorar, qué chorizo a la sidra me he merendado yo en Casa Poli y qué chapuzones gritando 'Jerónimo'  en Ballota... hasta que entrada la tarde ves que la marea va ganando terreno a la playa y hay que salir por piernas.

Torimbia, qué maravilla. O la misma playa de Vidiago, qué dí­as de sol, playa y cannabis tan apacibles. Qué recuerdos.

Nena, qué emoción, la de veranos que subo a LLanes. Y lo hondo que me llega siempre.


Y Ribadesella... su paseo y su faro... Aaaay (suspiro)

[lavozdormida]

¿verdad que sí­? 

pues nada, cuando vayas avisa  , a ver si nos cruzamos en pelotas por torimbia  que yo también voy todos los años, tengo casa állí­ (exactamente a 2 km de Torimbia, soy una privilegiada, lo sé)

Tu me podrás reconocer porque ya me has visto en fotos, pero yo  a tí­ no, que en tus fotos siempre te tapas la cara.

La Ballota, maravillosa... uf.. que recuerdos en esa playa... uno, fue sexual, un amigo y yo solitos en esa playa... mmmm.... esos praos, esa mar rugiendo, me pone a 100!!! (nota: ahora, después de este comentario sexual, vendrán los detractores tocapelotas a meterse conmigo, venga, venga, envidiosos, insultadme un poco)

[Amalur]

Si subo te aviso, promesita de niño Chus.

¿Tú eres de allí­?. Recuerdo un 15 de agosto, en las fiestas de Llanes, al Echanove escanciando sidra como un asturiano de pro. Ja, ja.

[lavozdormida]

yo nací­ en avilés pero mi hermana mayor hace años se pilló casa alli y se ha convertido en el centro neurálgico familiar.

pues el año pasado estuvo en las fiestas que hay en julio (hacia el 22 o así­) que dicen que son las fiestas de los de allí­ y fueron la mar de divertidas

Playa de la Ballota :

[lavozdormida]

Playa de Toranda desde el mirador de Torimbia

[Amalur]

Y Ballota, esa bajadita de caer rodando... Jaja.

Ojito con las fiestas de El Carmen, en julio también, que los suelos son de arena y de tanto escanciar sidra diréctamente al gaznate quedan completamente embarrados.

Aaaaaaay... suspiro.

[lavozdormida]

Esas sidrinas en cualquier prao... como dices tú con un poco de chorizo a la sidra... y ese queso de Prí­a!!!! argggg! estoy al borde del orgasmo


Playa de Toró, paisaje lunar 

[lavozdormida]

¿y los bufones? Prí­a, Buelna, Peña Tú...

Perdón, Che, que nos hemos enredado en este momento nostálgico

[Amalur]

Jeje, en la playa de Toro también me he calcinazo unos buenos canutos. Era esa época.

Qué nostalgia.

[lavozdormida]

Para acabar esta ruta gastronómica y paisají­sitica asturiana, y volver al contenido de este hilo, otro de mis preferidos para ponerse morada, esto ya sí­ que es de orgasmatrón total:

El Molí­n de Mingo+34 985 922 263

Peruyes s/n

Peruyes (carretera hacia Arriondas)


Perdido en medio del monte‚ con los pollos corriendo por el campo antes de ir a la cazuela. De aperitivo te ponen una crema de gamoneu‚ para ir abriendo boca‚ que está de muerte. Alucinantes los entrantes (croquetas de jamón, tortos variados (con queso‚ con morcilla‚ chorizo‚ cebolla confitada...), la fabada (servida por separado las fabes del compango), y por último el plato estrella, el ARROZ CON PITU DE CALELLA (ahí­ es donde uno se corre literalmente), ESPECTACULAR. Es un plato de arroz tipo caldoso con un pollo (criado al aire libre y alimentado como deber ser, son lo que hay por ahí­ fuera). De postre, preparaos, frixuelos rellenos de crema de queso y toffe‚ que haces hueco donde puedes pero es imposible no rebañar el plato.

Con café y vino te gastas unos 30 por cabeza pero es todo tan espectacular que merece la pena. Podrí­amos decir que es el mejor Restaurante de la Asturias Oriental.

Imprescindible reservar y después de la comida‚ más que recomendable darse un paseo por los alrededores, por muchas razones...