Hilo vergonzoso de correr

Iniciado por No-soy-Gilles, Septiembre 05, 2007, 04:42:30 PM

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Dan

Calla, que la tengo aparcada hasta que le encuentre un sitio para dejarla de manejo factible cada mañana con sobrecarga infantil y estoy jodido.

javi

El superhombre en mallas

    No deja de aumentar la fiebre por el 'running'. A nuestro alrededor el ciudadano se transforma en plusmarquista

    Pablo Martí­nez Zarracina | 16 junio 2014


No sé si se han dado cuenta, pero el mundo se nos ha llenado de gente a la carrera. Son los 'runners', esos individuos familiarizados con la superación y las mallas ajustadas. Además de un aspecto ascético y fibroso, todos tienen una 'marca personal'. Muchos tienen también la necesidad de hablar de ella. "Hago el kilómetro a cuatro", te dice de pronto ese amigo que se te ha vuelto 'runner' por las cosas de la vida. Como es lógico, tú no sabes de qué demonios habla, pero no vas a dejarte ganar la repentina batalla de las magnitudes fí­sicas. Así­ que improvisas: "Pues yo hago el quintal métrico en seis y puede que hasta en siete, mamarracho". A continuación sacas el móvil, finges que te está entrando una llamada importante y te alejas hablando solo. Es la manera moderna de hacer un mutis victorioso.

Para entendernos diremos que el 'running' es la sofisticación sufriente del 'footing'. Recordarán que el 'footing' se practicaba con la sudadera agujerada y lo que quedaba del pantalón de gimnasia del cole, un poco como Dustin Hoffman en 'Marathon man'. La gente te veí­a correr por la calle y no sabí­a si hací­as ejercicio o huí­as de algún asunto de drogas. El 'running' en cambio no da lugar a equí­vocos, más allá de que un corredor que abuse de cintas, gafas y muñequeras pueda ser confundido con un personaje de Marvel.

Para el 'running' se necesita más que una camiseta vieja de algodón. Hacen falta en realidad ropas complejí­simas y especialmente diseñadas. Las camisas térmicas, los cortavientos... Y esas zapatillas ligeras y fluorescentes que no pueden comprarse sin saber antes si uno es supinador o pronador. Es por lo visto un misterio decisivo. Yo siempre he querido saber cuál de las dos cosas soy, pero la verdad es que lo he ido dejando. Deberí­an diseñar playeras también para los procastinadores. Y traérnoslas a casa.

Además de ropa y zapatillas, la práctica del 'running' requiere de múltiples accesorios tecnológicos. Muchos de ellos sirven para obtener tiempos, distancias, medias, ritmos y pulsaciones, de modo que llega uno de correr un rato por el parque Europa y ha generado más estadí­stica y bibliografí­a de la que consiguió nunca Zatopek. Eso contribuye a que los 'runners' estén siempre pendientes de su propio rendimiento, pensando en superarse y mejorar sus marcas. Muchos de ellos incluso comparten sus progresos en las redes sociales, lo que somete sus sudadas a un amplí­simo escrutinio. La verdad es que no nos damos cuenta, pero está saliendo la gente los sábados a correr con una responsabilidad muy grande.

Si no bastase con que carecen de grasa corporal, se depilan el cuerpo, tienden a comprobarse el pulso y llevan relojes que parecen el velocí­metro del Nautilus, a los 'runners' se les distingue muy bien por el discurso. Son gente que de repente se pone a hablarte de cosas abstractas y más o menos mitológicas: los lí­mites, la superación, la voluntad, el esfuerzo. Y hablan en serio, claro. Sucede porque no es raro que terminen aplicando a su vida cotidiana las enseñanzas que parecen extraer de su deporte favorito. El fenómeno es llamativo: la transmutación filosófica del trote intensivo. Y da un poco de miedo. El dí­a que a algún 'runner' se le vaya la mano con lo concerniente a la voluntad, los lí­mites y la superación, igual agarra y surge el superhombre, de pronto, en medio del parque Europa.

Temiendo la aparición del gran fondista nietzscheano y sus incalculables consecuencias, confieso que pensé que con el 'running' iba a terminar con Aznar. Hubo una época en que no dejaba de vérsele corriendo y hasta su entrenador publicaba libros. Si tenemos en cuenta que el expresidente es el individuo con peor fama en el paí­s desde Torquemada, parecí­a claro que el 'running' estaba acabado. Pero sucede que a Aznar le negamos el pan y la sal, pero le compramos los deportes. Ahí­ está el pádel, acuérdense. Cuando Aznar reveló que hací­a "diez kilómetros en cinco diez", yo escribí­ una tribuna durí­sima titulada 'Quince nanoamperios en ocho cuatro'. Después fingí­ que me llamaban al móvil. Fue otra de mis victorias por KO en el incomprensible pero emergente mundo de las magnitudes fí­sicas.
Running is life. Anything before or after is just waiting

Tejemaneje

Cita de: Pe-Ce en Junio 16, 2014, 08:17:58 AM
El superhombre en mallas

    No deja de aumentar la fiebre por el 'running'. A nuestro alrededor el ciudadano se transforma en plusmarquista

    Pablo Martí­nez Zarracina | 16 junio 2014


No sé si se han dado cuenta, pero el mundo se nos ha llenado de gente a la carrera. Son los 'runners', esos individuos familiarizados con la superación y las mallas ajustadas. Además de un aspecto ascético y fibroso, todos tienen una 'marca personal'. Muchos tienen también la necesidad de hablar de ella. "Hago el kilómetro a cuatro", te dice de pronto ese amigo que se te ha vuelto 'runner' por las cosas de la vida. Como es lógico, tú no sabes de qué demonios habla, pero no vas a dejarte ganar la repentina batalla de las magnitudes fí­sicas. Así­ que improvisas: "Pues yo hago el quintal métrico en seis y puede que hasta en siete, mamarracho". A continuación sacas el móvil, finges que te está entrando una llamada importante y te alejas hablando solo. Es la manera moderna de hacer un mutis victorioso.

Para entendernos diremos que el 'running' es la sofisticación sufriente del 'footing'. Recordarán que el 'footing' se practicaba con la sudadera agujerada y lo que quedaba del pantalón de gimnasia del cole, un poco como Dustin Hoffman en 'Marathon man'. La gente te veí­a correr por la calle y no sabí­a si hací­as ejercicio o huí­as de algún asunto de drogas. El 'running' en cambio no da lugar a equí­vocos, más allá de que un corredor que abuse de cintas, gafas y muñequeras pueda ser confundido con un personaje de Marvel.

Para el 'running' se necesita más que una camiseta vieja de algodón. Hacen falta en realidad ropas complejí­simas y especialmente diseñadas. Las camisas térmicas, los cortavientos... Y esas zapatillas ligeras y fluorescentes que no pueden comprarse sin saber antes si uno es supinador o pronador. Es por lo visto un misterio decisivo. Yo siempre he querido saber cuál de las dos cosas soy, pero la verdad es que lo he ido dejando. Deberí­an diseñar playeras también para los procastinadores. Y traérnoslas a casa.

Además de ropa y zapatillas, la práctica del 'running' requiere de múltiples accesorios tecnológicos. Muchos de ellos sirven para obtener tiempos, distancias, medias, ritmos y pulsaciones, de modo que llega uno de correr un rato por el parque Europa y ha generado más estadí­stica y bibliografí­a de la que consiguió nunca Zatopek. Eso contribuye a que los 'runners' estén siempre pendientes de su propio rendimiento, pensando en superarse y mejorar sus marcas. Muchos de ellos incluso comparten sus progresos en las redes sociales, lo que somete sus sudadas a un amplí­simo escrutinio. La verdad es que no nos damos cuenta, pero está saliendo la gente los sábados a correr con una responsabilidad muy grande.

Si no bastase con que carecen de grasa corporal, se depilan el cuerpo, tienden a comprobarse el pulso y llevan relojes que parecen el velocí­metro del Nautilus, a los 'runners' se les distingue muy bien por el discurso. Son gente que de repente se pone a hablarte de cosas abstractas y más o menos mitológicas: los lí­mites, la superación, la voluntad, el esfuerzo. Y hablan en serio, claro. Sucede porque no es raro que terminen aplicando a su vida cotidiana las enseñanzas que parecen extraer de su deporte favorito. El fenómeno es llamativo: la transmutación filosófica del trote intensivo. Y da un poco de miedo. El dí­a que a algún 'runner' se le vaya la mano con lo concerniente a la voluntad, los lí­mites y la superación, igual agarra y surge el superhombre, de pronto, en medio del parque Europa.

Temiendo la aparición del gran fondista nietzscheano y sus incalculables consecuencias, confieso que pensé que con el 'running' iba a terminar con Aznar. Hubo una época en que no dejaba de vérsele corriendo y hasta su entrenador publicaba libros. Si tenemos en cuenta que el expresidente es el individuo con peor fama en el paí­s desde Torquemada, parecí­a claro que el 'running' estaba acabado. Pero sucede que a Aznar le negamos el pan y la sal, pero le compramos los deportes. Ahí­ está el pádel, acuérdense. Cuando Aznar reveló que hací­a "diez kilómetros en cinco diez", yo escribí­ una tribuna durí­sima titulada 'Quince nanoamperios en ocho cuatro'. Después fingí­ que me llamaban al móvil. Fue otra de mis victorias por KO en el incomprensible pero emergente mundo de las magnitudes fí­sicas.


Putos aprendices...

http://www.lapaginadefinitiva.com/2013/05/14/manual-de-intrucciones-del-siglo-xxi-xiii-de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-running/

Xavi

a mi no me gusta correr... nunca encuentro la motivación para poder salir a correr y no aburrirme en el intento... sí­ que alguna vez he participado en carreras de 5-8 km pero eso es otro rollo. El buen ambiente hace que me lo pase bien pero de ahí­ a disfrutar yo solo hay un trecho...
Prefiero hacer otros deportes como el CrossFit.
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javi

Cita de: Tejemaneje en Junio 16, 2014, 09:40:13 AM
Cita de: Pe-Ce en Junio 16, 2014, 08:17:58 AM
El superhombre en mallas

    No deja de aumentar la fiebre por el 'running'. A nuestro alrededor el ciudadano se transforma en plusmarquista

    Pablo Martí­nez Zarracina | 16 junio 2014


No sé si se han dado cuenta, pero el mundo se nos ha llenado de gente a la carrera. Son los 'runners', esos individuos familiarizados con la superación y las mallas ajustadas. Además de un aspecto ascético y fibroso, todos tienen una 'marca personal'. Muchos tienen también la necesidad de hablar de ella. "Hago el kilómetro a cuatro", te dice de pronto ese amigo que se te ha vuelto 'runner' por las cosas de la vida. Como es lógico, tú no sabes de qué demonios habla, pero no vas a dejarte ganar la repentina batalla de las magnitudes fí­sicas. Así­ que improvisas: "Pues yo hago el quintal métrico en seis y puede que hasta en siete, mamarracho". A continuación sacas el móvil, finges que te está entrando una llamada importante y te alejas hablando solo. Es la manera moderna de hacer un mutis victorioso.

Para entendernos diremos que el 'running' es la sofisticación sufriente del 'footing'. Recordarán que el 'footing' se practicaba con la sudadera agujerada y lo que quedaba del pantalón de gimnasia del cole, un poco como Dustin Hoffman en 'Marathon man'. La gente te veí­a correr por la calle y no sabí­a si hací­as ejercicio o huí­as de algún asunto de drogas. El 'running' en cambio no da lugar a equí­vocos, más allá de que un corredor que abuse de cintas, gafas y muñequeras pueda ser confundido con un personaje de Marvel.

Para el 'running' se necesita más que una camiseta vieja de algodón. Hacen falta en realidad ropas complejí­simas y especialmente diseñadas. Las camisas térmicas, los cortavientos... Y esas zapatillas ligeras y fluorescentes que no pueden comprarse sin saber antes si uno es supinador o pronador. Es por lo visto un misterio decisivo. Yo siempre he querido saber cuál de las dos cosas soy, pero la verdad es que lo he ido dejando. Deberí­an diseñar playeras también para los procastinadores. Y traérnoslas a casa.

Además de ropa y zapatillas, la práctica del 'running' requiere de múltiples accesorios tecnológicos. Muchos de ellos sirven para obtener tiempos, distancias, medias, ritmos y pulsaciones, de modo que llega uno de correr un rato por el parque Europa y ha generado más estadí­stica y bibliografí­a de la que consiguió nunca Zatopek. Eso contribuye a que los 'runners' estén siempre pendientes de su propio rendimiento, pensando en superarse y mejorar sus marcas. Muchos de ellos incluso comparten sus progresos en las redes sociales, lo que somete sus sudadas a un amplí­simo escrutinio. La verdad es que no nos damos cuenta, pero está saliendo la gente los sábados a correr con una responsabilidad muy grande.

Si no bastase con que carecen de grasa corporal, se depilan el cuerpo, tienden a comprobarse el pulso y llevan relojes que parecen el velocí­metro del Nautilus, a los 'runners' se les distingue muy bien por el discurso. Son gente que de repente se pone a hablarte de cosas abstractas y más o menos mitológicas: los lí­mites, la superación, la voluntad, el esfuerzo. Y hablan en serio, claro. Sucede porque no es raro que terminen aplicando a su vida cotidiana las enseñanzas que parecen extraer de su deporte favorito. El fenómeno es llamativo: la transmutación filosófica del trote intensivo. Y da un poco de miedo. El dí­a que a algún 'runner' se le vaya la mano con lo concerniente a la voluntad, los lí­mites y la superación, igual agarra y surge el superhombre, de pronto, en medio del parque Europa.

Temiendo la aparición del gran fondista nietzscheano y sus incalculables consecuencias, confieso que pensé que con el 'running' iba a terminar con Aznar. Hubo una época en que no dejaba de vérsele corriendo y hasta su entrenador publicaba libros. Si tenemos en cuenta que el expresidente es el individuo con peor fama en el paí­s desde Torquemada, parecí­a claro que el 'running' estaba acabado. Pero sucede que a Aznar le negamos el pan y la sal, pero le compramos los deportes. Ahí­ está el pádel, acuérdense. Cuando Aznar reveló que hací­a "diez kilómetros en cinco diez", yo escribí­ una tribuna durí­sima titulada 'Quince nanoamperios en ocho cuatro'. Después fingí­ que me llamaban al móvil. Fue otra de mis victorias por KO en el incomprensible pero emergente mundo de las magnitudes fí­sicas.



Putos aprendices...

http://www.lapaginadefinitiva.com/2013/05/14/manual-de-intrucciones-del-siglo-xxi-xiii-de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-running/

no descartes que haya utilizado fuentes externas sin citarlas
Running is life. Anything before or after is just waiting

problemaS

Cita de: Tejemaneje en Junio 16, 2014, 09:40:13 AM
Cita de: Pe-Ce en Junio 16, 2014, 08:17:58 AM
El superhombre en mallas

    No deja de aumentar la fiebre por el 'running'. A nuestro alrededor el ciudadano se transforma en plusmarquista

    Pablo Martí­nez Zarracina | 16 junio 2014


No sé si se han dado cuenta, pero el mundo se nos ha llenado de gente a la carrera. Son los 'runners', esos individuos familiarizados con la superación y las mallas ajustadas. Además de un aspecto ascético y fibroso, todos tienen una 'marca personal'. Muchos tienen también la necesidad de hablar de ella. "Hago el kilómetro a cuatro", te dice de pronto ese amigo que se te ha vuelto 'runner' por las cosas de la vida. Como es lógico, tú no sabes de qué demonios habla, pero no vas a dejarte ganar la repentina batalla de las magnitudes fí­sicas. Así­ que improvisas: "Pues yo hago el quintal métrico en seis y puede que hasta en siete, mamarracho". A continuación sacas el móvil, finges que te está entrando una llamada importante y te alejas hablando solo. Es la manera moderna de hacer un mutis victorioso.

Para entendernos diremos que el 'running' es la sofisticación sufriente del 'footing'. Recordarán que el 'footing' se practicaba con la sudadera agujerada y lo que quedaba del pantalón de gimnasia del cole, un poco como Dustin Hoffman en 'Marathon man'. La gente te veí­a correr por la calle y no sabí­a si hací­as ejercicio o huí­as de algún asunto de drogas. El 'running' en cambio no da lugar a equí­vocos, más allá de que un corredor que abuse de cintas, gafas y muñequeras pueda ser confundido con un personaje de Marvel.

Para el 'running' se necesita más que una camiseta vieja de algodón. Hacen falta en realidad ropas complejí­simas y especialmente diseñadas. Las camisas térmicas, los cortavientos... Y esas zapatillas ligeras y fluorescentes que no pueden comprarse sin saber antes si uno es supinador o pronador. Es por lo visto un misterio decisivo. Yo siempre he querido saber cuál de las dos cosas soy, pero la verdad es que lo he ido dejando. Deberí­an diseñar playeras también para los procastinadores. Y traérnoslas a casa.

Además de ropa y zapatillas, la práctica del 'running' requiere de múltiples accesorios tecnológicos. Muchos de ellos sirven para obtener tiempos, distancias, medias, ritmos y pulsaciones, de modo que llega uno de correr un rato por el parque Europa y ha generado más estadí­stica y bibliografí­a de la que consiguió nunca Zatopek. Eso contribuye a que los 'runners' estén siempre pendientes de su propio rendimiento, pensando en superarse y mejorar sus marcas. Muchos de ellos incluso comparten sus progresos en las redes sociales, lo que somete sus sudadas a un amplí­simo escrutinio. La verdad es que no nos damos cuenta, pero está saliendo la gente los sábados a correr con una responsabilidad muy grande.

Si no bastase con que carecen de grasa corporal, se depilan el cuerpo, tienden a comprobarse el pulso y llevan relojes que parecen el velocí­metro del Nautilus, a los 'runners' se les distingue muy bien por el discurso. Son gente que de repente se pone a hablarte de cosas abstractas y más o menos mitológicas: los lí­mites, la superación, la voluntad, el esfuerzo. Y hablan en serio, claro. Sucede porque no es raro que terminen aplicando a su vida cotidiana las enseñanzas que parecen extraer de su deporte favorito. El fenómeno es llamativo: la transmutación filosófica del trote intensivo. Y da un poco de miedo. El dí­a que a algún 'runner' se le vaya la mano con lo concerniente a la voluntad, los lí­mites y la superación, igual agarra y surge el superhombre, de pronto, en medio del parque Europa.

Temiendo la aparición del gran fondista nietzscheano y sus incalculables consecuencias, confieso que pensé que con el 'running' iba a terminar con Aznar. Hubo una época en que no dejaba de vérsele corriendo y hasta su entrenador publicaba libros. Si tenemos en cuenta que el expresidente es el individuo con peor fama en el paí­s desde Torquemada, parecí­a claro que el 'running' estaba acabado. Pero sucede que a Aznar le negamos el pan y la sal, pero le compramos los deportes. Ahí­ está el pádel, acuérdense. Cuando Aznar reveló que hací­a "diez kilómetros en cinco diez", yo escribí­ una tribuna durí­sima titulada 'Quince nanoamperios en ocho cuatro'. Después fingí­ que me llamaban al móvil. Fue otra de mis victorias por KO en el incomprensible pero emergente mundo de las magnitudes fí­sicas.


Putos aprendices...

http://www.lapaginadefinitiva.com/2013/05/14/manual-de-intrucciones-del-siglo-xxi-xiii-de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-running/

Yo le pondrí­a buena nota por escribir ya sobre Aznar en su momento (auténtico precursor del runner maduro), que yo recuerde, cuando alardeaba con Bush de sus marcas, fue la primera vez que oí­ la expresión "hacer el km en tantos minutos". De hecho, ni el periodista de El Paí­s sabí­a tampoco de la expresión e hizo un poco el ridí­culo en este artí­culo: http://elpais.com/diario/2002/07/05/agenda/1025820005_850215.html

No vemos las cosas como son, sino como somos.

javi

El premio principe de Asturias del deporte 2014... a la maratón de Nueva York

Running is life. Anything before or after is just waiting

javi



qué envidia haberme perdio la Vuelta al Aneto de este año; en la foto, collado de Vallibierna con Llauset al fondo

Running is life. Anything before or after is just waiting

Dan

Alguno se rompió la cornamenta, creo haber leí­do.

javi

No habí­a podido leer nada hasta hace un momento, y sí­, leo que tres heridos -dos en la bajada de Salenques por el sureste (por allí­ subimos el año pasado; éste decidieron hacerla en el sentido contrario)- y otro junto al refugio de íngel Orus.

Yo también me caí­ en la bajada de Salenques: estuve una semana con la espalda hecha polvo y con una microrrotura fibrilar, nada grave para lo que pudo ser.
Running is life. Anything before or after is just waiting

problemaS

Pero es que bajáis corriendo o qué?  ::)
No vemos las cosas como son, sino como somos.

javi

En mi caso, rodando  ;D

Pero, por regla general, según las condiciones. La semana pasada hice la Galarleiz (maratón de montaña, 1700 metros positivos 2400 negativos) y la primera bajada, de hierba y muy pronunciada, a tope; la segunda, similar, lo mismo, pero en la tercera habí­a algo de barro, ramas y piedras, por lo que habí­a que fijarse más en las dificultades, además de que iba bebiendo y comiendo.

Las últimas, un suplicio por culpa de las piernas cargadas y el cansancio acumulado.
Running is life. Anything before or after is just waiting


problemaS

Este sábado corro mi primera maratón (en bici de montaña). 96 km y 2200 de desnivel. A ver qué pasa. El viernes hice una salida de 60 km y 1300 y llegué bien (harto). Aunque faltan 9 meses para la Transpyr, esto me va a dar pistas.
No vemos las cosas como son, sino como somos.

javi

¿alguna noticia sobre esa maratón de bici?
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