Hacer como diosmanda las cosas.

Iniciado por Bette, Julio 30, 2007, 04:13:17 PM

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Dan

Esto va aquí­, sí­ o sí­.


El grito por el que comenzó el rock'n'roll
La biografí­a autorizada de Little Richard, pionero musical que rompió barreras estilí­sticas y sociales, se publica en castellano en España


Awop-Bop-a-Loo-Mop Alop-Bam-Boom. Visto así­, es casi ilegible, suena como un extraño dialecto de algún remoto lugar del planeta, o como el mensaje cifrado de un extraterrestre caí­do del cielo, y algo de eso pensaron aquéllos que por primera vez lo escucharon en la voz de Little Richard, allá por 1955, cuando el mundo todaví­a se veí­a en blanco y negro. Pero la mayorí­a no pudieron resistirse. Sin perder su genuina y asombrosa fuerza, el grito de la canción Tutti Frutti es hoy el más famoso de la historia de la música popular, la primera seña de identidad del rock'n'roll, las palabras que abrieron de par en par y sin previo aviso las puertas de la cultura juvenil.

La editorial Penniman Books ha publicado en castellano la biografí­a autorizada sobre el responsable de este bramido: Oooh, my soul!, La explosiva historia de Little Richard, escrita en 1984 por el musicólogo Charles White. Un relato que fue muy bien recibido en su dí­a por la crí­tica especializada al ser el que más se aproxima a la figura humana y artí­stica de este pionero musical, y que además sirvió en Estados Unidos para poner negro sobre blanco en el trono del rock'n'roll. Porque antes que Elvis Presley llegó Richard.

Al igual que en el jazz o el swing, los creadores afroamericanos nunca eran lo suficientemente reconocidos en su propio paí­s. Pasó con Duke Ellington o Count Basie, y pasó con Little Richard y tantos otros innovadores del rock. Bien es cierto que a la mecha ya le quedaba poco en los albores de una juventud que corrí­a más rápido que su propio tiempo. La sociedad habí­a dejado atrás la posguerra y un numeroso grupo de músicos hambrientos de diversión y electricidad empezaban a armarla, pero el Awop-Bop-a-Loo-Mop Alop-Bam-Boom pegó un poco antes que el resto. Ese alarido fue el comienzo de la revolución en EE UU. La chispa que hizo estallar el rock'n'roll como el mayor fenómeno cultural de la segunda mitad del siglo XX en Occidente. Luego, Elvis, quien se referí­a a Richard como "el más grande", harí­a más ruido que ninguno.

Puro descaro

Con testimonios de familiares y músicos, el libro es una historia oral de la vida del cantante, que también aporta ampliamente su visión sobre su propia carrera, con jugosos detalles y un amor casi enfermizo por sí­ mismo. "Mi voz era la más arrebatadora del mundo. Mi voz era puro descaro, y con ella decí­a cosas que eran puro descaro también", asegura Richard, que no está en la mayorí­a de las veces falto de razón.

Nacido en Macon, en el corazón del cinturón bí­blico norteamericano, el melocotón de Georgia rompió con estructuras musicales establecidas y, sobre todo, pulverizó todos los tabúes estilí­sticos, raciales y sexuales de la época. Antes de entregar su espí­ritu y quehaceres a la religión, la vida y obra del primer Little Richard representaron en apenas unos años todo lo que vendrí­a después. Su ritmo salvaje era el mejor rock, su voz apabullante era auténtico soul, sus trajes de lentejuelas eran una antesala del glam y su actitud ya podí­a haber sido definida como punk. Un negro del sur, pobre y bisexual en la América racista y puritana de los años cincuenta. Un compositor que incitaba en sus letras a liberarse de los yugos morales y obligaba con su trepidante sonido de piano a bailar y redefinir la música. Lo extraordinario es que no tuvo referentes, fue el primero que pasó por todo eso.

De chaval, fue un chico espabilado hasta el punto de escaparse de casa y salir con un supuesto doctor a vender por las ciudades "ungí¼ento de serpiente que curaba todos los males". Ya dedicado a la música, después de tocar en locales de mala muerte y grabar algunas canciones, un joven Richard, que se lo montaba con señoras y chicos, dio el salto discográfico a Specialty cuando el sello, especializado en R&B y gospel, andaba buscando "una especie de B. B. King". Sin embargo, encontraron otra cosa cuando interpretó Tutti Frutti. Bastaron tres tomas para tener un éxito que sonó en todas las emisoras del paí­s y Reino Unido.

El mejor

En la cresta de la ola, siempre compitió por ser el mejor. En unos años en los que se vendí­an a los músicos como aspirantes a la corona del rock'n'roll, Richard hizo enfadar mucho al sureño Jerry Lee Lewis, que se negó a cantar antes que él por motivos raciales y de ego. Durante un concierto en Detroit, el melocotón de Georgia arrasó como sólo él era capaz de hacer. Se quitó la ropa, regaló la túnica y las botas, se subió de pie al piano y compartió escenario con Mitch Ryder, admirado compositor local. Cuando después salió Lewis, Richard se dejó caer hábilmente entre el público y la mayorí­a gastaron más energí­as en pedirle un autógrafo o irse fuera del recinto con él que en prestar atención al otro pianista en escena.

Tampoco Chuck Berry ni su baile del pato pudieron con él en Reino Unido. Ni Janis Joplin. En pleno flower power nadie creyó que podrí­a cantar después de una actuación de la entregadí­sima Joplin pero, cuando le tocaba, arrancó a oscuras con Lucille y triunfó. Al dí­a siguiente, los periódicos de California hablaban del "espectacular concierto de Richard". Con John Lennon fue peor. En Canadá, influenciado por Yoko Ono, el músico británico se empeñó en cerrar después de Richard y éste desprendió tal cantidad de energí­a que dejó en evidencia el frágil directo del ex Beatle, que tuvo que irse antes de tiempo.

Lennon, precisamente, podrí­a haber sido de su propiedad. A principios de los sesenta, cuando los cuatro chicos de Liverpool se fotografiaron con él, encantados de tener una imagen de su í­dolo, Richard lo primero que pensó es que no llegarí­an a nada. Fueron sus teloneros por Alemania pero rechazó contratarles al 50% con Brian Epstein. Paul McCartney le caí­a bien, pero Lennon le parecí­a una persona muy infantil. Otro que al que dejó escapar fue a Jimi Hendrix. Antes de empezar en solitario, fue guitarrista de su banda pero "el rollo blues" que llevaba no pegaba con Richard. "Era un buen tí­o. Comenzó a vestirse como yo y hasta se dejó un bigotillo parecido al mí­o".

Mientras tanto, con su peculiar peinado, inspirado en el cantante Billy Wright, Richard siempre tuvo tiempo para el sexo. Era un devorador de mujeres y hombres, que le encantaba hacer orgí­as antes y después de las actuaciones y ser un voyeur. Lee Angel fue una de sus grandes novias. Una mujer entregada al artista y a todo aquel que el músico dispusiera. Minutos antes de un concierto, Buddy Holly entró al camerino y, a petición de Richard, agarraron entre ambos a la chica hasta que Holly con los pantalones caí­dos salió tarde al escenario.

Cuando ya gastaba mucha carretera y varios discos, las drogas pudieron acabar con él pero, gracias a su fuerte vocación religiosa, dejó de consumir por dedicarse en cuerpo y alma a la Biblia. Sus retiros espirituales habí­an sido constantes desde joven (a finales de los cincuenta ya amenazó con uno largo), pero Richard abandonó definitivamente el rock'n'roll por el predicamento en los setenta. El dilema de su vida. El dios y el demonio. Lo mandado y el rock'n'roll. Pero el Bing Bang ya se habí­a producido mucho tiempo antes. Fue a raí­z de aquel grito en 1955. Elvis Presley, Bob Dylan, John Lennon, Mick Jagger, James Brown, David Bowie o Lou Reed, entre muchos otros, todos, jugaron a ser por un instante Little Richard.

k98k

Hombre, dicen que en una gira por Australia encontró al señor (protestante, claro) cuando un rayo le pegó a su avión, es muy bueno, ahí­ ahí­ anda con jerry lee.

Claro que me da que jerry lee no encontró al señor, ni cuando explicando que se habia casado con una de catorce años teniendo el casi treinta confesó que era bigamo.

kim

Las comas y los puntos se te han declarado en rebeldí­a ¿verdad, rey?
Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

Oddball

http://www.youtube.com/v/wEJjXrZCWrc

Tejemaneje

Cita de: Oddball en Marzo 26, 2009, 08:00:31 PM
http://www.youtube.com/v/QacSjMhq8r8

Pensé que sólo Jeff Haley tocaba así­. Se ve que su actuación en "De profesión duro" creó escuela. Qué gran pelí­cula mala esa.

Rednuts

¿Pero cómo va a morirse nunca este tipo? Es inverosí­mil.

Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Oddball

Pues este cantó esto y se nos fue

http://www.youtube.com/v/OivQo7vUCGw

Rednuts

A mí­ me afectó más lo de Dee Dee, quizá porque, pese a lo yonki, pilló más de sorpresa.

Por otra parte, hací­a tiempo que no revisitaba a los Feises y ahora llevo más de una semana con esta melodí­a repitiéndoseme a todas horas por dentro de la puta cabeza



Menos mal que siempre hay un sitio en los más profundo para tetastetastetastetassssssss
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Oddball

Bueno, aunar Faces y tetas no es algo precisamente complicado









Oddball

La llegada al orgasmo por estimulación de la próstata, provoca una eyaculación fluida, no a chorros, es suave pero provee de gran placer al hombre.


http://www.youtube.com/v/Wp8Vjz4p-j0

Rednuts

Si me pongo tostón me lo decí­s, que ya os mandaré a tomar por culo con toda el alma.

Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga

Oddball

http://www.youtube.com/v/d2di9U-jJpY

Greñas

Las abejas no pierden un segundo de su existencia mostrando a las moscas que la miel es mejor que la mierda.

Oddball

http://www.youtube.com/v/cjK4_Bd94U8