Colecciocristianismo

Iniciado por Gilles DeRais, Abril 01, 2007, 04:16:55 PM

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Gilles DeRais

A mi me parece muy bien todo lo que hagais, mientras no trateis de imponerselo a los demas.

Si tu, pongamos, disfrutas escuchando un disco mientras te calzas unas bragas de seda como prenda intima, me parece muy bien, no haces daño a nadie y oye, cada uno tiene sus manias. Pero si te empeñases en que todo aquel que escucha musica sin sentir el tacto de la seda en sus testiculos es un descastado, solo entonces, me pareceria un problema.

grsd

Yo la única causa evangelizadora con la que estoy comprometido es aquella que persigue que nadie, absolutamente nadie, aparque de oido nunca más.

Gilles DeRais

Pues me estan criticando por que dicen que caigo en el contrasentido de criticar a quien compra discos y no los baja. Afirmacion que no he escrito en este mensaje, pero que dice mucho del relativismo moral y la nula capacidad que tienen los rockeros y/o fanaticos cuando les meas en el dogma.

Lo que pasa que tengo muy mal perder y ya me estoy cagando en madres y demas parientes hasta primer grado consaguiniedad.

"No me des palmas que me conozco" en fin.

Lacenaire

A este respecto recuerdo la soberana patada en la boca que un lector del Ruta 66 pego a sus redactores conuna carta en la que les pedia por favor que le explicasen como cojones puede un habitante de la dehesa permitirse recorrer 200 kilometros cada vez que sienta la imperiosa necesidad de hacerse con algun incunable del sonido Brighton o un ejempar en vinilo del Raw Power, pudiendo descargarselos por internet.
Porque pasa que no todo el mundo vive en Madrid ,Barcelona o Bilbao.

anantic

Cita de: Gilles DeRais en Abril 01, 2007, 09:25:32 PM
Pues me estan criticando por que dicen que caigo en el contrasentido de criticar a quien compra discos y no los baja. Afirmacion que no he escrito en este mensaje, pero que dice mucho del relativismo moral y la nula capacidad que tienen los rockeros y/o fanaticos cuando les meas en el dogma.

Lo que pasa que tengo muy mal perder y ya me estoy cagando en madres y demas parientes hasta primer grado consaguiniedad.

"No me des palmas que me conozco" en fin.



¡¿Que te están criticando?! ¡¿Que te están criticando?! Esos ni son coleccionistas ni son na. Yo con tipos de esos no he tratado nunca, sí­ te puedo decir que el resto de coleccionistas con los que me he topado en mi corta vida, se mueven por lujuria. Pura lujuria. Fascinante delirio y lejos del sentido práctico. Es imposible razonar con ellos, pero poseen una pasión contagiosa. Pero un coleccionista nunca critica que otro individuo no coincida con sus debilidades o preferencias, es más, les gustarí­a ser los únicos en ello y dedicarse a perseguir lo suyo sin competencia.

Me viene muchas veces a la cabeza una subasta de Parí­s, en la que apareció una puja por escrito para un azulejo nazarí­, en la que poní­a "sin lí­mite".  El coleccionista era español, con una de las mejores colecciones del mundo, pero capaz de deshacerse de todo y de todos, por trincar la pieza.

Me encantan los coleccionistas. Se bueno.

Gilles DeRais

Ya es tarde, pienso darle nueva y mejor forma y enviarlo a distintas revistas musicales con objeto de provocar el cisma.

Eso si, si alguien me ayuda con el titulo, que eso de coleccionismo cristiano, es una mierda. ;D


Paco

Coleccionarcisismo, supone un claro intento de autofelación. Yo lo hago con los deuvedeses.

Gilles DeRais

 ::) Ideas:

-Tratar el batiburrillo ideologico que substenta a estos coleccionistas de cromos hacen del disco (edicion original-copia) como objeto de arte unico + dogmatismo y fervor cuasi religioso + una suerte de clasismo + idealismo (en sentido de fuera de la realidad)


Gilles DeRais

Cita de: Paco en Abril 01, 2007, 10:44:23 PM
Coleccionarcisismo, supone un claro intento de autofelación. Yo lo hago con los deuvedeses.


Ese esta bien, pero quiero que el titulo englobe o compare el integrismo con el acumular o coleccionar discos. Pa que de mas risa, mayormente.

Bambi

Cita de: Gilles DeRais en Abril 01, 2007, 04:16:55 PM
Compro un buen numero de discos al mes. Incluso en ocasiones me privo de otras maneras de esparcimiento con el fin de ahorrar con el proposito de incrementar mi discoteca. E Incluso a veces tengo la ligera duda de si disfruto mas pensando en que discos voy a adquirir que con el disfrute que me proporcione la musica que estos contienen.

Afortunadamente, rcurriendo a esa manida frase que reza que el tiempo es dinero, puedo consolarme ya que invierto aun mas (tiempo, en este caso) escuchando musica. Escuchar musica es la actividad que mas placer me proporciona. Con lo cual, segun Platon, que sostiene que la inteligencia es la busqueda de la felicidad, puedo darme por satisfecho con mi saludable pasatiempo favorito.

Esta descripcion no pretende abanderar ninguna causa melomana, ni hacer proselitismo de nada. No es mejor ni peor que otra pleyade de diversas actividades que haran igual de feliz que a mi, a quien las emprenda. Solo reconozco mi "vicio".

Una vez dejadas claras las posturas de quien esto escribe. Reconozco que me descolocan algunos topicos que los coleccionistas de discos (¿melomanos?) vierten sobre aquellos que aprovechan las posibilidades que ofrece internet para tener acceso al contenido musical de estos mismos discos (que es lo que deberia importar, ¿verdad?). Y asimismo, como estos coleccionistas encuentrar placer en todos los trafagos que hasta la aparicion de internet, nos hacian la vida imposible a los compradores de discos. ¿Sera una suerte de redencion cristica?

El facil acceso y descarga de archivos musicales que ha proporcionado la red, es criticado ferozmente por los fundamentalistas del soporte fisico, basando dichas criticas en una retorica increiblemente hueca y una argumentacion terriblemente vaporosa e insustancial, amen de que se basan en una serie de presunciones sobre "los que bajan musica" (el diablo), no necesariamente ciertas y de caracter subjetivo.

Las leyes divinas del fundamentalismo coleccionista: esa facilidad que nos proporciona la red para "bajarnos" con ese disco que nos interesa, presupone, menor interes hacia su contenido. Puesto que ya se sabe, segun el cristianismo, aquello que no nos cuenta un valle de lagrimas conseguir, no tiene validez (¿se puede calificar de sacrificio la diferencia que van de pagar diez euros por un disco a ninguno?). Como veis, un argumento digno del peor beato dogmatico.
Aparte de la hipocresia que conlleva que esa critica viene de alguien que da un mayor valor al soporte fisico, a lo que ha costado ese soporte (tanto en tiempo y en esfuerzo, como en dinero), que a su contenido.

Ya sabeis, si bajais discos en vez de comprarlos, vuestro interes por la musica es necesariamente superficial, segun estos necios ombliguistas. Y digo yo que en caso de que asi fuera, que fulanito de tal no vive para acumular discos pero puntualmente le interesa tal o cual disco, ¿que problema hay? ¿no hay mas Dios que Dios y los que no crean en el son herejes? Yo mismo, mantengo un interes sumamente superficial sobre muchos otros asuntos y no creo que merezca, por ello, ser quemado en la hoguera del heretico.

Derivado de esta primera ley inviolable, esta la que reza: "aquel que escuche musica en formatos digitales sin soporte fisico alguno, no escuchara, unicamente oira, sin ser aprehendido de la infinita leccion que en su interior, lleva la musica". ¿Son acaso los vinilos o los cds, unos objetos de los cuales se irradia una energia mistica que proporciona superpoderes musicales a su dueño? ¿es menos listo quien estudia con libros prestados o en una biblioteca publica, que quien lo hace con libros propios?

En fin, yo colecciono discos. Actividad que me hace tan unico como quien compra una barra de pan cada dia, pues gusta de acompañar sus comidas con ese alimento.



Comparto todo. Hay dimes y diretes, pero insustanciales en relación con la Verdad, que no es otra que la bondad de la cultura gratuita y punto en boca. De todas formas, entremos en ellos por una razón concreta: os la suda. Comprar vinilos no sabéis lo que significaba. Era algo parecido al Chain Reaction, tocar un resorte y ver tu ego crecer. Yo me recorrí­a todas las tiendas de vinilos de Madrid dos o tres veces por semana. Hubo un tiempo en que me preguntaban por un disco y sabí­a no sólo en qué tienda estaba sino dónde era más barato. El olor de algunas de esas tiendas aún sueño con él. Encontrar El Disco que buscabas era la hostia. Sigo sintiendo lo mimo por mi elepé de los Jacobites en Alemania. Pero hay tres verdades axiomáticas: una, el vinilo suena mejor que cualquier otro formato; dos, raro es encontrar un vinilo en condiciones aceptables si no es "sealed" por ebay; tres, el acceso universal a todo de lo gratis sí­ que es una revolución y no la capitalista.

Desde que la música es gratis yo escucho más y mejor. Montones de discos, como la obra en solitario de Phil Everly, he tenido que adquirirla a dí­a de hoy en LP pagando lo suyo porque no te queda otra, pero ya he perdido la pasión por la liturgia y maravillosa religión adolescente del coleccionismo de discos.

Empleo como metadona la compra de singles, ya no soy capaz de gastar treinta mil pelas al mes en discos como antes. Ese placer vanidoso de tener en tu posesión ciertos discos lo he perdido con el tiempo y nadie lo siente más que yo. Desprenderse de la ingenuidad duele. Además, ahora teniéndolo TODO la música significa para mi mucho más que antes. Ahora es mi verdadera droga y me resulta mucho menos onerosa.

Gilles critica a un tipo de individuo que sólo es capaz de creer en la belleza como sacrificio. Esfuerzo vano. Equivocado sobre todo. Pobreza total. Clavo ardiendo.

NubeBlanca

Yo crucé más de media Europa con un paquete de vinilos bajo el brazo; la simplicidad del mochilero tirada a la basura por un "a ver si luego no los vuelvo a encontrar".

Ahora mismo la música me la pela bastante, la verdad. Sólo tengo ganas de ir a un concierto en un garito punki a que me den empujones.

Otto

Gilles.

Hace un mes, en Edimburgo: Revolver (The Beatles); Highway Revisited (Bob Dylan); Is this it (The Strokes), Plastic Ono Band (Lennon), uno de Tow Waits, otro de la Velvet y otro más de no me acuerdo.

Ninguno de ellos me costó más de 3 libras.

En Madrid, sin embargo, los vinilos son bastante caros.





O.