Lluvia bajo la farola

Iniciado por Recolectando, Marzo 07, 2007, 02:06:16 AM

Tema anterior - Siguiente tema

Recolectando

Oooohhhh, sabor, sabooooooooor, de rojo melocotón, sabe tu piel cuando te beso”.  Entre dientes lo canta mientras contonea sus caderas con desparpajo, que mirará ese imbécil,  a ver si no va a poder ni cantar una, oye, y se aleja calle abajo taconeando aún más fuerte. Charo  siempre va con prisas, la casa, los niños, el trabajo, las compras, todo le roba un tiempo que no tiene, menos mal que Trini es comprensiva, eso sí­ volverá a reñirme por seguir llevando tacones, se le pone a Charo en la cara una sonrisa traviesa de desafí­o.   â€œDe un almendroooo que florece a cada paso del invierno”   Empieza a lloviznar, menos mal que no fue hoy a la peluquerí­a, no abre el paraguas, pá qué, que con la cabeza que tiene una... luego no lo echas al bolso y lo acabas perdiendo.   

Cada dí­a cambia un poco la ruta cuando va a su recuperación, que un dí­a le apetece ver cortinas pues gira por Antigua de Valencia, siempre hay cosas tan monas, hoy le apetece ver zapatos por eso sigue recto por la avenida, “eh, eh, sin saber que es una trampa con cepo, cada recodo cada lí­nea es un versooooooo”  Si es que con una cocina así­ ya se puede ya, si es que ni en las pelis, mi marido el pobre ya no quiere saber nada de obras; se imagina entre aquellos fogones de diseño que se ven tras los cristales de la lujosa Cosmetoda, pero seguro que sus niños lo dejaban todo por en medio, con ellos en casa nada dura y su marido es peor.  Es que lo dejan todo donde les pilla, la niña no hay manera de que recoja las cosas del ballet, mira que se lo tengo dicho, y vale que el mayor estudia mucho, pero podrí­a no escampar los libros por toda la casa, mi Manolo pase, que va mú cansao, ahora que yo también y recojo, recojo lo mí­o y lo suyo.  “Que soy como la fuerte hiedra y crezco” , seguro que Trini es superordenada, la ve tan arregladita siempre y debe tener sólo un par de años más que su mayor, con esa cara tan dulce, tengo que preguntarle en dónde le hacen ese moño, bah, a mí­ no me quedarí­a como a ella.

El recuerdo de su fisioterapeuta le hace acelerar el paso, Charo le dobla la edad, pero la admira, siempre se la ve tan segura, se le pone una arruguita mú maja debajo la nariz cuando me riñe por los tacones, ya sé, ya sé, pero es que sin ellos como que no me siento, “eh, eh, eeeelixir de gotas”.   Charo ni sabe pronunciarlo bien, que no sé yo por qué me habrá dao la talagia esta, sólo sabe que le duelen los pies y que las manos de Trini, tan menudas y delgadas, son tan fuertes que le arrancan alguna lágrima cuando le da el masaje.  “...a cada paso del invierno”, de oro tiene las manos esa niña, no veas cómo duele, pero oye, luego como nueva.  Y un escalofrí­o la pellizca entera mientras ve a la luz de la farola que está apretando la lluvia.

“Que reparto en cada parte de tu cuerpo”, que me tomen por loca, y qué, como si no pudiera una estar contenta.  El escaparate de Scarpa está lleno de tentaciones, como siempre, uyyy, pero que chulas las botas esas rosas, las veo más pá la Trini, será mú señora cuando crezca, yo también habrí­a estudiao, ahora ella es que es tan especial, mejor, ya habemos demasiadas sufriendo que no se pille marido, que no sé si tendrá novio. Pensar cómo puede ser el novio de su terapeuta la deja pensativa, un poco enfurruñada, todos los hombres son iguales y esa niña no deberí­a tener que aguantar a ninguno.  “qué más me enredo en tus locos besos que me llevan a flotar por el universo, oh,oh”  Se ha puesto roja de golpe con la palabra besos, será el olor de la lluvia que siempre la pone un poco trágica, mira el reloj, su peor enemigo, ná, nena, que ya has de correr, cuidao no vaya ser que me resbale,  que sólo faltaba, tú.  Y los pies le duelen más cuando corre, pero las suaves y fuertes manos de Trini volverán a hacerla sentir de maravilla, ya no deja de pensar en ella hasta que llega al centro.

“Ooooooohhh, sabor, sabor, a fresa y a limón a mermelada de miel de abejas”, no me riñas, mujer, que no ves que con la lluvia... Trini hace ver que la regaña, con Charo no puede ponerse demasiado seria, le recuerda a su madre, siempre tan contenta.  Le tiene preparada ya la camilla, esto es vida, niña, más rato me tendrí­as que tener aquí­ tumbada, Trini rí­e ya mientras va a buscar el aparato de las corrientes, esas corrientes que dejan una punzada que duele y gusta a la vez.  Y ahí­ se queda Charo esperando, con su sonrisa de dí­a de lluvia y la corriente que ya la recorre sólo de mirar a Trini, “no me digas que noooooo”.

martes, 06 de marzo de 2007





http://www.goear.com/listen.php?v=4801ef9

debari

 ;D ¡¡Coño si es Mon¡¡, que puntazo, ¿que tal apañera?, este tema te lo leí­ en donde te conozco, hace mucho que no voy por allí­.
El escrito ya saber me gusto aquel Gourmandises, era más jugoso jajaja, este es como cantando bajo la lluvia, no está mal, pero lo que si he ido leyendo de ayer a hoy, me ha gustado mucho, teniendo en cuenta que estoy de paso...

Bueno pues nada solo dejarte un beso y un saludo y decirte que me ha sida grata  la sorpresa.
Cuí­date ¡¡¡

Soker

Piropo: La imaginación me ha entorpecido la lectura de tu escrito. Volveré a el.