Los porteadores en las pelí­culas de Tarzán

Iniciado por Ariete, Enero 07, 2011, 01:18:20 AM

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Nadie

Cita de: Bestiajez en Enero 18, 2011, 10:41:22 AM
Cita de: Dionisio Aerofagita en Enero 18, 2011, 08:56:53 AM
Cita de: Bestiajez en Enero 18, 2011, 01:04:37 AM
Cita de: Dan en Enero 17, 2011, 10:48:18 PM
Ya me abstengo de opinar en asuntos estéticos para que no se cabree. No sé qué más puedo hacer.

(Aunque ha escrito "explendor". Igual la baneo luego).

A ver quien nos iba a decir que el color negro en los ropajes de esos antepasados tan serios que tenemos no era sí­mbolo de austeridad y piedad sino que implicaban ostentación y lujo.

Cosas que se aprenden.

Sin ánimo de postmodernear, pero postmoderneando un poco, ¿y no podrí­an ser las dos cosas a la vez?

Seguro que todos conocemos a algún sobradillo de esos que va todo el dí­a manifestando una modestia exagerada e impostada que irrita a la gente porque en realidad expresa lo encantado que está de escucharse. Pues eso.

Es posible que el negro tuviera ya asociaciones simbólicas con la sobriedad, la seriedad, la austeridad, la espiritualidad frente a la lujuria del color que envenena los sentidos. Y al mismo tiempo que pretendí­an emitir sobriedad, los espectadores sabí­an que para conseguir una onza de ese negro ala de cuervo habí­a que sacrificar doscientos elefantes brasileños.

Quiero decir, ¿puede ser que los nobles españoles de la edad moderna fueran pijipis?

Si, salvo por el detalle de que la austeridad y piedad son incompatibles con la ostentación y el lujo.

Puedes postmodernear todo lo que quieras, meter todos los aví­os en el puchero y sacar un absurdo compacto pero el hecho es que si quieres transmitir pobreza y humildad, no te calzas harapos de cincuenta mil euros. Una cosa anula a la otra.



Sí­ que es cierto que el corte de los trajes de la corte española no eran como el holandés que habí­a puesto antes. Pues no llevan escote, con lo cual se podrí­a interpretar como un signo de elegancia o recato, pero nunca de sobriedad porque además van adornados con esos volantes blancos de encaje que debí­an ser también imposiblemente caros. La espiritualidad es muy relativa, si no mira los ataví­os de los cardenales tanto en el color como en el tejido.