Hilo Oficial de presuntas asesinadas

Iniciado por nuagazezo, Enero 29, 2007, 08:18:31 PM

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Barbie

Si Carlo fuera mi mujer lo maltratarí­a. Y no creo que nadie me lo reprochara.

Carlo

Si Carlo fuera mujer, serí­a lesbiana. Y nadie te reprocharí­a que me maltrataras -ojito, si me dejo-, porque no serí­as una picha opresora "en la situación de superioridad que pudiera proporcionarte la relación"

Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

Nicotin

Cita de: Agarkala en Noviembre 29, 2007, 12:52:23 PM
Cita de: Nicotin en Noviembre 29, 2007, 12:29:24 PM
A mí­ me sorprende que, en un tema del que se habla tanto en todas partes, escucho o leo muy, muy pocos intentos de darle una explicación o al menos de intentar debatir racionalmente sobre una explicación adecuada. Porque buscarle una explicación satisfactoria no es un mero ejercicio intelectual, sino el comienzo de intentar darle una solución.

Citarla agrede mayoritariamente en la intimidad aprovechándose generalmente de sus circunstancias vitales

Eso es una verdad a medias que, como es sabido, es generalmente menos veraz que una mentira. Aunque tú misma lo maquillas citando la "dependencia psicológica", no puede decirse que las ciscinstancias vitales sean el factor decisivo.

Intenta fijarte en parejas jóvenes, donde no hay hijos y ella tiene una independencia económica como cualquier otra chica de su edad. El problema estriba en que muchas veces la mujer permanece junto al maltratador voluntariamente. El maltratador, de lo que se aprovecha, es de una "personalidad de ví­ctima".

La mera publicitación de los casos -el body count al estilo Alabama- no evita el hecho desencadenante: que "personalidad-maltratador" y "personalidad-ví­ctima" se atraigan. Y, en mi opinión, crea un modelo público de conducta bajo el cual el asesino se autojustifica. El que no le justifiquemos los demás no importa: si él se justifica a sí­ mismo, el asesinato resulta aún más probable.

La solución no es hablar de ello "y ya está". Hay que ir al núcleo del asunto.

Está muy bien esta reflexión, en serio. El problema que se plantea a continuación es, ¿de dónde salen esos modelos de conducta, que es como arrojar gasolina al fuego? ¿Se pueden erradicar o al menos reducir estos modelos pseudo-masoquistas?

No lo sé. ¿De dónde salen conductas tan contrarias a la propia supervivencia como por ejemplo la anorexia nerviosa? Eso es precisamente lo más complejo de entender. ¿Por qué una mujer se pondrí­a voluntariamente en manos de un psicópata que la va a hacer estar sufriendo durante años? ¿Por qué no le cambia por otro hombre que, tieniendo defectos como tenemos todos, se esforzará por cuidarla y hacerla feliz? Cualquier persona en su sano juicio busca una pareja que, más allá de sus errores, tenga buenas intenciones y persiga la felicidad mutua. No lo sé, pero ocurre. Estamos en España, en el 2007, y sigue ocurriendo incluso entre parejas donde ella es económicamente independiente, no hay hijos ni grandes ataduras de por medio e incluso tiene una aceptable red de apoyo social.

Es muy difí­cil de explicar o de comprender. A mí­ no se me ocurre una explicación satisfactoria, pero sé que sucede. Al menos en España, los casos de malos tratos en la pareja son cada vez menos achacables a factores coyunturales ("ella no tiene dónde ir", "aguanta por sus hijos", "la sociedad la obliga a permanecer junto a ese hombre", etc. etc.) y hay que empezar a darse cuenta de que ese tipo de relaciones destructivas suele ser disfuncional por ambas partes. Se dan incluso en parejas muy, muy jóvenes. En otras culturas no sé, pero en España yo ya no creo que se deba a una situación de dominación producto de circunstancias sociales. Las mujeres normales que conozco no tolerarí­an ese tipo de situación, como los hombres normales no la provocarí­an. No hay una situación de tolerancia social manifiesta hacia la crueldad dentro de una pareja. No sólo las mujeres son ví­ctimas: todos somos en cierto modo ví­ctimas, porque todos -hombres incluí­dos- podemos tener hermanas, hijas, madres, amigas, que nos importan y que podrí­an sufrir esa situación, así­ que nadie realmente justifica ese tipo de acciones... excepto, muchas veces, la propia mujer que es ví­ctima directa de ello.
CitarPitita Ridruejo dice:
el otro dí­a ví­ a un tipo con un perro, y lo vi 5 minutos escasos, y dijo lo mí­nimo, pero yo digo: chalao.

Barbie

Estoy por abrir un hilo para aclarar si el plural de maltrato es malos tratos y no maltratos (por asta de toro).

Cerillita

Cita de: Agarkala en Noviembre 29, 2007, 10:01:32 AM
No serí­a tan alucinante si no se abordase desde el histerismo. Porque aquí­ se analizan dos problemas, que estando relacionados, se pueden diferenciar. Uno es el tema de la violencia de género. Y otro, que la gente se mata, Shizuka.

¿Cuántas muertes hay al año por temas de drogas? ¿Y por asuntos de tierras? ¿Y por discusiones de fútbol o de polí­tica? ¿Y por problemas laborales? Desgraciadamente hay seres humanos que son capaces de matar al prójimo, sea este su parienta, su vecino, su camello o un señor que pasaba por allí­. Por eso existen las FSE, porque de momento no se ha conseguido erradicar del todo, ni se conseguirá. Si un dí­a hay 0 asesinatos por violencia machista, seguramente también habrá 0 en otros ámbitos sociales, pero eso es una utopí­a.

Otra cosa es que las televisiones (y Alabama en el foro) den cumplida cuenta pormenorizada de cada uno de los asesinatos. Lo cual ya he dudado aquí­ en público que sirva para más, porque la profusión de campañas sobre el asunto y reportajes concienciadores en medios de comunicación y desde las instituciones es MUY alto. Tanto, que hasta hay una ley especí­fica.

Evidentemente, y como ya he dicho aquí­ hace 500 páginas, el indicador más relevante del alcance real del problema es el número de agresiones/denuncias sobre el total de parejas, ya que el resultado de muerte es un caso excepcional. Pero claro, si aplicamos esta forma de medir a otros problemas sociales también nos espantarí­amos.

¿De verdad ves tan alucinante esto que digo?

Agarkala dice verdad. Me imagino que en todo esto hay un punto de victimismo involuntario, particularismo o corporativismo sexual: a los taxistas (o más bien quienes se erigen en representantes suyos, y por tanto contaminados por el pensamiento sindicalista 24/7) les importa bastante que asesinen de vez en cuando a compañeros del gremio, y presionan para que las instancias públicas hagan algo, aunque se la pela por lo general el resto de delitos de homicidio. Claro que el gremio de taxistas no supone el 50% de la población.

El particularismo no busca una solución universal a un problema que es visto como propio y exclusivo, pues sólo contempla una parte del todo.

Musaraña

Cita de: Nicotin en Noviembre 29, 2007, 06:25:02 PMAl menos en España, los casos de malos tratos en la pareja son cada vez menos achacables a factores coyunturales ("ella no tiene dónde ir", "aguanta por sus hijos", "la sociedad la obliga a permanecer junto a ese hombre", etc. etc.) y hay que empezar a darse cuenta de que ese tipo de relaciones destructivas suele ser disfuncional por ambas partes. Se dan incluso en parejas muy, muy jóvenes. En otras culturas no sé, pero en España yo ya no creo que se deba a una situación de dominación producto de circunstancias sociales. Las mujeres normales que conozco no tolerarí­an ese tipo de situación, como los hombres normales no la provocarí­an. No hay una situación de tolerancia social manifiesta hacia la crueldad dentro de una pareja. No sólo las mujeres son ví­ctimas: todos somos en cierto modo ví­ctimas, porque todos -hombres incluí­dos- podemos tener hermanas, hijas, madres, amigas, que nos importan y que podrí­an sufrir esa situación, así­ que nadie realmente justifica ese tipo de acciones... excepto, muchas veces, la propia mujer que es ví­ctima directa de ello.

Me uno en este punto de la conversación para aportar hasta donde yo llego.
Al hilo de lo que apunta Nicotin sobre la doble disfuncionalidad, trabajar con mujeres maltratadas es dificilí­simo y frustrante, cuanto menos tiempo lleven con el agresor, más difí­cil es porque todaví­a tienden a disculparle y a pensar que éste puede cambiar. El perfil a grosso modo no tiene tanto que ver con la edad, con la economí­a o con la clase social como con unas caracterí­sticas psicológicas de dependencia, poca autoestima, poca asertividad, etc. En el caso del maltratador además de poca autoestima etc. hay una caracterí­stica de personalidad llamada codependencia y según la cual, dicha persona necesita que la pareja dependa de ella â€"para lo cual le “allana” poco a poco el camino- y cree que así­ la otra parte no le abandonará. Para mí­ es evidente que dicha codependencia, llegado un punto, se da en la ví­ctima también. Si a pesar de todo la mujer no lo tiene nada claro, sus esfuerzos se intensifican. También existen psicópatas maltratadores pero eso ya es tema aparte.

Realmente, el enganche psicológico de la maltratada es brutal y por eso cuesta tanto romper el ví­nculo: la mayorí­a te razona mejor de lo que tú puedas hacer que esa relación es insana, destructiva y te enumera no solo los porques sino lo que tienen que hacer para evitarlo... pero en muchí­simas ocasiones recaen en cuanto el maltratador recurre a trucos tan burdos que cualquiera desde fuera puede ver. Pero la ví­ctima no, la ví­ctima necesita creérselo.

Lo lamentable es que tampoco existe la solución definitiva, la contabilidad de datos contribuye a rechazar socialmente los malos tratos y dar aceptación a las ví­ctimas pero ese aspecto creo que está bastante conseguido y no ataja el problema. En la actualidad se le proporcionan muchos recursos a la mujer maltratada, unos legales y otros a nivel asociativo, protección policial, domicilios de acogida, teléfonos, etc. A nivel psicológico se trabaja lo anterior, se le explica cómo es todo el proceso (absolutamente todas se identifican) y se dan todas las pautas del mundo, mundial para evitar la “recaí­da” y aún así­, rara es la que no vuelve con el maltratador al menos una vez más.

Conozco a una persona que ha “salido” con tres hombres maltratadores. Otra, solo pudo abandonar verdaderamente al marido tras ser atada a una silla por éste y ser encañonada con un arma durante horas. Otra dejó a una persona encantadora que la trataba como una reina para unirse a otro que la maltrata psicológicamente una barbaridad pero a quien ella dice que “ama”. Otra mujer decidió, por fin, dejar al marido tras éste pasar â€"todaví­a está- varios años en prisión ¡y tení­a remordimientos por haberle dejado estando en la cárcel!
   
Bien, en todos los casos anteriores, las familias de las ví­ctimas son llamémoslo “peculiares”: en un caso, los padres nunca ejercieron como tales, siempre viajando, pasaron bastante de ella a nivel afectivo; en otro caso justo todo lo contrario, la madre es una especie de versión de la madre de Norman Bates, en otro caso, primaba la obligación moral inculcada al rojo vivo por la familia de “aguantar”.

Desde luego para mí­ los antecedentes familiares sí­ son clave para entender las necesidades psicológicas de la ví­ctima de malos tratos. Sin embargo ¿cómo intervenir sobre esos antecedentes? ¿Cómo se previene la crianza de una hija futura maltratada? Menuda pelota gorda amén de que nadie ve la viga en ojo propio. La batalla es tan difí­cil o más que la intervención con las propias ví­ctimas o con los maltratadores pero lo que en mi opinión está claro es que las campañas de prevención también deberí­an orientarse a la educación o mejorando el palabro, a la psicoeducación familiar.

Nekane

El Grupo Parlamentario de Izquierda Unida â€" Iniciativa per Catalunya Verds  te invita a participar el lunes dí­a 10 de diciembre a las 17:00 horas   a la



Jornada Parlamentaria sobre Perspectiva de Género en  Fiscalidad y en los Presupuestos



Inauguración y presentación de la Jornada.  Grupo Parlamentario de Izquierda Unida â€"Iniciativa per Catalunya Verds


Ingresos y gastos del Estado con perspectiva de género. Propuesta de una metodologí­a práctica. Paloma Villota, Profesora de Economí­a Polí­tica y miembro del Consejo Ejecutivo del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense.
Presupuestos públicos en clave de género. Begoña San José.
Presupuestos para la aplicación de la Ley Integral de Violencia de Género. Consuelo Abril, Presidenta de la Comisión de Malos Tratos.
 

Coloquio abierto, conclusiones y clausura de la Jornada. Grupo Parlamentario de Izquierda Unida â€"Iniciativa per Catalunya Verds
Sala Campoamor del Congreso de los Diputados. Carrera de San Jerónimo, 36

Confirmar asistencia: may.sanchez@gpiv.congreso.es // 91 3906737

Nekane

La ONU (UNIFEM) ha abierto un sitio web para adherir a una campaña internacional por la no violencia contra la mujer:


http://www.saynotoviolence.org/

nuagazezo

Un guardia civil mata a su ex compañera en el cuartel de Cambados
La mujer se dirigí­a al cuartel para denunciar las amenazas que el agente le infirió en un previo encuentro
ELPAIS.com 16/12/2007

Un guardia civil de 34 años, y natural de Ferrol, ha matado de un tiro en la cabeza a su ex compañera en el cuartel de Campados, donde estaba destinado, cuando esta iba denunciarle por amenazas.

Al parecer, la pareja, que llevaba separada desde hace un año, se encontró de manera fortuita en una calle de la localidad. El agente le pidió que volvieran a retomar su relación. Ante la negativa de la mujer, el miembro del instituto armado comenzó a amenazarla, ante lo cual ella aseguró que iba a denunciarle en el cuartel donde está destinado.

Cada uno emprendió caminos distintos hacia el cuartel. Cuando la mujer llegó a las cercaní­as de las dependencias de la Guardia Civil, el agente la estaba esperando y le descerrajó un tiro en la frente con su arma reglamentaria, provocándole la muerte.

Las denuncias de cuando viví­an juntos eran numerosas, según fuentes consultadas por este diario.


nuagazezo

La editorial de El Paí­s de hoy me da pie a cerrar este hilo, no sin agradecer la participación y los distintos puntos de vista que recogen sus más de cien páginas.


EDITORIAL
Mujeres asesinadas
Cada vez hay más denuncias, pero las ví­ctimas de la violencia machista siguen en aumento
31/12/2007

La Ley Integral contra la Violencia de Género ha tenido la virtud en sus tres años de vigencia de resaltar la gravedad del riesgo que amenaza a muchas mujeres en sus relaciones de pareja y la dificultad de hacerle frente. La justificación de la ley es proteger eficazmente a las mujeres frente a ese riesgo y evitar su muerte a manos de su pareja o ex pareja despechada, ofuscada o resentida. Con los datos del año que termina no puede decirse que la ley haya alcanzado sus objetivos: 71 casos confirmados de mujeres muertas por causa de la violencia machista y cuatro más todaví­a sin aclarar, más que en 2006 (68) y que en 2005 (58).

Cada vez son más las mujeres que denuncian, un dato positivo que coexiste con otro que no lo es: una buena parte de las mujeres asesinadas no habí­an denunciado su situación. En 2007, sólo un tercio de las ví­ctimas habí­a dado ese paso, lo que prueba que sigue habiendo una enorme bolsa de maltrato oculto. Un dato llamativo es que no pocas muertes se producen extramuros de los mecanismos de vigilancia y protección previstos legalmente para evitarlas. Aumenta también cada año el número de las medidas de protección judicial, pero la realidad es que las mujeres asesinadas carecen de ellas; así­ lo demuestra que apenas el 20% de las ví­ctimas de 2007 las tuvieran. Un objetivo básico de la ley es que esa situación aflore para tratar de prevenirla.

En esa aparente contradicción entre las grandes cifras de la ley -300.000 procedimientos judiciales iniciados, 71.000 órdenes de protección, 40.000 juicios celebrados y 50.000 agresores condena-dos- y la persistencia de las muertes desempeña un papel relevante el comportamiento machista enraizado todaví­a en determinados colectivos sociales. Las mujeres inmigrantes tienen seis veces más probabilidades de morir a manos de su pareja que las nacidas en España, por las más acusadas condiciones de dependencia y sumisión marital en que viven. Un 40% de las mujeres asesinadas en 2007 son extranjeras, la mayorí­a latinoamericanas. La violencia machista tiene una dimensión cultural, o mejor de falta de cultura, pero es un problema polí­tico y social que puede y debe ser resuelto con los medios arbitrados desde la polí­tica -judiciales, sociales y educativos- y con el rechazo frontal de la población.