Ciencia, búsqueda de la verdad y ovejas homosexuales

Iniciado por Tejemaneje, Enero 26, 2007, 11:12:12 PM

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Tejemaneje

El viejo debate sobre si la ciencia debe de buscar la verdad manque le pese a quien sea se reabre con una noticia de comedia (por cierto que este profesor ya me cae mal por contraatacar con demagogia barata cuando le acusan de matar animales para la experimentación):

Las ovejas gays desatan la polémica
PEDRO RODRíGUEZ. CORRESPONSAL
WASHINGTON. El profesor Charles Roselli es un serio cientí­fico de EE.UU. dedicado, según sus propias explicaciones, a obtener «un entendimiento integrado de los circuitos cerebrales susceptibles a los esteroides, los mecanismos neuroquí­micos y los senderos de señales subcelulares que median en las acciones centrales de las hormonas andrógenas». Roselli es también el enemigo número uno de la comunidad gay por investigar la homosexualidad entre ovejas.
Durante los últimos cinco años, Charles Roselli se ha concentrado en detectar factores fisiológicos para explicar por qué una minorí­a de carneros -aproximadamente un ocho por ciento- se empeña en mantener relaciones sexuales con otros machos. El objetivo de este profesor de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, con numerosas publicaciones y perceptor de subvenciones, es comprender los mecanismos fundamentales que determinan la orientación sexual entre ovejas, con la posibilidad de determinar en el futuro qué carneros son más aptos para labores de procreación.
Bronca creciente

Todo muy cerebral y pastoril hasta que, desde el pasado otoño, el empeño cientí­fico de Charles Roselli empezó a llamar la atención, con la inestimable ayuda de internet y la blogosfera, no solo de los grupos de defensores de animales sino también de la organizada comunidad gay. Activistas para los que resulta especialmente ofensiva cualquier sugerencia de que las preferencias por el mismo sexo sean producto de algún tipo de malformación, déficit o defecto susceptible de ser corregido.
La bronca ha ido en aumento cuando en diciembre, el Sunday Times de Londres publicó incorrectamente que el profesor Roselli estaba trabajando con éxito en la «curación» de la homosexualidad en carneros con tratamientos hormonales. Generando toda clase de acusaciones, reproches y protestas. Desde una carta abierta de la tenista Martina Navratilova, defensora de animales y activista gay, denunciando estas investigaciones con ovejas como «un intento de desarrollar tratamientos prenatales» para eliminar lesbianas y homosexuales. Hasta un torrente de correos electrónicos con amenazas de muerte incluidas.
Durante las últimas semanas, con la ayuda de historias explicativas como la que ayer publicaba el New York Times, el vituperado profesor Roselli ha salido a la palestra para corregir esta percepción siniestra de su trabajo, y desmentir todos los temores generados de discriminación y eugenesia. Para la labor de defender un trabajo encaminado a mejorar la productividad de explotaciones agropecuarias, el cientí­fico cuenta con la ayuda de un especialista en relaciones públicas de su universidad.

De acuerdo a las explicaciones ofrecidas por Charles Roselli, la sexualidad de los seres humanos es un fenómeno tan complejo que resultarí­a imposible intentar reducirlo únicamente a la interacción entre hormonas y la estructura cerebral. Desmintiendo categóricamente, entre otras cosas, que sus investigaciones cientí­ficas supongan la implantación de aparatos de medición dentro de los cerebros de las ovejas estudiadas.

Con todo, este intensivo esfuerzo por defender el trabajo y la reputación del profesor Roselli tiene sus lí­mites. Los defensores de animales, encabezados por el grupo PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), insisten en que las ovejas utilizadas en estas investigaciones son al final sacrificadas para analizar su estructura cerebral. A lo que el cientí­fico responde lo tremendamente irónico que resulta «ensañarse con un tipo que quizá mata 18 ovejas al año» en comparación con todos los grandes problemas del mundo.

La molesta tenista Navratilova, que no ha dudado en calificar las investigaciones de Roselli como «homofóbicas», tampoco se ha quedado muy convencida. Según la famosa lesbiana nueve veces campeona en Wimbledon, «cuanto más juguemos a ser Dios o intentar mejorar a la Madre Naturaleza, más daños estaremos haciendo con toda clase de experimentos que ya se han convertido, o se van a convertir, en pesadillas».