Sobre pelis vistas con retraso.

[Rednuts]

Lo que el conde Dooku lidera no es una organización de asesinos terroristas y separatistas, sino un grupo revolucionario que ejerce una lucha armada legí­tima en contra de la violencia opresora y centralista de la República.

[Bilán]

¡Abrí­os de orejas, colegas!

Yo mejor me abro de piernas

   

ya falta poco para el puñetero botón, poco, muy poco...

[Nicotin]

La Estrella de la Muerte es redonda en homenaje a los duros de Franco.

[Ivan_el_teeneger]

La Estrella de la Muerte es redonda en homenaje a los duros de Franco.

La Estrella de la Muerte es esférica, men, y Naranjito un claro homenaje a su poder.

[California]

La Estrella de la Muerte es redonda en homenaje a los duros de Franco.

JOJOJO... QUÉ PEDAZO CHISTE!!! JOJOJO

[Rednuts]

La AVT blanquea dinero de los Hutt.

[Virginia]

No ha habido ni habrá otro Hombre como Han Solo, y eso es algo nunca podrás comprender.

Primero
ve este video.

http://www.youtube.com/v/mFYiwA8waDA&rel=1


Luego,
me copias cien veces en la pizarra: "Tengo que pensar antes de hablar"








(Edito: Fí­jate en la boquita que me pone)

[Nicotin]

Lando Carlissian estuvo en las negociaciones de Ginebra.

[Virginia]

JOJOJO... QUÉ PEDAZO CHISTE!!! JOJOJO

Este pobre no levanta cabeza.

[California]

JOJOJO... QUÉ PEDAZO CHISTE!!! JOJOJO

Este pobre no levanta cabeza.

Queremos contar la historia de Hans Castorp, no por él (pues el lector ya llegará a conocerle como un joven modesto y simpático), sino por amor a su historia, que nos parece, hasta el más alto grado, digna de ser contada (en este sentido, debemos recordar en torno a Hans Castorp que ésa es su historia, y que no todas las historias ocurren a cualquiera). Se remonta a un tiempo muy lejano; ya está, en cierto modo, completamente cubierta de una preciosa herrumbre y es, pues, necesario contarla bajo la forma de un pasado remotí­simo.
Esto tal vez no sea un inconveniente, sino más bien una ventaja; es preciso que las historias hayan pasado, y podemos decir que, cuanto más han pasado, mejor responden a las exigencias de la historia y que esto es mucho más ventajoso para el narrador que evoca murmurando las cosas pretéritas. Pero ocurre con ella como ocurre hoy con los hombres, y entre ellos no se hallan en último lugar los narradores de historias: es mucho más vieja que su edad, su antigí¼edad no puede medirse por dí­as; ni el tiempo que pesa sobre ella por revoluciones en torno del sol. En una palabra, no debe su grado de antigí¼edad al tiempo, y con esta observación queremos aludir a la doble naturaleza, problemática y singular, de ese elemento misterioso.
Pero para no oscurecer artificialmente un estado de cosas claro, debemos manifestar que la extrema antigí¼edad de nuestra historia proviene de que se desarrolla antes de cierto cambio y cierto lí­mite que han trastornado profundamente la vida y la conciencia...
Se desarrolla, o para evitar totalmente todo presente, se desarrolló en otro tiempo, en el pasado, en esos dí­as consumados del mundo anterior a la Gran Guerra, con cuyo principio comenzaron tantas cosas que luego no han dejado apenas de comenzar. Esta historia se desarrolla, pues, antes. Tal vez mucho antes. Pero el carácter antiguo de una historia, ¿no es tanto más profundo, más completo y legendario, cuanto se desarrolla más inmediatamente antes de ahora? Además, quizá nuestra historia, desde otros puntos de vista y por su naturaleza í­ntima, tenga más o menos algo de leyenda.
La contaremos en detalle, exacta y minuciosamente. En efecto, el interés de una historia o el aburrimiento que nos produce, ¿han dependido jamás del espacio y el tiempo que ella exige? Sin temor a exponernos al reproche de haber sido meticulosos en exceso, nos inclinamos, al contrario, a pensar que sólo es verdaderamente divertido lo que ha sido meticulosamente elaborado.
Por lo tanto, el narrador no podrá terminar la historia de Hans Castorp de una sola vez. Los siete dí­as de una semana no serán suficientes; tampoco bastarán siete meses. Lo mejor será que no se pregunte de antemano cuánto tiempo transcurrirá sobre la Tierra mientras la historia le tiene aprisionado entre sus mallas. ¡Después de todo, Dios mí­o, tal vez no llegarán a ser siete años!
Y después de esto, comencemos.

[antibalas]

No está claro quién la cagó con Segundo Marey pero todo apunta a Bib Fortuna.

[Nicotin]

Ortega Lara estuvo congelado en carbono.

[problemaS]

Esto si es retraso, Network (1976), cuidadí­n que es la escena final.

Spoiler: MostrarOcultar

http://www.youtube.com/v/MTN3s2iVKKI&rel=1

"Television is not the truth… Television is a circus, a carnival, a traveling troupe of acrobats, storytellers, dancers, singers, jugglers, sideshow freaks, lion tamers, and football players. We're in the boredom-killing business."

Hace miles de años que no echan esta peli en la tele, un lujazo: dirigida por Sidney Lumet, con William Holden, Faye Dunaway, Peter Finch, Robert Duvall, William Prince, Arthur Burghardt, Beatrice Straight, Ned Beatty...

Ya no hacen pelí­culas así­.. o sí­? El otro dí­a vi Zodiac y me gustó mucho la tranquilidad que se dan para explicar una historia que no es ni mucho menos "redonda" (basada en un caso real), y la ausencia de fuegos artificiales. Network es otro tipo de pelí­cula, pero Zodiac tiene un nosequé de los 70, no en el tema, sino en cómo está hecha.

[problemaS]

No ha habido ni habrá otro Hombre como Han Solo, y eso es algo nunca podrás comprender.

Primero
ve este video.

http://www.youtube.com/v/mFYiwA8waDA&rel=1


Luego,
me copias cien veces en la pizarra: "Tengo que pensar antes de hablar"








(Edito: Fí­jate en la boquita que me pone)

Coño, Valentino Rossi (te has olvidado de advertir que bajemos el volumen...)

[Virginia]

JOJOJO... QUÉ PEDAZO CHISTE!!! JOJOJO

Este pobre no levanta cabeza.

Queremos contar la historia de Hans Castorp, no por él (pues el lector ya llegará a conocerle como un joven modesto y simpático), sino por amor a su historia, que nos parece, hasta el más alto grado, digna de ser contada (en este sentido, debemos recordar en torno a Hans Castorp que ésa es su historia, y que no todas las historias ocurren a cualquiera). Se remonta a un tiempo muy lejano; ya está, en cierto modo, completamente cubierta de una preciosa herrumbre y es, pues, necesario contarla bajo la forma de un pasado remotí­simo.
Esto tal vez no sea un inconveniente, sino más bien una ventaja; es preciso que las historias hayan pasado, y podemos decir que, cuanto más han pasado, mejor responden a las exigencias de la historia y que esto es mucho más ventajoso para el narrador que evoca murmurando las cosas pretéritas. Pero ocurre con ella como ocurre hoy con los hombres, y entre ellos no se hallan en último lugar los narradores de historias: es mucho más vieja que su edad, su antigí¼edad no puede medirse por dí­as; ni el tiempo que pesa sobre ella por revoluciones en torno del sol. En una palabra, no debe su grado de antigí¼edad al tiempo, y con esta observación queremos aludir a la doble naturaleza, problemática y singular, de ese elemento misterioso.
Pero para no oscurecer artificialmente un estado de cosas claro, debemos manifestar que la extrema antigí¼edad de nuestra historia proviene de que se desarrolla antes de cierto cambio y cierto lí­mite que han trastornado profundamente la vida y la conciencia...
Se desarrolla, o para evitar totalmente todo presente, se desarrolló en otro tiempo, en el pasado, en esos dí­as consumados del mundo anterior a la Gran Guerra, con cuyo principio comenzaron tantas cosas que luego no han dejado apenas de comenzar. Esta historia se desarrolla, pues, antes. Tal vez mucho antes. Pero el carácter antiguo de una historia, ¿no es tanto más profundo, más completo y legendario, cuanto se desarrolla más inmediatamente antes de ahora? Además, quizá nuestra historia, desde otros puntos de vista y por su naturaleza í­ntima, tenga más o menos algo de leyenda.
La contaremos en detalle, exacta y minuciosamente. En efecto, el interés de una historia o el aburrimiento que nos produce, ¿han dependido jamás del espacio y el tiempo que ella exige? Sin temor a exponernos al reproche de haber sido meticulosos en exceso, nos inclinamos, al contrario, a pensar que sólo es verdaderamente divertido lo que ha sido meticulosamente elaborado.
Por lo tanto, el narrador no podrá terminar la historia de Hans Castorp de una sola vez. Los siete dí­as de una semana no serán suficientes; tampoco bastarán siete meses. Lo mejor será que no se pregunte de antemano cuánto tiempo transcurrirá sobre la Tierra mientras la historia le tiene aprisionado entre sus mallas. ¡Después de todo, Dios mí­o, tal vez no llegarán a ser siete años!
Y después de esto, comencemos.

Si no te he tocado.
Y aquella vez, tampoco, que el que te dio candela fue Nicotin, ese tipo que no tiene gracia, etc.



Va, California, apaga el pc, que luego te sientes mal, y no merece la pena, que esto es para echar un rato, y no más.