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Adiós, Bono

Iniciado por Don Pésimo, Abril 07, 2006, 10:07:56 AM

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javi

Bono recordando sus momentos con la Iglesia:

http://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/201506/03/encerrona-iglesia-gobierno-zapatero-20150602193218.html

Encerrona de la Iglesia al Gobierno de Zapatero en Roma

José Bono, exministro de Defensa y expresidente del Congreso de los Diputados, es un cristiano confeso y practicante. Durante su mandato asistí­a a misa cada domingo, lo mismo en Valdepeñas de viaje a Andalucí­a, que en Cracovia en una visita oficial o en Trebisonda con motivo del accidente del Yakolev 42. Por eso, en su libro 'Diario de un ministro. De la tragedia del 11-M al desafí­o independentista catalán' (Planeta) son abundantes las referencias a la Iglesia y al cardenal Rouco, al que dedica muchos dardos afilados â€"el dí­a que perdió las elecciones episcopales corrió el champán en La Moncloaâ€", así­ como al nacionalismo, ante el que exhibió una posición de desbordado patriotismo.

Un asunto relevante en el libro son las relaciones entre el Gobierno socialista y la Iglesia católica, que no sale bien parada. Bono, que no se ha sentido subordinado en la acción polí­tica por sus creencias religiosas, considera que un sector mayoritario de los obispos, en aquellos años, militaban con el PP en contra del Ejecutivo del PSOE. "Sinceramente creo que un sector de la Iglesia jerárquica ha sido más enemigo del Gobierno de Zapatero que el zapaterismo de la religión. El laicismo del presidente no pasaba de ser un tigre de papel, una expresión testimonial de sus convicciones í­ntimas, a juzgar por los muchos beneficios de que gozaba la Iglesia católica durante su Gobierno: ningún paí­s del mundo trataba a la Iglesia mejor que España durante el Gobierno socialista", asegura convencido. "Zapatero no es de rezos y procesiones, pero financió a la Iglesia católica más de lo que pueda imaginarse".


Sin embargo, en plena polémica sobre el preservativo entre la ministra de Sanidad, Elena Salgado, y el obispo Martí­nez Camino, el presidente Zapatero dice en un corrillo previo al Consejo de Ministros: "Yo cada dí­a estoy más satisfecho de no tener fe, al menos en el marco de esta Iglesia". Sobre él mismo, cree que "el fundamentalismo católico no soporta que un socialista sea cristiano". Pese a todo, cuando dejó su cargo como presidente de Castilla y La Mancha, el cardenal Cañizares le organizó en Toledo una cálida despedida en su capilla privada y le regaló un ejemplar facsí­mile de la Biblia de San Luis y un crucifijo de mesa.

El exministro de Defensa da cuenta detallada de los enfrentamientos entre el rouquismo y el zapaterismo. Uno de los más tensos se vivió el sábado 23 de abril de 2005 en la embajada de España ante la Santa Sede. Con motivo de la proclamación del Papa Benedicto XVI se celebró una cena a la que asistí­an don Juan Carlos y doña Sofí­a, los ministros de Exteriores, Justicia y Defensa, casi todos los cardenales españoles y Rajoy, Acebes y Zaplana con su cónyuges. En un momento determinado, y según la versión de José Bono, el cardenal Julián Herranz, del Opus Dei, se dirige al ministro de Justicia, Fernando López Aguilar: "Me duele mucho saludarle después de haber propuesto usted la Ley del matrimonio entre homosexuales". Luego se vuelve hacia Bono para decirle: "Usted, como cristiano, deberí­a haberse opuesto a esa ley".


El expresidente del Congreso no se calla y le responde. "Aspiro a pertenecer a la misma Iglesia que usted, pero no quiero ser justiciero con nadie y me importa mucho más que muera la gente de hambre que con quién se acuestan los laicos y los clérigos". El purpurado le contesta: "¡Ese no es el mensaje de Cristo!". Bono continúa: "Cristo habló de sexo mucho menos que ustedes, que parecen traumatizados con el tema. Bien harí­an en preocuparse por los abusos a menores en los centros de la Iglesia". El cardenal sube la voz: ¿Quien es usted para interpretar las Escrituras? El diálogo se crispa. Bono dice en el libro que se calló "por cortesí­a y porque no deseaba un escándalo".

Bono se queja ante los Reyes

La liturgia del domingo en la plaza de San Pedro no serena el alma a Bono. Aprovechando que come, junto a Moratinos y López Aguilar con los Reyes, expresa su enfado. Les transmite que no le pareció adecuado que el Rey invitase a cenar en la embajada a los dirigentes del PP con su mujeres "porque a nosotros, con toda seguridad, no nos hubiesen invitado si gobernara el PP". El Rey tiene una salida: "Pero con vosotros tengo más confianza". Bromas aparte, Bono insiste en que "las crí­ticas de anoche al Gobierno español en la propia embajada fueron inaceptables y que, de no haber estado los Reyes, hubiese armado un buen lí­o". Doña Sofí­a, conciliadora, cambia la conversación: "El Papa tiene unos ojos penetrantes que te atraviesan..., pero mi favorito era Maradiaga, el de Honduras". Maradiaga, por cierto, era un papable de lí­nea progresista en materia social y económica. En el viaje de regreso a Madrid, hablan del incidente con Mercedes Rico Carabias, directora de Asuntos Religiosos, que tercia con una frase lapidaria: "No trago a lo curas". Carabias es hija de Josefina Carabias, periodista del diario 'Ya', en su dí­a de la Editorial Católica.

El embajador del Vaticano a Bono: "Si propician la inmigración de musulmanes, mañana pueden encontrarse con alcaldes que son imanes"

Bono comió varias veces con el nuncio del Vaticano, entonces Monteiro de Castro. La diplomacia de manteles. En todas las citas el nombre que más se repetí­a era el de Antonio Marí­a Rouco Varela y el motivo de la conversación los desencuentros la la cúpula eclesial con el Gobierno de Zapatero. El embajador de la Santa Sede le habí­a dicho a Bono que hablara directamente con él. El tema estrella eran los ataques contí­nuos de la COPE. El nuncio le animó a que el presidente contactara con el secretario de Estado para que el Vaticano actuara contra la cadena de los obispos. "La opinión del Gobierno español será escuchada. Yo ya he hecho saber la mí­a, que no coincide con la del cardenal de Madrid", le confí­ó.

Los encuentros con el nuncio no fueron siempre de guante blanco. Monteiro de Castro â€"como muchos otros miembros de la jerarquí­a desde que Zapatero les anunció en privado la iniciativa legislativaâ€", le trasladó en enero de 2005 que la Ley del matrimonio homosexual es un disparate, especialmente por haberlo llamado 'matrimonio'. Le rogó que, como cristiano, hiciera unas declaraciones en ese sentido. Bono le contestó que no puede hacerlo y que la Iglesia "debe ser más caritativa" y que es "muy poco evangélico condenar al infierno a los homosexuales".

Pasan al tema de la inmigración. El nuncio le anima a propiciar la llegada de gente de Sudamérica "porque, además de hablar español, es cristiana". No entiende que España apoye la inmigración de "gentes que le van a crear problemas como los musulmanes porque mañana pueden encontrarse con alcaldes que son imanes y entonces verán lo que es bueno", señala el embajador del Vaticano, anticipándose al premio Goncourt Michel Houellebecq y a su libro 'Insumisión'. Sobre la relación con el mundo del islam, Zapatero, en una cena de Navidad en la que se brinó por la vicepresidenta "y su contestación a los curas", contó a su ministros que Rouco le habí­a escrito una carta manifestando que antes de que Turquí­a entre en la Unión Europea deberí­an respetarse los derechos de los católicos en este paí­s. Eran los tiempos del impulso de la Alianza de Civilizaciones de la mano de Erdogan. Por si acaso, Bono solicita al Consejo de Ministros que se permita entrar en las mezquitas para tener "una información precisa y discreta de lo que algunos peligrosos fundamentalistas dicen dentro".

Comidas tensas con Rouco

Bono a Rouco: "La Iglesia es muy estricta para defender su derechos frente al Gobierno socialista, pero es muy complaciente con la derecha"

Las comidas con Rouco también son tensas. Como la que compartieron el 29 de julio en el Palacio de Buenavista. Cordialidad personal, pero gran distancia ideológica. El principal punto de conflicto es la COPE. "El insulto y la calumnia deberí­an ser el limite. Casi sonroja tener que manifestar estas cosas a dos obispos â€"también compartí­a mesa monseñor Martí­nez Camino, auxiliar de Madrid y portavoz del Episcopadoâ€", les invito a desayunar juntos, el dí­a que quieran, escuchando la COPE", les propone el ministro. "Le admito que no puedo recoger el guante que me ofrece", contesta el cardenal. Bono le recuerda el presupuesto que el Gobierno dedica a la Iglesia y Rouco le replica que la Iglesia "no puede renunciar a su libertad, incluso a riesgo de quedar sin autonomí­a económica".

El ministro martillea sobre el mismo reproche: "No hay ningún paí­s en el mundo que trate a la Iglesia mejor que España. La Iglesia es muy estricta y escrupulosa para defender sus derechos frente al Gobierno socialista, pero es muy laxa y complaciente con la derecha. Así­, por ejemplo, en la catedral de Santiago no pudieron soportar la presencia del presidente en la ofrenda del apóstol Santiago sin faltarle a la cortesí­a, pero usted ha casado sin rechistar a una divorciada famosa".

Bono toca un tema espinoso. Rouco no lo elude. "Si se refiere a la boda de doña Letizia, debo decirle que la Iglesia la ha acogido en su seno porque ha demostrado que quiere, humilde y sinceramente, cambiar de vida, como así­ ha hecho", contesta el cardenal. El ministro no se da por satisfecho. "Yo no reprocho nada a la Princesa y mucho menos de su vida anterior, sino a quienes tienen una doble vara de medir: a unos divorciados los mandan ustedes al infierno y a otros los vuelven a casar en la catedral con todas las bendiciones. Soy partidario de que casen a todos los que quieran hacerlo aunque no sean adinerados y famosos".

Sobre la boda de la Princesa Letizia: "A unos divorciados les mandan al infierno y a otros los vuelven a casar en la catedral con todas las bendiciones"

La Familia Real aparece en distintos capí­tulos y según los episodios a los que se alude, resulta evidente las escasas simpatí­as que el rey Juan Carlos sentí­a hacia el cardenal gallego. Tras el funeral de estado por las ví­ctimas del 'Yakolev', don Juan Carlos le confiesa a Bono que cometió "un error" al "no saludar a los representantes de otras religiones no católicas porque aunque ese fue mi primer impulso, se lo consulté a Rouco y me dijo que no lo hiciera. Estoy arrepentido de haberle hecho caso al cardenal. La primera idea es la que vale". En otra ocasión, y en ví­speras del cónclave tras la muerte de Juan Pablo II, doña Sofí­a pregunta si Rouco es papable. El Monarca llegó a decir: "Si Rouco llega a Papa, que Dios nos pille confesados". Por cierto, Zapatero se resistió a ir al funeral del pontí­fice polaco: "No voy a ir a más funerales por el Papa que por mi madre", argumentó.

CiU y PNV estarí­an prohibidos en Alemania

En lo poco que coincide Bono con Rouco en su adversión al nacionalismo catalán y vasco, en tiempos del Plan Ibarretxe. El exministro de Defensa relata que la tarde del 19 de enero de 2005 fue clerical. Visitó la sede del arzobispado castrense, â€"entonces bajo el mando de Francisco Pérez, hoy arzobispo de Pamplonaâ€" y luego cenó en el Arzobispado de Madrid con Rouco. Salió el tema de los nacionalismos. "En Alemania CiU y PNV estarí­an prohibidos como partidos", reflexiona el cardenal. "Reconozco que el arzobispo de Barcelona (por Martí­nez Sistach) es proclive al nacionalsimo, pero ¡que le vamos a hacer!, si hasta Fraga ha aplicado una polí­tica lingí¼í­stica en Galicia que hace presente el gallego de manera desproporcionada", añadió.

El nombramiento de Ricardo Blázquez como obispo de Bilbao no pasa desapercibido. Bono se hace eco de una conversación con el primado de Toledo, don Marcelo â€"muy integristaâ€", que aplaude el movimiento del nuncio Tagliaferri en el episcopado vasco. También habla de una iniciativa del cardenal vasco francés Roger Etchegaray, "que está intentando actuar como mediador de ETA ante el Gobierno". El ministro no revela más datos, pero asegura que "la conversación literal del purpurado no tiene desperdicio". Estábamos en mayo de 2003.

"El cardenal Etchegaray está intentado actuar como mediador de ETA ante el Gobierno. La conversación literal del purpurado no tiene desperdicio"

Tampoco le gustan los contactos de Jesús Eguiguren con la izquierda abertzale. En septiembre de 2004 el director del CNI le avanza que ETA va a hacer una oferta al Gobierno a cambio de una consulta sobre soberaní­a. "Sabemos que ETA quiere negociar con el Estado los aspectos técnicos sobre los presos y que Herri Batasuna negocie los asuntos polí­ticos con los socialistas vascos", le traslada el responsable de los servicios de inteligencia. Bono le dice que informe inmediatamente a Zapatero. "Hoy mismo le llamo, pero sospecho que quizá ya lo sepa por Jesús Eguiguren", le contesta el 'número uno' del servicio secreto. Bono aprecia a Eguiguren, pero... "Le considero buena gente, pero algo inestable emocionalmente", escribe. Sin embargo, el jeltzale Iñaki Anasagasti le dice en una comida que "los problemas del Paí­s Vasco necesitan cocina, mucha cocina".

A lo largo del libro, el exministro de Defensa hace un derroche de patriotismo. "En materia de unidad de España prefiero ser bravo a manso", le dice en una ocasión a Alberto Aza, jefe de la Casa del Rey. Ante el Dí­a de la Fiesta Nacional del 12 de octubre da instrucciones para que se emitan anuncios en euskera y catalán en las televisiones de Euskadi y Cataluña con la leyenda 'España, patria común e indivisible'. Sus asesores le dicen que puede interpretarse como una provocación innecesaria. Moncloa también trata de convercerle. No da al brazo a torcer: "No estoy dispuesto a perder una batalla sin darla", sostiene. Los spot se emitieron sin que trascendiera ninguna protesta. Relata también que en un viaje a Mazar-e Sharif para visitar al batallón desplazado a Afganistán para velar por el proceso electoral, mantiene un almuerzo de campaña con diputados de ERC, CiU y PNV. Mientras cita como soldados españoles a Calderón e Ignacio de Loyola se fija que han colocado una enorme bandera española detrás de la mesa. Rápido y astuto manda hacer unas fotografí­as que regala a los parlamentarios nacionalistas. Y a los periodistas: para que las difundan.
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Sergiostropovich

Buah, y que ahora no pueda yo leer a continuación el pertinente comentario de K98, joder. Vuelve tí­o, me cago en todo.

javi

Va, venga, que entre todos podremos hacer algo hasta que vuelva
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javi

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Lacenaire


k98k

Pero los hijos de los políticos son como los hijos de los famosos, la panchi de la panto iba a ser premio nobel en medicina antes de los 25 y ahí la tienes. Y esta es una fuera de serie comparada con el hermano, el jinete, ese es tonto, pero tonto, tonto, tonto, mucho. Categoría mundial.

Rufo

"Ser tonto, egoísta y tener buena salud, son las tres condiciones requeridas para ser feliz; más si la primera nos falta, todo está perdido"


laura_m

Cita de: Glatts en Mayo 18, 2016, 05:46:38 PM
Cita de: javi en Mayo 18, 2016, 09:55:42 AM
Vaya con la hija



http://www.elconfidencial.com/empresas/2016-05-18/iberdrola-ficha-a-la-hija-de-jose-bono-tras-fracasar-con-su-bufete-de-abogados_1201635/

Ay, qué Bonica.

Más que "ficha" deberían haber dicho "acoge", ¿No? Fichar es más así para cuando pujas por un supertalento que se lo están rifando varias multinacionales. O al menos así lo entiendo yo.

(XDDDD al "Bonica")

Sergei


k98k

Cita de: laura_m en Mayo 18, 2016, 05:51:08 PM

Más que "ficha" deberían haber dicho "acoge", ¿No? Fichar es más así para cuando pujas por un supertalento que se lo están rifando varias multinacionales. O al menos así lo entiendo yo.

(XDDDD al "Bonica")

Un amigo mío se encontró a la hija de Boyer y de la Preysler, superabogada internacional y se quedó a cuadros. Yo fui a clase con la hija de Zaplana, otra superabogada y eso es....el que tiene padrino....