¿Pero qué coño es eso de Podemos?

Iniciado por Sergiostropovich, Febrero 10, 2014, 08:34:22 PM

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¿Qué es realmente Podemos?

Un invento de Izquierda Anticapitalista para ir de tapadillo
7 (15.2%)
Un invento de IU para aglutinar el voto disperso del 15-M
0 (0%)
Un invento del PSOE para restarle votos a IU
2 (4.3%)
Un invento de Anguita para seguir metiendo baza en IU
2 (4.3%)
Un "a que no hay huevos de" que se les ha ido de las manos a Pablo Coleta, Monedero & friends tras una noche de farra
22 (47.8%)
Otros (indicar)
13 (28.3%)

Total de votos: 37

PP2000


kim

Cita de: PP2000 en Mayo 14, 2021, 11:46:36 AM
Y hace una paella en paella o sartenaza plana turca del cojón... iros a cargar,... poned nombres

En paella no sé, pero es conocido por su paella con chorizo. Y no, nunca he estado en su casa.
Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

Dan

Ya le tienen bastante manía aquí, no es necesario que eches leña.

kim

Sí, de naranjo.

De lo de los eucaliptos mejor no hablar.
Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

Cas

Cita de: kim en Mayo 14, 2021, 11:40:06 AM
Cita de: PP2000 en Mayo 14, 2021, 11:35:23 AM
Ahora que me he puesto de moda es guando estoy demodé... quién es el tren de las gafas rollo profesor titular de geopolítica patafícs, acá Verstringe?

Pedro Vallín, el redactor de La Vanguardia encargado de hacer el seguimiento de Podemos y anteriormente redactor de Cultura del mismo periódico. Además, el autor del libro con el que Pablo posa en la puta foto del corte de pelo y uno de los creadores de los Premios Feroz.

Y para terminar de joderla, amigo mío.

Un tío majisimo y de un nivel cultureta bastante inhabitual en los medios. Y muy divertido en tuiter, mis felicitaciones.

Sobre los medios, en plan sesudo he escrito esto. Para quien le interese: https://remadmalditos.wordpress.com/2021/05/14/democracia-demediada/   

Dan

Habría sido un bonito guiño un lapsus de areópago por ágora. Ahora ya es tarde.

Cas

Ej que no era lo mismo. El aerópago era una suerte de cámara de representantes, no la asamblea de los ciudadanos. Precisión...

Dan



Son of a beach

los niggas de guetto son bastante parecidos a los gitanos, que ninguno es comunista porque en la bandera salen herramientas.

PP2000

Cita de: Von Scrott en Mayo 14, 2021, 05:30:57 PM
Cita de: PP2000 en Mayo 14, 2021, 11:48:11 AM
Cita de: Dan en Mayo 14, 2021, 11:47:06 AM
¿Pedro Vallín?

Qué pasa, es manco de dos manos?

Y de mas cosas.

He hecho caso a Cas (bueno, yo tengo mi corazoncito agilipollado en himno de la bak tu yu ar es es) y la verdad raja bien:
https://twitter.com/pvallin/status/1393189483231731713

PP2000

comentario (de la rajada de arriba) al azar que suscribo: A Toni Cantó hay que quererlo, se cargó UPyD y luego Cs y ahora va a por el PP
...a ver si la uso en el habitat adecuatto

PP2000

yo a Cas le tengo ley, aprovecho para promocionar su speech, lo mejor, con mucho:

PP2000

te he quitado como veinte tabuladores inter-signficantes que me estaban poniendo de los putos nervios... tío, no se con que editas, pero te odia, fijo

Oímos "democracia" y la primera evocación es la Atenas clásica, y sin embargo la nuestra poco tiene que ver con la griega. Imaginemos:  el conjunto de los ciudadanos con derechos políticos se reunía físicamente, personalmente, en un tiempo y en un lugar concreto, en la plaza pública, el ágora. El ejercicio del poder popular era algo material e inmediato, cuerpo con cuerpo, escuchando  y hablando ante los oradores, los candidatos, los antagonistas. La discusión política no estaba filtrada, modulada o traducida: el peso de cada palabra llegaba de boca a oído allí, coloreada sólo por la habilidad retórica o la virtud de la oratoria, que podía ser ejercida libremente por cualquiera. En la asamblea no existía otro privilegio que el de la capacidad de cada interviniente.
El movimiento 15M fue excepcional porque pudo reproducir transitoriamente ese estado inaugural de la democracia: la asamblea presente, sin mediadores, de los ciudadanos elaborando en ese tiempo y lugar una democracia en acto.
Pero en nuestra organización política el ejercicio democrático sólo puede realizarse desde la metáfora por una pura cuestión material, nuestras sociedades son demasiado grandes y dispersas. Por eso la lucha política es un combate por la metáfora más potente. Y las metáforas más poderosa son las más simples.
La izquierda está asombrada por los resultados en Madrid del pasado día 4, como un boxeador que ha recibido un golpe inesperado aún se tambalea buscando explicaciones.
Las explicaciones no escasean, las hay para todos los gustos: las campañas en los medios, generalmente hostiles, la estupidez de los votantes, la izquierda caviar y sus batallas identitarias inútiles, la derecha y sus recursos a la identidad madrileña (o taurina, o terrazil, a  ellos si les funciona eso de las identidades...) etcétera.
El problema con las metáforas es que pertenecen a la esfera de las ideas, su encarnadura es idea, y por tanto su persistencia en la memoria depende de su potencia y de su simplicidad. La mente humana, y aquí no hago sino recuperar conceptos de vieja psicología, funciona como una máquina de filtraje: el mundo exterior emite un torrente de estímulos que han de ser atenuados en su intensidad, seleccionados, reducidos a material manejable, masticados, digeridos. Solo alcanza la conciencia lo que se ha podido gestionar.
Los mensajes políticos son estímulos como otros cualesquiera. Hay unas cuantas reglas sencillas: los estímulos complejos para ser escuchados requieren más trabajo, cuanto más complejo es el estímulo más ha de penetrar en el tejido filtrador, los estímulos simples requieren por tanto poco esfuerzo.
Y la potencia de un estímulo depende de su peso emocional, las emociones son un facilitador, un lubricante para que el contenido atraviese las capas que lo ralentizan hasta la mente.
El raro milagro del 15M se disolvió, como un elemento radiactivo e inestable y nuestra vida política volvió a los viejos procedimientos de democracia metafórica:  los mensajes de los diferentes partidos y otros agentes políticos (aquí incluyo a "periodistas", "voces respetadas", "conocidos columnistas") llegan al ciudadano de modo mediado, es decir, traducidos, filtrados, teñidos con las connotaciones que marca el filtro de mediación que no es otro sino el de los medios de comunicación, ya que la posibilidad de reunirse en una plaza  con los candidatos a interrogar a viva voz sus propuestas parece improbable. 
Casi todos los partidos emiten mensajes complejos (el programa, sus análisis de la labor de gobierno por sectores etcétera...) y simples (los eslóganes, las frases en la publicidad electoral, los gritos finales en los mítines) con la notable excepción de la ganadora, doña Isabel Díaz Ayuso, que en una muestra de economía de recursos y de desenvoltura moral prescindió de enviar programa, solo una hoja con su rostro  por un lado y la nada por el otro. Al fin y al cabo, ¿para qué?
Tras el 4M alguna prensa ha interrogado a votantes de Ayuso  por su decisión de voto; y una de las críticas comunes que han recogido contra la nueva izquierda ha sido su ausencia de propuestas más allá de eslóganes simples como "democracia o fascismo". A alguno de ellos les han preguntado si habían oído hablar de propuestas como la inversión de 1000 millones de euros en Sanidad de Unidas Podemos o el incremento de plantillas de 900 médicos de familia de Más Madrid. Y por supuesto la contestación ha sido negativa, haciéndose  evidente que en esta campaña los mensajes simples han llegado, y los complejos, no.
El mérito no es solo de la campaña trumpista de M.A.R. el spin doctor del PP madrileño, sino a la colaboración voluntaria o accidental de quienes filtran los mensajes electorales para la mayoría de los votantes, los medios de comunicación.
De la lluvia de contenidos de todo tipo radiados por los partidos los medios de comunicación han seleccionado aquellos que consideran que contribuyen al espectáculo de la información, o mejor dicho a la narración de la información política como un espectáculo, cada día una novedad, un escándalo, una trifulca.
La elección del personaje Ayuso ha sido perfecta, mi admiración a quien lo decidió es sincera: si quieres divertir los profesores de metafísica no son la primera elección en el casting, mejor alguien tan descarado y primario que despierte sentimientos (a favor o en contra) desde las tripas. Una programación dedicada la falta de financiación de la sanidad madrileña, a los orígenes y soluciones del problema de la vivienda para los jóvenes  o a la dualidad de los sistemas de educación no era políticamente conveniente para los dueños del duopolio informativo de las televisiones privadas, tampoco se consideraba apropiado  para alimentar los shares de audiencia.
La campaña de Ayuso ha invocado en los ciudadanos lo que el viejo Freud llamaba  el principio del placer, mientras que alguien tan señor, tan siglo veinte como Gabilondo solo parecía manifestarse con llamadas a la razón y la responsabilidad, es decir, al aburrido principio de realidad. Que nos ofrezcan votar por las cañas, las noches madrileñas y la libertad desde el mismo poder político es una pirueta de un populismo descarnado y funcional que ni el mismo Trump ha osado, una  vuelta de tuerca desde el casticismo y la fiesta que muestra a la vez la desinhibición y la osadía intelectual de los estrategas de la derecha. Se apropiaron de la bandera, previsiblemente pero ¿nos habría parecido posible apropiarse de la querencia española por los bares y las terrazas? pues lo han hecho.
La mayoría de los votantes no son como algunos de nosotros, que estamos fascinados por las complejidades de la política y disfrutamos diseccionando su contenido, haciendo el gasto mental que nos proporciona placer,  las energías que emplea el ciudadano no enviciado con estos asuntos en gestionar los mensajes que reciben son las justas, y por eso les sirven los que requieren menos gasto: emocionalidad, identificación, placer, simplicidad. El consumo de mensajes políticos, en su caso, no se diferencia de cualquier otro consumo. Y no va a haber preguntas sobre las intenciones del emisor, como no las hay sobre quien vende un espacio publicitario en cualquier televisión.
Las campañas electorales de naturaleza trumpista multiplican su eficacia por la labor de filtrado y traducción, de mediación de los propios medios de comunicación, algo que está en el corazón del diseño estratégico de esta forma de hacer política.
La cuestión que queda abierta es preguntarse por la calidad de una democracia donde el proceso de  discusión político no se realiza, como en la vieja democracia ateniense, entre los mismos ciudadanos, que  participaban a pie de plaza, a la par, sino que está filtrado por una trama de medios de comunicación que se sitúan  entre los emisores, el político y sus rivales, y los receptores, el votante. A pesar de los ropajes que pretenden vestir los periodistas de profesionalidad y servicio público muchos pensamos que están desnudos, que este mecanismo de filtraje y traducción no es neutral. Incentiva unos contenidos y silencia otros, y esta selección no es aleatoria. 
Es esta una democracia donde uno de los elementos decisivos del proceso de discusión y decisión,  en definitiva, está libre del control democrático ejercido sobre los otros poderes, excusado por el mito de que su efecto sobre el mensaje es nulo. Y sobre ello, interesadamente no se quiere hablar.
El coste es que el proceso de decisión de sobre qué se discute, sobre lo pertinente y lo  desdeñable, es ejercido por agentes que no han de responder públicamente  sobre esas decisiones. Una obra en la que todos los personajes aparentemente actúan frente al escenario menos uno, que es quien decide el decorado y orienta el guion.
Una democracia esta pues no solo mediada, sino demediada. Oscurecida, trampeada, domada.

Baku

Cita de: PP2000 en Mayo 14, 2021, 08:30:32 PM


He hecho caso a Cas (bueno, yo tengo mi corazoncito agilipollado en himno de la bak tu yu ar es es) y la verdad raja bien:
https://twitter.com/pvallin/status/1393189483231731713

A ver, que el muchacho es algo rojeras, no esperarás que le caiga bien a los de 'muera la inteligencia'.
It's very difficult todo esto.