Lo que decimos y lo que hacemos

Iniciado por a priori, Abril 04, 2012, 01:48:53 PM

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a priori

Una anécdota insignificante de Porfirio (disculpa que te utilice como mera referencia) respecto a su consumo mensual de tabaco, me ha venido muy bien como ejemplo para hacer ver que la realidad de nuestro mundo occidental es que tenemos recursos que utilizamos para el placer sabiendo perfectamente que ese dinero salvarí­a vidas.

Luego nos situamos en un plano de solidaridad moral ante la hambruna, nos indignamos con dirigentes que enví­an tropas a la guerra, somos muy crí­ticos con las injusticias sociales... pero no cambiamos nuestra vida cómoda por nada ni por nadie.

Es la gran paradoja de todo el buenismo de nuestra llamada civilización, que sigue un discurso de nobleza ante la inmoralidad que nos rodea pero no es capaz de redirigir sus recursos superficiales para que otras personas puedan simplemente no sufrir.

En el fondo la ideologí­a de derechas que carece de sentimientos ante la barbarie económica y la muerte en nombre del supuesto bien, es la que no cae en contradicciones. En eso es impecable.
Faena de muleta

Dan

Bueno, pero es que somos incapaces de redirigirlo hacia nosotros mismos. Es una cuestión educacional y social. Que levante la mano el que no conozca a alguien que no tiene un puto duro, va arrastrándose por la vida malamente, y fuma, bebe, sale a tope, tiene todo tipo de chuminadas tecnológicas, móvil del copón, etcétera.

Si son incapaces de salvarse a sí­ mismos, no esperarás que piensen en los demás.
En cuanto al buenismo moral judeocristiano, todo lo lava ir a misa un par de veces al año, preferentemente en bodas.

Dark

Cita de: a priori en Abril 04, 2012, 01:48:53 PM
Una anécdota insignificante de Porfirio (disculpa que te utilice como mera referencia) respecto a su consumo mensual de tabaco, me ha venido muy bien como ejemplo para hacer ver que la realidad de nuestro mundo occidental es que tenemos recursos que utilizamos para el placer sabiendo perfectamente que ese dinero salvarí­a vidas.

Luego nos situamos en un plano de solidaridad moral ante la hambruna, nos indignamos con dirigentes que enví­an tropas a la guerra, somos muy crí­ticos con las injusticias sociales... pero no cambiamos nuestra vida cómoda por nada ni por nadie.

Es la gran paradoja de todo el buenismo de nuestra llamada civilización, que sigue un discurso de nobleza ante la inmoralidad que nos rodea pero no es capaz de redirigir sus recursos superficiales para que otras personas puedan simplemente no sufrir.

En el fondo la ideologí­a de derechas que carece de sentimientos ante la barbarie económica y la muerte en nombre del supuesto bien, es la que no cae en contradicciones. En eso es impecable.

Fdo.: Suso del Toro.

Dark

Cita de: Dan en Abril 04, 2012, 01:51:29 PM
Bueno, pero es que somos incapaces de redirigirlo hacia nosotros mismos. Es una cuestión educacional y social. Que levante la mano el que no conozca a alguien que no tiene un puto duro, va arrastrándose por la vida malamente, y fuma, bebe, sale a tope, tiene todo tipo de chuminadas tecnológicas, móvil del copón, etcétera.

Si son incapaces de salvarse a sí­ mismos, no esperarás que piensen en los demás.
En cuanto al buenismo moral judeocristiano, todo lo lava ir a misa un par de veces al año, preferentemente en bodas.

Fdo.: Marí­a Esperanza Sánchez.

laura_m

Habí­a leí­do "Lo que hicimos y lo que hacemos" y pensé que era un hilo nostálgico para explicar como viví­amos antes de la crisis y como vivimos ahora. Qué desilusión..

Lacenaire

La respuesta es sencilla: el ser humano es un animal falible, contradictorio y con capacidad limitada para la preocupación. No podemos ser conscientes de todo lo que sucede en la tierra al mismo tiempo porque carecemos de los instrumentos cognitivos necesarios para ello y funcionamos de manera que gestionamos los impulsos y estí­mulos que nos llegan del exterior para hacer coherente nuestra visión del mundo sin que nos explote la putacabesa. El cerebro cataloga, prioriza y etiqueta en función de múltiples factores que van desde lo educacional hasta lo emotivo.

Criticar la parcialidad de la preocupación es tan absurdo como criticar la parcialidad en los actos. Santa Teresa no se preocupaba por los niños mozambiqueños, sólo de los leprosos de la India. ¿Puta hipócrita? No, personah humanah.

Ya podéis chapar el hilo.

Casio

#6
Qué tocapelotas eres, apri. El discursete moralista del principio no te lo crees ni tú.

ferdinand

El torerito que querí­a ser de izquierditas.
El demagoguito.

Rufo

Cita de: a priori en Abril 04, 2012, 01:48:53 PM

En el fondo la ideologí­a de derechas que carece de sentimientos ante la barbarie económica y la muerte en nombre del supuesto bien, es la que no cae en contradicciones. En eso es impecable.

Eso es lo que dicen los de izquierdas. Nunca he oí­do a un derechista declararse insensible ante la miseria de los demás. Por eso se hacen socios de alguna Ong o echan diez euros cuando pasan la bandeja en misa.
"Ser tonto, egoísta y tener buena salud, son las tres condiciones requeridas para ser feliz; más si la primera nos falta, todo está perdido"

zruspa

A A Priori sólo puedo imaginarlo en modo catequista si es por razones de ligoteo.

a priori

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 02:19:42 PM
La respuesta es sencilla: el ser humano es un animal falible, contradictorio y con capacidad limitada para la preocupación. No podemos ser conscientes de todo lo que sucede en la tierra al mismo tiempo porque carecemos de los instrumentos cognitivos necesarios para ello y funcionamos de manera que gestionamos los impulsos y estí­mulos que nos llegan del exterior para hacer coherente nuestra visión del mundo sin que nos explote la putacabesa. El cerebro cataloga, prioriza y etiqueta en función de múltiples factores que van desde lo educacional hasta lo emotivo.

Criticar la parcialidad de la preocupación es tan absurdo como criticar la parcialidad en los actos. Santa Teresa no se preocupaba por los niños mozambiqueños, sólo de los leprosos de la India. ¿Puta hipócrita? No, personah humanah.

Ya podéis chapar el hilo.

Es que tienes tantas rendijas que no doy abasto. En la negrita, por ejemplo, utilizas un pobre método para justificar tu discurso. Como si yo hubiera relacionado diferentes actos solidarios y la falta de capacidad para poder abarcar todos. En fin.

Repito. Cuando utilizamos nuestra capacidad económica para proporcionarnos mero placer estamos haciendo una elección. Totalmente lí­cita y propia del que viene a este mundo a pasárselo lo mejor posible.

Dicho esto, no está mal recordar que en esos momentos aparcamos de manera ní­tida el discurso de la defensa de los derechos humanos y nuestra profunda sensibilidad ante la miseria y la muerte por falta de recursos.

Por supuesto que el ser humano tiene una capacidad limitada para la preocupación, pero es que eso no tiene nada que ver con saber en todo momento que nuestros disfrutes de pago se contradicen con la importancia que le damos al sufrimiento ajeno.

Además de eso, tenemos la desfachatez de juzgar de manera despiadada a los dirigentes que deciden sobre porcentajes económicos para los más desfavorecidos o a la iglesia por su opulencia cuando gasta en boato lo que podrí­a dedicar a la pobreza.

Y volviendo a la ideologí­a, al que manifiesta que es de izquierdas le puedes pillar en muchas contradicciones que intentará justificar con balbuceos o con argumentos maniqueos. En cambio, no existe ningún tipo que se denomine de derechas al que pilles en un renuncio. Los cabrones son tan insolidarios en sus opiniones que no hay manera de dejarles en evidencia
Faena de muleta

a priori

Cita de: Cas en Abril 04, 2012, 02:20:42 PM
Qué tocapelotas eres, apri. El discursete moralista del principio no te lo crees ni tú.

Siempre juzgas mis intenciones. Eso no me parece correcto.
Faena de muleta

Lacenaire

#12
Cita de: a priori en Abril 04, 2012, 03:31:13 PM
Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 02:19:42 PM
La respuesta es sencilla: el ser humano es un animal falible, contradictorio y con capacidad limitada para la preocupación. No podemos ser conscientes de todo lo que sucede en la tierra al mismo tiempo porque carecemos de los instrumentos cognitivos necesarios para ello y funcionamos de manera que gestionamos los impulsos y estí­mulos que nos llegan del exterior para hacer coherente nuestra visión del mundo sin que nos explote la putacabesa. El cerebro cataloga, prioriza y etiqueta en función de múltiples factores que van desde lo educacional hasta lo emotivo.

Criticar la parcialidad de la preocupación es tan absurdo como criticar la parcialidad en los actos. Santa Teresa no se preocupaba por los niños mozambiqueños, sólo de los leprosos de la India. ¿Puta hipócrita? No, personah humanah.

Ya podéis chapar el hilo.

Es que tienes tantas rendijas que no doy abasto. En la negrita, por ejemplo, utilizas un pobre método para justificar tu discurso. Como si yo hubiera relacionado diferentes actos solidarios y la falta de capacidad para poder abarcar todos. En fin.

Repito. Cuando utilizamos nuestra capacidad económica para proporcionarnos mero placer estamos haciendo una elección. Totalmente lí­cita y propia del que viene a este mundo a pasárselo lo mejor posible.

Dicho esto, no está mal recordar que en esos momentos aparcamos de manera ní­tida el discurso de la defensa de los derechos humanos y nuestra profunda sensibilidad ante la miseria y la muerte por falta de recursos.

Por supuesto que el ser humano tiene una capacidad limitada para la preocupación, pero es que eso no tiene nada que ver con saber en todo momento que nuestros disfrutes de pago se contradicen con la importancia que le damos al sufrimiento ajeno.

Además de eso, tenemos la desfachatez de juzgar de manera despiadada a los dirigentes que deciden sobre porcentajes económicos para los más desfavorecidos o a la iglesia por su opulencia cuando gasta en boato lo que podrí­a dedicar a la pobreza.

Y volviendo a la ideologí­a, al que manifiesta que es de izquierdas le puedes pillar en muchas contradicciones que intentará justificar con balbuceos o con argumentos maniqueos. En cambio, no existe ningún tipo que se denomine de derechas al que pilles en un renuncio. Los cabrones son tan insolidarios en sus opiniones que no hay manera de dejarles en evidencia


No veo qué grietas tiene lo que digo, que además es una realidad psicológica contrastada y no una mera opinión.

En cuanto a los juicios de valor, cualquiera estará viciado si lo comparamos con las posibilidades previas existentes. Como digo nuestra capacidad para obrar es limitada, con lo que cada acto implicará una serie de omisiones. Decidirse por una no es hipocresí­a (utilizas la palabra como ciertos personajes el verbo pitufar, y a estas alturas de uso indiscriminado tiene tanto contenido semántico como "demagogia") sino simple elección racional: atribución de recursos limitados a fines alternativos. Esto es otra realidad empí­rica como la gestión racional de emociones y prioridades, no una opinión.

Sobre lo que comentas acerca de los gobernantes no sé muy bien si interpretarlo como un veto a la crí­tica o posmodernismo del duro. Tanto da, da lo mismo, lo que haga yo, forero mileurista, como el gobernante de una potencia militar. Acuérdate de Spiderman: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Sobre estos lí­mites a la libertad también se trabaja en ciencias sociales. ¿Es libre el soldado raso o el reservista en la guerra? Desde luego su radio de acción está más limitado que el del general. Porque la libertad crece proporcionalmente al poder económico y polí­tico.

Suponiendo ahora que todos nosotros (quiero decir todos los que no somos A Priori) seamos unos hipócritas demagogos que pitufan poco y mal, ¿exactamente en qué punto eso altera el que un que decide bombardear una aldea camboyana para firmar contratos con un fabricante de armas sea un grandí­simo hijo de puta?

Si además de contestar a eso (la maldad y la hipocresí­a de un mundo que es un cenagal y bla no cambia la moralidad de los actos de un hombre) logras hacerlo sin faltar al respeto ni acusar ese deje de EM afeminado te lo agradeceré mazo, Wapa.

a priori

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
No veo qué grietas tiene lo que digo, que además es una realidad psicológica contrastada y no una mera opinión.

Las grietas (habituales en ti) están relacionadas con responder con ejemplos que no tienen relación alguna con lo que se ha dicho previamente.

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
Como digo nuestra capacidad para obrar es limitada, con lo que cada acto implicará una serie de omisiones.

Magní­fico ejemplo de lo que acabo de comentar. ¿Alguien pone en duda que nuestra capacidad de obrar es limitada?

Es evidente la incapacidad del ser humano para abarcar todos sus posibles actos, lo que he afirmado es que cuando se enfrenta a una elección entre dos posibilidades (la frí­vola y la solidaria) está transmitiendo un mensaje que después se vuelve contra él si solemniza contra la injusticia.

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
Decidirse por una no es hipocresí­a (utilizas la palabra como ciertos personajes el verbo pitufar, y a estas alturas de uso indiscriminado tiene tanto contenido semántico como "demagogia") sino simple elección racional: atribución de recursos limitados a fines alternativos.

Menos mal que soy yo el que debo limitar mis faltas de respeto (¿dónde aparecen en mi mensaje?). Precisamente la palabra hipocresí­a está perfectamente encajada. Otra cosa es tu capacidad para entenderla en el contexto.
Y es divertido que uno que se gaste dinero en putas en lugar de dedicar ese recurso a la catástrofe de Haití­ y la explicación sea que es una elección racional al atribuir unos recursos limitados a fines alternativos. Mola.

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
Esto es otra realidad empí­rica como la gestión racional de emociones y prioridades, no una opinión.

Utilizas la realidad empí­rica como el verbo pitufar ¿Querí­as imitarme? Da igual lo que te digan previamente, tú lo encajas en el discurso y queda estéticamente irreprochable.

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
Sobre lo que comentas acerca de los gobernantes no sé muy bien si interpretarlo como un veto a la crí­tica o posmodernismo del duro.

Aquí­ estoy contigo. Reconoces que no sabes muy bien cómo interpretarlo. Es un buen resumen de todo lo que he escrito.  Por supuesto que uno puede criticar con vehemencia todo lo que le parezca incorrecto. Pero me permitirás que pueda valorar esa crí­tica en función de la coherencia del que emite la opinión.

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
Suponiendo ahora que todos nosotros (quiero decir todos los que no somos A Priori) seamos unos hipócritas demagogos que pitufan poco y mal,

Una vez más te inventas lo que nadie dice. ¿Dónde me he desmarcado yo de la actitud ante la utilización de mis recursos?

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
¿exactamente en qué punto eso altera el que un tipo decida bombardear una aldea camboyana para firmar contratos con un fabricante de armas sea un grandí­simo hijo de puta?

En nada. Un hijo de puta siempre será un hijo de puta, tanto si le juzga un alma cándida como si se lo llama otro hijo de puta.

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 03:44:23 PM
Si además de contestar a eso (la maldad y la hipocresí­a de un mundo que es un cenagal y bla no cambia la moralidad de los actos de un hombre) logras hacerlo sin faltar al respeto ni acusar ese deje de EM afeminado te lo agradeceré mazo, Wapa.

No soy capaz. Ahora espero que esta vez hayas entendido algo de lo escrito, mileurista con í­nfulas.

Faena de muleta

SrCualquiera

Cita de: Doppelgí¤nger en Abril 04, 2012, 02:19:42 PM
La respuesta es sencilla: el ser humano es un animal falible, contradictorio y con capacidad limitada para la preocupación. No podemos ser conscientes de todo lo que sucede en la tierra al mismo tiempo porque carecemos de los instrumentos cognitivos necesarios para ello y funcionamos de manera que gestionamos los impulsos y estí­mulos que nos llegan del exterior para hacer coherente nuestra visión del mundo sin que nos explote la putacabesa. El cerebro cataloga, prioriza y etiqueta en función de múltiples factores que van desde lo educacional hasta lo emotivo.

Criticar la parcialidad de la preocupación es tan absurdo como criticar la parcialidad en los actos. Santa Teresa no se preocupaba por los niños mozambiqueños, sólo de los leprosos de la India. ¿Puta hipócrita? No, personah humanah.

Ya podéis chapar el hilo.

Yo estoy de acuerdo con este análisis de doppel, lo que ocurre es que también es demasiado abstracto, y en las abstracciones caben demasiadas cosas, muchas actitudes diferentes, en cuánto a grado o legimitidad. Yo creo que es bastante normal esa incoherencia debida a nuestra limitación, pero digamos que hay un examen que cada uno resuelve a su modo, abriendo o cerrando brechas entre los intereses ficticios y las elecciones ordinarias. El zapping psicológico parece inevitable, más cuando vivimos en una sociedad con mil canales a la vez. Tampoco es verdad que hayamos superado aquella fase de separación entre cuerpo y mente, esa es la idea de la cátedra que no ha sabido aún bajar al pueblo. Amamos los ideales pero gozamos verdaderamente de las cosas de la tierra, cuando la idea tropieza con el cuerpo, Aristóteles se enfrenta con Platón, o Nietzsche se vuelve loco sublimando su magní­fico poder. A ver quién es el listo que ha conseguido construir un sistema o una estructura mental que haya sido coherente con su comportamiento. Y dando eso por hecho, creo que es en esa jerarquización de intereses, prioridades, principios y actos de la que hablaba doppel donde cada cual demuestra su grado de integración. La integridad de un individuo, la correspondencia entre ideales y apetitos, principios y pasiones, dichos y hechos, más que una cualidad moral, se parece a una cierta fisiologí­a o geometrí­a del espí­ritu.