Hilo sesudo de economí­a polí­tica, anarquismo y empresarios hijosdeputa

Iniciado por Lacenaire, Octubre 27, 2010, 11:30:15 AM

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PP2000

Ademas que yo si es oara el mercado de derivados sobre derivados, donde el casino ya es la repapolla que lo tasen como la lotería que es, un 51% de todo para el estado donde esten lis setvidores, Islandia, Canad'adry, Grinlandia (Diga marca) y, afortunadamente Noruega (UE!) -por si no tienen suficiente renta per cápita-... y siberochungueria, ziski!, siski!, para asiáticos y mogolos en general...

PP2000

Hace 4 años, el economista francés Thomas Piketty escribió un libro que supuso un revulsivo en círculos académicos, políticos y mediáticos. En más de 700 páginas, exponía los principales hallazgos de su exhaustiva recopilación de datos sobre desigualdad de renta y riqueza a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI, para varios países. El resultado es un libro, Capital en el siglo XXI (C21), que aporta abundante evidencia empírica de que la desigualdad está creciendo hasta niveles comparables con sociedades de hace 200 años, que creíamos política y culturalmente superadas. Pero Piketty no se queda aquí, y también argumenta que la época "dorada" de crecimiento inclusivo y reducción de las desigualdades fue una anomalía producto de una contingencia histórica (las dos guerras mundiales), que consiguió romper con una regularidad empírica del capitalismo: la famosa r > g.

La reacción a las tesis de Piketty fue intensa en ambos lados del espectro ideológico. Sus predicciones pesimistas sobre un futuro de crecimiento estancado y alta desigualdad, donde la riqueza y el estatus heredados predominan por encima de las oportunidades universales, fueron descartadas por los más afines a las tesis neoclásicas tradicionales. Por otro lado, su planteamiento ambiguo sobre el carácter presuntamente inevitable de las dinámicas de desigualdad en el sistema capitalista le granjeó la oposición de algunos economistas progresistas. A pesar de estas reacciones, el libro tiene la virtud de poner el foco sobre un tema largamente ignorado en la disciplina económica, permitiendo que hayan aflorado el trabajo de miles de investigadores de diversas disciplinas y generando un interés renovado por la desigualdad. Tres años después de la publicación de C21, los economistas Heather Boushey, Bradford DeLong y Marshall Steinbaum nos presentan Debatiendo con Piketty (traducido del inglés original 'After Piketty' por Deusto), una recopilación de artículos académicos de múltiples disciplinas que reflexiona sobre el libro para señalar nuevas hipótesis y líneas de investigación que nos ayuden a comprender mejor las dinámicas históricas y contemporáneas de la desigualdad.

Piketty y la teoría neoclásica
 

En su extenso trabajo, Piketty documenta dos regularidades empíricas: a) el aumento de la porción de la renta percibida por el capital; y b) el aumento de la ratio de la riqueza (el stock en propiedad) sobre la renta (el flujo de ingresos). En teoría, a medida que el capital se acumula las inversiones más rentables se agotan y su rendimiento tiende a disminuir, de manera que la inversión debería ser menos retribuida. Así, el aumento de la riqueza debería verse compensado por una reducción de sus rendimientos, dejando la proporción del pastel que se percibe en forma de dividendos, beneficios, etc. más o menos estable. Esta hipótesis forma parte de un conjunto de regularidades empíricas identificadas por Kaldor en 1957 sobre los que se asientan los modelos de crecimiento de la economía neoclásica. Sin embargo, esta regularidad ya no se sostiene: la porción del PIB percibida por las rentas del trabajo está cayendo, y la percibida por las rentas del capital está aumentando.

Para explicar sus dos hallazgos usando la teoría neoclásica estándar, Piketty asume un presupuesto teórico controvertido: que el trabajo y el capital físico son factores de producción sustitutivos o, en jerga económica, que la elasticidad de sustitución entre trabajo y capital es mayor a uno. Cuando el trabajo y capital son sustitutos, incrementos en la intensidad del capital expulsan a los trabajadores y en general tienen un impacto negativo sobre las rentas totales del trabajo. Sin embargo, como muestra el capítulo 4, esta hipótesis puede ser errónea, porque existe abundante evidencia empírica de que trabajadores y capital a nivel agregado son complementarios, no sustitutivos. A pesar de esta evidencia, parte de la comunidad académica interpretó que el mensaje principal de C21 era sobre los riesgos de la sustitución de trabajadores por máquinas/robots, adoptando una visión puramente "tecnológica" del argumento de Piketty. La evidencia de que trabajo y capital son complementarios sugiere, más bien, que el reparto cada vez más desigual entre trabajo y capital no se explica fundamentalmente por el desplazamiento tecnológico del trabajo, sino sobre todo por factores institucionales.

Precisamente, uno de los principales aspectos de Debatiendo con Piketty es la lectura institucional y política de la obra del francés. Mientras que la teoría neoclásica ha asumido tradicionalmente que el tamaño del pastel y su repartición se determinan por procesos inconexos analizables de forma independiente, Debatiendo con Piketty subraya la lectura de C21 en clave de Economía Política clásica, para mostrar cómo las teorías de crecimiento económico están enlazadas con las teorías de la distribución factorial (entre capital y trabajo) y de la distribución personal de la renta y la riqueza (quién posee y quién recibe qué). Por ejemplo, el economista Branko Milanovic (capítulo 10) clarifica estadísticamente la relación entre la distribución factorial y la distribución personal. Así mismo, diversos capítulos resumen los avances teóricos que relacionan los niveles de desigualdad con los agregados macroeconómicos, como por ejemplo, la importancia de la riqueza hereditaria (capítulo 14), o el impacto de la desigualdad en la macroeconomía (capítulo 16) y en la estabilidad financiera (capítulo 17).

A pesar del énfasis en aspectos institucionales y políticos, Debatiendo con Piketty también explora los aspectos distributivos directos que tienen los procesos de digitalización y robotización, así como los efectos distributivos indirectos que estos procesos tienen a través de la globalización (capítulos 8 y 12). Aunque su impacto neto sobre el reparto de la renta entre capital y trabajo es discutido, es esperable que tengan un efecto sobre los tipos de empleo y la distribución de los salarios, así como sobre la estructura de los mercados, ya que las nuevas tecnologías se caracterizan por fuertes externalidades de red y nuevas economías de escala y alcance.

Pero, ¿qué demonios significa r>g?

Uno de los rasgos distintivos de la salida de la Gran Recesión es la recuperación de la tasa de beneficio acompañada de un estancamiento del crecimiento y del empleo en las economías avanzadas. Cuando ésto ocurre, aumenta la desigualdad. En C21, Piketty muestra que esta correlación positiva entre la diferencia entre el rendimiento del capital ("r") y la tasa de crecimiento de la economía ("g"), y el aumento de la desigualdad es un hecho histórico estilizado. Esto se puede entender intuitivamente de la siguiente forma: si lo que crece la economía es una media entre lo que crecen los rendimientos del trabajo y lo que crecen los rendimientos del capital, cuando los últimos crecen más que la media, entonces los primeros (los salarios) crecen menos, lo que obviamente tiene un impacto distributivo.

Que el rendimiento medio de la inversión sea tan elevado a pesar de que el crecimiento económico no sea boyante puede ser una contradicción aparente. Sin embargo, la contradicción no es tal si los rendimientos del capital provienen de cambios en la valuación financiera del capital (bursátil) y no como retorno a la inversión productiva. Por ello, quizás lo más controvertido de la teoría de Piketty es la nula diferencia que establece entre riqueza, particularmente la financiera, y capital productivo. Ni toda la riqueza se puede usar en el proceso productivo, ni todo el capital tiene un valor bien definido y comercializable. Equiparar riqueza y capital lleva a no distinguir entre movimientos en la valuación de los activos financieros y los cambios en la capacidad productiva de la economía real. Más allá de algunas críticas sobre cómo se mide el capital esclavo (capítulo 6) o el capital humano (capítulo 7), esta crítica está poco elaborada en Debatiendo con Piketty.

En una investigación reciente, Brun y González (2017) explicamos cómo un aumento de la valuación financiera de las empresas, y a través de dividendos y ganancias de capital, del retorno a la propiedad de capital ("r") provoca un estancamiento de la inversión productiva, y por tanto, del crecimiento de la economía ("g"). El poder de mercado (monopolio) de las empresas y las políticas fiscales favorables al capital, es decir, la disminución de los impuestos sobre los dividendos, sobre las ganancias de capital, y sobre los beneficios corporativos (en detrimento del trabajo) inflan la capitalización bursátil de las empresas respecto a su valor contable. Cuanto mayor es esta diferencia, mayor es el peso del sector financiero y más se resiente el sector real de la economía. Estos cambios tienen efectos sobre la distribución primaria de la renta altamente regresivos, ya que el aumento de los retornos al capital, muy concentrado en pocas manos, se produce a costa de los salarios, que son la principal fuente de ingreso para la mayoría de la población.

El capítulo 9 ahonda en otra explicación institucional clave y, en nuestra humilde opinión, es una de las contribuciones más importantes del libro. En él, David Weil explica cómo cambios en la estructura corporativa afectan al trabajo y, en particular, cómo las grandes empresas han externalizado las partes del proceso productivo de menor valor añadido, construyendo así un "espacio laboral fisurado", en el que personas que trabajan bajo un mismo techo responden a empleadores diferentes. Cuando ésto ocurre, la capacidad de sindicación y el poder de negociación de estos trabajadores quedan fuertemente debilitados. Sin embargo, otros aspectos relacionados con el poder de negociación de los trabajadores, como el aumento poder de monopsonio, la reducción de las tasas de sindicación, o los cambios en la legislación laboral reciben menos atención en el libro, aunque sobre estos temas existen importantes contribuciones recientes.

La economía política de r>g

Una parte importante de Debatiendo con Piketty aborda una aparente contradicción en el relato de C21, que oscila entre unas "dinámicas inexorables" del capitalismo que llevan a mayor desigualdad, frente al reclamo continuo de que "el nivel de desigualdad en una sociedad es una decisión política". Mientras afirma de manera insistente a lo largo de C21 que el rol de técnicos y economistas es el de informar un debate que debe ser democrático, y por lo tanto, sujeto a opiniones y consensos diferentes, Piketty no acaba de esclarecer un rol comprensible y sistemático de las fuerzas políticas y sociales en las dinámicas de la desigualdad. Al fin y al cabo, la globalización, el aumento del grado de concentración empresarial, el dominio de las finanzas sobre la economía productiva o el modelo de relaciones laborales, que influyen en el tamaño relativo de "r" y "g", son productos eminentemente políticos (capítulo 5).

Varios capítulos profundizan en esta cuestión. Gareth Jones (capítulo 12) explica cómo la geopolítica económica compite con la legislación (fiscal, de transparencia, etc.) –o más bien con su ausencia– para atraer el dinero de grandes inversores en un contexto de alta movilidad global de capital. Marshall Steinbaum (capítulo 18) alega que el consenso que permitió un pacto social entorno al Estado del Bienestar, con políticas de fuerte redistribución e impuestos marginales confiscatorios, no tuvo sólo causas materiales (la destrucción bélica), sino que también se debió a la conquista de la hegemonía cultural por parte de los partidos socialdemócratas. David Singh (capítulo 19) desgrana las raíces legales de la economía de mercado para preguntarse si no es inevitable la prevalencia del capital sobre el trabajo en sistemas jurídicos construidos filosóficamente a través de la propiedad privada.

Otras dimensiones de la desigualdad 

Una parte del libro, algo discontinua, pone el foco en otras dimensiones de la desigualdad, más allá de la monetaria. Heather Boushey (capítulo 15) pone el foco en la desigualdad de género, y se pregunta si este retorno al "capitalismo patrimonialista" supone una nueva amenaza para los derechos y las libertades económicas de las mujeres, dado que la transmisión de la riqueza ha tenido históricamente un sesgo de género. Por otro lado, Christoph Lakner (capítulo 11) introduce el tema de la desigualdad global, la cual sigue dinámicas propias y divergentes de aquellas enfatizadas por el relato contemporáneo que a menudo hacemos en Occidente. También se analiza cómo los efectos del colonialismo persisten a través de la configuración histórica de las instituciones (capítulo 20). 

Probablemente, lo que entraña un mayor riesgo para las sociedades democráticas es el hecho de que la desigualdad económica se traduzca en desigualdad política. Elisabeth Jacobs (capítulo 21) identifica múltiples mecanismos de transmisión de desigualdad económica en desigualdad política, y describe cómo se refuerzan mutuamente, de manera que una mayor desigualdad económica debilita los dispositivos políticos que al mismo tiempo permiten atenuarla. Este relato contrasta con el optimismo político de Piketty pero completa su advertencia sobre la grave amenaza que supone la desigualdad para el funcionamiento de la democracia.

Algunas consideraciones críticas

Echamos de menos un hilo argumental lógico que acompañe al lector a lo largo del libro, mediante una estructura definida de enmiendas, sofisticación de diagnósticos e identificación de nuevas líneas de investigación a partir de las tesis de Piketty. Hay desde capítulos muy técnicos (tanto teóricos como empíricos) hasta capítulos narrativos sin cifra alguna. Algunos capítulos abordan de frente el gran relato que Piketty dibuja, desde varias disciplinas, mientras otros tratan cuestiones técnicas y parecen más dirigidos a economistas preocupados por la desigualdad. Otros tratan temáticas autónomas. Quizás estos múltiples enfoques hubiesen sido más fáciles de compatibilizar con una clarificación del perfil de audiencia a la que Debatiendo con Piketty va dirigido.

Por otro lado, estamos convencidos de que la pluralidad política e ideológica que destilan los diferentes capítulos, que abarcan desde teorías neoclásicas como la del capital humano hasta teorías de corte institucionalista y otras teorías heterodoxas, es intencional y dota al libro de una riqueza teórica sorprendente. Quizá, dada la falta de uniformidad epistemológica en las distintas aportaciones, hubiese merecido la pena poner más en diálogo las diferentes partes del libro y abordar sus discrepancias de manera transparente, en vez de presentarlas de manera inconexa. En cualquier caso, en las distintas presentaciones del libro los editores han sido explícitos en su intención de amplificar el debate público sobre la desigualdad y hacerlo de forma inclusiva, desde varias posiciones políticas y desde múltiples disciplinas. Este propósito está en sintonía con el objetivo del propio Piketty, el cual responde a varias de estas interpelaciones en el último capítulo del libro.

Frente a una reacción inicial adversa de la profesión económica, que osciló entre la  condescendencia y la hostilidad, es de agradecer que se cambie el tono de la conversación y se tomen en serio los hallazgos de Piketty. Esto es lo que consiguen con este libro Boushey, DeLong y Steinbaum, cuyo esfuerzo por reunir a una gran cantidad y diversidad de investigadores y trabajos, señala el camino a seguir, tanto a nivel de investigación como a nivel de propuesta política. Debatiendo con Piketty es un libro importante y que apunta en la dirección correcta.

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Lídia Brun (@LilyPurple311 <-esto es nick de hetaira, no me jodas) es investigadora doctoral en macroeconomía y desigualdad en la Université Libre de Bruxelles.

Ignacio González (@Nacho2G) es economista y profesor en la American University, Washington DC.

PP2000

¡Javi!, ¿éto qué é lo que é?

Las empresas Wendel Group, BC Partners y Rhône Capital conforman la lista corta de compañías interesadas en adquirir el 45% por del capital de Maxam (ponle un nombre chulo a algo que quieres vender sin llamar la atención), matriz del proveedor de defensa Expal (haciendo explosivos nivel mundial para el reino y los moros ricos desde ni se sabe... una bomba o un obús de hierro con doscientos quilos ExpalHMX77 nunca defrauda... comparado con cualquier misilico yanqui lleno de chips) ...es la participación que vende un fondo de inversión puente sin interés de gobernanza, ¡ajá!, ahora los que compren querrán sacarse al hombre de Moncloa que lleva allí más que el palo de la bandera... uno de los grupos es del dueño de Pronovias, huir... a ver si hay suerte y la compran los gabachos que son gente seria y ganan mundiales.

Info sobre esto aquí:
http://www.infodefensa.com/es/2018/07/10/noticia-wendel-parthers-rhone-capital-pujan-maxam-matriz-expal.html

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PP2000

Cita de: m.y.e.u. en Julio 29, 2018, 05:20:23 PM
Algún damnificado por lo de los taxistas?

Un amigo taxista (en Madrid) que no está de acuerdo con las formas y el fondo... y la oportunidad.

PP2000

Defensa no ejecutó 164 millones de su presupuesto en 2017

Análisis de los Presupuestos de Defensa y Seguridad

El Ministerio de Defensa dejó sin ejecutar el año pasado 164 millones de euros de su presupuesto, según recoge el Análisis de los Presupuestos de Defensa y Seguridad de España en 2018 de la editorial IDS, presentado este martes en Madrid. El informe también refleja que el Ministerio del Interior no gastó el 30% de la partida destinada a inversiones, lo que supone unos 50 millones de euros. En ambos ministerios, el porcentaje del presupuesto no ejecutado aumentó con respecto a ejercicios anteriores.

Los autores del informe, el general de División de Intendencia (R) del Ejército del Aire José Lorenzo Jiménez Bastida, y el teniente coronel de Intendencia Germán Martín Casares, hicieron hincapié en que estos créditos no regresan al presupuesto del año siguiente... Garzón culpable!!!

En Defensa, Jiménez Bastida especificó que unos 75 millones corresponde al apartado de personal prefieren comer en casa, vestir en ebay con rollos yanquis y no hay tanto ecuatoriano para cubrir plazas y otros 30 millones al capítulo de inversiones reales. El general destacó que los organismos gestores del ministerio trabajan desde hace unos años para aumentar las cuotas de eficiencia en la gestión del gasto. ...auditores del EA, dicen en el ET y la AE, acostumbrados al Meteor, el eurocracker, el tiger... moríos todos!!!

Junto con este esfuerzo, apuntó que resulta fundamental disponer a principios de cada año del grueso de los créditos destinados a Defensa. En la actualidad, añadió como Bruselas obliga, de lo poco que va como un tiro es, por ejemplo el gasto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP) está fuera del presupuesto inicial y la entrega de estos fondos tiene lugar en hasta tres cuotas repartidas a lo largo del año.

Esta circunstancia, continuó, dificulta la planificación y ejecución del gasto, teniendo en cuenta que un contrato pasan unos 140 días desde el anuncio hasta la firma.

Por su parte, Martín Casares como responsable del análisis del presupuesto de Interior comentó que para aumentar el grado de ejecución los gestores deben avanzar hacia la contratación anticipada y plurianual, y dar pasos hacia una mayor utilización del formato acuerdo marco. También insistió en la necesidad de contar con gestores especializados y con todo el presupuesto al inicio del ejercicio.

Perspectivas económicas: ciclo inversor

En 2018, el Ministerio de Defensa gestiona un presupuesto de 9.255 millones de euros -OMP, incluidas reseeseoxetta!!-, que supone 554,9 millones de euros más con respecto a 2017 y un incremento del 6,3%. Por su parte, el presupuesto del Ministerio del Interior experimenta un crecimiento del 6,5% hasta los 7.685 millones, 470 millones más que el año pasado.

De cara a los próximos años, Jiménez Bastida subrayó que las perspectivas de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) para España abren la puerta a un aumento de la inversión en Defensa, incluso a la puesta en marcha de un "necesario" nuevo ciclo inversor. "Es el momento idóneo para incrementar el presupuesto", aseguró. En esta línea, defendió que esta coyuntura económica también debería provocar "un amplio consenso político" para impulsar una Ley de Financiación de Programas. "Hay margen para abordar incrementos de gasto", resaltó.

En el caso de Interior, Martín Casares pronosticó que la inversión en seguridad interior continuará siendo clave para hacer frente a factores como la inmigración ilegal o la lucha contra el tráfico de drogas. Además, apuntó la importancia de la colaboración dentro de organismos internacionales especialmente la Unión Europea.

Compromiso del 2% del PIB

El general reconoció que la inversión en Defensa de España está por debajo de su posición como país -0,93 del PIB, de acuerdo con la OTAN-, sin embargo remarcó que en los últimos años la Administración ha dado pasos para aumentar la inversión.

Sobre los compromisos dentro de la Alianza Atlántica, Jiménez Bastida defendió que el PIB per cápita es la forma más adecuada de valorar el esfuerzo en Defensa. En términos de gasto en Defensa per cápita, destacó el crecimiento del 11% de España en los últimos años frente a reducciones de países como Estados Unidos (-2,7%) o Italia (-4,2). "Es PIB per cápita es más certero que el PIB", comentó, puesto que refleja mejor la situación del país; en el caso de España, los años de crisis económica.

El informe fue presentado en un acto en la Asociación de la Prensa de Madrid, a quién, honestamente, le suda la polla este asunto... de hecho, ¿donde está la pregunta de si nuestea benemérota en frontera o Mali no podía haber gastado esa pasta comprando blindajes individuales, nuchakos, botas con retractil hoja de inox en punta, con algun mecanusmo de compra xpresscorteinglés (que tiene su rollo militar, no penseis).

ushap

Interesante el siguiente vídeo, buen análisis macro, aunque provenga de un tipo que tiene pinta de liberal y de defensor del patrón oro.
Eso sí, son dos horas, para el que las tenga libres y aún tenga ganas de escuchar lo que por aquí se ha repetido varias veces.

http://www.youtube.com/watch?v=Qu_m4sC-P3o&list=FLDDVm8lMRJBdC6Vztj6zoEg&index=2&t=0s

PP2000

llevaba como dos años (preocupado ya de no pensar en Yehuda) sin encontrarme vaticinios sobre fin de ciclo, destrucción de liquidez, cierre de la inversión y toma de posiciones defensivas (incluida toda la política friqui-arancelaria de Trump, que la obliga como respuesta al resto), y en una semana (inclusive que lo que dice el de arriba es sensato, sensato rollo "si tienes dos pollos -los grafos son verdad- y tu vecino no tiene pollo -las necesidades de flujo de capitales, servicios y cosas son verdad-... deja de hablarle a tu vecino -¿?-") entre cosas en alemán de Merkel, en inglés de RT y el Rotchield, como se diga, de turno, que dice que verdes las han segado... ya no hay cosecha, pues nada, que se debe venir una profecía autocumplida de tres pares de cojones: Para mí 100 semanas viviendo la vida loca vs. 1 semana de canícula agostina que no dejo de encotrarme peña acojonada acojonando peña.

Y a peor aun estoy esperando la subida de sueldo congelado abril del 2009,... voy a ser un espécimen (y otros cientos de miles de españoles) de asalariado que va a pasar por un ciclo de crisis-estoicismo-fiestamonetaria-burbuja(pequeña, en especial en rollos de escasos gastos fijos, aun menos que el inmobiliario: economía colaborativa, rollo monopolistas Jeff Bezos y otras mierdas modernas de internet en general)-crack y vuelta a empezar, sin que me suban un euro el salario (que tampoco lo bajan, pero en una década se pierde un tercio del poder de compra, joder que se pierde).

Lacenaire

Leyendo sobre el 1900-1914 y vaya, el ambientillo como que tal.

PP2000

Cita de: Gipsy King en Agosto 11, 2018, 08:50:11 PM
Leyendo sobre el 1900-1914 y vaya, el ambientillo como que tal.

Desde los trenes de la muerte Uropa está metida en el fregado que empieza con las torres que no deberían haberse desplomado como lo hicieron ni el ala del pentágono que no hubiera acertado un piloto experto en cien intentos si no es asistido por algún tipo de autopiloto macarra diseñado para compensar el efecto suelo en vez de aterrizar (sin ruedas)... una guerra como la de lis treinta o la de lis cien años, una guerra planeada por gentuza financieramente famélica que solo tiene paciencia e hijos de sobra para vencer a las potencias acostumbradas a las guerras relámpago diseñadas por Prusia desde su laminación de Francia en el XIX.
La guerra de Siria lleva siete años, un frente agorado... ahota tocan otros, mira la paliza económica que le están dando a Turquía dado que no se la pueden dar al euro. Pues nuevos frentes... atención a Nigeria que ya supera en casi todos los índices macro (y algunos intensivos) a Sudáfrica, no tiene blancos apaciguadores (pero si linea directa con la libra, la City, con ganas de vengar el Brexit) y un montón de vecinos con recursos ilimitados por influir.

Lacenaire

Pero sí a Boko Haram y un pasado de jefes kraal, indirect rule mediante. Ah, sí, oleoductos que de vez en cuando hacen pop!. Y criajos que venden gasofa en moto en los semáforos. De vez en cuando alguno explota. Externalidades del sistema, ya tú saveh. Hay que ir.

PP2000

EE. UU. dominó las exportaciones internacionales de armas en 2017 en una medida que no se había visto anteriormente. "En 2017, EE. UU. alcanzó su mayor cuota de mercado en su historia desde el fin de la IIWW, estimada en 53%, reflejando ventas consistentes en todos los sectores. Las exportaciones rusas de defensa equivalen a una cuota de mercado estimada del 16%. Mientras se estima que la cuota de mercado del Reino Unido es del 12%, el doble que la de Francia", que es por lo que como buenos british os contamos este rollo, para mearnos en su sopa (ya que el 93% del melón uk es aeronaútici -typhoon, misiles mbda y helis-). El puto albión tocacojones no solo celebra el éxito, básicamente de BAE, sino que en el mejor estilo hipócrita de la. City lamenta que el gasto creciente en exportaciones de defensa es un síntoma de las crecientes tensiones a nivel internacional, y, a peor, "cada vez más, los compradores están superando las restricciones financieras de sus fondos propios al endeudados a largo plazo con sus bancos y otras fuentes de financiación fuera del presupuesto (osea Wall Street, La City, Honk Kong, que a su vez favorecen el tipo de venta que están más predispuestos a financiar dándole a la máquina de hacer billetes... como bien sabe Dassault en India). 


PP2000



T129, basado en su predecesor A129 Mangusta -macarroni-... el caso es que las hostias económicas que le está metiendo Trump a Erdogan -desde Enero se ha depreciado un 82% la lira turca respecto al dolar- están a punto de tener consecuencuas en Islamabad, a quien Trump también quiere mandar un memsaje*, ... en palabras de funcionarios pakis, sus actuales Cobra AH-1F carecen de la capacidad de funcionar adecuadamente en las altitudes por encima de la cordillera Hindu Kush que separa Afganistán y Pakistán, de modo, cuando todos eran amiguitos arreándole a Sirius, 2016, el minisdef paki probó a fondo este bicho en terrenos chungueras y aprobó el acuerdo de compra de 30 helos T129 ATAK (por 1500 millones de dólares, dilatadamente financiados por Ankara, pero, como su original italiano, incluyendo motores usa-uk, el LHTEC de Honeywell Roll-Rpyce, que también alimenta a los 12 helicópteros de ataque Viper AH-1Z ordenados directamente a USA, así como aviónica italiana para aburrir, ahora subsidiaria de General Dynamics, más usa.... ¡Bingo-bazinga!, como usa está a punto de echar a Turquía del programa F-35 (y a saber si le devuelve algo de la pasya ya invertida), Turquía para joder a usa debería cancelar el programa -y evitar asì renovar licencias de exportación-, jodiendo a los pakis que a su vez no saben como tener contento a Trump y a los comunistas chinorris (su mayor baluarte económico-industrial, hoy... el militar es claramente yanqui) al mismo tiempo*...

"El presidente Trump no siempre es predecible. ... Puede querer castigar a Turquía saboteando un contrato de exportación tan crítico en un momento en que la economía turca está enferma, quién sabe si de muerte. Y, al mismo tiempo, también puede querer dar un mensaje a los paquistaníes", apunta un agregado de defensa europeo en Ankara apellidado Pérez.

PP2000

Los motores del Tigre fijo que caben ahí dentro... y, bueno, la matriz de Avio será yanqui y medio británica AgustaWestland, la diseñadora de la célula, pero un macarroni (que sino pringará pasta, y en este caso hipotético ganaría el doble) siempre es un macarroni.