Βασιλεία Ῥωμαίων

Iniciado por ENNAS, Mayo 02, 2010, 07:31:54 PM

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yonnon

Y no puedes ir un pelin mas agil y meter tochos con mas frecuencia?

ENNAS

Grandes mujeres bizantinas. Hoy, la cantinera ambiciosa.
                                                 
Corrí­a hacia su final el siglo LXIV Anni Mundi, correspondiente con el siglo X Anni Domini del calendario latino, cuando un pobre tabernero de Laconia tuvo una niña a la que llamó Anastaso.

Al crecer Anastaso destacó por tener una belleza espectacular y una ambición implacable. Decidida a hacer uso de ambas para salir de su pobre condición, conoció el genio y temple de innumeros varones (más de los que la decencia considera adecuado) pero encontró premio a su esfuerzo, consiguió enamorar a Romano, principe coronado y heredero del Imperio.

Obviamente algún malaleche le fue a Romano con el chiflo de la disipada e impúdica vida de su enamorada, pero nada desvió el amor que él profesaba a su chica y tras cambiarla de nombre por el más aristocrático Teófano (los maledicentes le siguieron llamando Anastaso) casó con ella en el año 6465 AM.

Cualquier cuento terminarí­a acá, ¿verdad? Pero entonces nos perderí­amos lo mejor de la historia.

Teófano Anastaso no se conformaba con ser la esposa del heredero al trono. El basileo Constantino VII tení­a fama de intelectual, de delegar funciones en manos competentes y sobre todo de estar dominado por su mujer Helena Lekapenos. Así­ que dos años después, tras traer al mundo a su primogénito Basilio y con ello dar un heredero varón a Romano y al imperio, se cuenta, se comenta, se rumorea que Teófano tramó junto a su maridito el ascenso del emperador al Reino de los Cielos, acaecido en el año siguiente después de largos meses de atroces dolores.

Todo el mundo sospechó de envenenamiento, aunque algunos estudiosos especulan con que el basileo Constantino VII bien pudo morir de forma natural por unas fiebres. Así­ que Teófano Anastaso, embarazada ya de sus segundo hijo al que llamó como su abuelo Constantino, se vió obligada a poner orden entre todas las mujeres de la familia. A su poderosa suegra Helena acostumbrada a mandar, la confinó en palacio, privada de todo poder pero lo bastante cerca como para no poder urdir intrigas, más delicada fue con sus cuñadas a las que hizo ingresar en convento para que no tuvieran descendientes que pudieran reclamar el trono.

Ahora si, nos diremos, éste es el final feliz, la antigua cantinera convertida en esposa del Emperador y madre de sus hijos.

Pues no, no paró ahí­ la ambición de Teófano Anastaso. Tras un corto reinado de apenas tres años (6468-6472) Romano II a la edad de veintiseis años entegó su alma a Dios. Hay quien postula que sus excesos sexuales le llevaron a morir de consunción, pero los malaleche de turno le atribuyeron el 'mérito' a las habilidades farmacopeas de Teófano. Que si lo pensamos bien tení­a mas que perder si quedaba como reina regente de sus hijos los co-emperadores Basilio II y Constantino VIII y su recién nacida Ana Porfirogéneta, en una corte que la despreciaba por su humilde condición.

"Nada muestra mejor la decadencia de un imperio" -bramaba Sir Edward Gibbon- "que el hecho de que la corte se empieze a llenar de eunucos y sacerdotes." Y algo parecido le sucedió a nuestra heroí­na: el eunuco chambelán José Bringas, que habí­a ejercido elevadas funciones durante los mandatos de Constantino VII y Romano II, se creyó que con una mujer al mando manejarí­a el cotarro sin oposición.

Pero Teófano no tení­a la dejadez de sus predecesores para las cosas de la gobernación. Habí­a otro eunuco que también habí­a ejercido de chambelán, Basilio Lekapeno y era por tanto rival de Bringas. Con sus consejos y el apoyo del severo Patriarca de Constantinopla consiguió captar al victorioso general Nicéforo Focas, al que se nombró Domestikos ton Scholon del Este pasando por encima de los intereses de Bringas. Éste viéndose perder posiciones intentó captar al militar mas popular de la época, el strategos armenio Juan Tzimisces apodo que significarí­a "el de las botas rojas" (de tanto chapotear sobre la sangre de sus enemigos), ofreciéndole el cargo de Nicéforo. Pero Juan, sobrino de éste último, lo rehusó.

Bringas estaba perdido. Nicéforo entró en la capital y para formalizar la toma de poder desposó a Teófano Anastaso. Ya no hemos librado del eunuco, pero por desgracia no del sacerdote, el Papa de Constantinopla que se opuso al matrimonio. Así­ que el ya basileo Nicéforo II, entre su obediencia a la Iglesia, su vida ascética y por qué no decirlo su provecta edad -unos ochenta años- no complací­a ni mucho ni nada a su joven y bella esposa. Menos aún cuando iba acoquinando a los hijos de Teófano hablándoles de lo ladinas y fementidas que eran las mujeres.

Por lo cual ésta, compinchada con su amante el joven y atractivo Juan Tzimisces, decidió ayudar a su segundo marido a abandonar este valle de lágrimas acortando un poquito su encuentro con el Todopoderoso. Teófano se ofreció solí­cita a casarse con el bajito pero valiente y guapo rubio de ojos azules Juan Tzimisces, que poco menos que le ofreció como dote la cabeza de Nicéforo ensartada en una pica, ascendiendo al trono en 6478.

Ante la furia del Papa de Constantinopla, el ya basileo Juan I hizo honor a su mote tundiendo a búlgaros y sarracenos, pero no le quedó otra que enviar a nuestra Teófano al exilio. Nuestra chica monto el pollo en la corte, agrediendo al chambelán Basilio Lekapenos y abroncando tanto al marido como a su primogénito Basilio. Pero desde su exilio propició el ascenso de otras dos mujeres.

Una de éllas su propia hija Ana Porfirogéneta que fue entregada en matrimonio al Zar de Kiev Vladimir I, siempre a cambio de que éste -conocido en las crónicas germánicas como "fornicator maximus"- abandonara sus prácticas paganas y se bautizara en la fe de Cristo. Más espectacular aún fue que propiciara el ascenso de su tocaya Teófano Skleraina, muñendo sus esponsales con el Kaiser del Sacro Imperio Oton II.

Breve interludio para explicar que la otra Teófano causó asombro y disgusto en la corte imperial germánica con usos tan horripilantes como bañarse una vez al dí­a, o en vez de comer en la mesa como Dios manda -es decir, con las manos- usar una horquilla de oro para llevarse la comida a la boca. Entre eso y que para dar un toque hogareño al palacio se hizo traer artistas bizantinos, no comprendo como aquellos mastuerzos la consintieron gobernar el Sacro Imperio a la muerte de su marido. Si, niños, si; otra Teófano consiguió ser emperatriz aunque fuera de los bárbaros, entre el año 983 hasta su propia muerte en el 991.

Mientras en Bizancio el primogénito de Teófano habí­a ascendido al trono con el nómbre de Basilio II y el mote de Bulgaroctonos en 6485 y mantuvo un próspero y victorioso mandato hasta el 6534. Baste decir que mientras en la otra punta del Mediterráneo los españoles creí­amos llegado el fin del mundo con el milenio y el Anticristo en la persona de Almanzor, en la orilla oriental eran los musulmanes los que temblaban temiendo perder Tierra Santa en manos de los bizantinos. y es que entre Nicéforo II, Juan I y Basilio II nunca pararon de retroceder.

Curiosamente a este Basilio II también se le pinta de forma parecida a su predecesor como bajito de ojos azules. tras dejar durante su juventud el mando en manos del eunuco Basilio Lekapenos y dedicarse a la dolce vita, las continuas rebeliones y el recuerdo de su madre le hicieron destituir al eunuco y tomar el mando por si mismo. Militar competente y administrador brillante, dejó un Imperio Romano saneado y poderoso. Un único pero, quizá de nuevo por el recuerdo de su madre, no quiso tomar esposa y murió sin descendencia. Le sucedió su hermano Constatino VIII, que pese a ser el favorito de Teófano Anastaso, demostró ser un gobernador incompetente y débil.

Y aquí­ termina la historia de esta gran mujer ya que no se sabe muy bien ni cuándo ni en qué circustancias falleció.

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Cambio de tercio para fusilar una historia extraida de otra pagina, acaecida a la muerte de los dos hijos de Teófano Anastaso.

Jorge Maniaces, capitán de la guardia.

A notar también, cuando lo leáis, la presencia del rey noruego Harald III el Despiadado como capitán de la Guardia Varega -un cuerpo de élite mercenario al servicio del basileo, reclutado entre los escandinavos que habitaban en las actuales Rusia y Ucrania-. Varegos era el modo en que los romanos llamaban a nuestros conocidos vikingos (o normandos).

De hecho, éste Harald Hardrada, tramó en confabulación con el normando Guillermo el Bastardo, la conquista de Inglaterra. Montaron una invasión envolvente en pinza contra la alianza de los siete reinos sajones, acaudilladas por Harold II. Mal le fue, pues las tropas sajonas le infligieron una derrota y le causaron la muerte en la Batalla de Stamford Bridge. Pero ganó tiempo para el desembarco normando. En una carrera imposible, el ejército sajón de Harold II intentó rechazar la nueva invasión, apenas dos dí­as después, en la Batalla de Hastings, de desastrosos resultados para los sajones y muy satisfactorios para los normandos. De hecho desde aquel entonces se conoce a El Bastardo con el nombre de Guillermo el Conquistador.

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Si en otro capí­tulo habí­a hablado del primer e infructuoso intento de secularización de las propiedades de la Iglesia durante la querella iconoclasta, hoy os hablaré de la primera enciclopedia, que tampoco surgió en el Siglo de las Luces, sino ochocientos años antes, en el Imperio Romano de Oriente.

La Σοῦδα, que así­ se llama, consta de unas 30.000 entradas ordenadas fonéticamente. Se considera que fue realizada en el siglo X era latina (LXIV según el calendario bizantino, como ya expliqué cuando os hablé de Teófano Anastaso) en un pueblo del mismo nombre.

Si bien parecen discutibles sus etimologí­as, su principal valor es el de ser fuente de la historia. Cita como referencias libros y autores que estarí­an perdidos para la posteridad de no ser por élla. De hecho muchos ilustres de la Antigí¼edad no tendrí­an el catálogo de obras (desconocidas) que tienen hoy de no ser por esta magna obra que por desgracia, élla misma está incompleta en las diferentes versiones que han sobrevivido al paso del tiempo y la barbarie humana.

Para quien guste de la historia, no como yo en plan aficionado, sino en plan investigación pura y dura, con toda la aridez que ésto implica, hay una versión comentada en inglés on-line:

http://www.stoa.org/sol/

Y todo lo antedicho es el apetitoso entrante para el plato fuerte de hoy, la segunda entrega de grandes mujeres bizantinas: Anna Comneno Porfirogéneta, la primera historiadora.


Primogénita del Basileus Alejo I y en su condición de mujer fustrada aspirante al trono imperial, fué exquisitamente educada en todas las materias que los romanos consideraban dignas de un noble: historia, matemática, gramática, astronomí­a, teologí­a, fí­sica (entiéndase medicina) y filosofí­a; por su cuenta y a escondidas, élla se procuró instruirse sobre la siempre indecente poesí­a clásica pagana. Amplios y densos conocimientos, tanto más sorprendentes, cuanto que no los recibió un varón.

Tuvo la suerte y la desgracia de ser prometida a un cortesano, Nicéforo Briennios, tan pusilánime como erudito. La falta de redaños de su apocado maridito la llevó al destierro, pero su influencia como historiador la condujo, en el monasterio en que fue confinada, a escribir su magna obra "La Alexiada".

Ana Comneno en "La Alexiada" no sólo nos proporciona una información vital sobre los tiempos de la Primera Cruzada. Su obra no es una mera recopilación de datos expuestos linealmente, como era uso entre los plúmbeos centones tardorromanos y mediavales. Élla buscaba más las causas que provocaban los hechos y no sólo las oficialmente expuestas en pomposas declaraciones de los próceres, sino también en las pequeñas inquinas, rivalidades e intrigas de éstos no-tan-grandes hombres.

Mujer, al fin y al cabo, me diréis; pues nos relata cotilleos de la corte. Erráis de medio a medio. Entronca con el clasicismo de un Tucí­dides narrando la guerra del Peloponeso. Mostando las causas reales de los conflictos humanos, no las de las impostadas y embellecidas arengas; narrando con soltura y entusiasmo las batallas en las que no estuvo... Intentando ser imparcial ante sus sentimientos de humana, demasiado humana, al describir a un secundario de los mastuerzos cruzados normandos, Bohemundo de Tarento, por verdadero nombre Marcos Guiscard, motejado como un gigante de las fábulas por su descomunal tamaño (y atractivo aspecto):

"Bohemundo, era, francamente, un ser como no se ha visto anteriormente ninguno, tanto en nuestra tierra como tampoco en la de los Bárbaros, ya que era una maravilla el mirarlo y a la vez le precedí­a una reputación terrorí­fica. Permitid que describa pormenorizadamente el aspecto de este bárbaro. Era tan alto que superaba al más alto por cerca de un cúbito, estrecho de cintura y caderas, los hombros anchos, pecho profundo y poderosos brazos. Su cuerpo en general no podrí­a ser descrito como demasiado delgado ni como gordo, al contrario estaba perfectamente proporcionado, construido según los cánones de Policleto… Su piel era blanca inmaculada, y en su cara habí­a pequeños tintes rojos. Su pelo, rubio, no caí­a hasta la cintura como en el caso de la mayor parte de los bárbaros; se notaba que tení­a gran cuidado con su pelo, ya que lo llevaba cortado hasta las orejas. No se podí­a saber el color de su barba, ya que la llevaba perfectamente afeitada, dejando su piel tan suave como la tiza… Sus ojos azules eran indicadores de su alto espí­ritu y dignidad; su nariz respiraba con tranquilidad, en perfecta correspondencia con la respiración de su pecho. Su respiración era fiel indicadora del alto espí­ritu que bullí­a en su corazón. Este hombre emanaba un cierto encanto, encanto que quedaba, en parte empañado por cierto aire horrible… Estaba hecho de tal forma en mente y cuerpo que tanto el coraje como la pasión lo embargaban de tal modo que lo abocaban a la guerra. Su ingenio le ayudaba a salir airoso en casi todas las emergencias. Al conversar con él demostraba estar bien informado, con respuestas irrefutables..."

Todo un tiarrón, este Bohemundo, ¿verdad?

Anna creó escuela no sólo con su opera omnia, sino también con sus tertulias conventuales; dí­cese que otros célebres historiadores romanos que la sucedieron, bebieron de sus métodos y los aplicaron, siendo uno de sus discí­pulos Nicetas Choniates, narrador de la caida de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada y del que tendré que hablar en una próxima entrega.

Os dejo con una versión on-line, de nuevo en inglés, de "La Alexiada":

http://www.fordham.edu/halsall/basis/AnnaComnena-Alexiad.html

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Se atribuye al sabio custodio del Museo (por las Musas) de Alejandrí­a, Ctesibio, contemporáneo de Arquí­medes, la invención de varios aparatos hidraúlicos, entre éllos el Hí½draulis, un órgano acuático de gran éxito entre los romanos, cuyo sonido aproximado podéis oí­r en esta representación.

http://www.archaeologychannel.org/content/video/hydraulis_56kW.html

Cuelgo fotos del posible instrumento también extraidas de The Archaeology Channel:





Con ello os indico uno de los instrumentos básicos de la antigua música del Imperio Romano de Oriente, el más espectacular y a dí­a de hoy prácticamente desaparecido. Otros instrumentos que se utilizaron, dentro de un registro musical evidentemente sacro (de la música popular nada nos ha llegado), fueron la también arcaica lira, que puede pulsarse a mano o con arco, y que es antecesora, cajas de resonancia posteriores, de casi todos los instrumentos de cuerda y un instrumento que mi inexistente conocimiento del griego no permite identificar.

Todos estos adenda, diferenciaban el canto sacro bizantino del gregoriano occidental, no solo era una salmodia a capella, sino que se permití­an incluir instrumentación.





Con todas mis limitaciones y tal, he conseguido averiguar que fueron mis romanos de oriente quienes inventaron el actual órgano no solo para la música religiosa sino también para la profana, y que tras la cuarta Cruzada éste se difundió por la cristiandad latina. No sólo como esos mamotretos que vemos en las catredrales, sino incluso en pequeños instrumentos de uso personal, como muestran los iluminadores de las Cantigas de Santa Marí­a, escritas en galaico-portugués por el monarca Alfonso X el Sabio:



El patriarcado de Constantinopla, si bien despojado y perseguido por los turcos, trata de mantener una página dedicada a la música sacra: http://www.ec-patr.net/en/.

Aunque con todos mis respetos a la labor de Su Santidad, donde mejor apreciaréis la música sacra de la época es en estas dos páginas:

http://www.byzantine-musics.com/WelcomePage.htm
http://www.stanthonysmonastery.org/music/IndexB.html

En ésta última además, a nada que investiguéis, veréis la antigua notación musical por neumas, parecida al alfabeto árabe y muy distinta de nuestra actual escirtura con pentagramas y demás, voy a intentar colgaros la misma pieza:


ENNAS

Εν αρχή ην ο ΛόγοÏ,, και ο ΛόγοÏ, ην προÏ, Ï,,ον Θεόν, και ΘεόÏ, ην ο ΛόγοÏ,.

Este sencillo pasaje inicial del Evangelio según San Juan ha traido no pocas polémicas entre teólogos. Pero para quienes gusten de la Historia, muestra la imposibilidad de matener una cultura cerrada al mundo que te rodea. En efecto, ya en la Judea romana las ideas helení­sticas tení­an tal auge que "contaminaban" incluso a una oscura secta nacionalista judaica, al punto que mencionan el término filosófico "Logos", que la cristiandad occidental ha traducido masculinamente como el Verbo y que serí­a más lógico transliterar en femenino, la Palabra o la Razón.

Pero es que claro, se supone que contra toda lógica, "Logos", decimos los occidentales, hace referencia a Jesucristo. ¿En el principio era Jesucristo y Jesucristo era con Dios y Dios era Jesucristo? Absurdo, ¿no?

No tienen dicho problema los ortodoxos, que por ser el griego su lengua original, equiparan por género "logos" con "sophia". Y así­, en honor de la Segunda Persona (¿?) de la Trinidad, decidió la dinastí­a constatineana erigir en su flamante capital un templo, el mayor que pudiera verse en el decadente Imperio Romano, en honor de la Sagrada Sabidurí­a: Hagia Sophia.

Era la recién fundada urbe de Constantinopla una amalgama de todos los tesoros que el Imperio pudo saquear impune de la antigua Grecia y aledaños más que un ejercicio de nueva creación artí­stica. Con todo habí­a un cierto gusto. Hagia Sophia, inaugurada bajo el reinado de Constancio II, con ser grande, no dejaba de ser una basí­lica romana dedicada al dios cristiano. Pero, construida en una zona con fuerte actividad sí­smica y tumultos populares a la orden del dí­a, sucumbió apenas medio siglo después.

Teodosio II, uno de los primeros basileos del Imperio Romano de Oriente decidió reconstruirla, no queda claro su estilo, pero si que no sobrevivió a la revuelta Nika en tiempos de Justiniano I, 117 años después. De inmediato Justiniano ordenó su tercera erección y para éllo convocó a dos sabios sin experiencia previa en la construcción. Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles. No reparó en gastos, si las anteriores basí­licas ya estaban entre las mayores del ecumene grecorromano, la tercera y nueva Hagia Sofí­a serí­a el mayor templo jamás erigido por la cristiandad hasta bien entrado el siglo XVI, cuando se culminó la construcción de la Catedral de Sevilla.



A cambio, ¡ay!, a cambio una de las siete maravillas de la Antigí¼edad, el Templo de Artemisa1 en Éfeso, atribuí­do por la leyenda a las amazonas, fue desmantelado y sus columnas trasladadas una a una para formar la base de esta nueva maravilla mundial.

Justiniano escogió dos "cientí­ficos" de la época y sólo les pidió una cosa, que no se empleara madera como en el anterior templo, que fuera sólido y no presa fácil de incendios y terremotos. E Isidoro y Antemio cumplieron.

Si no fuera imposible de demostrar, dirí­a que Antemio era un matemático que seguí­a las enseñanzas de la última filósofa pagana Hypatia de Alejandrí­a. Constan tratados suyos sobre elipses, secciones cónicas y espejos, admiradí­simos entre los primeros musulmanes, cuando aún se creí­an herederos del saber antiguo y no los celosos guardianes de la palabra de un follacabras con turbante. ¿Fue él el que solventó el problema de la cúpula? Difí­cil decirlo pues falleció durante el primer año de su construcción.

Isidoro, también más geómetra y matemático que ingeniero culminó la obra arquitectónica, no así­ la profusa decoración. No obstante, la cúpula que tanto maravilla fue obra de su sobrino Isidoro de Mileto el Joven, que hubo de reconstruirla apenas veinte años después tras sendos terremotos.

Un nuevo terremoto cuatrocientos cuarenta años después, llevó a la definitiva reconstrucción en tiempos de Basilio II Bulgaroctonos por parte del arquitecto armenio Trdat. National Geographic tiene este docu-ficción sobre los problemas técnicos que conllevó la construcción de la cúpula:

http://natgeotv.com/ca/ancient-megastructures/videos/hagia-sofia-dome-secrets

Más allá de la magna obra arquitectónica, Hagia Sofí­a destacaba por su exquisita artesaní­a ornamental, por desgracia la cristiandad latina en la Cuarta Cruzada saqueó todo lo que pudo. Y lo que no fue arrasado -no por afán de rapiña, sino por el mucho más vituperable fanatismo religioso- por los otomanos al convertirla en mezquita y contruir los cuatro minaretes que a dí­a de hoy, ya desacralizada y convertida en museo, la circundan.



Una pequeña lápida a la memoria del dux veneciano Enrique Dándolo un octogenario cegado por los bizantinos que se tomó cumplida revancha arrasando Constantinopla, es vilipendiada por todos los griegos, tanto o más casi que el mausoleo exterior de Mehmed II, que ordenó encalar todas las pinturas murales de la catedral tras la caida de Constantinopla.

Poco queda de la magnificencia de Hagia Sofí­a en sus tiempos de esplendor, salvo la arquitectura. Y es dolor contemplar como los intentos de reconstrucción topan con la dificultad "ética" de que sacar a la luz los viejos frescos romanos conllevarí­an la destrucción de la bella caligrafí­a arábiga con la que fueron recubiertos. Este es un plano cenital del interior, útil tanto arquitectónicamente, como para saber donde se hallan las pinturas expuestas:



Actualmente el interior del edificio se halla en reconstrucción, como la Catedral de Sevilla; estas moles magní­ficas pensadas para ser eternas, en su afán por ofrecer espacios diáfanos y luminosos, hacen resentirse a sus columnas.

Pese a la sensación de vací­o, pérdida y falta, el interior es magní­fico:





Y la actual república laica de Turquí­a, en su afán por fomentar el turismo, nos ofrece una visita virtual:

http://www.360tr.com/34_istanbul/ayasofya/english/



1.- Diana la cazadora, melliza de Apolo-Febo y en tanto que arquera, patrona de las mujeres-guerrero.

Yehuda

Εν αρχή ην ο ΛόγοÏ,, και ο ΛόγοÏ, ην προÏ, Ï,,ον Θεόν, και ΘεόÏ, ην ο ΛόγοÏ,.

"(...) ya en la Judea romana las ideas helení­sticas tení­an tal auge que "contaminaban" incluso a una oscura secta nacionalista judaica (...)"

?!

El texto citado procede del "Testimonio de Juan (el Bautista)" que se suele llamar "Evangelio de Juan" y que recoge la tradición de "los siete": un grupo que surge de entre judí­os de lengua helena de Galilea y Samaria principalmente

En Galilea unos pocos hablaban griego, otros muchos arameo y otros pocos hebreo

"Al dí­a siguiente salimos; llegamos a Cesarea (Marí­tima), y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, nos quedamos con él" (Hechos 21, 8]

Yehuda

"Nos quedamos con él" escribe Lucas el joven, pues "tení­a cuatro hijas ví­rgenes" (Hechos 21, 9)

Agarkala

Cita de: Yehuda en Agosto 08, 2011, 05:14:01 PM
"Nos quedamos con él" escribe Lucas el joven, pues "tení­a cuatro hijas ví­rgenes" (Hechos 21, 9)

Eh, eh, pero profetizaban, cuidado.

Casio

#24
Yo dirí­a que Dios es el Verbo, y no Jesucristo, que es el Verbo encarnado, hecho carne que dice la liturgia. Yehuda me sabrá corregir si me equivoco, me da a mí­ que la identificación de YHW con La palabra es anterior a la ocupación helení­stica, y poco tiene que ver con La Razón. La Razón es de otro negociado más al oeste. Por otro lado lo que yo ví­ que iba saliando a la luz, impresionantemente en Santa Sofí­a eran mosaicos y no frescos,  bizantinos,  que reforzaban el efecto de luz dorada ya presente por el propio color de la mamposteria rojiza. En todo caso, el edificio es una maravilla absoluta.

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Mosaicos, mosaicos son, mil perdones.

Pasemos ahora a un aspecto banal, alejado de la alta cultura, pero no menos influyente en nuestra sociedad: La comida ¿qué nos dejaron los Romanos de Oriente?

Herederos como fueron de la Grecia Clásica y el Imperio Romano, fácil serí­a hablar de la célebre triada mediterránea: olivo, trigo y vid. Si no fuera, si no fuera, porque el aceite sólo lo utilizamos en España e Italia, ya en Francia prefieren cocinar con manteca y ya en la Edad Media, los "latinos" de Occidente rechazaban la comida imperial porque, literalmente, la ahogaban en aceite de oliva.

Otro punto era el progresivo devaluamiento de las costumbres de la Roma Imperial. El garum, una salsa de pescado macerado que los romanos usaban de condimento para todo, al punto que lo llamaban "leche artificial" por su alto contenido nutricional, fue perdiendo peso especí­fico hasta desaparecer de la cocina mediterránea. Como desapareció la posca, un refresco de agua con un chorrito de vinagre, que en tiempos fue la Coca-Cola de la época, pero que por su triste papel en la crucifixión de Cristo también quedó arrinconada en el olvido.

En cambio la torta de pán ázimo de la Grecia clásica plakuntos, cubierta de vegetales y carne picada, llegarí­a a nuestros dí­as en sus antiguas posesiones en el sur de Italia, cuando allá por el Siglo de las Luces en Nápoles se les ocurrió añadirle tomate y renombrarle como "pizza".

Los bizantinos regresaron a la Roma clásica y republicana cuando redujeron las comidas a tres, cosa que ha dí­a de hoy atribuí­mos a los ingleses: el progeuma consistente en gachas (copos) de cereales, un almuerzo ligero llamado geuma (sólo para los pudientes, los pobres se lo saltaban) y la comida fuerte del dí­a, tras la jornada de trabajo y la única que se comí­a caliente, la cena o deipnon.

Así­ mismo, introdujeron los romanos de oriente costumbres tales como comer sentando y con cuchara y tenedor, éste último, invento suyo.

Más cosas, más nos dieron los bizantinos. Bien de invención propia, como el uso del azúcar, el huevo hilado o los hojaldres; bien por contacto con extranjeros. Así­ incorporaron la leche fermentada de los jinetes de las estepas, el yogur, si bien éllos lo empleaban como salsa y no como postre. A través de los persas y procedentes de China nos dieron a conocer el helado de leche y las pastas (macarrones, tallarines, etc...), glorias ambas de la cocina italiana que tanto debe al Imperio Romano de Oriente.

Otro aspecto destacado era su amor por las ensaladas; cosa rara entre los pudientes devoradores de carne, Bizancio se destacó por el uso de la lechuga y por adornarla con todo tipo de condimentos.

¿Sabí­ais que los bizantinos introdujeron el arroz -cereal asiático- en España?

Ictiófagos convencidos, adoraban comer huevas de peces, posiblemente así­ descubrieron al mundo el caviar de los esturiones del Caspio. Sus sopas de marisco eran similares a la boullabesa marsellesa o a la calderada española.

No sólo preferí­an la carne joven y jugosa (cordero, ternero, cabritillo) al contrario que las gentes del desierto, además las sazonaban y aliñaban con salsas chocantes para el paladar en plan Adrián Ferrá. Dí­cese, pero ya es mucho decir que esta afición a asombrar el paladar con sabores la exportaron a la cocina china.

Lógicamente algunas recetas de aquellos tiempos han llegado a nuestros dí­as, más alla de la pizza, el hojaldre o los helados. La Moussaka, una especie de lasaña que en vez de pasta emplea filetes de berenjena. El Gyros, que vosostros reconoceréis como Dí¶ner Kebap...

De otras solo quedan recuerdos en las crónicas, por lo difí­ciles y elaboradas. Ensaladas y sopas de entrante, platos de carne o pescado condimentados (aunque fuera para disimular en aquellos tiempos que no habí­a frigorí­fico que los productos estaba un poco pasados), lujos de postre (siempre para los adinerados).

Me gustarí­a poneros recetas, pero paso de aburriros más. Tres páginas con algo más de información al respecto:

http://www.bizanciomaravillosa.com/index.php?option=com_content&view=article&id=70:una-breve-incursion-por-la-cocina-de-bizancio&catid=53:articulo-sabores&Itemid=73

http://sca.historiaviva.org/tiki-index.php?page=CocinaBizantina

http://books.google.es/books?id=7StHfcrJBTcC&pg=PA178&lpg=PA178&dq=Calendarios+de+R%C3%A9gimen+bizantinos&source=bl&ots=pwZdCmKS1J&sig=dgnzsxtYKPeo6MphMUt5-nheTXY&hl=es&ei=udB1TtH1LIe68gP3p5HnDQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5&ved=0CEMQ6AEwBA#v=onepage&q=Calendarios%20de%20R%C3%A9gimen%20bizantinos&f=false

Jaume de Ponts i Mateu

#26
-"Ha estudiat el mateix que l'Armand..."

Me dice, además, la madre de mi queridísimo, amadísimo, añoradísimo fillol -estimulando aún MÁS si cabe mi interés- que el zagal leioar {él, en su momento, me ha insistido en que leioaztar; así  que.., Roma locuta causa finita} tiene mejor acento euskaldun que la, digamos.., socia suya a quien toda la tropa acata sin matiz respecto del thema del vero acento y el vero vocabulario euskaldun malgré el zagal ostente, tras su contundente Asier y antes de uno de esos apellidos euskaldunes pata negra, un apellido clara y hasta ostensiblemente albanés. Fijo: para nada, de entrada, imaginable en Leioa {"desde sus orígenes [existen varias teorías sobre el origen del nombre del municipio, como la del maestro don Juan-Ramón de Iturriza y Garate-Zabala, que lo atribuye al vocablo leiho-ona, que significa «buen mirador»; o, la de don Antonio Mª de Trueba y de la Quintana, "Antón el de los Cantares", que lo atribuye al vocablo elexa-ona, que significaría «buena iglesia»; don Joakin Mª Gorrotxategi Txurruka y otros autores consideran que la etimología derivada de composiciones como leiho-ona carece de base documental y otorgan mayor crédito a don Julio Caro Baroja, según el cual Leioa se compone de un nombre de persona con el sufijo «-ana» igual que en el caso de Lemoa y Sopela {en la denominación euskérica se pierde la ene nasal intervocálica, fenómeno que se denomina lenis}; esta forma de denominar fundus o propiedades fué muy característico durante la época tardo-romana y la Alta Edad Media] ha sido un municipio de caseríos dispersos dedicados a la ganadería y el cultivo de la tierra; con la llegada de la industrialización a finales del siglo XIX, comienza una NUEVA era: se crean nuevos espacios para la edificación de viviendas, la industria, el ocio; pero, el GRAN cambio de Leioa se produce en los años '60 con la implantación de importantes empresas que elevan el nivel de vida de una población CRECIENTE; el crecimiento demográfico y consecuente desarrollo urbanístico continúa hasta nuestros días..." {Wikipedia, dixit}. Mais.., ¡ya ven lo que son las cosas de la vida..!; ¡hay hasta una muy activa y vigorosa asociación (ergo: la Euskal Herriko Albaniar Etxea/Vatra Shqiptare Në Tokën Baske)!

"Los FINES de esta asociación son: contribuir al fortalecimiento de las colectividades albanesas y centros albaneses, favoreciendo su cohesión interna y la eficacia de sus acciones asociativas; conservar y potenciar los vínculos de las colectividades albanesas y centros albaneses con Euskal Herria; también proyectar el reconocimiento de la REALIDAD albanesa en Euskal Herria, promoviendo actividades de divulgación, impulso y desarrollo de la cultura y de la economía albanesa; favorecer las relaciones, especialmente sociales, culturales y económicas, entre la Republika e Shqipërisë y Euskal Herria, con sus instituciones y con sus distintos agentes sociales; posibilitar, en el marco del ordenamiento jurídico y de las disponibilidades presupuestarias, la ayuda, asesoramiento, asistencia y protección a los albaneses residentes o migrantes en el territorio de Euskal Herria; facilitar el establecimiento de canales de comunicación entre los albaneses residentes en Euskal Herria. Para la consecución de dichos FINES se llevarán a cabo, previo el cumplimiento de los requisitos legales establecidos, las siguientes ACTIVIDADES: generación de material tanto físico como online para la promoción y difusión de la Republika e Shqipërisë, su cultura y su patrimonio turístico; asesoría jurídica; asistencia básica de emergencia; facilitar servicios de traducción e interpretación; organización de actos y eventos para la promoción y difusión de la Republika e Shqipërisë, su cultura y su patrimonio turístico; organización de actos y eventos para el hermanamiento entre el pueblo euskaldun y el pueblo albanés; realización de análisis, estudios y asesoramientos a instituciones o empresas locales en el ámbito de las relaciones sociales, culturales y económicas con la sociedad civil y/o las instituciones culturales/gubernamentales albanesas..." {albaniaretxea.wordpress.com, 01/01/20016}

¡El zagal tiene, ciertamente, una histoire FASCINANTE! Un apunte no más, vraiment: su abuelo paterno llegó a finales de los '50, musulmán joven huyendo ¡como podía y como CUALQUIERA que pudiese! del salvaje e inhumano aquelarre comunista, y se instaló con un pariente (eran, por entonces, la ÚNICA familia albanesa en el municipio), empezó (¡entonces era super-fácil acá aun sin ni zorra de castellano y viniendo de NO haber visto una fábrica en su vida, sí!; siempre y cuando, ¡por supuesto!, se demostrase día tras día que, efectivamente, se era un currante que se vestía por los pies NO sólo de boquilla) a currar, se casó rápido con una hija del pariente, siguió currando como un chino, tuvo que esperar a cuando ya tenía que mantener -con su mujer; ¡que ella también curraba como una china..!, ¿eh?- dos bocas más para tener para irse por fin de casa del suegro pero finalmente lo logró, él siguió extendiendo la alfombrilla en casa -tardó en haber mezquita- pero se acostumbró a no poder hacerlo cinco veces al día y a que su hijo primogénito {que, eso sí.., NUNCA le repudió ante sus amigos, TODOS euskaldunes, de la escuela católica -la MEJOR al alcance- que TANTO costaba pagar} sólo cumpliera con el Ramadán, a que se dejase el pelo largo, a que se hiciese abertzale hasta enragé y a que se liase sin casarse comme il faut (¡de alguna manera!, ¡bajo alguna religión, la que fuera -a estas alturas, sí, ya era MUY tolerante-!, ¡siquiera en algún juzgado!) con una chica (que, eso sí, es ahora su nuera preferida) ¡que proclamaba con orgullo a voz en grito en la plaza y en horas de mercao que NO llevaba ni bragas ni sostenes! También contempló, ya cada vez más situao y respetao, la llegada de más albaneses/as. Primero, parientes y amigos..; después, ya sólo albaneses/as.

El zagal, darlings, NO es hijo del primogénito de su abuelo paterno; y, aunque su padre fué a la misma escuela que su hermano mayor, más que abertzale, salió jipi ¡y luego hasta, digamos.., pre-punk dentro de un orden! Pero, se encoñó de una MÚ tranqui que, por así decirlo.., le metío en vera vereda. ¿Saben?; la madre del zagal, cuando éste nació en la segunda mitad de los '90, como era su primer alumbramiento, le puso el nombre que lleva porque, en euskera, inicio o principio es hasiera; y ella, como así cumplió, tenía super-claro que NO quería sólo uno/a. Estudió el zagal donde estudió su padre y, luego, hizo, sí, la misma carrera que mi Armand; pero, si a éste le ha dado por la escrime, al zagal le ha dado (¡su abuelo materno aún, cuando va a su amado frontón, juega y gana!) por la pilota. ¡Como está el percal..!, ¡vamos..!, tiene suerte: trabaja -¡y gana, con menos de 25 años, más de 1.500 euros al mes!- en el despacho de la empresa de unos tíos maternos (concretamente, unos sobrinos carnales de su abuela materna) que, no se puede tener todo.., NADA tiene que ver con su carrera. NO le echa mala sangre, por eso... Se sabe un PRIVILEGIADO de cojones. Está roneando y tal y tal con una de las chicas de la tropa que, ¡vamos..!, lo primero que dice ¡es que su chico es albanés! Él ¡lo sabe! Pero.., ¡pasa de TÓ! No vayamos con estúpidos y ridículos remilgos: la chica está, lo que un servidor les diga.., ¡super-cañón!

Tiene conversación. Amena conversación. En un momento dado le he preguntado si su familia albanesa (las familias de sus abuelos paternos, concretamente) eran (o, son) monárquicos...

¡Me ha mirado..! ¡No vean ustedes cómo me ha mirado..! Pero, SIN duda está MUY bien educado y, conteniéndose, sin mirarme ya a los ojos...

-"Bueno, señor... Es que la familia de los padres de mi padre eran (y son) MUY pobres. Aún ahora, señor, TODOS los que pueden se vienen para aquí. ¡Están mejor aquí en la calle que no allí! Es que no sé qué decirle, señor..."

Mon Dieu!; a estas alturas, damas y caballeros, estaba ¡TAN avergonzado, TANTO! que ¡no pueden ustedes imaginar cuanto he bendecido a las abuelas albanesa y euskaldun que, SIN duda, TAN bien habían formado y educado al zagal leioatzar que, con TANTA caridad, me permitía cambiar TOTALMENTE de asunto sin más!

¡Ah!; me ha confesao muy quedó que él pilotari, sí, ¡pero hincha del -así, simpático, lo pronuncia él...- «Barsa»!

Ahí..; ¡oh!; ahí ya ¡me ha ganao del !, ¡las cosas como son, vraiment!

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, my dears.

Jaume de Ponts i Mateu

mmm

Cita de: ENNAS en Septiembre 05, 2010, 09:57:15 PMΚωνσÏ,,ανÏ,,ίνοÏ, ΕÎ,,...
El mote (que, ¡por supuesto!, NO alias) con el que, SIN excepción, las crónicas lo citan {ergo, ΚοπρώνÏ...μοÏ,} se lo ganó cuando, mientras solemnemente san Î"ερμανόÏ, Î'Î,,, creador del ἈκάθισÏ,,οÏ, ᾽ΥμνόÏ, y Î'Ï...Ï,,ού ΘειοÏ,,άÏ,,η ΠαναγιόÏ,,ηÏ,, ο Î'ρχιεπίσκοποÏ, ΚωνσÏ,,ανÏ,,ινοÏ...πόλεωÏ,, ΝέαÏ, ΡώμηÏ, και ΟικοÏ...μενικόÏ, ΠαÏ,,ριάρχηÏ, (iconódulo, ¡naturalmente!), lo bautizaba sobre la sacrosanta augusta pila bautismal de la ΝαόÏ, Ï,,ηÏ, ΎπαÏ,,ηÏ, ΣοφίαÏ, Ï,,οÏ... ΈνσαρκοÏ... ΛόγοÏ... Ï,,οῦ Θεοῦ ante toda la corte constantinopolitana, se, literalmente, CAGÓ y se MEÓ en la sagrada agua bendita.

Sí­: sus atléticos y MUY dotados, digamos.., favoritos (NUNCA ocultó a NADIE sus gusticos sexuales; todo lo contrario, en realidad) se encargaron, hasta que murió, de mandar CORTAR las manos, la lengua, la nariz y las orejas a CUALQUIERA que lo escribiese en una crónica o siquiera se sospechase lo recordase en silencio.

Mais..; ya sabe..; JAMíS el aceite es sepultado por el agua, así­ sea ésta la de de todos los océanos.

Ras i curt: su augusta nuera {ergo; Ειρήνη ΣαρανÏ,,απήχαινα, η Î'θηναία} trajo de la capital helénica las crónicas de quienes tuvieron la precaución de alejarse de la Nueva Roma a tiempo y fué lo PRIMERO que, no más tener en su augusta mano TODOS los botoncicos, ordenó leyese desde el púlpito de la ΝαόÏ, Ï,,ηÏ, ΎπαÏ,,ηÏ, ΣοφίαÏ, Ï,,οÏ... ΈνσαρκοÏ... ΛόγοÏ... Ï,,οῦ Θεοῦ el patriarca iconódulo (ergo, ΤαράσιοÏ,) que substituyó en 784 al patriarca iconódulo in pectore ΠαύλοÏ, Î"Î,,.

Eso es: en realidad SÓLO hubo un patriarca iconoclasta {ergo, el eunuco ΝικήÏ,,αÏ, Î'Î,, -del 16 de noviembre de 766 al 6 de febrero de 780-}.

El sucesor de san Î"ερμανόÏ, Î'Î,, {ergo, Î'νασÏ,,άσιοÏ, -imperó del 22 de enero de 730 a su muerte el siete de enero de 754-} y ΚωνσÏ,,ανÏ,,ίνοÏ, Î'Î,, -imperó del ocho de agosto de 754 a su anticanónica deposición el 30 de agosto de 766 (fué martirizado en octubre de 767)- también eran iconódulos.

EXACTO: se le ha olvidado a usted señalar que, entonces, herejes, ¡vamos!, cuatro gatos cortesanos, los altos eunucos palaciegos y, eso sí­.., los generales del ejército mediante los cuales los Î'ασιλεῖÏ, herejes mantení­an su hereje DICTADURA militar y que TODA la Ῥωμανία restante era iconódula hasta la médula.

Y, ¡sin señalar tal..!

Comprenda que...

No, no, no..; yo, ¡lí­breme de ello Dios Nuestro Señor, el MíS Clemente y el MíS Misericordioso!, no diré que una cosa es siquiera divulgación historique elemental y otra, en fin.., ¡aprovechar lo que sea para tirar de cutre pancarta antireligiosa!

Yo, repito, NO voy a decirlo.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición.

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Lleida (Segrií )
-Catalunya/UE-
03/10/2012, 17'37 hs. p.m.
¡Oh, la HISTORIA!
http://www.my-forum.org/foros.php?id=30282
"...porque, lo que se puede medir y contar NO es opinable" (sentencian, como saben, DEFINITIVAMENTE los classiques...)

Zimm...

I found it in the street/ At first I did not see/ Lying at my feet/ A trampled rose

Jaume de Ponts i Mateu

Cita de: Zimm... en Octubre 03, 2012, 10:12:23 PMtiene sentido...
Y documentación hasta para decirle, si fuese preciso, las medidas de los favoritos del imperial hereje al caso y cuánto y a quién salpicó su cagada y su meada sacrí­legas (que, on dit.., TANTO alegró a su hereje augusto padre presente).

No como otros que hablan porque tienen boca, teclean porque tiene dedito y cuentan lo que les pone decir (quizá porque son ateos militantes, digamos.., en permanente campaña) y no lo que dicen las crónicas...

Siempre, en cualquier caso, a su disposición.

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Lleida (Segrií )
-Catalunya/UE-
03/10/2012, 23'47 hs. p.m.
¡Oh, la HISTORIA!
http://www.my-forum.org/foros.php?id=30282
"...porque, lo que se puede medir y contar NO es opinable" (sentencian, como saben, DEFINITIVAMENTE los classiques...)

sólo se hace a autorizado

Hechos 21, 9

"Nos quedamos con él" escribe Lucas el joven, pues "tení­a cuatro hijas ví­rgenes" (Hechos 21, 9) <- Yehuda (descontextualizando como sólo el sabe)

Joder, uno lee el párrafo y se pregunta:
vamos a ver,
Siglo I DC:
si están en casa del padre o son ví­rgenes o viudas
si proferizan son virgenes, pues la suciedad del coito destruye las virtudes del alma y tal (paso de buscar en el viejo testamento, pero hay unas cuantas profetas y, quiero recordar -porque me sale de los huevos- que todas dejan esta vida sin mácula).

finalmente
la clave es que son de Cesarea Marí­tima, que es un puerto romano, ¡un puerto!, ¡romano!, ¡marsella!, ¡cartagena!, ... bueno, pues eso, lleno de mujeres solteras, mujeres solteras viviendo con sus padres que consiguen la plusvalí­a doméstica entre suspiros fingidos

de donde toca aclarar todo el rollo anterior, que si hubieran estado en Jerusalén hubiera sido: dormimos en casa de Felipe, el de las cuatro hijas profetas.