Libros 2010 Una Odisea en el Tiempo, o, ¿a qué huelen los libros?

[Carson_]

Dolores, a mí­ no se me ocurrirí­a aconsejar a un corredor qué ritmo de zancada debe llevar para llegar a meta. Seguro que él lo sabe mejor que nadie.

Hoy mismo comentaba que cuando estoy muy bien o muy mal leo poco, pero cuando estoy en ese estado de asepsia emocional y psicológica, aprovecho cualquier minuto para leer.

Desconozco el umbral de reacción de otras personas ante una lectura y otra, pero en mi caso, puedo sumergirme de un universo a otro en cuestión de horas. Otra cosa es el poso que un libro deja en el recuerdo mediato. Que no comente 50 libros al año no significa que no los lea. Pero por puro placer, no por competir con nadie.

[yonnon]

Estaba acabando Flujo-Cuentos sobre futuros humanos, de Orson Scott Card, cuando se me cascó la lámpara (me doy rabia a mí­ misma por lo jodidamente maniática que me he vuelto, además de que parece que tenga un duende cabrón infiltrado en casa que me lo estropea todo. Lo del espacio de lectura es como sentarse en un determinado asiento cuando se reúne la familia: se respeta  ese orden; alterarlo puede descompensar al grupo. Pues eso, que durante dí­as me va a costar leer en otro rincón y con menos luz). A lo que iba, recomendación del Club del Libro.

No me apasiona el género de la ciencia ficción. Ya sé, saldrá el purista de turno a recordarme que no importa el qué sino el cómo. Para mí­ Scott Card domina bien el qué, pero no tanto el cómo. Las tramas son ingeniosas, amenas, sin embargo, algo tan importante como la resolución en distancias cortas, a veces flojea.

Se lee bien, que no es poco.

Carson, esto no es un campeonato de velocidad, recuerda respirar, al menos, entre libro y libro.

A mi Card no me apasiona mucho, pero si soy un gran defensor de la cifi (sobre todo la hard). Yo me lleve el comic de Uron Man guionizado por Card y estoy flipando en colores con el (me estan entrando unas ganas locas de volver a leer comics de tios en pijamas).

Lo de que flojea en las distancias cortas, puedes explicarlo un poquito más?

[Carson_]

Yonnon, cuando hablo de distancias cortas me refiero especí­ficamente a dos géneros: poesí­a y relato.  En una novela puedes ir trabajando el final veinte, cincuenta lí­neas antes de que concluya, tienes cierto margen de maniobra. En cambio en un soneto, los tres últimos versos son capitales; además de concluir la idea planteada, deben añadirle un plus, o en su defecto, estrujarla al extremo. En los relatos o cuentos pasa algo parecido: un desenlace fallido puede dar al traste con un desarrollo estupendo.

Por ponerte un ejemplo de Scott Card, en Tratamos de actuar como si no fuera así­, se hace una crí­tica feroz a la alienación (qué poco se utiliza este término ahora) de la programación en el mundillo televisivo. Las expectativas que genera el personaje rebelde encasillado por el Estado en la categorí­a de soltero, sin relaciones sexuales, sin amigos, sin contactos familiares, etc. (o sea, un Barragan), y por tanto condenado a un tipo de programas, no se ve recompensando por un desenlace a la altura de las expectativas que creó en el lector.

A eso me referí­a con que la resolución flojea, o lo que es lo mismo, desenlaces flojos o pobres.

(Ya sé que tú te pirras por la cifi).

[yonnon]

Yonnon, cuando hablo de distancias cortas me refiero especí­ficamente a dos géneros: poesí­a y relato.  En una novela puedes ir trabajando el final veinte, cincuenta lí­neas antes de que concluya, tienes cierto margen de maniobra. En cambio en un soneto, los tres últimos versos son capitales; además de concluir la idea planteada, deben añadirle un plus, o en su defecto, estrujarla al extremo. En los relatos o cuentos pasa algo parecido: un desenlace fallido puede dar al traste con un desarrollo estupendo.

Por ponerte un ejemplo de Scott Card, en Tratamos de actuar como si no fuera así­, se hace una crí­tica feroz a la alienación (qué poco se utiliza este término ahora) de la programación en el mundillo televisivo. Las expectativas que genera el personaje rebelde encasillado por el Estado en la categorí­a de soltero, sin relaciones sexuales, sin amigos, sin contactos familiares, etc. (o sea, un Barragan), y por tanto condenado a un tipo de programas, no se ve recompensando por un desenlace a la altura de las expectativas que creó en el lector.

A eso me referí­a con que la resolución flojea, o lo que es lo mismo, desenlaces flojos o pobres.

(Ya sé que tú te pirras por la cifi).

Pues fijate tu, me ha pasado lo mismo con el comic de Card. Un desarrollo  y una historia acojonante para acabarla rematadamente mal

[Zimm...]

No puedes comer ocho horas al dí­a ni beber ocho horas al dí­a

Me parece que el Faulkner este no ha ido mucho de pinchos.

La cita la escogí­ porque me viene de perlas para una cosa que no viene al caso comentar aquí­. Pese a la obviedad primera contiene una gran verdad: el trabajo no sólo nos chupa energí­a vital, es que es una circunstancia que se da de por vida.

Ariete, como te dijo alguien, estás perdiendo fuelle. Prueba a irte de pinchos ocho horas diarias toda tu vida, de lunes a viernes (incluso cómete alguno entre horas en casa), ya me contarás qué tiene de placentera la experiencia.

Es que la cita está tan falta de perspectiva que me cuesta creer que sea de Faulkner, si bien es un autor al que nunca entendí­ en el fondo, quizá por las traducciones. Practicismo simplista, no le pega, no.

[Carson_]

La cita, como ya dije, viene de un Faulkner empachado de entrevistadores que no han leí­do su obra (por otra parte, normal. Si quien entrevista a dos autores al mes debiera ser un entendido, menudo trabajo). Tú sabes, yo sé, que no era precisamente un asceta. Sin embargo creo que es por ese motivo que reacciona diciendo más o menos: a la mierda con la esclavitud del trabajo bastardo (que no era el suyo en ese momento, aunque fue portero o algo así­ de un burdel).

Lo que le pasa a Faulkner como escritor, es que es de un inglés endiabladamente telegráfico, las traducciones -que es lo que yo he leí­do-, le desmerecen bastante. Al menos eso comprobé con Absalón, Absalón.

[Dolordebarriga]

Dolores, a mí­ no se me ocurrirí­a aconsejar a un corredor qué ritmo de zancada debe llevar para llegar a meta. Seguro que él lo sabe mejor que nadie.

Hoy mismo comentaba que cuando estoy muy bien o muy mal leo poco, pero cuando estoy en ese estado de asepsia emocional y psicológica, aprovecho cualquier minuto para leer.

Desconozco el umbral de reacción de otras personas ante una lectura y otra, pero en mi caso, puedo sumergirme de un universo a otro en cuestión de horas. Otra cosa es el poso que un libro deja en el recuerdo mediato. Que no comente 50 libros al año no significa que no los lea. Pero por puro placer, no por competir con nadie.

Carson, pues por cada 50 libros leí­dos demostrables  Ruiz Mateos  te deja elegir entre un lote de tres botellones de litro de Cacaolat y cuatro flanes Dul o un pagaré de esos de 50 leuros que está dando a pagar dentro de un par de años. Yo ni me lo pensaba y tifaba por el lote, poor bueno la que se lee los 50 libros eres tú, no yo, así­ que ya me dirás en el próximo Club del Libro

[al bundy]

Ahora que te veo, Dolores, tení­as razón el otro dí­a cuando hice un comentario sobre Las uvas de la ira y no te cité, cuando fuiste uno de los primeros en recomendarla. El viernes vi la pelí­cula, y aún siendo una obra maestra total y absoluta, la encontré demasiado suavizada (ese terrorí­fico final obviado, por ejemplo)

[al bundy]

Mi primer contacto con P.D. James. Investigación novelada sobre los brutales crí­menes acaecidos en Londres en 1812, que ya relató magistralmente Thomas de Quincey en “Del asesinato considerado como una de las bellas artes”. Aunque sea francamente entretenido, tiene un tufillo conspiracionista de manual, usando las tí­picas artimañas:  desacreditación de las pruebas, policí­as, jueces y testigos presentados en su momento, ninguna aportación nueva al caso y una disparatada conclusión final, sin prueba alguna, que no deja de ser como los “alomojó” de los peones negros. A ver si me leo el relato de De Quincey en un rato tonto y comparo, pero no os lo recomiendo en absoluto.

Y este ya es el segundo libro conspiracionanista que me trago este año: el primero fue Libra, una fabulación muy bien escrita de Don DeLillo sobre lo de JFK, pero que no hay por donde agarrar.

[Dee Dee]

Yo leí­ hace poco El Faro, y ya.  Es un poco aburrible.

[Carson_]

Dolores, a mí­ no se me ocurrirí­a aconsejar a un corredor qué ritmo de zancada debe llevar para llegar a meta. Seguro que él lo sabe mejor que nadie.

Hoy mismo comentaba que cuando estoy muy bien o muy mal leo poco, pero cuando estoy en ese estado de asepsia emocional y psicológica, aprovecho cualquier minuto para leer.

Desconozco el umbral de reacción de otras personas ante una lectura y otra, pero en mi caso, puedo sumergirme de un universo a otro en cuestión de horas. Otra cosa es el poso que un libro deja en el recuerdo mediato. Que no comente 50 libros al año no significa que no los lea. Pero por puro placer, no por competir con nadie.

Carson, pues por cada 50 libros leí­dos demostrables  Ruiz Mateos  te deja elegir entre un lote de tres botellones de litro de Cacaolat y cuatro flanes Dul o un pagaré de esos de 50 leuros que está dando a pagar dentro de un par de años. Yo ni me lo pensaba y tifaba por el lote, poor bueno la que se lee los 50 libros eres tú, no yo, así­ que ya me dirás en el próximo Club del Libro

No entiendo a qué viene este pique ahora, Dolores. ¿Acaso no salta a la vista que soy una solterona frí­gida y resentida que se refugia en la lectura para eludir los sinsabores de la vida? Es lo que se suele argí¼ir.

No tengo que demostrar nada a nadie, o mejor dicho, no tengo que demostrarte nada a ti. ¿De qué debo informar en el próximo Club del Libro, si me hice con el lote de Ruiz Mateos o cuántos libros me leí­? Lo he comentado en varias ocasiones, que alguien lea un libro o cien, me importa un bledo; el placer de la lectura es un ejercicio completamente solitario. Tampoco siento la necesidad de ir reseñando o compartiendo impresiones de todos y cada uno de los libros que pasan por mis manos.

Es más, acudí­ al Club del Libro sobre todo por curiosidad forera â€"a estas alturas mis gustos literarios están muy definidos-, me apetecí­a, sin embargo dudo que haya continuidad por mi parte; la lejaní­a geográfica es un tostón. Tranquilos, al menos una vez más sí­ reapareceré, a devolver los prestados y recoger los mí­os.

[Miss Froy]

Yo no me he perdido ni uno de la dama en cuestión. Que, al final, son todos iguales, la verdad. Whodunnits tí­picos de pe a pa y casi siempre en los mismos escenarios. Pero le cogí­ cariño al detective poeta y arrasé con todo lo que encontré.

Che, ¿has leido el ensayo que publicó el año pasado?



Un buen resumen de la historia de la ficción detectivesca aunque presta más atención a la rama británica que a la americana (ninguna objeción por mi parte; la novela negra no me va, soy más de whodunnits), especialmente a las cuatro reinas: Christie, Sayers, Marsh y Allingham.

[Szalai]

 

por cada 50 libros leí­dos demostrables  Ruiz Mateos  te deja elegir entre un lote de tres botellones de litro de Cacaolat y cuatro flanes Dul o un pagaré de esos de 50 leuros que está dando a pagar dentro de un par de años. Yo ni me lo pensaba y tifaba por el lote, poor bueno la que se lee los 50 libros eres tú, no yo, así­ que ya me dirás en el próximo Club del Libro

Yo quiero el lote. Una botella de fino también estarí­a OK. Gracias José Marí­a, mecenas de las letras (bueno de la lectura y de rebote de la industria editorial)

Es más, acudí­ al Club del Libro sobre todo por curiosidad forera â€"a estas alturas mis gustos literarios están muy definidos-, me apetecí­a, sin embargo dudo que haya continuidad por mi parte; la lejaní­a geográfica es un tostón. Tranquilos, al menos una vez más sí­ reapareceré, a devolver los prestados y recoger los mí­os.

Yo del club soy fan. Como concepto (los libros no hacen nada en una estanterí­a, tienen que rular) y como complemento a mi raquí­tica vida social. No sé si se nota pero yo me lo paso en grande. Y siempre tsalen cosas muy apetecibles que no controlas, aunque hay que estar rápido. 

[yonnon]

por cada 50 libros leí­dos demostrables  Ruiz Mateos  te deja elegir entre un lote de tres botellones de litro de Cacaolat y cuatro flanes Dul o un pagaré de esos de 50 leuros que está dando a pagar dentro de un par de años. Yo ni me lo pensaba y tifaba por el lote, poor bueno la que se lee los 50 libros eres tú, no yo, así­ que ya me dirás en el próximo Club del Libro

Yo quiero el lote. Una botella de fino también estarí­a OK. Gracias José Marí­a, mecenas de las letras (bueno de la lectura y de rebote de la industria editorial)

Es más, acudí­ al Club del Libro sobre todo por curiosidad forera â€"a estas alturas mis gustos literarios están muy definidos-, me apetecí­a, sin embargo dudo que haya continuidad por mi parte; la lejaní­a geográfica es un tostón. Tranquilos, al menos una vez más sí­ reapareceré, a devolver los prestados y recoger los mí­os.

Yo del club soy fan. Como concepto (los libros no hacen nada en una estanterí­a, tienen que rular) y como complemento a mi raquí­tica vida social. No sé si se nota pero yo me lo paso en grande. Y siempre tsalen cosas muy apetecibles que no controlas, aunque hay que estar rápido. 

Y los pasteles, eh!!!! y los pasteles no cuentan?

Anuncio para milikofirkis y fans del ensayo cientifico. En los Happy Books de BCN (al menos en el de Portal de l´Angel) hay a buen precio unos cuantos libros de Ariel y de Critica a buen precio. Yo me he llevado unos cuantos. (a 6â,¬ y a 10â,¬).

[Dolordebarriga]

Dolores, a mí­ no se me ocurrirí­a aconsejar a un corredor qué ritmo de zancada debe llevar para llegar a meta. Seguro que él lo sabe mejor que nadie.

Hoy mismo comentaba que cuando estoy muy bien o muy mal leo poco, pero cuando estoy en ese estado de asepsia emocional y psicológica, aprovecho cualquier minuto para leer.

Desconozco el umbral de reacción de otras personas ante una lectura y otra, pero en mi caso, puedo sumergirme de un universo a otro en cuestión de horas. Otra cosa es el poso que un libro deja en el recuerdo mediato. Que no comente 50 libros al año no significa que no los lea. Pero por puro placer, no por competir con nadie.

Carson, pues por cada 50 libros leí­dos demostrables  Ruiz Mateos  te deja elegir entre un lote de tres botellones de litro de Cacaolat y cuatro flanes Dul o un pagaré de esos de 50 leuros que está dando a pagar dentro de un par de años. Yo ni me lo pensaba y tifaba por el lote, poor bueno la que se lee los 50 libros eres tú, no yo, así­ que ya me dirás en el próximo Club del Libro

No entiendo a qué viene este pique ahora, Dolores. ¿Acaso no salta a la vista que soy una solterona frí­gida y resentida que se refugia en la lectura para eludir los sinsabores de la vida? Es lo que se suele argí¼ir.

No tengo que demostrar nada a nadie, o mejor dicho, no tengo que demostrarte nada a ti. ¿De qué debo informar en el próximo Club del Libro, si me hice con el lote de Ruiz Mateos o cuántos libros me leí­? Lo he comentado en varias ocasiones, que alguien lea un libro o cien, me importa un bledo; el placer de la lectura es un ejercicio completamente solitario. Tampoco siento la necesidad de ir reseñando o compartiendo impresiones de todos y cada uno de los libros que pasan por mis manos.

Es más, acudí­ al Club del Libro sobre todo por curiosidad forera â€"a estas alturas mis gustos literarios están muy definidos-, me apetecí­a, sin embargo dudo que haya continuidad por mi parte; la lejaní­a geográfica es un tostón. Tranquilos, al menos una vez más sí­ reapareceré, a devolver los prestados y recoger los mí­os.

Carson, creo que es más que evidente que todo esto me importa un huevo, me es igual que leas mil libros o que no leas ninguno, me es igual que seas un frí­gida solterona o una amazona devora hombres, me es igual, Carson. Los comentarios que cuelgas sobre los libros que lees si que me importan, me importan porque la lectura puede que sea un placer solitario pero la elección sobre que leer, al menos en mi caso, me gusta que pueda ser condicionada por otras personas y más por personas con gustos diferentes y que me están ayudando a descubrir a autores a los que yo sólo nunca hubiera llegado.

Todo lo demás es puro pasar el tiempo en el foro, distraerme un poco y ya está. Qué te lo he dicho ya cienes y cienes de veces, que un foro es un foro y no una oficina, un juzgado  o una sala de baile, que aquí­ muchas veces veces se viene a decir tonterí­as por el mero placer (propio siempre en el caso de Fernandito, por ejemplo) de decirlas y ya está. Siempre te acabas haciendo bolas y acabas requeteliada y justificando cosas que para nada pretendo que justifiques. Carson, de verdad, de verdad te lo digo yo nunca  (salvo excepciones muy puntuales que no vienen al caso) te pediré justificaciones de nada.

Y lo del club del libro es lógico, desplazarte para esto debe ser un poco peñazo. En todo caso para mí­ el club se ha convertido en uno de mis grandes placeres. Me está encantando leer recomendaciones.  

PD: Mira, yo igual que Szalai, bis, bis!!!