Feliz Navidad, hijos de puta

Iniciado por Agarkala, Diciembre 23, 2009, 09:51:05 AM

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Dan


Baku

Bueno, pues otra más, Feliz Navidad, hijos de puta.
It's very difficult todo esto.

SrCualquiera

Llevo varios días removiendo campañas, recogiendo firmas, volviéndome más creyente del covid que un viejo con enfisema pulmonar sólo porque en mi familia abortáramos la celebración de la nochebuena, de la navidad, y de todas las demás festividades subsiguientes. Esto debe ser por el confinamiento, que se le coge vicio, pero me agradaba tan poco la idea de que la casa se me llenara de gente, los niños armando ruido, mi madre borracha, todo el mundo poniéndose como un cepo excepto yo, que nunca ceno, que me da más pereza la navidad cada año que pasa, y más por el vicio de las series, que hacen más apetecibles las horas de soledad de estos maratones de fiesta. Hoy me he pasado el día discutiendo con mi madre, que se resistía a no celebrar la nochebuena porque se sentía fatal dejando a mis hermanos abandonados como cachorrillos, y aduciendo yo estrictos criterios científicos y de responsabilidad cívica, pues la incidencia acumulada del virus en nuestras tierras está bastante repuntado.

He discutido con mi hermana, preguntándole, a ella y a mi madre, a las dos juntas, si es que no tenían nada en la cabeza o qué es lo que pasaba con ellas. He llegado a llamar gilipollas a mi madre (con cariño), pues si es que no se daba cuenta de que ella era la que más tenía que perder en todo este embrollo (con cariño rencoroso). Me he ido a la calle huyendo a comprar tabaco sólo para no escucharla.

Mi hermana hasta se ha asustado de mí porque yo no suelo alterarme mucho "Jose, pero qué te pasa". Pues pasa que mientras nosotros, tantas familias unidas como la nuestra que no pueden renunciar a verse en navidad y consideran una obligación la de comer canapés y langostinos, el virus va de oca a oca y tiro porque me toca. Mientras nosotros estamos con el pollo relleno, el virus se está poniendo hasta el culo de nosotros. Llegarán lamentos, y verás la que se arma.

Perooooo, ha aparecido mi vacuna. Pues cuando ha llegado mi otra hermana me ha contado que mi sobrina pequeña, una preciosidad de siete años que además es un sol de persona, se ha pasado los dos últimos días casi sin dormir por los nervios que le producen la navidad, y por el miedo a que este año no celebráramos la nochebuena todos juntos. Dios mío, me he sentido una persona horrible, manipuladora de circunstancias hacia mis propios intereses, inhumano descascado de la familia que ya ni siquiera los quiere ver en Navidad, pero, también me ha servido para quererla el triple de lo que la quiero ya, para quererlos más a todos, y la verdad, me he sentido orgulloso de mi familia, y he pasado una de las nochebuenas, que no por cortas, se me han hecho menos divertidas y agradables. He llegado hasta llorar de risa, para desconcierto de mis sobrinos que creían que me pasaba algo, escuchando a mi madre que contaba aquella historia del perro que las atacó una vez, a ella y a su cuñada, historia contada a petición mía, por supuesto, el mejor momento cómico de mi madre, cuando las atacó el perro más grande del mundo que le llegaba con las patas hasta la cabeza y le daba caponazos. Contando después cada uno su anécdota, los chiquillos introduciendo sus morcillas, yo introduciendo mis morcillas, ellos revoloteando alrededor de la mesa con la alegría de estar perteneciendo a un momento sagrado.

Mama, mama, haz otra vez la representación de cuando el perro te ponía las patas en la cabeza, y la reacción que tú tenías tratándotelo de quitar de en medio, eso que hacías con las manos, los gritos desesperados, dando vueltas sobre ti misma, y sin duda el perro interpretaba como que eras una persona a la que le estaba apeteciendo mucho jugar. Por Dios, qué descojone.

Feliz navidad para vosotros también, foro de abuelos.

Amazonia

#873
hace un rato que  se han ido, he mirado la cocina hasta arriba de copas y botellas por todas partes

He salido en paz de las partidas de poker, ni he ganado ni he perdido.
No tengo sueño. Odio la Navidad y en el último momento me dio el subidon y me puse a encender velas y candelabros por todas partes, apilado plantas a diferentes alturas y colocar la mesa para que quedara chula antes de que llegarán
.
Lección aprendida.

La Navidad no consiste en ponerse morado de comer, ni en los villancicos, ni en su eres creyente o no, se trata de crear ambiente, fabricar ilusión.

PP2000

Y el Black Friday es la Hakunna Mattaitta judía

Amazonia

hostia puta, las horas que son y no puedo dormir, veras mañana!!!

Amazonia

Cita de: PP2000 en Diciembre 25, 2020, 04:38:21 AM
Y el Black Friday es la Hakunna Mattaitta judía

Venga  que estamos locos.
a dormir

45rpm

Ayer tuvimos uni cena normal, nadie sobreactuó. Está saliendo correcto.

Amazonia

Eso se que no sobreactue nadie es estupendo.
Lo malo de usar marketing es que se nota, somos productos, y como tal nos vendemos al resto del mundo.
Conozco a alguien que no para de usarlo, lo peor  es que tiene una confianza ciega en su producto.
El producto es muy caro para lo que ofrece.
Pero si, todos nos vendemos lo mejor que sabemos ( si claro, yo también), destacamos lo bueno y escondemos lo malo. Es así como se empareja la gente (creo)

Dan

Pues lo a gusto que la he pasado yo a mi bola no está escrito. Sin la abuela forzada a cocinar ochocientos platos para acomodar cada paladar (más los tradicionales y obligatorios), la puta mierda televisiva de cantarines y demás. Los míos, la chavalería, cena a la carta morroputiense y facilona y tirando.

Sí que es verdad que al tener todo el vino para mí solo me acaloré un poco, pero bueno. Todo ok.

PP2000

Cita de: Dan en Diciembre 25, 2020, 07:00:50 PM
....
Sí que es verdad que al tener todo el vino para mí solo me acaloré un poco, pero bueno. Todo ok.

Y yo ayer al ser el único que quería vino pues me dijeron que naranjas... joder, no recuerdo una nochebuena sin brindar con vino desde los diez años... me cago en cobi92

Dan

Yo lo abrí por insistencia de la jefa. Que, como siempre, me la coló, y no sé si pasó de la copa para toda la cena. Tú estás ahí con sed, venga a comer, venga a pegar tragos, y de repente estás en camiseta y te sobra.

La cosa es que, es bien sabido, nunca he sido especialmente navideño. Pero ella sí, muchísimo, y la uso como referencia para ver que no ha sido tan duro. Muchas llamadas a la familia durante toda la tarde y alguna nocturna y tirando. A cambio, paseos comunales ayer y más hoy, que hacía solete.

SrCualquiera

#882
No entiendo cómo es la gente, de verdad que me indigno a veces. Una compañera del trabajo, una chavalilla de 21 años. Trágica historia con ella. Hoy hace justo un año que perdió a su hijo de apenas unos meses en un accidente de tráfico. Fue un drama para toda la tienda, el día de navidad, el día en que Jesusito yacía en el pesebre, el suyo ya no estaba, terrible regalo. Por la tarde parecía que el niño respiraba bien, que iba a salir de esta, pero por la noche, mientras estábamos repartiendo los motoristas a todo trapo vinieron con la noticia de que el bebé había muerto. Yo a esta chica la tenía especial cariño, bueno, tampoco tanto, a otras las tenía más, pero vaya, me caía simpática porque era insomne, y cuando cerrábamos juntos, teníamos nuestras charlas y amabilidades, y estaba bien, aunque tampoco tuvieron nunca mucha miga. Ella es insomne, y a veces cortante y demasiado sincera, y eso me basta que tenerle aprecio. Unos meses antes, cuando nació el niño los chicos de la tienda quisieron hacerle un regalo de bienvenida, con unas dedicatorias comunitarias de esas típicas de "Enhorabuena por tu bebé, tal, tus amigos del telepizza te queremos". Vale, yo les dije que no quería escribir en el cartón ese, pero que le quería escribir una canción y cantársela. De manera que escribí una nana para el bebé recién nacido, y era una nana que empezaba así: "Piénsalo bien, quién quieres ser, no es pronto aún, para saber". Vale, no escribiré la canción entera, pero era la primera canción que yo mostraba al público telepizzero. A la gente le gustó mucho, y hubo un mensaje de ella, de la madre del bebé, un mensaje de wasap que me mandó privadamente, y que realmente me emocionó por espejo de la suya. Y porque me dijo una cosa que me pareció muy bonita, me dijo que la había matado, un mensaje precioso sonoramente llorosa y realmente encantador, y terminaba diciendo eso: te juro Palo que me has matado con la canción, y ya cuando dices tal y tal, me has terminado de matar dos veces.

Estupendo, me encantaba eso, una idea que nunca había valorado ni soñado, de tener el poder de matar personas con el arte. Me dije, ese día, a partir de ahora voy a ser un pistolero de las canciones, voy a apuntar allí dónde me parezca, y luego disparar al corazón sin compasión alguna. No, en serio, me encantó, un poco por sadismo y un poco por soltería, durante unos días ese poder de matar a la gente emocionalmente hablando. Que el arte también servía para eso, para ir aniquilando peña.

A partir de ese momento se abrió una mayor simpatía entre nosotros, y al menos yo veía más claramente que ella la sentía por mí. Cuando estábamos juntos me decía cosas como "tú con lo bueno que eres", pensando yo de dónde habría extraído ella tales conclusiones, y me prestaba una atención exagerada a todo lo que contaba, aunque fuesen tonterías.

Cuando el niño murió, ella tuvo su terrible crisis, y yo también tuve la mía propia. Me venían a la cabeza esas palabras de ella "Palo, me has matado", mi alegría subsiguiente de querer matar a la gente con la música. No sé, no soy una persona que se guíe siempre por estrictas lógicas racionales, y durante esos días me sentí muy culpable de haberle escrito la canción. Primero, porque pensaba que más que un regalo hacia ella, escribir esa canción significó una vanidad propia, yo quería destaparme al gran público como cantante y aproveché la oportunidad de que ella iba a tener un niño para estrenarme. Bueno, esto en realidad no es así, las razones que nos motivan siempre son diversas, y es verdad que a mí me apetecía, por simple simpatía hacia ella, y por cómo me sentía integrado en la tienda, dirigirle una canción a su hijo recién nacido. Pero después de que murió el niño, la canción me parecía una asquerosa obra de vanidad interpuesta, en la que además, le decía al niño "Piénsalo bien, qué quieres ser", cuando el niño no podría ser nada ya, porque ya lo era, nada. El mensaje que ella me envió de que la había matado con la canción, y algunos putos versos de la misma canción, me persiguieron algunos días como marrones aguafiestas de mi estado de ánimo. Llegué a pensar que ella podría haberme culpado a mí por lo que había pasado, que la canción dedicada al niño fue realmente lo que lo gafó. Afortunadamente, no fue el caso, y fue un alivio para mí sentir que ella volvía a tratarme con aprecio y que no me culpaba de nada. Ese día que la vi por primera vez después del accidente, y me sonreía, tuve uno de los pocos gestos automáticos de cariño que he tenido en la vida, yo que soy tan distante para expresar el afecto físico, sobre todo cuando se entromete con los besos, pero ni siquiera lo elegí. Me sonrió, y me disparé hacia ella sin decir nada y le di un beso en la mejilla como si fuera un parvulito. Luego me sentí algo avergonzado y me piré. Pero vaya, que ella lo entendió bien, lo del beso en la mejilla.

Este verano pasado, volvió mi amigo Diego a mi tienda, el jefe que comenté un día que fue el culpable de meterme en la pizzería, ha vuelto a mis brazos después de que me abandonó hace cosa de tres años. Estupendo, me encanta trabajar con él, estar con él, que sea mi jefe, mi amigo. El problema es que Diego tiene un imán para las mujeres, se cuelga de las mujeres allá por dónde pasa. De modo que también, cuando llegó a mi tienda, se hizo buen amigo de esta chica que había perdido el niño meses atrás. A través de Diego supo ella que yo era una persona bastante asocial en el fondo, y al margen de la tienda, que quedar conmigo era actualmente más difícil que pedir una audiencia con el rey emérito. De modo que ella se empeñó en que conseguiría derribar ese muro, y por ser ella, y por todo lo que había pasado, accedí para quedar. Quedamos dos o tres veces, y la verdad es que estuve bien, me lo pasé bien, me gustan las reuniones de cuatro gatos, dónde se va allí para bromear mientras se habla de las cosas importantes, y existe un real interés dialéctico en el otro. Luego se acabó el verano, empezaron los primeros frescos, yo empecé a currar, y la situación de quedar se hizo más inestable, al menos para mí. De manera que una de las veces que íbamos a quedar, todos en el wasap parecían hacer desgana, y yo, que era el más desganado de todos, también pasé. Pues bien, a partir de yo rehuir de aquella cita, de rehuir todos de aquella cita, ella se enfurruñó bastante. Cuando yo me di cuenta de que se había cabreado le dije que quedáramos otro día, que no era que yo no quisiera quedar, que estaba a gusto con ella, y era verdad, sino que soy escurridizo de por sí, ella ya estaba avisada, y como nadie insistió en quedar, pues yo pasé. Pues no, está enfurruñada, dando largas desde entonces, hace ya unos meses, a mí, que no insisto nada, a mi amigo Diego, que se había hecho íntimo de ella. Yo nunca quise ser tan amigo, amigo de tienda, y amigo de quedar de vez en cuando para charlar, pero ya. Pero a partir de aquel día en que faltamos a la cita con ella parece habernos convertidos en enemigos acérrimos.

No la juzgaré por el día de hoy porque justo hace un año que murió su hijo y estaba afectada. Yo no le iba a preguntar por lo del niño, pero sabía el día que era, y cuando, al final de la jornada me he acercado para preguntarle qué tal la noche, sólo le ha faltado soltarme un coz. Lo cual, por todo lo vivido que cuento, no me he ha hecho ninguna puta gracia. Y por todo lo que vengo comprendiendo últimamente sobre ella, no, yo no debería haberle escrito ninguna canción, a una persona que no conozco realmente, en circunstancia tan íntima, ni haciendo el grillo como me comporté durante esos meses de charlatán wasapero en el trabajo, divirtiendo a todos como un mono de feria, pues aunque eso me abrió las puertas a la simpatía de todos en su momento, y tampoco me arrepiento porque eso es tontería, recuerdo algo de esta etapa, ahora mismo, con cierta vergüencilla propia que linda con la ajena.

O será que simplemente pienso esto porque hoy he estado a punto de morir. El día de al muerte del niño, el maldito día de la Navidad, qué ironía que el final resultase yo también el muerto. He tenido uno de esos sustos de los que aún no me he recuperado del todo. Medio segundo, menos de un metro, y me atropellan a una velocidad que no hubiera quedado de mí ni los huesecillos del oído. Lo he olido, y su hubiese llevado flequillo, me lo hubiera cortado.
Lo cual me hace tener la sensación de que la vida me ha dado una nueva oportunidad, y la cuestión es que ni siquiera estoy alegre por ello, estoy cabreado con la puta vida, con las cosas que te pueden pasar en un segundo de despiste, la puta vorágine del tráfico, todas esas cosas, que normalmente me la repampinflan, me han puesto hoy los cojones de corbata. Y el último saludo de la amiga, me ha terminado de matar a mí.

Léase este texto, en su función estricta, para expulsar este sentimiento de casi muerte con componentes mujeriegos de desazón.




SrCualquiera

Ahora sí me he pasado, Amazonia, lo reconozco.

Amazonia

No importa, me dejaste claro de que no quieres ningún tipo de comunicación conmigo porque soy mala persona, asi que ni siquiera entiendo que te preocupe si pienso que te has pasado.