Alrededor de una mujer

Iniciado por a priori, Diciembre 02, 2008, 07:41:28 PM

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yonodio

Cita de: lukera en Diciembre 02, 2008, 11:36:39 PM
Cita de: anantic en Diciembre 02, 2008, 11:32:59 PM
Cita de: javilton en Diciembre 02, 2008, 10:23:11 PM
Cita de: a priori en Diciembre 02, 2008, 07:41:28 PM
¿Se puede construir una vida que gire alrededor de una mujer?

La vida se puede construir alrededor de cualquier cosa.

Cita de: a priori en Diciembre 02, 2008, 07:41:28 PM¿Es posible convertirse en el esclavo de un deseo y no poder escapar?

Es posible; de hecho, me ha sucedido -con otros deseos- y ahora se está repitiendo, solo que está vez con una mujer. Sinceramente, nunca llegué a pensar que me pasarí­a a mi

Cita de: a priori en Diciembre 02, 2008, 07:41:28 PM(Hilo sobre mujeres que han alterado vuestro sentido común alguna vez... o lo siguen alterando)

:-X me ha pedido tiempo, justo lo que no se puede conseguir  :'(

Eso es un sí­.

O un "deja pasar el tiempo hasta que te pongas hasta las trascas de otra; que yo te quiero, pero como amigo". Luego ya como ocurra (lo de enamorarse de otra) se pondrá celosa de la muerte. Yo lo veo como un ni contigo ni sin ti tienen remedios mis penas.

Subscribo.
Si alguien realmente te quiere y/o esta interesada(o) no va a dejar "pasar el tiempo" (para que venga otra(o) y se te lleve por delante).

Carlo

Hoy va a tener pesadillas Javilton  ;D
Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

California


lukera

Cita de: Carlo en Diciembre 02, 2008, 11:48:03 PM
Hoy va a tener pesadillas Javilton  ;D


Él se lo buscó abriendo el hilo; estaba claro que iba a ser susto o muerte.

yonodio


lukera

Cita de: yonnondio en Diciembre 02, 2008, 11:51:48 PM
Cita de: Carlo en Diciembre 02, 2008, 11:48:03 PM
Hoy va a tener pesadillas Javilton  ;D


No seas cabron ;)

O será práctico y se hará una paja en honor a su Dulcinea.

Carlo

Cita de: lukera en Diciembre 02, 2008, 11:49:53 PM
Cita de: Carlo en Diciembre 02, 2008, 11:48:03 PM
Hoy va a tener pesadillas Javilton  ;D


Él se lo buscó abriendo el hilo; estaba claro que iba a ser susto o muerte.

Si no lo ha abierto él... eso sí­, ha destapado la caja de Pandora.


Cita de: a priori en Diciembre 02, 2008, 07:41:28 PM
...mujeres que han alterado vuestro sentido común alguna vez...



Sí­, esa podrí­a ser... sí­.
Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

Carlo

Cita de: yonnondio en Diciembre 02, 2008, 11:51:48 PM
Cita de: Carlo en Diciembre 02, 2008, 11:48:03 PM
Hoy va a tener pesadillas Javilton  ;D


No seas cabron ;)

Es que no me imagino una consulta sentimental aquí­...  :D

Pa volverse loco, amos!!!
Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

lukera

Cita de: Carlo en Diciembre 02, 2008, 11:55:01 PM
Cita de: yonnondio en Diciembre 02, 2008, 11:51:48 PM
Cita de: Carlo en Diciembre 02, 2008, 11:48:03 PM
Hoy va a tener pesadillas Javilton  ;D


No seas cabron ;)

Es que no me imagino una consulta sentimental aquí­...  :D

Pa volverse loco, amos!!!

Como dirí­a Kim, nunca digas de esta polla no mamaré.

anantic

El erotismo femenino tiene necesidad de perí­odos dulces, de cambios paulatinos, casi invisibles. El hombre lo quiere todo y enseguida. La mujer, poco a poco. El deseo del hombre, en cuanto aparece, espontáneamente, es siempre una intrusión apresurada, violenta. La mujer necesita que haya graduación, en su ritual de admisión no se puede explicar todo sólo por el miedo, por el rechazo o por la necesidad de una competencia directa con respecto a otra para ejecutar. La forma más elevada de seducción de la mujer es el dominio. Para que haya dominio ella necesita poner sus propias reglas, sus propias pautas. Es una exigencia profunda, consustanciada con su naturaleza continua. El ritual de admisión trata de reducir al mí­nimo la discontinuidad. La principal regla  que la mujer impuso al hombre para hacerle la corte exige que éste oculte, vele su deseo. Que se disculpe por la intrusión. Que sea atento, divertido. Que al hacerle la corte demuestre que no es rud, sino amable y que está emocionalmente dispuesto. Dignidad. Que está preparado para aceptar la libre decisión de la mujer y para respetar su voluntad. que sólo se valga de recursos para seducir la voluntad, no para forzarla. La mujer quiere que se la seduzca, se la excite, pero siguiendo sus ritmos, sus tiempos de un modo armonioso. Quiere estar rodeada de emociones. Esto es lo que hace un gran seductor. La mujer teme la violencia del hombre. El verdadero seductor ha de tener un aspecto fuerte, seguro, viril, pero habla con un tono tranquilizador, persuasivo, seguro. Tiene la seguridad del padre y la sabidrí­a de la madre. Tiene paciencia, le da tiempo a prepararse para fantasear, para fascinarse, para excitarse, para dejarse lllevar. Jamás demuestra la urgencia de su deseo. El gran seductor sabe retirarse, dar un paso atrás, pstergar su necesidad. Saber dar a la mujer la promesa que toda mujer espera: no te pido que cambies, no te fuerzo, no quiero nada para mí­, sólo quiero que tú quieras. Puedo seguir.

lukera

Cita de: anantic en Diciembre 03, 2008, 12:02:34 AM
El erotismo femenino tiene necesidad de perí­odos dulces, de cambios paulatinos, casi invisibles. El hombre lo quiere todo y enseguida. La mujer, poco a poco. El deseo del hombre, en cuanto aparece, espontáneamente, es siempre una intrusión apresurada, violenta. La mujer necesita que haya graduación, en su ritual de admisión no se puede explicar todo sólo por el miedo, por el rechazo o por la necesidad de una competencia directa con respecto a otra para ejecutar. La forma más elevada de seducción de la mujer es el dominio. Para que haya dominio ella necesita poner sus propias reglas, sus propias pautas. Es una exigencia profunda, consustanciada con su naturaleza continua. El ritual de admisión trata de reducir al mí­nimo la discontinuidad. La principal regla  que la mujer impuso al hombre para hacerle la corte exige que éste oculte, vele su deseo. Que se disculpe por la intrusión. Que sea atento, divertido. Que al hacerle la corte demuestre que no es rud, sino amable y que está emocionalmente dispuesto. Dignidad. Que está preparado para aceptar la libre decisión de la mujer y para respetar su voluntad. que sólo se valga de recursos para seducir la voluntad, no para forzarla. La mujer quiere que se la seduzca, se la excite, pero siguiendo sus ritmos, sus tiempos de un modo armonioso. Quiere estar rodeada de emociones. Esto es lo que hace un gran seductor. La mujer teme la violencia del hombre. El verdadero seductor ha de tener un aspecto fuerte, seguro, viril, pero habla con un tono tranquilizador, persuasivo, seguro. Tiene la seguridad del padre y la sabidrí­a de la madre. Tiene paciencia, le da tiempo a prepararse para fantasear, para fascinarse, para excitarse, para dejarse lllevar. Jamás demuestra la urgencia de su deseo. El gran seductor sabe retirarse, dar un paso atrás, pstergar su necesidad. Saber dar a la mujer la promesa que toda mujer espera: no te pido que cambies, no te fuerzo, no quiero nada para mí­, sólo quiero que tú quieras. Puedo seguir.


Vale, soy hombre.

anantic

javilton también es hombre. Pero de lo que se trata es de saber conducir el juego hasta el fin.

Carlo

Demasiado complicado... demasiado sencillo... demasiado generalizado.
Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

yonodio

Cita de: anantic en Diciembre 03, 2008, 12:02:34 AM
El erotismo femenino tiene necesidad de perí­odos dulces, de cambios paulatinos, casi invisibles. El hombre lo quiere todo y enseguida. La mujer, poco a poco. El deseo del hombre, en cuanto aparece, espontáneamente, es siempre una intrusión apresurada, violenta. La mujer necesita que haya graduación, en su ritual de admisión no se puede explicar todo sólo por el miedo, por el rechazo o por la necesidad de una competencia directa con respecto a otra para ejecutar. La forma más elevada de seducción de la mujer es el dominio. Para que haya dominio ella necesita poner sus propias reglas, sus propias pautas. Es una exigencia profunda, consustanciada con su naturaleza continua. El ritual de admisión trata de reducir al mí­nimo la discontinuidad. La principal regla  que la mujer impuso al hombre para hacerle la corte exige que éste oculte, vele su deseo. Que se disculpe por la intrusión. Que sea atento, divertido. Que al hacerle la corte demuestre que no es rud, sino amable y que está emocionalmente dispuesto. Dignidad. Que está preparado para aceptar la libre decisión de la mujer y para respetar su voluntad. que sólo se valga de recursos para seducir la voluntad, no para forzarla. La mujer quiere que se la seduzca, se la excite, pero siguiendo sus ritmos, sus tiempos de un modo armonioso. Quiere estar rodeada de emociones. Esto es lo que hace un gran seductor. La mujer teme la violencia del hombre. El verdadero seductor ha de tener un aspecto fuerte, seguro, viril, pero habla con un tono tranquilizador, persuasivo, seguro. Tiene la seguridad del padre y la sabidrí­a de la madre. Tiene paciencia, le da tiempo a prepararse para fantasear, para fascinarse, para excitarse, para dejarse lllevar. Jamás demuestra la urgencia de su deseo. El gran seductor sabe retirarse, dar un paso atrás, pstergar su necesidad. Saber dar a la mujer la promesa que toda mujer espera: no te pido que cambies, no te fuerzo, no quiero nada para mí­, sólo quiero que tú quieras. Puedo seguir.


Ostias, cuantos años equivocado !!  ;D

kim

Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.