Nabokov

Iniciado por Carson_, Julio 12, 2008, 12:09:26 AM

Tema anterior - Siguiente tema

Carson_

Nabokov, sobre todo en el terreno personal, me parece uno de los escritores más desconocido e inescrutable. Sabemos bastante más de la vida de Flaubert o de Joyce que del aristócrata lepidóptero que tuvo que emigrar de su Rusia natal en la Segunda Guerra Mundial. Habrá quien considere que lo personal es irrelevante, que debe prevalecer la obra. Cierto. Pero hay autores cuyo universo es tan peculiar, que me apetece asomarme a las posibles vivencias que condujeron a la obra.

No parece haber ninguna inclinación pedófila en el creador de Lolita, tampoco creo que el poema inicial y leitmotiv, Annabel Lee, de Poe, sea especialmente de su agrado. Está claro que Nabokov reniega de sentimentalismos, su mente y su formación son  más cartesianas (mientras escribo, se me ocurre una buena comparación: Robert Musil, otro escritor entroncado en la exigua tradición de escritores que no proceden del mundo de las letras. Aunque leyendo Las tribulaciones del joven Tí¶rless, cuesta reconocer al autor de El hombre sin atributos *). Nabokov incluso llega a resultar risible en su empeño por demostrar en qué clase de insecto â€"seguro que considerarí­a una blasfemia que no atajara más el concepto- se convirtió Gregor Samsa, desinteresándose por completo del contenido existencial de La metamorfosis.

El hermetismo en torno a Nabokov es tal que, que yo sepa, no existe una buena biografí­a de los años posteriores al exilio ruso. Siquiera hay datos fiables de una supuesta amante. Puede que sí­, que todo su mundo se redujera a un confort familiar y a un análisis microscópico de sus amadas mariposas. Y la literatura se convirtiera en una catarsis fantasiosa. Pero no sé porqué, me da que la minuciosidad con que preservó su vida privada esconde algún que otro gran secreto.


* Soy dada a digresiones.

Recolectando

No suelo interesarme por la vida de los autores, pero comprendo tu afición a ello.  Buscando en Google he dado con un libro que tal vez ya conozcas, pero si no es así­, es probable que te interese: Habla, memoria, del propio Nabokov, publicado en Anagrama.  Su descripción es la que sigue:

Sinopsis
VIadimir Nabokov no podí­a escribir una autobiografí­a corriente, y Habla, memoria lo demuestra. A través de una serie de relatos largos, Nabokov, con el pretexto de contar su vida, construye un libro tan ameno, original, divertido y estilizado como sus novelas.
Nabokov rememora aquí­ sus meditaciones infantiles en el retrete, sus vacaciones en la finca campestre de la familia, sus amorí­os adolescentes con Tamara en los museos de San Petersburgo; narra las peripecias de su huida de las huestes de Lenin y de su exilio europeo; escribe un homenaje a la honestidad polí­tica de su padre y a la belleza y ternura de su madre; pero lo que menos importa son los temas, porque de lo que se trata al fin y al cabo es de celebrar un festí­n de ingenio e inteligencia, de mordacidad despiadada y de nostalgia desgarradora, y en el que Nabokov es fiel a los consejos que daba a sus estudiantes de literatura: « ¡Acariciad los detalles! ¡Los divinos detalles! »
Esta edición definitiva de Habla, memoria, corregida y aumentada por el autor, resulta, pues, una excelente introducción a Nabokov, una antologí­a, un conjunto de pistas y claves que permitirán hacer una lectura más intensa y profunda de sus novelas. Y es, también, un elogio de sus grandes pasiones: la literatura, las mariposas, el ajedrez y, ¡oh sorpresa!, la familia. «Escribe en prosa de la única manera que deberí­a escribirse: es decir, en estado de éxtasis... El mejor escritor norteamericano de su época. Un incomparable destilador de lo inefable» (John Updike).
VIadimir Nabokov (1899-1977) es uno de los más extraordinarios escritores del siglo veinte. En Anagrama se le ha dedicado una «Biblioteca Nabokov» que recoge una amplí­sima muestra de su talento narrativo. En «Compactos» se han publicado los siguientes tí­tulos: Lolita, Pálido fuego, Ada o el ardor, El hechicero, Habla, memoria, Pnin, Mashenka, La defensa, Rey, Dama, Valet, La verdadera vida de Sebastián Knight, El ojo y Desesperación, mientras que La dádiva y Una belleza rusa


http://www.tematika.com/libros/humanidades--2/habla__memoria--89465.htm



Carson_

Ya leí­ Habla, memoria, editado en Anagrama. Pero no es a este tipo de autobiografí­a al que me referí­a.

En cualquier caso, gracias.

Carson_

Vladimir Nabokov. Los años americanos, Brian Boyd.

Me apetece comentar algunas cosillas aunque ando por la mitad, es un tochaco de cerca de mil páginas. Tras leer «Los años rusos», me quejaba aquí­ mismo del vací­o biográfico de su época más interesantes, al menos en términos de producción literaria, los del exilio en E.E.U.U.  La edición española ha llegado con quince años de retraso. Bienvenida sea.

La lectura de Lolita me impresionó, tanto por técnica, estilo, como contenido.  Habla, memoria, me pareció una autobiografí­a estupenda, pero me supo a poco (según cuenta Boyd,quiso escribir una continuación).  Pálido fuego y Ada o el ardor, no alcanzan la excelencia; probaré con Pnin.

A lo que iba, después de la lectura de Lolita me pregunté: ¿Quién es este ruso lepidóptero que escribe en inglés sobre niñas?  Para empezar fue el traductor de Alicia en el paí­s de las maravillas al ruso. También la figura que evoca al inicio de la novela en la playa es fruto de una vivencia real.

Quien ayudó a Nabokov a su llegada a E.E.U.U. fue Edmund Wilson, crí­tico del The New Yorker, con el que mantuvo una relación dispar, con sus pertinentes altibajos. Sorprende ―al menos a mí­â€•el trabajo de los correctores de la revista que sí­ o sí­ le recortan párrafos o pretenden modificar algunas expresiones. A su llegada sobrevive de trabajos académicos, como docente. En sus clases arremete contra Gorki y Hemingway y defiende a novelistas olvidados de la emigración rusa, entre ellos, Sirin. Lo gracioso del caso es que Sirin es él mismo, el pseudónimo que adoptó en sus primeros años.  Se declara admirador de Flaubert, Joyce y Proust; relativiza las dotes literarias de Dostoyevsk (sine embargo accedió a la traducción de Los hermanos Karamazov; a T.S. Eliot, Thomas Mann, Sartre o Céline, directamente los llama grandes impostores.

En cuanto a la personalidad se le refiere como una persona locuaz, divertida, buení­simo docente y benévolo con los alumnos, trabajador inagotable, minucioso, apasionado y entendido de las mariposas, al punto de dedicar seis horas diarias sin remuneración a la clasificación y taxonomí­a de especies y subespecies, algunas de las cuales llevan su nombre.

El libro está repleto de anécdotas graciosas, como la fuga del hospital, o las trampas eruditas que les poní­a a sus «amigos» al punto de crear más de un mosqueo. O cuando en plan flower power, cazamariposas en mano, topó con un oso dormido.

Entiendo que es una biografí­a que interesará a poca gente, pero y lo bien que me lo estoy pasando.