Microrelatos again

Iniciado por California, Abril 16, 2009, 03:52:13 PM

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Porfirio

Córdoba: ¿ves esa gente? Nos mira.

Sevilla: Estoy segura, son los mismos que nos encontramos en Córdoba, esto es muy raro.

Málaga: ¿No te das cuenta? ¡nos están persiguiendo!

Granada: No puedo más... quieren acabar conmigo.



Madrid:

Baja las escaleras y le ve sentado en el sofa con la cabeza entre las manos.  Como cada dí­a, espera la hora de visitas.

Algo se rompió en la mente de su mujer durante la Luna de Miel.

Dan

Y no sólo en la mente.
Coño, qué le ha pasado a California.

Porfirio

Miró por la rejilla y vió un ojo, buscó con la vista el otro para encontrar la simetrí­a.  No estaba.

Se tragó la náusea y siguió mirando porque otros ojos estaban clavados en su cara.

Andreas Kartak

No le digais a Lola que la dejé para el final.

Porfirio

Avanza por el pasillo central mientras a su paso se elevaban las notas del Magnificat de Bach.  Su mirada se fija en la cruz que preside el altar y en esos momentos anteriores a la promesa, le implora fe y confianza. El desierto es seco.

La ceremonia prosigue su curso y realiza sus votos.  La Madre superiora se acerca y cada mechón de su larga melena que cae al suelo es un lazo con el mundo que se va deshaciendo.  La Madre de novicias le impone los hábitos y nota como la puerta se cierra y su alma se refugia en el útero cálido de la congregación. 

Ni se imagina que un dí­a será expulsada vergonzosamente por la puerta de servicio.

Dan

¡Deja de dar pistas y cuéntalo todo!

Porfirio

Se me ha perdido algo y el dí­a se ha roto.

Buscando sigo.

Pero hoy no encuentro nada entre los pliegues de las horas que pasan.

Algo se me ha escondido detrás de las orejas.

La noche, lenta, va carcomiendo huesos convertida en termita.

Entre los pies, sótanos, telarañas.

Intento arreglar dí­as rotos que agonizan.

lukey

"Visita y Prejuicio"

- Polí­tico gí¼ay: ¡Es estupendo, todo tan limpio ...... están tan contentos, sin duda por lo bien que los sabeis tratar y consentir esas pequeñas maní­as que les hacen felices, como a ese interno que de dejais ir con casco, tan contento pensando que es motorista, demuestran lo bien que funciona todo.

- Médico al que le ha caido el marrón de acompañar la visita: Si, ya. En realidad es que aparte de la enfermedad que le hace permanecer aquí­ sufre epilepsia por lo que lleva casco para evitar lesiones en la cabeza.

El polí­tico gí¼ay no quiso probar nada de lo cocinado por enfermos supervisados por el personal sanitario en el taller de cocina. Cosas de su úlcera de estómago, dijo.

Carlo

- Echo algo en falta
- ¿el qué?
...
- saber qué echo en falta
- estás confuso
- no, si lo estuviera, no serí­a consciente de que echo algo en falta

quizás, si durante horas no paro de hablar, mi subconsciente me indique las pistas necesarias, y encuentre la respuesta al azar, pero antes debo dejar el pensamiento que me bloquea... dejar de pensar para poder hacerlo de forma libre y desbocada. Es curiosa la forma en que las respuestas fluyen cuando se dejan de buscar.

- ¿has perdido el poco juicio que tení­as?
- no, no es eso lo que echo en falta.
Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

Porfirio

El frí­o de las baldosas calaba en sus huesos a través de su humilde hábito. Ella, entumecida por las horas de oración, no tení­a conciencia del dolor.

En algún remoto rincón de su cerebro una luz de alarma se habí­a encendido, pero no hizo caso.

Alzó los ojos esperando verle a Él. No estaba. Eran solo dos palos de madera cruzados.  Los recuerdos se agolpan en racimos de nada. Hubo otro tiempo...


El reloj inexorable no ha detenido el minutero en su dolor y sigue su ritmo imparable. Tic-tac. Tic-tac.

La capilla se llena de ruidos. Son las 6:30.  Las hermanas distinguen un bulto en el suelo cerca del altar.  Recogen a Sor Marí­a incosciente. 

Carlo

¡¡¡Has llamado "bulto" a Sor Marí­a!!!  :o
Si no te contesto, no pienses que me caes mal... es que te tengo ignorado.

Don Pésimo

Cuando despertó, el subforo "Déjame que te escriba" todaví­a estaba allí­.
Me cago en el Sistema Solar

Porfirio

#42
        Mariola era una indiana grande y bien plantada, venida a menos por la edad y la demencia que le aquejaba desde hací­a años. Andaba echada para atrás, con las rodillas flexionadas y tambaleándose como consecuencia de la medicación.

        Mariola solí­a gastar ropa de calidad pasada de moda, resultado del poco desgaste que la vida en el sanatorio producí­a y que hací­a muchos años que nadie le renovaba el vestuario. Coqueta como pocas pocas, nunca iba sin maquillaje.  Su cara, semejante a una muñeca de porcelana, impresionaba por cualquier pasillo que te la encontrases.

        Mariola dormí­a atada porque era aficionada a la francachela nocturna y más de una vez el personal de guardia habí­a tenido que sacarla de la cama de alguna desafortunada que habí­a concitado sus pasiones.

         Carmela era una mujer pequeñita que habí­a ingresado hací­a poco aquejada del mal del olvido.  Habí­a sido cantante de zarzuelas en la juventud y en sus dí­as buenos nos deleitaba a todos con un ¡Ay Felipe de mi alma! que poní­a los pelos de punta, si no fuese porque la edad y la afición al rubio le habí­an dejado la garganta hecha un cristo y de vez en cuando cantaba el gallo.


          Sor Marí­a estaba de guardia aquella noche.  De pronto se oyó un BLUM, seguido de un PLOF.  Salió corriendo hacia la habitación donde se habí­a escuchado el ruido.  Allí­ encontró a Carmela, acurrucada en un rincón y con los ojos desorbitados susurrando presa del miedo: socorro, socorro… mientras Mariola, en toda su esplendor de mujer despechada, le amenzaba con un cenicero gritando: ¡vas a morir a garrote vil! . Sor Marí­a, el conserje, la auxiliar y otras cuatro o cinco espontáneas, lograron reducir a Mariola e inyectarle un chute de haloperidol, mientras esta proclamaba su linaje a voz en cuello: ¡SOY LA HIJA DEL BICARBONATO!

Porfirio

Cita de: CHE en Noviembre 10, 2009, 11:00:48 AM
Tienen que ser TODOS de monjas?

Excepto dos, los demás no son de monjas.

Rednuts

Si esto es el preludio de apertura a peticiones, yo quiero que salgan ninjas y zombis.

Y que follen, ya sea entre ellos o con las monjas.
Tú no tienes convicciones porque tú eres de Málaga