Hilo de humor de calidad

Iniciado por Tejemaneje, Agosto 31, 2007, 07:43:38 PM

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kim

Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

Merrick

SI YORAS PORKE NO PUEDES VER EL SOL LAS LAGRIMAS NO TE DEJARAN VER LAS ESTREYAS XD LOL JAJAJ WAP@ ¡¡!!!!:D

ENNAS

Salud,

Para que no se me pierdan, recopilo acá los post de otros dos foreros.

Variaciones con mucha repetición del canon de Pachebel, cortesí­a de Don Pésimo:

http://www.youtube.com/watch?v=OGM7PsXGkgg

Y discusiones trascendentales a la hora de cenar cortesí­a de Gonzo the Great.

Cita de: Gonzo the Great en Abril 13, 2009, 12:36:02 AM
http://www.overstream.net/swf/player/oplx?oid=tylrn5ttsjlr&noplay=1

Que os diviertan.

ENNAS

Salud,

Y por aportar algo 'nuevo' al hilo propongo cuatro piezas del célebre compositor Johann Sebastian Mastropiero, recopiladas en el doble cd "Mastropiero que nunca".

El explica'o:

http://www.youtube.com/watch?v=4K4ZDwdA3gI

Payada de la vaca:

http://www.youtube.com/watch?v=QBrZd-xEDRI&feature=related

Román del joven conde, la sirena y el pájaro cucú (y la oveja):

http://www.youtube.com/watch?v=tFpmB89nFJc&feature=related

Cantata del Adelantado Dom. Rodrigo Dí­az de Carreras, de sus fazañas en tierras de Yndias e de los singulares acontescimientos en que se vió envuelto y de como se desenvolvió:

http://www.youtube.com/watch?v=zrIDDOOHtmY

Espero que os hagan reir.


Scardanelli

Lo pongo aquí­ mismo:


SIGUEN SIENDO LOS REYES

Marcos Ordóñez


El Paí­s, 27 - 06 - 2009


Faemino y Cansado están mejor que nunca, más sabios, más feroces, son incontestables en el panorama del humor. En "Son dos" no hablan de polí­ticos ni de suegras, aplican arquitectura y energí­a a una mirada propia y dislocada sobre la realidad


LLEVABA CUATRO o cinco años sin ver a Faemino y Cansado. Tení­a miedo. De que hubieran caí­do en la inercia o de que el tiempo hubiera limado sus colmillos. Temores infundados: están mejor que nunca, imparables, avasalladores, más sabios, más feroces, una doble torrentera de energí­a. Con el espectáculo "Son dos", que he visto en el Borrás de Barcelona, han vuelto a demostrar que siguen siendo los reyes incontestables del humor español. Desde finales de los ochenta fueron diamantes en el culo de un cadáver, que dirí­a Burroughs. El culo del cadáver era, naturalmente, Televisión Española, y para atraparles habí­a que tragarse los antepeores (porque lo peor aún estaba por llegar) programas de la historia, Tutifrutti, Pero ¿esto qué es?, VIP Noche, Desde Palma con amor. O madrugar (aún no tení­a ví­deo) para verles en Cajón de sastre, el programa infantil de los sábados por la mañana. Durante aquellos años, Faemino y Cansado se convirtieron en estajanovistas del chiste, en magos del sketch apuntalado en casa (o camino del estudio) e improvisado en directo. Les veí­as construyendo el número ante las cámaras, parando incluso porque uno no podí­a contener la risa ante la ocurrencia del otro, y viceversa, y en el siguiente programa incorporaban el ataque de risa, el error, el blanco, la entrada a destiempo. ¡Ah, maese Shallow! ¡Hemos escuchado las campanadas a medianoche! ¡Hemos visto naves en llamas más allá de Orión y a Faemino y Cansado inventándose a sí­ mismos, algo equivalente a presenciar los primeros golpes de Butch y Sundance!

Señales inequí­vocas de los grandes cómicos: a) Multiplicidad: son uno, o dos, pero su nombre es legión; b) Originalidad: siempre parecen venir de un planeta inexplorado, y c) Imprevisibilidad (véase: peligro). Primer apartado: en aquellos años ultrapródigos, F & C batieron récords con una media de cuatro números por semana y levantaron un censo de personajes que ni Pepe Iglesias El Zorro. Crearon números seriados (sketches de superhéroes, de romanos, de exploradores, de Soluciones Cientí­ficas para el Deporte Español), inventarona los Hermanos Bení­tez (imitadores de alimentos, de monumentos, de muertes famosas), y al comentarista Maroto, al Gran Mimón, a la pera Marí­a Elena, a Tarik el Turco, al Hijo del Doctor Muerte o al Capitán Badajoz, entre otros quinientos. Hasta que se cansaron de la tele. Segundo apartado: la originalidad dejó de cotizar en el Ente Agónico (excepciones a la regla: Montero & Maidagán, Muchachada Nui). El temible Club de la Comedia patentó una fórmula atroz: el monólogo escrito por otros. El cómico ya no tení­a necesidad de escribir su propio material. Democracia mal entendida, igualada a la baja: cualquiera podí­a subirse a un escenario y monologar por boca de ganso ante un público cautivo, dispuesto a reí­rse a cualquier precio. De casi todos los presuntos cómicos que surgieron entonces hoy no se acuerda nadie: eran indistintos y, sobre todo, no tení­an nada que contar. F & C llevan diez años sin pisar un plató. No lo necesitan. Tienen a su viejo público y el nuevo se lo han ganado por el boca a oreja y por Internet. Monarcas del stand-up, actúan más o menos cada dos años y siempre llenan los teatros. Qué digo llenan: abarrotan. ¿Por qué? Porque son únicos. Porque no hablan de polí­ticos ni de suegras ni de que anoche no se me levantó. Porque no se visten de ama de casa. Porque aplican arquitectura y energí­a a una mirada propia y dislocada sobre la realidad.

Sus roles siguen, sobre el papel, la eterna pauta del clown y el augusto. Javier Cansado es el augusto, facción chavalote de Malasaña: risueño y burlón, con un imaginario botellí­n (o botellón) de Mahou entre los dedos, parece tener una eterna mañana de domingo por delante. Carlos Faemino habita el tiempo turulato de los clowns puros, es decir, de los niños polimórficamente perversos, y ahí­ es donde manda y galopa el peligro, la imprevisibilidad absoluta. Si Cansado fuera Groucho, Faemino serí­a un Harpo aquejado de sí­ndrome de Tourette: no he visto vociferar tan suculentas barbaridades desde los gloriosos dí­as de San Pepe Rubianes. Cansado parece el hermano mayor de esa bestia parda al que finge controlar en sus estallidos de violencia verbal, y digo que finge porque en la parte final, cuando en ambos se reencarnan sus incorrectí­simos tí­os abuelos Arroyito y Pozuelón, uno y otro corren sin trabas por el secarral, con todo el olazo en el coco, el coñac en la sangre y los bajos instintos por montera. F & C perduran y perdurarán porque son narradores puros: convierten en relato todo lo que tocan. Es imposible apuntar nada durante sus espectáculos: van demasiado aprisa y no puedes parar de reí­rte. Su gran figura de estilo es el Chiste Arborescente, Jardí­n de Senderos que se Bifurcan, con introducciones que duran cuatro veces más que el gag prometido. Verbigracia: la parte central de Son dos, en torno al delirante ataque de un ejército de pelí­canos deshidratados a las órdenes de Marí­a Teresa Fernández de la Vega. F & C son maestros absolutos en el dificilí­simo arte ee irse por las ramas. Hace falta un timing matemático y, sobre todo cuando se juega en dobles, como es el caso, una compenetración casi alquí­mica, por eso hay tan pocos dúos cómicos que funcionen. Lo más parecido a un espectáculo de F & C es un número de malabares chinos (cómo mantener varios platos â€"calientes, muy calientesâ€" girando en el aire) o una jam de bajo y baterí­a: hay una gran parte fijada, estructuradí­sima en partitura, y luego el gozo de la improvisación libre, libérrima, que acaba anudada en un rotundo broche de oro. A la energí­a y la arquitectura se suma la entrega, o séase, la generosidad de este par, que siempre ofrecen más por tu dinero: dos horas en escena sin bajarse de la moto (o del tándem). Material pimpantemente fresco y un bonus track, sorpresa, en mitad: anuncian intermedio y se quedan en el escenario, “hablando de nuestras cosas”. Nadie sale a echar un pito, por supuesto. Son dos, son legión, son leyenda. Pí­llenlos a la que vean su cartel.
Como dize Aristótiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenení§ia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera.

ciutadela


Merrick

No sé qué leches pinta Pepe Rubianes en la crí­tica de Faemino y Cansado. Por muy muerto que esté ahora y muy excelente persona que haya sido mientras viví­a. Es como estar hablando de los Monty Python y nombrar a Benny Hill.
SI YORAS PORKE NO PUEDES VER EL SOL LAS LAGRIMAS NO TE DEJARAN VER LAS ESTREYAS XD LOL JAJAJ WAP@ ¡¡!!!!:D

Dolordebarriga

Cita de: Merrick en Julio 19, 2009, 12:24:20 AM
No sé qué leches pinta Pepe Rubianes en la crí­tica de Faemino y Cansado. Por muy muerto que esté ahora y muy excelente persona que haya sido mientras viví­a. Es como estar hablando de los Monty Python y nombrar a Benny Hill.

A Mí­ Benny Hill me hací­a mucha gracia.
"Yo siempre documento lo que digo"

Lacenaire

Cita de: Merrick en Julio 19, 2009, 12:24:20 AM
No sé qué leches pinta Pepe Rubianes en la crí­tica de Faemino y Cansado. Por muy muerto que esté ahora y muy excelente persona que haya sido mientras viví­a. Es como estar hablando de los Monty Python y nombrar a Benny Hill.

Es exatcamente el punto en que he abandonado la lectura del artí­culo.

Dan

Hombre, tengo entradas para diciembre.
Para Faemino y Cansado, se entiende. Para Rubianes no quedaban.

Merrick

Cita de: Dolordebarriga en Julio 19, 2009, 01:03:30 AM
Cita de: Merrick en Julio 19, 2009, 12:24:20 AM
No sé qué leches pinta Pepe Rubianes en la crí­tica de Faemino y Cansado. Por muy muerto que esté ahora y muy excelente persona que haya sido mientras viví­a. Es como estar hablando de los Monty Python y nombrar a Benny Hill.

A Mí­ Benny Hill me hací­a mucha gracia.

Me parece muy bien, pero convendrás conmigo en que no tienen nada que ver.
SI YORAS PORKE NO PUEDES VER EL SOL LAS LAGRIMAS NO TE DEJARAN VER LAS ESTREYAS XD LOL JAJAJ WAP@ ¡¡!!!!:D

kim

Que no os ciegue vuestro desprecio y/o cansancio, el autor del artí­culo se ha limitado a señalar el tiempo que hací­a que no escuchaba tal despliegue de palabras malsonantes en un escenario. Y si da la casualidad, que tampoco es tal (quiero decir que no habí­a muchos candidatos para que se diera tal circunstancia o a mí­ al menos no se me ocurren), de que la última vez fué a Rubianes a quien se lo escuchó, pues eso es exactamente lo que pinta en el artí­culo, areopagitas del demoñorojo.
Perdona si te he dado la impresión de que me importa lo que dices.

Je suis Charlie, pero solo la puntita.

ENNAS

La verdad es que el inicio es buení­simo. El tipo, que además es un grandullón, apabulla al personal. Consigue que se terminen las risistas y todo el mundo esté calladito y acoquinado pensando en cómo salir de allí­.

Luego ya si, es un monólogo del club de la comedia. Dicen que bastante bueno, yo no he llegado a oí­rlo del todo.

https://www.youtube.com/watch?v=EjyZfWnHEfc

Lacenaire

No me hace ninguna gracia. De esos de la Paramount lo mejor sin duda el taladrado de Ignatius y su monólogo sobre el advenimeinto del Apocalipsis y la necesidad de fundar la nueva Jersualén de la comedia.