Holasí¬quétal (AREOPAGO-REFUNDACIÓN)

Iniciado por ENNAS como Administrador., Junio 03, 2012, 07:10:00 PM

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ENNAS como Administrador.

Buenas tardes, ¡cuánto tiempo!

Hoy sólo buenas noticias.

Ya está pagado a Strato el tramo correspondiente al último semestre del presente año, pese a lo cual, aún tenemos 168â,¬ de saldo.

A falta de actualizarme un poco veo que lo llevamos bien. Al parecer la culpa de Todos los Males del Areópago (y ya de paso de España) no la tení­a Flip. Ésto es bueno.

Me gusta el esfuerzo de Myeu por organizar una actividad conjunta con el juego de apalabrados, creo que deberí­amos proponerle como nuevo administrador.

Siento haber faltado a mi deber casi medio año. Hay una explicación; pero la verdad, es un mala excusa. Tiene que ver con ésto:

http://www.youtube.com/watch?v=BqihaEPq_lY

Ya os contaré más.

Dolordebarriga

Me alegro de que hayas vuelto. No te miento si te digo que me tuviste preocupado. ¡Cómo nadie tampoco contaba/sabí­a nada!. bienvenido y eso. Ennas.
"Yo siempre documento lo que digo"

ENNAS como Administrador.

Lo que va en el spoiler es una historieta, un ladrillo de los mí­os. No es necesario leérsela.

Un jueves a las cuatro de la tarde estaba tranquilo en el trabajo, cuando me empezó a doler el pecho en la zona izquierda justo al final del costillar. Pese a que no hací­a calor y que no estaba la calefacción encendida empecé a sudar mucho y a sentirme algo mareado.

Decidí­ continuar pese a que el dolor seguí­a e ir al ambulatorio cuando terminara la jornada. Pasadas las ocho del anochecer, en el servicio de urgencias, con sus pocos medios, me hicieron un electrocardiograma en el que no encontraron nada anormal y me recomendaron ir a las urgencias del hospital universitario para hacerme unas radiografí­as.

Cuando fuí­ a la mañana siguiente, casi no me dolí­a, así­ que las radriografí­as apenas detectaban una ligera inflamación en la pleura del pulmón izquierdo. Me recetaron codeí­na para bajar la inflamación y me volví­ al trabajo. Esa misma tarde estaba doblado por el dolor, pero lo atribuí­ al cansancio y seguí­ haciendo mi vida normal esperando que en el fin de semana el cuerpo se recuperara gracias a la medicación.

Aguanté hasta la sobremesa del sábado. Habí­a invitado a mis padres a casa para organizar mi fiesta de cumpleaños del domingo y tras la comida, el dolor un poco por debajo del pulmón izquierdo empezó a darme un latigazo tras otro impidiéndiome respirar. El Samur nos recomendó ir a urgencias por nuestra cuenta y mis padres tuvieron que llevarme en su coche hasta el hospital universitario.

Durante el camino, ni a cuarto de hora llegarí­a, creí­ que me morí­a. Un dolor agudo, rí­tmico, que me impedí­a respirar y me hací­a ver borroso. Me gustarí­a decir que lo afronté estoicamente, pero la verdad, jadeaba como una perra y pensaba "no quiero morirme, no quiero morirme, no quiero morirme". Era lo único capaz de pensar. Mis padres asustadí­sismos claro. Nunca me habí­an visto así­, un chicarrón del norte, fuerte como un roble incapaz de tenerse en pie.

En el hospital me pasaron a la zona naranja donde asuste a los viejitos con problemas respiratorios que compartí­an la sala conmigo. Un tipo que podrí­a ser su hijo sudando a mares jadeando con dificultad y retorciéndose por el dolor. Pobres. Como si no hubiera ido el dí­a anterior volvieron a repetirme el examen desde el inicio, auscultación, electro, etc... Me cogieron una ví­a para administrarme un bolsón de morfina y me conectaron a un pulsómetro, incluso tení­an un carro de paradas cerca. No pudieron hacerme todas las pruebas que querí­an porque yo era incapaz de estarme quieto por el dolor.


Dolí­a. Dolí­a como si el bichito de Alien intentara reventarme el esternón.

Justamente entonces lo entendí­. El aparato marcaba pulsaciones de 96, 97, 98, cuando me ahogaba bajaba a 94... No era mi corazón. Dolí­a, pero no me iba a morir de un infarto. Tuve un escalofrí­o pensando que no me iba a morir, que por eso el pelotón de médicos y enfermeras me estaban mirando sin intervenir. ¡No me iba a morir! Por mucho que me doliera. Por mucho que el alien estuviera ahí­ dale que te pego "quiero salir, quiero salir, quiero salir".

Tuvieron que meterme un respirador en la nariz y añadir otra bolsa de morfina pero al cabo de tres horas el dolor empezó a ser aceptable. A lo largo de la noche me suiguieron haciendo pruebas de orina y gasometrí­as. A la madrugada radiografí­as. No conseguí­an acertar con el pronóstico, dudaban. La verdad es que eran muy jovencitos los médicos y de hecho las veteranas enfermeras eran las que se hací­an cargo de todo.

Por la mañana llegose a visitarme el equipo de diagnósticos del doctor House. Se trataba de un indio del altiplano que debí­a haber sido médico militar porque no te preguntaba las cosas, te las ordenaba. Le flanqueaban una mulata con deje del Pací­fico que en su presencia imitaba su comportamiento desabrido (esta debí­a ser Trece) junto a una cholita que intentaba ser amable y comprensiva (¿Cameron?). Y los médicos españoles pues en la cola del paro, supongo.

Vuelta a relatarles el caso, nueva repetición de pruebas, y las dudas que siguen intaladas en el cuerpo médico; hasta que el Gran Consejo de Chamanes del Tahuantinsuyu decidió hacerme un TAC. Les costó llegar a una conclusión pero me diagnosticaron una neumoní­a mal curada.

Figuraos mi desilusión, yo creí­a que tení­a algo serio e importante y resulta que creí­a que me morí­a por una vulgar neumoní­a. Tuve que pedir la baja y tomar antibióticos. Recuerdo que el primer dí­a fuera del hospital, el lunes, apenas podí­a andar quinientos metros sin ahogarme. Entre éso y los ancianitos de la sala, me he hecho una idea de cómo será mi jubilación.


He visto el futuro y es horrible.

Al lunes siguiente me habí­a reincorporado a la oficina, para sorpresa de todos. Aún no estaba del todo bien pero podí­a aguantarlo. Me preguntaron por mi salud, cosa que se agradece, pero acá ente nosostros, es un bajón. Ya conté que trabajo en una empresa de mayorí­a femenina y me sentí­ vulnerable viendo que me trataban como un anciano. "Ya no soy un Hombre" me dije.

Lejos de querer apurar la vida, de mostrarme vitalista, me he apagado y no me apetece hacer nada. Quizá influya que deje de beber alcohol (por la medicación) y de fumar (aún tengo medio paquete que compré en abril), cosas que habrán mejorado mi salud, mi gusto y mi olfato, pero no mi ánimo.

La de veces que me senté al ordenador pensando en conectarme al Areópago y no me atreví­. hasta que llegó la factura de STRATO. Si todo es empezar, dar el primer paso.

Es por eso que...


Vamos a recuperar una idea, la de "compartir" la titularidad del foro, fácil de hacer en el caso de la cuenta bancaria y -recurrriendo a diversos "trucos" técnicos- factible también en STRATO.

El objetivo es que ante otro vací­o de poder como el mí­o en este principio de año, el foro tenga asegurada su continuidad en cualquiera de vosotros.

Introducir otro titular en la cuenta bancaria no tiene mayor misterio: Se trata de que yo, como actual titular quede con otro(s) forero(s) y vayamos a la oficina de La Caí¯xa en Aquitania 38, Madrid. Hay que llevar DNI. Y es ineluctable, se requiere la presencia personal de los segundos titulares para realizar la operación. No vale lo de "te doy un poder y ya tú te apañas".

La titularidad de la web en STRATO si bien no puede ser compartida a efectos legales, puede ser transmitida, tal y como hicimos Bic y yo.

STRATO ofrece un formulario válido tanto para cambiar la titularidad del foro como para cambiar la persona de contacto. Sólo requiere enviar el formulario por fax junto a una fotocopia de los DNI (en blanco y negro y lo más clareadas posible) a la compañí­a.

Yo enviarí­a por e-mail este formulario a quienes se ofrezcan voluntarios, rellenado en la parte que me corresponde y adjuntando mi DNI, para que en caso de que yo falte un tiempo prolongado y previo acuerdo entre vosotros, alguno rellene el resto del formulario, lo imprima y junto a los dos DNI lo enví­e al fax de STRATO.

Otro recurso menor, aparte de cambiar la persona de contacto mediante el formulario, es utilizar el buzón de correos de STRATO, que tenemos incluido en el precio del paquete y que hasta ahora nunca hemos hecho uso de él. Esta aplicación permite que sean varias cuentas de correo las que reciban sus notificaciones. Evitarí­amos así­ la interrupción de la comunicación ente la empresa servidora y el foro. Pero ésto serí­a compartir los avisos, no transmitir la titularidad.

Cuestiones dignas de debatirse y votarse.

1.- Yo estoy convencido de que para asegurar la continuidad el foro lo mejor es que haya otras personas que puedan coger el relevo. Es una cuestión de confianza mútua.

Ciertamente nos podrí­amos plantear el peor de los casos posibles: que yo enví­e la información a un malaleche y éste la rellene por su cuenta, la enví­e, se quede con el Areópago y nos lo chape.

Ninguno de vosotros harí­ais eso. No creo que tenga que ir por ahí­ el debate.

2 He mencionado este tema a la plana mayor y hemos pensado que lo mejor es que lo hablemos entre todos.

Que montemos un votación si es preciso.

Y qué puesto que el Areópago es de todos, quien quiera que opine sobre los pros y los contras de éste asunto; o se ofrezca a ser uno de los recipendarios del papeleo, aunque no le apetezca ser el administrador del foro y llegado el caso se los transfiera a otro.

¿Qué os parece?

_Amazonia_

Cita de: Pop Wardiola en Junio 17, 2012, 06:11:14 PM
Lo que va en el spoiler es una historieta, un ladrillo de los mí­os. No es necesario leérsela.

Un jueves a las cuatro de la tarde estaba tranquilo en el trabajo, cuando me empezó a doler el pecho en la zona izquierda justo al final del costillar. Pese a que no hací­a calor y que no estaba la calefacción encendida empecé a sudar mucho y a sentirme algo mareado.

Decidí­ continuar pese a que el dolor seguí­a e ir al ambulatorio cuando terminara la jornada. Pasadas las ocho del anochecer, en el servicio de urgencias, con sus pocos medios, me hicieron un electrocardiograma en el que no encontraron nada anormal y me recomendaron ir a las urgencias del hospital universitario para hacerme unas radiografí­as.

Cuando fuí­ a la mañana siguiente, casi no me dolí­a, así­ que las radriografí­as apenas detectaban una ligera inflamación en la pleura del pulmón izquierdo. Me recetaron codeí­na para bajar la inflamación y me volví­ al trabajo. Esa misma tarde estaba doblado por el dolor, pero lo atribuí­ al cansancio y seguí­ haciendo mi vida normal esperando que en el fin de semana el cuerpo se recuperara gracias a la medicación.

Aguanté hasta la sobremesa del sábado. Habí­a invitado a mis padres a casa para organizar mi fiesta de cumpleaños del domingo y tras la comida, el dolor un poco por debajo del pulmón izquierdo empezó a darme un latigazo tras otro impidiéndiome respirar. El Samur nos recomendó ir a urgencias por nuestra cuenta y mis padres tuvieron que llevarme en su coche hasta el hospital universitario.

Durante el camino, ni a cuarto de hora llegarí­a, creí­ que me morí­a. Un dolor agudo, rí­tmico, que me impedí­a respirar y me hací­a ver borroso. Me gustarí­a decir que lo afronté estoicamente, pero la verdad, jadeaba como una perra y pensaba "no quiero morirme, no quiero morirme, no quiero morirme". Era lo único capaz de pensar. Mis padres asustadí­sismos claro. Nunca me habí­an visto así­, un chicarrón del norte, fuerte como un roble incapaz de tenerse en pie.

En el hospital me pasaron a la zona naranja donde asuste a los viejitos con problemas respiratorios que compartí­an la sala conmigo. Un tipo que podrí­a ser su hijo sudando a mares jadeando con dificultad y retorciéndose por el dolor. Pobres. Como si no hubiera ido el dí­a anterior volvieron a repetirme el examen desde el inicio, auscultación, electro, etc... Me cogieron una ví­a para administrarme un bolsón de morfina y me conectaron a un pulsómetro, incluso tení­an un carro de paradas cerca. No pudieron hacerme todas las pruebas que querí­an porque yo era incapaz de estarme quieto por el dolor.


Dolí­a. Dolí­a como si el bichito de Alien intentara reventarme el esternón.

Justamente entonces lo entendí­. El aparato marcaba pulsaciones de 96, 97, 98, cuando me ahogaba bajaba a 94... No era mi corazón. Dolí­a, pero no me iba a morir de un infarto. Tuve un escalofrí­o pensando que no me iba a morir, que por eso el pelotón de médicos y enfermeras me estaban mirando sin intervenir. ¡No me iba a morir! Por mucho que me doliera. Por mucho que el alien estuviera ahí­ dale que te pego "quiero salir, quiero salir, quiero salir".

Tuvieron que meterme un respirador en la nariz y añadir otra bolsa de morfina pero al cabo de tres horas el dolor empezó a ser aceptable. A lo largo de la noche me suiguieron haciendo pruebas de orina y gasometrí­as. A la madrugada radiografí­as. No conseguí­an acertar con el pronóstico, dudaban. La verdad es que eran muy jovencitos los médicos y de hecho las veteranas enfermeras eran las que se hací­an cargo de todo.

Por la mañana llegose a visitarme el equipo de diagnósticos del doctor House. Se trataba de un indio del altiplano que debí­a haber sido médico militar porque no te preguntaba las cosas, te las ordenaba. Le flanqueaban una mulata con deje del Pací­fico que en su presencia imitaba su comportamiento desabrido (esta debí­a ser Trece) junto a una cholita que intentaba ser amable y comprensiva (¿Cameron?). Y los médicos españoles pues en la cola del paro, supongo.

Vuelta a relatarles el caso, nueva repetición de pruebas, y las dudas que siguen intaladas en el cuerpo médico; hasta que el Gran Consejo de Chamanes del Tahuantinsuyu decidió hacerme un TAC. Les costó llegar a una conclusión pero me diagnosticaron una neumoní­a mal curada.

Figuraos mi desilusión, yo creí­a que tení­a algo serio e importante y resulta que creí­a que me morí­a por una vulgar neumoní­a. Tuve que pedir la baja y tomar antibióticos. Recuerdo que el primer dí­a fuera del hospital, el lunes, apenas podí­a andar quinientos metros sin ahogarme. Entre éso y los ancianitos de la sala, me he hecho una idea de cómo será mi jubilación.


He visto el futuro y es horrible.

Al lunes siguiente me habí­a reincorporado a la oficina, para sorpresa de todos. Aún no estaba del todo bien pero podí­a aguantarlo. Me preguntaron por mi salud, cosa que se agradece, pero acá ente nosostros, es un bajón. Ya conté que trabajo en una empresa de mayorí­a femenina y me sentí­ vulnerable viendo que me trataban como un anciano. "Ya no soy un Hombre" me dije.

Lejos de querer apurar la vida, de mostrarme vitalista, me he apagado y no me apetece hacer nada. Quizá influya que deje de beber alcohol (por la medicación) y de fumar (aún tengo medio paquete que compré en abril), cosas que habrán mejorado mi salud, mi gusto y mi olfato, pero no mi ánimo.

La de veces que me senté al ordenador pensando en conectarme al Areópago y no me atreví­. hasta que llegó la factura de STRATO. Si todo es empezar, dar el primer paso.

Es por eso que...


Vamos a recuperar una idea, la de "compartir" la titularidad del foro, fácil de hacer en el caso de la cuenta bancaria y -recurrriendo a diversos "trucos" técnicos- factible también en STRATO.

El objetivo es que ante otro vací­o de poder como el mí­o en este principio de año, el foro tenga asegurada su continuidad en cualquiera de vosotros.

Introducir otro titular en la cuenta bancaria no tiene mayor misterio: Se trata de que yo, como actual titular quede con otro(s) forero(s) y vayamos a la oficina de La Caí¯xa en Aquitania 38, Madrid. Hay que llevar DNI. Y es ineluctable, se requiere la presencia personal de los segundos titulares para realizar la operación. No vale lo de "te doy un poder y ya tú te apañas".

La titularidad de la web en STRATO si bien no puede ser compartida a efectos legales, puede ser transmitida, tal y como hicimos Bic y yo.

STRATO ofrece un formulario válido tanto para cambiar la titularidad del foro como para cambiar la persona de contacto. Sólo requiere enviar el formulario por fax junto a una fotocopia de los DNI (en blanco y negro y lo más clareadas posible) a la compañí­a.

Yo enviarí­a por e-mail este formulario a quienes se ofrezcan voluntarios, rellenado en la parte que me corresponde y adjuntando mi DNI, para que en caso de que yo falte un tiempo prolongado y previo acuerdo entre vosotros, alguno rellene el resto del formulario, lo imprima y junto a los dos DNI lo enví­e al fax de STRATO.

Otro recurso menor, aparte de cambiar la persona de contacto mediante el formulario, es utilizar el buzón de correos de STRATO, que tenemos incluido en el precio del paquete y que hasta ahora nunca hemos hecho uso de él. Esta aplicación permite que sean varias cuentas de correo las que reciban sus notificaciones. Evitarí­amos así­ la interrupción de la comunicación ente la empresa servidora y el foro. Pero ésto serí­a compartir los avisos, no transmitir la titularidad.

Cuestiones dignas de debatirse y votarse.

1.- Yo estoy convencido de que para asegurar la continuidad el foro lo mejor es que haya otras personas que puedan coger el relevo. Es una cuestión de confianza mútua.

Ciertamente nos podrí­amos plantear el peor de los casos posibles: que yo enví­e la información a un malaleche y éste la rellene por su cuenta, la enví­e, se quede con el Areópago y nos lo chape.

Ninguno de vosotros harí­ais eso. No creo que tenga que ir por ahí­ el debate.

2 He mencionado este tema a la plana mayor y hemos pensado que lo mejor es que lo hablemos entre todos.

Que montemos un votación si es preciso.

Y qué puesto que el Areópago es de todos, quien quiera que opine sobre los pros y los contras de éste asunto; o se ofrezca a ser uno de los recipendarios del papeleo, aunque no le apetezca ser el administrador del foro y llegado el caso se los transfiera a otro.

¿Qué os parece?
.

Ante todo Hola hamigos.

Pues lo que me parece es que alguien va a quedarse con los fondos cuando quiebre Areopago.

Quien sera el afortunado¿?

Renato¿?
Don Pesimo¿?
Patillotes¿?

No es dificil adivinarlo, se lo repartiran como buenos hamigos.

Tranquilos, solo estoy dandome una vuelta.

Tejemaneje

Por el amor de Dios, que alguien dé la puntilla a esta tarada. Que no sufra, no quiero que sufra, pero que se acabe tener que leer subnormalidades de este tipo. Agonicemos todos juntos, los pocos que ya quedamos, pero en paz, con nuestra morfina.

Don Pésimo

Me cago en el Sistema Solar

_Amazonia_

No seas troglodita, no vengo para quedarme, estoy solo ...de visita.
Pero que subnormalidad he dicho ahora¿?.
invertir ahora en Areopago es como invertir en Bankia, una tonteria, y la verdad, no he podido resistir contestar al inocente de ennas.

_Amazonia_


Que frialdad, que poca "ospitalidad", ya me han ignorado dos miembros.
y yo creyendo que ante la escasez...me recibiriais con los brazos abiertos.

_Amazonia_


Mis sospechas eran ciertas, nadie me queria ¡¡.

Vale, paso.

_Amazonia_


La verdad es que esperaba que os alegrarais algo mas, no se, esperaba un oh, estas viva¡¡

En fin, suerte, la vais a necesitar.

Don Pésimo

Me cago en el Sistema Solar

Tejemaneje

Está claro que si quieres ganar pelas el Areópago es el lugar. Dar el pelotazo y a vivir.

Casio

Quiero que vuelva Supermegaloka. 

Con respecto a  la encuesta, abogo por una transición que deje todo atado y bien atado, sin revanchismo rupturistas ni crispación que nos aleje de Europa. 

Tejemaneje

Cita de: Stringer Bell en Junio 18, 2012, 11:21:21 AM
Quiero que vuelva Supermegaloka. 

Con respecto a  la encuesta, abogo por una transición que deje todo atado y bien atado, sin revanchismo rupturistas ni crispación que nos aleje de Europa. 

En ese sentido, y para no levantar suspicacias, quizá podí­amos plantearnos no realizar el aporte de dinero en euros, sino emitir nuestro propio papel-moneda.

Por ejemplo. Yo he aportado hasta ahora 0 euros. Pues en vez de eso, y para favorecer tanto el intercambio comercial como el control de gastos, cambiamos mi aporte a 0 areopadí­es.

También se podí­a adoptar una moneda disparatada, donde la multiplicación por cero diera otros resultados. De esa forma, mi colaboración de 0 euros se transforma al cambio en 120 areopadí­es.

Casio

yo voy a pagar en Neopesetas, si no os importa.