Hilo sobre la educación

Iniciado por Greñas, Noviembre 13, 2007, 12:34:37 AM

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Lacenaire

CitarEl caso es que hay bastantes estudios constatados conforme a los cuales, el tipo de deberes que existe (deberes estandarizados, no personalizados, y consistentes en la repetición rutinaria de las tareas prefijadas que aparecen en los cuadernos de deberes que trae el propio libro de texto), no aporta ningún plus en cuanto a la adquisión de mayores o más competencias en las primeras etapas educativas, ni supone una diferencia en etapas superiores en cuanto a desempeño, entre los que hicieron deberes y no los hicieron. Vamos, que con deberes o sin ellos, la gente llega a los 12 años habiendo aprendido más o menos lo mismo.

Y otros estudios que dicen que sí. Los "estudios", ese mundo.

Si estás en una clase, si asistes a una de oyente, pongamos; verás que tú, como adulta - que además ha pasado ya por eso- retienes un porcentaje ridículo de lo explicado. De lo que se ha hablado. Sin el trabajo fuera, de un tipo u otro, no hay retención y muchas veces tampoco comprensión. Tengo muy claro porque lo he experimentado como alumno que lo que muchos conceptos que en clase parecen nebulosos y nada definidos, caso de operaciones matemáticas por ejemplo, adquieren sentido cuando tú, con tus dos manitas, lo has ejecutado. Este es otro punto importante, el paso a la experiencia (de ver o leer a hacer), y a la experiencia solitaria.  Podemos discutir del tipo y cuantía de los deberes pero choca con mi experiencia, con la de mucha gente, con la de los docentes, que hacer deberes dé 0 resultados. El planteamiento del asunto ya tira por tierra cualquier posibilidad de debate. Cuestionarlo, matizarlo, vale. Pero no, aquí se dice que no valen para absolutamente nada. Lo siento pero esto es un extremismo y no responde a hechos.


CitarPero la realización de deberes no implica ese enriquecimiento cultural. Porque los deberes que mandan en el colegio, no consisten en hacer salidas a museos con la familia, ir al cine o leer juntos La isla del tesoro. Consisten en repetir rutinariamente en casa las mismas fichas que se han trabajado en clase y que vienen en el puto libro. Lo cual significa que igualmente, el hijo de la ingeniera saldrá mejor parado. Porque su madre podrá ayudarle a resolver dudas al hacer esos deberes (cosa que al otro no), y porque además seguramente harán en su casa todas esas cosas guays que el otro ni de coña hará.

Pues lo mismo. El planteamiento 0 utilidad es extremista y falso. Desde ese punto de partida no se puede proceder a una discusión.

Ponte en lo siguiente: el niño, al hacer deberes lee. Esto en muchos hogares simplemente no se hace. Esto es un déficit educativo extraescolar, que responde a pautas de clase y formación y que se estudia, y sobre lo que se insiste (oh!) en las facultades de educación. Ahora, procedes presentar un nuevo argumento extremista y por lo tanto falaz: dado que hay desigualdades, dado que hay familias que parten con desventaja, el efecto pedagógico queda reducido a la nada. Otra vez, todo por un lado, cero por otro. Callejón sin salida.



Lacenaire

Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 12:20:01 PM
Cita de: Karraspito All Stars en Noviembre 18, 2016, 12:11:54 PM
   Entonces, Laura, si no he entendido mal, tú no eres partidaria de suprimir los deberes sino de cambiar el enfoque (de todo en general, no solo los deberes). ¿No?

Sí. Hay que cambiar más cosas además de eso, aunque no me parece mal empezar por ahí.

Y no todo depende de la falta de presupuesto, de las ratios, o del "sistema". Hay cosas que dependen del propio docente. El maestro puede decidir cosas como si les da o no una agenda para llevar a casa a niños de 1º de primaria (recordemos que en ese curso algunos aún no han cumplido siquiera los seis años cuando empiezan, es una edad en la que hay dificultades para diferenciar mañana, esta tarde, luego, o ahora, muchos aún no saben leer y escribir, otros saben pero de aquélla manera, etc.). Puede decidir si les impone o no deberes consistentes en rellenar fichas. Puede decidir o no marcar exámenes con calificaciones numéricas. Puede decidir o no que esas calificaciones numéricas se digan en clase delante de todos. Etc.

Ya te digo desde aquí, que el que decide hacer todas estas cosas en ese curso (y son un huevo de ellos), para mí ni es maestro ni es ná de ná. Es un incompetente absoluto que sabe bastante poco de enseñanza, y que ha acabado aterrizando ahí vete tú a saber por qué desgraciada combinación de circunstancias.

Las calificaciones numéricas son algo que escapa a su control. Además, toda gradación, numérica o verbal, acaba siendo numérica. Bien-Mal-Regular es una escala numérica de base tres. Y así con todo. De acuerdo en el resto.

Crápula

El enfoque principal de los deberes no debe estar en adquirir más o menos conocimientos, sino en adquirir sentido de responsabilidad. A un niño hay que ponerle deberes suficientes para que se tenga que pasar todo el día en casa sentado sin poder hacer nada más. Especialmente ahora, que todavía no les han salido pelos en los huevos y ya tienen tablets donde buscar toda clase de páginas guarras.

laura_m

#8613
Cita de: Gipsy King en Noviembre 18, 2016, 12:23:12 PM
Si estás en una clase, si asistes a una de oyente, pongamos; verás que tú, como adulta - que además ha pasado ya por eso- retienes un porcentaje ridículo de lo explicado. De lo que se ha hablado.

No, eso no es así. Se retienen % ridículos de lo explicado si lo explicado no se conecta en modo alguno con tu experiencia diaria fuera de esa clase. Como ejemplo, yo estudié derecho procesal en la carrera (antes de ejercer y practicar el derecho procesal). Fueron varios cursos. Aprobé con buena nota las asignaturas dedicadas al derecho procesal (porque fui buena chica, hice mis deberes, y estudié mucho en casa).

El resultado fue que cuando tuve que empezar a ejercer, no tenía ni puta idea de derecho procesal. Nada. No me acordaba de qué clase de recurso procedía para cada resolución judicial (mucho menos tenía conocimientos sobre cómo hacer materialmente esos recursos, como estructurarlos y argumentarlos) ni de los plazos para interponer cada recurso, ni del órgano competente.

Luego me puse a ejercer, y cuando hice 10 recursos de suplicación, aprendí que primero se anuncia ante el juzgado que dictó la sentencia, y que hay un plazo de 5 días desde que te notificaron la sentencia. Y que luego se interpone, en un plazo de 10 días desde que te dan trámite para ello. Y que en esos plazos no computan los sábados y los domingos. Y ya no se me ha olvidado jamás.

Y una vez que tenía esa práctica, fui a un curso de procesal laboral, un curso teórico, eran clases magistrales impartidas por jueces, abogados, etc. No nos mandaron deberes ni nada de nada. No había que estudiar. Pero los problemas que explicaron se conectaban con lo que yo vivía día a día. Y las explicaciones que me dieron sobre los aspectos problemáticos y controvertidos que se producían, te aseguro que no se me han olvidado. Me quedé con ellas.

Y el proceso de aprendizaje en los niños, no es distinto. Ya pueden hacer ochenta exámenes y estudiar en casa mucho y aprobar, e incluso sacar muy buena nota en ese examen sobre la revolución francesa. Al cabo de dos meses, uno que hizo deberes y otro que no los hizo, recordarán prácticamente lo mismo de esa revolución: casi nada.

Los deberes (y hablo de los deberes tal y como son en la realidad, no como son en los mundos de yuppie), esos deberes estandarizados, iguales para todos, y que el profesor ni siquiera se molesta en diseñar, que lo que hace es tirar sin más de las págs. 2 a 5 del libro de lengua (el cual ya en sí es una puta mierda), producen más perjuicios que beneficios. Porque los niños (así, en general, que hay algunos que no, oye), los odian. Y por extensión, acaban odiando la materia en sí, y todo lo que huela a estudiar, aprender, colegio, etc.

Y si ya hablamos de niños de etapas primeras de la educación (primaria, y buena parte de la secundaria), ni te cuento.

Y todo esto dejando al margen el aspecto de que se pueda admitir en modo alguno que un maestro esté legitimado para decidir imperativamente que cuando mi hijo sale del colegio a lo que tiene que dedicarse es a hacer fichas (bajo la amenaza de ser castigado al día siguiente si no las lleva cumplimentadas o que eso influya negativamente en sus notas) en lugar de lo que sea que yo quiera decidir que haga con su tiempo fuera del colegio. Porque es que a lo mejor resulta que yo no quiero que mi hijo se dedique a eso. Quiero que se dedique a aprender a tocar la guitarra como Camarón de la Isla, porque soy una gitana de las 3000 viviendas. O quiero que se dedique a colaborar en las tareas domésticas, o a ayudar en el negocio familiar porque soy china y tengo un bazar, o a participar en competiciones hípicas. Un maestro no debería entrometerse en la autonomía de las familias para decidir qué hacen con el tiempo que los niños están fuera del centro escolar.

Crápula

#8614
Nos ha jodio, ahora resulta que los niños tienen que amar el colegio para aprender.


Lacenaire

Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 12:51:07 PM
Cita de: Gipsy King en Noviembre 18, 2016, 12:23:12 PM
Si estás en una clase, si asistes a una de oyente, pongamos; verás que tú, como adulta - que además ha pasado ya por eso- retienes un porcentaje ridículo de lo explicado. De lo que se ha hablado.

No, eso no es así. Se retienen % ridículos de lo explicado si lo explicado no se conecta en modo alguno con tu experiencia diaria fuera de esa clase. Como ejemplo, yo estudié derecho procesal en la carrera (antes de ejercer y practicar el derecho procesal). Fueron varios cursos. Aprobé con buena nota las asignaturas dedicadas al derecho procesal (porque fui buena chica, hice mis deberes, y estudié mucho en casa).

El resultado fue que cuando tuve que empezar a ejercer, no tenía ni puta idea de derecho procesal. Nada. No me acordaba de qué clase de recurso procedía para cada resolución judicial (mucho menos tenía conocimientos sobre cómo hacer materialmente esos recursos, como estructurarlos y argumentarlos) ni de los plazos para interponer cada recurso, ni del órgano competente.

Luego me puse a ejercer, y cuando hice 10 recursos de suplicación, aprendí que primero se anuncia ante el juzgado que dictó la sentencia, y que hay un plazo de 5 días desde que te notificaron la sentencia. Y que luego se interpone, en un plazo de 10 días desde que te dan trámite para ello. Y que en esos plazos no computan los sábados y los domingos. Y ya no se me ha olvidado jamás.

Y una vez que tenía esa práctica, fui a un curso de procesal laboral, un curso teórico, eran clases magistrales impartidas por jueces, abogados, etc. No nos mandaron deberes ni nada de nada. No había que estudiar. Pero los problemas que explicaron se conectaban con lo que yo vivía día a día. Y las explicaciones que me dieron sobre los aspectos problemáticos y controvertidos que se producían, te aseguro que no se me han olvidado. Me quedé con ellas.

Y el proceso de aprendizaje en los niños, no es distinto. Ya pueden hacer ochenta exámenes y estudiar en casa mucho y aprobar, e incluso sacar muy buena nota en ese examen sobre la revolución francesa. Al cabo de dos meses, uno que hizo deberes y otro que no los hizo, recordarán prácticamente lo mismo de esa revolución: casi nada.

Los deberes (y hablo de los deberes tal y como son en la realidad, no como son en los mundos de yuppie), esos deberes estandarizados, iguales para todos, y que el profesor ni siquiera se molesta en diseñar, que lo que hace es tirar sin más de las págs. 2 a 5 del libro de lengua (el cual ya en sí es una puta mierda), producen más perjuicios que beneficios. Porque los niños (así, en general, que hay algunos que no, oye), los odian. Y por extensión, acaban odiando la materia en sí, y todo lo que huela a estudiar, aprender, colegio, etc.

Y si ya hablamos de niños de etapas primeras de la educación (primaria, y buena parte de la secundaria), ni te cuento.

Y todo esto dejando al margen el aspecto de que se pueda admitir en modo alguno que un maestro esté legitimado para decidir imperativamente que cuando mi hijo sale del colegio a lo que tiene que dedicarse es a hacer fichas (bajo la amenaza de ser castigado al día siguiente si no las lleva cumplimentadas o que eso influya negativamente en sus notas) en lugar de lo que sea que yo quiera decidir que haga con su tiempo fuera del colegio. Porque es que a lo mejor resulta que yo no quiero que mi hijo se dedique a eso. Quiero que se dedique a aprender a tocar la guitarra como Camarón de la Isla, porque soy una gitana de las 3000 viviendas. O quiero que se dedique a colaborar en las tareas domésticas, o a ayudar en el negocio familiar porque soy china y tengo un bazar, o a participar en competiciones hípicas. Un maestro no debería entrometerse en la autonomía de las familias para decidir qué hacen con el tiempo que los niños están fuera del centro escolar.

Encuentro varias cosas objetables en lo que acabas de escribir, empezando con que aprender derecho procesal es como aprender en la escuela. Impugno esto, y lo impugna la psicología evolutiva y todo lo que se sabe de procesos de aprendizaje. Siendo además un tipo de conocimiento altamente especializado y al que llegaste, tú misma lo explicas, tras haber estudiado derecho y haberte bregado en la práctica. Por eso en las carreras, y en el colegio, se intentan combinar enfoques teóricos y prácticos, sin poder llegar nunca -lógico- al nivel de habilidad de quien ha desempeñado varios años. Pero esto es obvio, es la ley de la experiencia. Nadie sale de la universidad listo para ejercer ahí a tope. No sé qué puede aportar a la discusión de los deberes. Si acaso confirmar que el ejercicio de una habilidad es distinto y más provechoso que cualquier explicación sobre una tarea específica. Es decir, hacer una tarea. Es decir: deberes.



En cuanto al resto, pues insisto una vez más en que criticar o replantear los deberes, o las rutinas de clase, dista mucho de negarles TODA importancia o utilidad pedagógica y remachar otra vez que esto es una postura extremista.

poshol na

Ya me dirás cómo aprendes a resolver ecuaciones si solo atiendes a la explicación del profesor en clase y no lo practicas cuando te ponen deberes.
O cómo te aprendes las tablas de multiplicar si no las memorizas fuera de clase.

laura_m

Cita de: Gipsy King en Noviembre 18, 2016, 01:05:09 PM
Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 12:51:07 PM
Cita de: Gipsy King en Noviembre 18, 2016, 12:23:12 PM
Si estás en una clase, si asistes a una de oyente, pongamos; verás que tú, como adulta - que además ha pasado ya por eso- retienes un porcentaje ridículo de lo explicado. De lo que se ha hablado.

No, eso no es así. Se retienen % ridículos de lo explicado si lo explicado no se conecta en modo alguno con tu experiencia diaria fuera de esa clase. Como ejemplo, yo estudié derecho procesal en la carrera (antes de ejercer y practicar el derecho procesal). Fueron varios cursos. Aprobé con buena nota las asignaturas dedicadas al derecho procesal (porque fui buena chica, hice mis deberes, y estudié mucho en casa).

El resultado fue que cuando tuve que empezar a ejercer, no tenía ni puta idea de derecho procesal. Nada. No me acordaba de qué clase de recurso procedía para cada resolución judicial (mucho menos tenía conocimientos sobre cómo hacer materialmente esos recursos, como estructurarlos y argumentarlos) ni de los plazos para interponer cada recurso, ni del órgano competente.

Luego me puse a ejercer, y cuando hice 10 recursos de suplicación, aprendí que primero se anuncia ante el juzgado que dictó la sentencia, y que hay un plazo de 5 días desde que te notificaron la sentencia. Y que luego se interpone, en un plazo de 10 días desde que te dan trámite para ello. Y que en esos plazos no computan los sábados y los domingos. Y ya no se me ha olvidado jamás.

Y una vez que tenía esa práctica, fui a un curso de procesal laboral, un curso teórico, eran clases magistrales impartidas por jueces, abogados, etc. No nos mandaron deberes ni nada de nada. No había que estudiar. Pero los problemas que explicaron se conectaban con lo que yo vivía día a día. Y las explicaciones que me dieron sobre los aspectos problemáticos y controvertidos que se producían, te aseguro que no se me han olvidado. Me quedé con ellas.

Y el proceso de aprendizaje en los niños, no es distinto. Ya pueden hacer ochenta exámenes y estudiar en casa mucho y aprobar, e incluso sacar muy buena nota en ese examen sobre la revolución francesa. Al cabo de dos meses, uno que hizo deberes y otro que no los hizo, recordarán prácticamente lo mismo de esa revolución: casi nada.

Los deberes (y hablo de los deberes tal y como son en la realidad, no como son en los mundos de yuppie), esos deberes estandarizados, iguales para todos, y que el profesor ni siquiera se molesta en diseñar, que lo que hace es tirar sin más de las págs. 2 a 5 del libro de lengua (el cual ya en sí es una puta mierda), producen más perjuicios que beneficios. Porque los niños (así, en general, que hay algunos que no, oye), los odian. Y por extensión, acaban odiando la materia en sí, y todo lo que huela a estudiar, aprender, colegio, etc.

Y si ya hablamos de niños de etapas primeras de la educación (primaria, y buena parte de la secundaria), ni te cuento.

Y todo esto dejando al margen el aspecto de que se pueda admitir en modo alguno que un maestro esté legitimado para decidir imperativamente que cuando mi hijo sale del colegio a lo que tiene que dedicarse es a hacer fichas (bajo la amenaza de ser castigado al día siguiente si no las lleva cumplimentadas o que eso influya negativamente en sus notas) en lugar de lo que sea que yo quiera decidir que haga con su tiempo fuera del colegio. Porque es que a lo mejor resulta que yo no quiero que mi hijo se dedique a eso. Quiero que se dedique a aprender a tocar la guitarra como Camarón de la Isla, porque soy una gitana de las 3000 viviendas. O quiero que se dedique a colaborar en las tareas domésticas, o a ayudar en el negocio familiar porque soy china y tengo un bazar, o a participar en competiciones hípicas. Un maestro no debería entrometerse en la autonomía de las familias para decidir qué hacen con el tiempo que los niños están fuera del centro escolar.

Encuentro varias cosas objetables en lo que acabas de escribir, empezando con que aprender derecho procesal es como aprender en la escuela. Impugno esto, y lo impugna la psicología evolutiva y todo lo que se sabe de procesos de aprendizaje. Siendo además un tipo de conocimiento altamente especializado y al que llegaste, tú misma lo explicas, tras haber estudiado derecho y haberte bregado en la práctica. Por eso en las carreras, y en el colegio, se intentan combinar enfoques teóricos y prácticos, sin poder llegar nunca -lógico- al nivel de habilidad de quien ha desempeñado varios años. Pero esto es obvio, es la ley de la experiencia. Nadie sale de la universidad listo para ejercer ahí a tope. No sé qué puede aportar a la discusión de los deberes. Si acaso confirmar que el ejercicio de una habilidad es distinto y más provechoso que cualquier explicación sobre una tarea específica. Es decir, hacer una tarea. Es decir: deberes.



En cuanto al resto, pues insisto una vez más en que criticar o replantear los deberes, o las rutinas de clase, dista mucho de negarles TODA importancia o utilidad pedagógica y remachar otra vez que esto es una postura extremista.

He hecho una referencia a una experiencia adulta, porque tú mismo me decías que yo, como adulta, debía saber que en una clase teórica no se retiene nada o muy poco. Lo que digo es que, efectivamente, eso es así (en niños más aún), si en una clase teórica o expositiva te están contando algo que no te interesa lo más mínimo y no se conecta en absoluto con tu experiencia vital fuera de esa clase.

Pero vamos, que no lo digo yo, es el paradigma educativo de todas las escuelas mundiales que aspiran a una mínima renovación: lograr aprendizajes significativos, lo cual se consigue haciendo un esfuerzo para que la materia de que se trate conecte de alguna forma con la realidad del niño que se supone que tiene que aprenderla. Precisamente porque se ha comprobado que los aprendizajes no significativos, no perduran. Se pierden como lágrimas en la lluvia más allá de Orión. Es decir, ni siquiera está claro que se puedan llamar aprendizajes.

La memorización de los reyes godos o de los hitos de la (sic) Reconquista (manda huevos que se siga llamando así en los libros de texto, y que se siga explicando así), no es un aprendizaje de nada. Al cabo de no mucho tiempo el % de personas que no hayan tenido experiencias significativas para ellas sobre la Reconquista o los reyes Godos, no podrán escribir más de un par de líneas sobre estos temas. Por mucho que hayan estudiado en casa, hecho exámenes, rellenado las fichas del libro, y demás.

Crápula

¿Conectar con la experiencia vital?, a los niños lo que hay que hacer para captar su atención es darles de hostias hasta que se aprendan la lección. Si vale con los animales bravidos, por que no iba a servir con animales racionales.

laura_m

Cita de: poshol na en Noviembre 18, 2016, 01:07:11 PM
Ya me dirás cómo aprendes a resolver ecuaciones si solo atiendes a la explicación del profesor en clase y no lo practicas cuando te ponen deberes.
O cómo te aprendes las tablas de multiplicar si no las memorizas fuera de clase.

No sé por qué razón no se pueden practicar ecuaciones y multiplicaciones en clase. Los niños están ahí metidos muchas horas al día, muchos días a la semana. No veo la necesidad de hacer eso en casa. Eso se debe trabajar en clase.

Crápula

Donde se pasan muchas horas metidos es en Guantánamo, señora.

Lacenaire

Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 01:16:02 PM
Cita de: Gipsy King en Noviembre 18, 2016, 01:05:09 PM
Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 12:51:07 PM
Cita de: Gipsy King en Noviembre 18, 2016, 12:23:12 PM
Si estás en una clase, si asistes a una de oyente, pongamos; verás que tú, como adulta - que además ha pasado ya por eso- retienes un porcentaje ridículo de lo explicado. De lo que se ha hablado.

No, eso no es así. Se retienen % ridículos de lo explicado si lo explicado no se conecta en modo alguno con tu experiencia diaria fuera de esa clase. Como ejemplo, yo estudié derecho procesal en la carrera (antes de ejercer y practicar el derecho procesal). Fueron varios cursos. Aprobé con buena nota las asignaturas dedicadas al derecho procesal (porque fui buena chica, hice mis deberes, y estudié mucho en casa).

El resultado fue que cuando tuve que empezar a ejercer, no tenía ni puta idea de derecho procesal. Nada. No me acordaba de qué clase de recurso procedía para cada resolución judicial (mucho menos tenía conocimientos sobre cómo hacer materialmente esos recursos, como estructurarlos y argumentarlos) ni de los plazos para interponer cada recurso, ni del órgano competente.

Luego me puse a ejercer, y cuando hice 10 recursos de suplicación, aprendí que primero se anuncia ante el juzgado que dictó la sentencia, y que hay un plazo de 5 días desde que te notificaron la sentencia. Y que luego se interpone, en un plazo de 10 días desde que te dan trámite para ello. Y que en esos plazos no computan los sábados y los domingos. Y ya no se me ha olvidado jamás.

Y una vez que tenía esa práctica, fui a un curso de procesal laboral, un curso teórico, eran clases magistrales impartidas por jueces, abogados, etc. No nos mandaron deberes ni nada de nada. No había que estudiar. Pero los problemas que explicaron se conectaban con lo que yo vivía día a día. Y las explicaciones que me dieron sobre los aspectos problemáticos y controvertidos que se producían, te aseguro que no se me han olvidado. Me quedé con ellas.

Y el proceso de aprendizaje en los niños, no es distinto. Ya pueden hacer ochenta exámenes y estudiar en casa mucho y aprobar, e incluso sacar muy buena nota en ese examen sobre la revolución francesa. Al cabo de dos meses, uno que hizo deberes y otro que no los hizo, recordarán prácticamente lo mismo de esa revolución: casi nada.

Los deberes (y hablo de los deberes tal y como son en la realidad, no como son en los mundos de yuppie), esos deberes estandarizados, iguales para todos, y que el profesor ni siquiera se molesta en diseñar, que lo que hace es tirar sin más de las págs. 2 a 5 del libro de lengua (el cual ya en sí es una puta mierda), producen más perjuicios que beneficios. Porque los niños (así, en general, que hay algunos que no, oye), los odian. Y por extensión, acaban odiando la materia en sí, y todo lo que huela a estudiar, aprender, colegio, etc.

Y si ya hablamos de niños de etapas primeras de la educación (primaria, y buena parte de la secundaria), ni te cuento.

Y todo esto dejando al margen el aspecto de que se pueda admitir en modo alguno que un maestro esté legitimado para decidir imperativamente que cuando mi hijo sale del colegio a lo que tiene que dedicarse es a hacer fichas (bajo la amenaza de ser castigado al día siguiente si no las lleva cumplimentadas o que eso influya negativamente en sus notas) en lugar de lo que sea que yo quiera decidir que haga con su tiempo fuera del colegio. Porque es que a lo mejor resulta que yo no quiero que mi hijo se dedique a eso. Quiero que se dedique a aprender a tocar la guitarra como Camarón de la Isla, porque soy una gitana de las 3000 viviendas. O quiero que se dedique a colaborar en las tareas domésticas, o a ayudar en el negocio familiar porque soy china y tengo un bazar, o a participar en competiciones hípicas. Un maestro no debería entrometerse en la autonomía de las familias para decidir qué hacen con el tiempo que los niños están fuera del centro escolar.

Encuentro varias cosas objetables en lo que acabas de escribir, empezando con que aprender derecho procesal es como aprender en la escuela. Impugno esto, y lo impugna la psicología evolutiva y todo lo que se sabe de procesos de aprendizaje. Siendo además un tipo de conocimiento altamente especializado y al que llegaste, tú misma lo explicas, tras haber estudiado derecho y haberte bregado en la práctica. Por eso en las carreras, y en el colegio, se intentan combinar enfoques teóricos y prácticos, sin poder llegar nunca -lógico- al nivel de habilidad de quien ha desempeñado varios años. Pero esto es obvio, es la ley de la experiencia. Nadie sale de la universidad listo para ejercer ahí a tope. No sé qué puede aportar a la discusión de los deberes. Si acaso confirmar que el ejercicio de una habilidad es distinto y más provechoso que cualquier explicación sobre una tarea específica. Es decir, hacer una tarea. Es decir: deberes.



En cuanto al resto, pues insisto una vez más en que criticar o replantear los deberes, o las rutinas de clase, dista mucho de negarles TODA importancia o utilidad pedagógica y remachar otra vez que esto es una postura extremista.

He hecho una referencia a una experiencia adulta, porque tú mismo me decías que yo, como adulta, debía saber que en una clase teórica no se retiene nada o muy poco. Lo que digo es que, efectivamente, eso es así (en niños más aún), si en una clase teórica o expositiva te están contando algo que no te interesa lo más mínimo y no se conecta en absoluto con tu experiencia vital fuera de esa clase.

Pero vamos, que no lo digo yo, es el paradigma educativo de todas las escuelas mundiales que aspiran a una mínima renovación: lograr aprendizajes significativos, lo cual se consigue haciendo un esfuerzo para que la materia de que se trate conecte de alguna forma con la realidad del niño que se supone que tiene que aprenderla. Precisamente porque se ha comprobado que los aprendizajes no significativos, no perduran. Se pierden como lágrimas en la lluvia más allá de Orión. Es decir, ni siquiera está claro que se puedan llamar aprendizajes.

La memorización de los reyes godos o de los hitos de la (sic) Reconquista (manda huevos que se siga llamando así en los libros de texto, y que se siga explicando así), no es un aprendizaje de nada. Al cabo de no mucho tiempo el % de personas que no hayan tenido experiencias significativas para ellas sobre la Reconquista o los reyes Godos, no podrán escribir más de un par de líneas sobre estos temas. Por mucho que hayan estudiado en casa, hecho exámenes, rellenado las fichas del libro, y demás.

Creo que estás confundida. Aprendizaje significativo no es el que conecta con la experiencia del niño. El orden de los animales o la reproducción sexual de las plantas no conectan con la vida de los niños. O la historia de España, o de América o de lo que sea. Las reglas gramaticales y principios matemáticos tampoco, al menos de manera evidente. Significativo es, según Ausubel (quien lo definió) como aquel que para producirse necesita de ideas o conocimientos previos. Contar (unodostres)por ejemplo, no es significativo. Se hace a pelo, como aprender las letras. Luego, sumar o crear palabras sí es significativo; porque exige saber contar y conocer las letras del alfabeto previamente.

Puedes ser tú en el aula de menores, de adulta o lo que quieras; nadie, y no lo digo yo lo dice la neurofisiología humana, es capaz de memorizar una clase de una hora. menos dos, tres o las que sean. Simplemente como refuerzo o fijación los deberes están ahí. Llámalo trabajo extraescolar si "deberes" te suena demasiado rígido y cercano a los cuadernillos de actividades. Eso era lo que pretendía ilustrar con el ejemplo, no otra cosa.

Glatts

Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 01:19:39 PM
Cita de: poshol na en Noviembre 18, 2016, 01:07:11 PM
Ya me dirás cómo aprendes a resolver ecuaciones si solo atiendes a la explicación del profesor en clase y no lo practicas cuando te ponen deberes.
O cómo te aprendes las tablas de multiplicar si no las memorizas fuera de clase.

No sé por qué razón no se pueden practicar ecuaciones y multiplicaciones en clase. Los niños están ahí metidos muchas horas al día, muchos días a la semana. No veo la necesidad de hacer eso en casa. Eso se debe trabajar en clase.

¿Porque en clase no están separados los niños en cuartos individuales?

Crápula

El cerebro funciona como un músculo, y la única forma de desarrollarlo es ejercitándolo como si fuera en el gimnasio. Lo demás es palabrería manflorita para que cada vez salgan más maricas.

Lacenaire

Cita de: laura_m en Noviembre 18, 2016, 01:19:39 PM
Cita de: poshol na en Noviembre 18, 2016, 01:07:11 PM
Ya me dirás cómo aprendes a resolver ecuaciones si solo atiendes a la explicación del profesor en clase y no lo practicas cuando te ponen deberes.
O cómo te aprendes las tablas de multiplicar si no las memorizas fuera de clase.

No sé por qué razón no se pueden practicar ecuaciones y multiplicaciones en clase. Los niños están ahí metidos muchas horas al día, muchos días a la semana. No veo la necesidad de hacer eso en casa. Eso se debe trabajar en clase.

En clase no se puede trabajar porque no hay tiempo material, pura y llanamente. Si se trabaja en clase en lugar de en casa tienes que eliminar el 80% del temario. Por eso en clase se explica, revisa, corrige y aclara y en casa se practica. Es que no sales de que los deberes son una crueldad gratuita y no una necesidad que ha surgido al irse topando con problemas y limitaciones horarios, durante la propia práctica docente.