El catalán de Montilla es, sí­, patético

Iniciado por Pornosawez, Octubre 16, 2006, 11:57:28 AM

Tema anterior - Siguiente tema

problemaS

Cita de: Rí tzia en Octubre 16, 2006, 03:26:30 PM
Cita de: Némesis en Octubre 16, 2006, 03:09:37 PM
ya te leo ya, pero es que no te estoy contestando, yo sigo con mi perorata anti sala martinista.

No era a mí­ que tení­as que leerme, sinó a esto:


Supera tus prejuicios y léeme, a ver quién va a ser el dogmático al final

Confieso que he estado a punto de pillarlo varias veces, pero me conformo con sus artí­culos en la prensa...
No vemos las cosas como son, sino como somos.

Pornosawez

Cita de: popotez en Octubre 16, 2006, 04:34:38 PM
La entrevista de Sala-i-Martí­n merece todos los elogios, por anti-española.
Es demagógica, pero mucho menos que el discurso del entrevistado.
Y no adolece de la indigencia intelectual del casposo y faescista video que se ha marcado el pollo que falsificaba las encuestas que pagábamos todos, David Madí­.
Y por contraste pone en su lugar las entrevistas de los grandes popes del periodismo español.
Y no hablo de Gabilondo, a quién se le supone, sinó de Losantos, que cada vez que hace una entrevista se baja los pantalones de tal modo que inspira compasión.

Apartado de consignas: montilla presideng!

That's true.

Por eso siempre he afirmado que sus soflamas mañananeras tienen mucho de impostado.

A pesar de ser terapéuticas, y provocar - gracias a Dios - que alguien como Carod no pueda ser tomado en serio.
"España es el paí­s donde más fácilmente se puede hacer uno rico"

Carlos Solchaga

Ariete

Cita de: el de la 13 en Octubre 16, 2006, 12:33:25 PM
¿Me puede escribir la primera estrofa del Virolai?

- No he venido a examinarme de esto.

- ¿Pero la sabe?

- He dicho que no he venido a examinarme de esto.

- En abril se celebró el 40. º aniversario de El zoo d´en Pitus,de Sebastií  Sorribes. ¿Sabe cómo termina El zoo d´en Pitus?

-No



Qué conyo es esto?


Hace bien poco el PSC ya dijo que "el PP utilizará tu NO contra Cataluña", dejándolo fuera así­ del cí­rculo de los elegidos en la tí­pica estrategia nacionalista de exclusión. Ahora le dan de su propia medicina. Siempre hay alguien más catalán que uno, esa es la moraleja. Así­ que cuidado con afearle a alguien el hecho de que no lo sea.

popotez

CitarHace bien poco el PSC ya dijo que "el PP utilizará tu NO contra Cataluña", dejándolo fuera así­ del cí­rculo de los elegidos en la tí­pica estrategia nacionalista de exclusión. Ahora le dan de su propia medicina. Siempre hay alguien más catalán que uno, esa es la moraleja. Así­ que cuidado con afearle a alguien el hecho de que no lo sea.
Eso es verdad. Lo que dice Ariete, y lo que dijo el PSC.
En cambio, la moraleja es que siempre hay alguien más demócrata que uno, y que demócrata y español son sinónimos.
Dentro de un año estaremos mejor

Bic

Pedí­an banabil y algún otro que se fueran colgando aquí­ el resto de entrevistas martinescas, así­ que aquí­ va la de... Tachán, Artur Mas. Sala y Martí­n está bastante más blandito que en la de Montilla (¿por qué será?) y no hay preguntas absurdas a lo "zoo d'en Pitus", pero no deja de ser interesante. Ojo a la sociovergencia que asoma en la última respuesta...

(Edito: lo pongo en dos partes que parece ser que excedo el tamaño máximo)

- Explique por qué cree usted que está cualificado para gobernar un paí­s como Catalunya.

- Hace 25 años que me pateo el paí­s, que he tratado con sus gentes diversas, he estado unos cuantos años dirigiendo departamentos de la Generalitat. También sé lo que es estar en la oposición: ocho años en el Ayuntamiento de Barcelona y ahora tres años más en el Parlament. Finalmente, he estado unos cuantos años, unos ocho o nueve, al otro lado de la trinchera, trabajando en empresas privadas, desarrollando departamentos de exportación. Por tanto, sé lo que quiere decir pagar nóminas a final de mes, que no siempre es fácil, y sé qué quiere decir conseguir buenos resultados cada año, que no siempre es fácil, tanto polí­tica como empresarialmente.

- No ha mencionado estudios.

- Soy licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales. También empecé la carrera de Derecho, aunque no la terminé. Soy trilingí¼e desde pequeño gracias a que mis padres me enviaron al Liceo Francés: era una escuela que estaba cerca de casa. Con el paso del tiempo he conseguido hablar correctamente el inglés...

- ¿Liceo Francés? ¿Quiere decir que es usted de una familia bien?

- Yo soy de una familia acomodada...

- ¿Pija?

- ¡No, hombre, pija no! Soy de una familia relativamente acomodada, pero que todo lo que ha tenido se lo ha ganado con el esfuerzo. No tenemos patrimonios heredados en absoluto. La evolución de mi familia se parece a la de mucha gente en Catalunya. Mi abuelo materno, que era de Valls, tuvo que irse de casa a los trece años, cuando murió su padre, que era maestro de obra, y se fue a trabajar de aprendiz en una tienda en Reus y con el paso del tiempo fundó una pequeña empresa textil en Sabadell. Y mi abuelo paterno, de Vilassar de Mar, fundó una pequeña empresa en el sector de los ascensores y del material de elevación, y hasta mi padre, en su momento, acabó trabajando ahí­. En definitiva, vengo de gente de oficio, gente de taller, gente de la pequeña burguesí­a catalana que con mucho esfuerzo fue evolucionando hasta conseguir un nivel familiar cómodo ganado con su esfuerzo.

- El señor Montilla dice que él, mientras estudiaba, tení­a que trabajar doce horas al dí­a. Usted no tuvo que trabajar, ¿no?

- Mientras estudiaba en la escuela no tuve que trabajar.

- ¿Y en la universidad?

- Mientras estuve en la universidad, sí­. En los dos últimos cursos de carrera tuve que ayudar a mi padre en unas circunstancias familiares difí­ciles, porque la empresa que habí­a creado mi abuelo en los años veinte hizo suspensión de pagos. Fueron unos años muy duros en casa y yo, que era el mayor y que además estaba estudiando Economí­a y Empresa, me puse al lado de mi padre. Y eso me obligó a vivir una realidad dura.

- Mucha gente de su generación estuvo implicada en la lucha antifranquista, usted no. ¿Por qué?

- Pues mire, yo lo he explicado muchas veces: cuando Franco murió yo tení­a 19 años y, efectivamente, en ese momento yo no estaba implicado en esta lucha, no era una persona....

- Cuando Franco murió, Montilla tení­a veinte y sí­ luchaba...

- Sí­, sí­, sí­. Y Pujol tuvo la revelación de lo que él tení­a que hacer por Catalunya a los doce o trece años. Es decir, hay gente que a los quince años ya está en todo tipo de revoluciones y hay gente que va madurando con el paso del tiempo. Pero le estaba contando que Franco murió cuando yo tení­a 19 años, y yo, a esa edad estaba estudiando y preparándome para trabajar en el mundo de la empresa. No es que estuviese a favor de Franco, ni mucho menos. En casa se celebró la muerte de Franco. Pero es cierto que yo no habí­a destacado en el antifranquismo, como tampoco habí­a destacado en el nacionalismo catalán. En esa época empecé a tener unos primeros amigos que vení­an del mundo más nacionalista catalán y a partir de ahí­ empezó eso que se denomina un proceso de contagio. Me impliqué cada vez más a partir de los 25 años y, de hecho, ya llevo más de veinte años vinculado al catalanismo y al nacionalismo catalán. Pero por un proceso de decantación, un proceso de contagio gradual y no un proceso de revelación.

- Hay quien dice que este proceso de contagio no es más que un proceso de ambición personal. ¿Es usted un catalanista genuino o sólo es catalanista porque ése es el mejor camino para alcanzar el poder?

- Hombre, hay tres cosas que he hecho en mi vida, que son ejemplos muy claros. Primero, en el año 1988, siendo, con 32 años, el director general más joven de toda la Generalitat, decidí­ ir al sector privado. ¿Cree que hubiera abandonado la Generalitat en aquellas circunstancias si lo único que me importaba era el poder polí­tico? Segundo, en el año 1995, después de haber estado luchando en el Ayuntamiento de Barcelona contra el alcalde olí­mpico Pasqual Maragall, vinieron unas elecciones municipales en las que estaba convencido de que serí­a el candidato de CiU, pero al final se decidió que serí­a Miquel Roca. En lugar de abandonar el Ayuntamiento, que es lo que hubiera hecho si sólo pensara en el poder, lo que hice es ponerme de segundo del organigrama.

Tercer ejemplo, hace tres años gané unas elecciones en Catalunya y en lugar de dejarlo porque no fui president, me quedé en la oposición sin saber cuántos años durarí­a. Una persona a quien sólo le interesa el poder se hubiera ido a otra parte. Una persona que se preparó a fondo para trabajar en el mundo de la empresa privada si se dedica a la polí­tica durante más de veinte años, es por algo más que por interés, ya que en la polí­tica se cobra menos, se tienen muchos más dolores de cabeza, sacrificas una parte de la familia y de tus aficiones personales y, además, no eres reconocido socialmente, porque es la profesión menos valorada de todas en estos momentos. Por tanto, alguna cosa más debe haber aparte del interés.

- A usted, como a todos los que nacimos durante el franquismo, se le puso un nombre español. En su caso, Arturo. ¿Cuándo se catalanizó usted el nombre a Artur?

- En 1999-2000, aproximadamente. Era un asunto al que yo no daba prácticamente importancia...

- Yo me llamaba Javier y me lo cambié el primer dí­a que se permitió hacer el cambio, creo que por el año 1976.

- Pues yo me lo cambié el primer dí­a que no se tení­a que pedir sino que se podí­a exigir. Lo que pasa es que a mí­ en casa no me dijeron nunca Artur. Me llamaban Arturu.

- ¿Hablaba el catalán en casa..?

- ¡Siempre! En casa sólo se hablaba catalán.

- ¿Y eso de Arturu?

- En las familias catalanas hay mucha gente a la que, siendo catalanes, se les llama Franciscu, Fernandu, Domingu. Fí­jese, por ejemplo, este mismo año, en la Fira del Cí ntir de Argentona vi que mucha gente se llamaba Domingu, porque ése es el nombre del patrón. Les pregunté por qué no lo cambiaban a Domí¨nec. Me dijeron que no, que se querí­an llamar Domingu y que no por eso eran menos catalanes.

- Pues si la familia le llama Arturu y eso ya es suficientemente catalán y catalanista, ¿por qué se lo cambió en 1999? ¿Intuí­a que serí­a una barrera para su progresión polí­tica?

- No, hombre, no. Lo que pasa es que era una cosa que tení­a pendiente desde hací­a tiempo y lo fui dejando. Finalmente, cuando reformaron la normativa facilitando el proceso lo hice. Ahora bien, le añado el comentario: si el grado de catalanidad de una persona se tiene que medir por lo que dice un carnet de identidad no vamos bien. Yo creo que el aprecio que una persona pueda tener a su paí­s se mide por sentimientos, fidelidades, lealtades, por emociones, compromisos...

- ¿En qué ha cambiado usted estos tres años? ¿Será ahora mejor president de lo que hubiera sido antes? ¿Da por bueno su paso por la oposición?

- Sí­. Lo doy por bueno. A ver, ha sido muy duro, porque aní­micamente es más fácil ir a la oposición si pierdes que si ganas. Porque si pierdes, sabes que en democracia te toca ir a la oposición. En Catalunya se hicieron combinaciones un poco extrañas y los que perdieron terminaron gobernando. En los paí­ses normales cuando se pierde se va a la oposición.

- Eso no es lo que creí­a usted en el año 2003. En una entrevista del domingo 13 de abril del 2003 usted dijo en La Vanguardia:"Si puedo gobernar, aunque no sea la lista más votada, lo haré". ¿Creí­a usted entonces que Catalunya no era un paí­s normal?

- Muy mal. Aquí­ no estuve nada acertado.

- Volvamos al tema de si la oposición le ha ido bien...

- Puesto que estar en la oposición a pesar de haber ganado es muy duro aní­micamente, durante un año entero, el 2004, me dediqué más a hacer de psicólogo que de polí­tico. He intentado recuperar el ánimo general dentro de Convergí¨ncia i de CiU. Pasado ese bache, que lo fue, pienso que estos tres años nos han permitido demostrar que podemos hacer un gran servicio al paí­s desde la oposición. Además, para mí­ personalmente ha sido positivo, porque en estos momentos soy más Artur Mas y menos ese chiquillo al que Jordi Pujol puso ahí­ delante por enchufe.

- Hace un año usted pronunció un discurso que muchos catalogaron de liberal. ¿Qué es el liberalismo? ¿Usted lo defiende?

- Yo no me he considerado nunca un liberal clásico, ni liberal al cien por cien. Lo que pasa es que muchas de las cosas que yo pienso conectan en parte y algunas en mucho con el pensamiento liberal. Por ejemplo, yo soy claramente partidario del binomio libertad-responsabilidad dirigido a las personas y a la sociedad. Creo que tiene que haber una auténtica confianza en la iniciativa y la responsabilidad de la gente. Segundo, creo que, siendo muy importantes los gobiernos, entiendo que éstos no pueden ni decidirlo ni controlarlo todo.

- Uno de los debates que hay ahora en Catalunya es el del tipo de intervención pública en el ámbito social. A usted se le acusa de neoliberal por aquello de los cheques. He mirado su página web y la lista de cheques es interminable...

- No, interminable no. Está dirigida a una sola polí­tica grande, que es la familia.

- Cheques a la infancia, cheques de nacimiento, cheques sanitarios, cheques escolares...

- Todo esto es un bloque entero denominado Familia y natalidad,y sólo en este bloque existe una polí­tica que denominamos de cheques, pero claro...

- Cheques de inglés...

- No cheques de inglés. Lo del inglés es una desgravación fiscal, no es un cheque directo. Pero lo importante no es tanto la medida en sí­ misma como el mensaje y la actitud: yo apuesto por una Catalunya trilingí¼e y quiero dar un mensaje a la sociedad catalana en este sentido. Para cambiar la mentalidad y actitud del paí­s, el Govern dará indicios de que las personas que hacen un esfuerzo en ese sentido tendrán un pequeño estí­mulo. No será demasiado grande (es decir, no pagaremos los estudios de inglés, chino, árabe o francés), pero daremos una pequeña ayuda.

- Entiendo lo del inglés, pero ¿por qué los contribuyentes tienen que subsidiar a las familias para que éstas tengan más hijos?

- Por dos razones muy sencillas. Primero, porque un paí­s puede pasar de dos a siete millones de habitantes, pero no se puede pasar de seis a uno.

- ¿Por qué?

- Hombre, porque pierde vitalidad por todas partes. Y pasa otra cosa, que es la segunda razón de interés general. Si para que funcione la economí­a y el Estado de bienestar se tiene que importar gente de fuera, como está pasando, uno puede acabar teniendo problemas de convivencia, de cohesión social y de reforzamiento de la personalidad del paí­s. En este caso, en lugar de atraer gente de fuera, es mejor que la gente de aquí­ tenga más hijos.

- ¿Sabe cuántas veces aparece la palabra social en su programa?

- Sinceramente, no lo he contado.

- 198 veces.

- Y después dicen que somos neoliberales.

- Ustedes dicen que Catalunya tiene un problema de competitividad. ¿Qué es la competitividad?

- La competitividad es la capacidad que tenemos nosotros de situarnos en este mundo globalizado en circunstancias positivas de colocar nuestros productos, nuestros bienes, nuestros servicios por todo el mundo, y por lo tanto de hacer subsistir nuestro tejido productivo tanto a corto como a largo plazo.

- ¿Cuál es el problema de nuestra competitividad?

- Pues que tenemos un modelo económico que no acaba de ser el óptimo. Es bueno desde el punto de vista del crecimiento económico, porque crecemos por encima del 3%, crea puestos de trabajo, etcétera, pero está basado en la importación de mucha mano de obra barata. Además, el crecimiento está sustentado en altas tasas de consumo y en menos inversión de la necesaria. Eso quiere decir que, tanto en el nivel de las familias como en el del conjunto del paí­s, no ahorramos lo suficiente, y esto se acaba pagando. Segundo, tenemos un problema de calificación del trabajo. Tercero, tenemos un problema de desequilibrios con el exterior. El déficit comercial es brutal en este momento. Nuestra propuesta es que todos estos desequilibrios se tienen que compensar con más inversión, más innovación, trabajo más cualificado y más voluntad de reducir los déficits exteriores.
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Bic



- ¿Tenemos también un problema de mentalidad?

- También, clarí­simo. No nos damos cuenta de cómo va el mundo. Nos pensamos que aquí­, haciendo lo que hemos hecho hasta ahora, podremos seguir tirando. Pero tenemos que entender que ahora somos una pieza más en una red global en la que todo el mundo compite con todo el mundo. Nosotros nos tenemos que ganar la vida en esta red absolutamente abierta. Debemos comprender que si hay otros que se espabilan mucho más que nosotros, que tienen más iniciativa, que trabajan más, que están dispuestos a hacer más sacrificios y que están dispuestos a tener calificaciones personales y colectivas más altas, pues nos van a ganar la partida.

- Una de las cosas que han pasado es que, cuando éramos competitivos, hace décadas, nuestros ciudadanos querí­an instalarse por cuenta propia. Es decir, querí­an ser empresarios. Ahora la mayor parte de nuestros estudiantes de Economí­a y Empresa quieren ser funcionarios o trabajar para las grandes empresas, que son más seguras. ¿Hace falta un cambio de mentalidad aquí­?

- Evidentemente.

- Pero ¿la actitud de los estudiantes ante la vida se puede arreglar desde el Gobierno?

- No, no. El Gobierno puede hacer una cierta pedagogí­a y un cierto discurso polí­tico y de paí­s, y poco más. El Gobierno puede ser un referente para el paí­s, puede comenzar el debate y hacer que se empiece a hablar de esto sin complejos. Por ejemplo, puede hacer que se hable de cómo reformar nuestro sistema educativo. La cultura del riesgo se tiene que reasumir, también la cultura del esfuerzo, la cultura del sí­, en contraposición a la cultura del no, y también la cultura de no tenerle miedo al fracaso, que también es una cultura asociada al riesgo.

- Una parte de su programa habla de la estrategia medioambiental catalana. Lo que ha tenido más impacto ambiental en toda la historia de la humanidad es la agricultura, que ha destruido los bosques que habí­a hace diez mil años, y ustedes proponen dar subsidios a los agricultores ¿Es una contradicción?

- El impacto agrí­cola no es a base de cemento, sino de productos naturales.

- ¿Natural como el agua? El 66% del agua que se consume en Catalunya la usan los agricultores, no los campos de golf o los consumidores. ¿Por qué tenemos que tener una nueva cultura del agua que nos obliga a lavarnos menos los dientes para que los agricultores puedan derrochar el agua...?

- Una parte de nuestro paí­s vive de la agricultura, y si a alguien que vive de la industria se le tiene que permitir que lo haga, a otro que quiera vivir de la agricultura o de la ganaderí­a también se le tiene que permitir vivir de eso. Por tanto, de la misma forma que en determinados momentos se hacen polí­ticas a favor de determinados sectores económicos, no veo improcedente hacerlas a favor de la payesí­a en su sentido más amplio.

- Pero los obscenos subsidios públicos a los agricultores europeos (y también los catalanes) impiden a los paí­ses africanos producir y exportar...

- Sí­. Pero eso ya es una reflexión distinta. Nosotros no podemos quedarnos al margen de lo que pasa en la Unión Europea respecto de polí­tica agraria. Yes cierto que esa polí­tica es un problema de presencia en el mundo. Ahora bien, lo que debemos hacer es ir preparando un sistema agrario que pueda competir internacionalmente en determinados segmentos del mercado, con productos de más calidad que no requieran subvenciones. De hecho, gran parte de la payesí­a catalana ya está orientada así­.

- Cambiando de tema, Esperanza Aguirre siempre dice que el problema de Catalunya es que hablamos catalán y nos gastamos el dinero en tonterí­as como la lengua en lugar de invertir en cosas útiles como la economí­a. Muchos empresarios catalanes tienen miedo a demostrar su catalanismo. El hecho de que el Barí§a de Joan Laporta haya encontrado un equilibrio entre ser catalanista sin complejos y el éxito económico y deportivo demuestra que los empresarios están equivocados ¿Demuestra un fracaso de los partidos nacionalistas, que no han sabido explicar bien que ser catalanista no tiene por qué ser necesariamente perjudicial económicamente?

- Hombre, yo no sé si es un fracaso general, porque hay muchas excepciones muy potentes que contradicen la afirmación inicial. El Barí§a de Laporta es conocido porque sale en los medios, pero hay muchas empresas, iniciativas individuales y colectivas, gente que está haciendo bien su trabajo, a las que si se les diese relieve social, harí­an visible que tenemos un paí­s mejor del que a veces pensamos. Yo más que un fracaso del nacionalismo creo que es una asignatura pendiente, y es verdad que probablemente aquí­ hemos tenido algún déficit de explicación, algún déficit de pedagogí­a, algún déficit de energí­a, algún déficit de firmeza, algún déficit de pérdida de complejos.

- Jordi Pujol dijo que Catalunya se ha mirado en el espejo del proceso estatutario y no se ha gustado. ¿Usted se ha gustado?

- Hombre, me habrí­a gustado gustarme más. Pero de todas formas, creo que aquel que hace todo lo que puede en la posición que tiene tampoco está obligado a mucho más. Yo en este sentido tengo la conciencia muy tranquila, hice todo lo que pude, y creo que en circunstancias absolutamente difí­ciles.

- ¿Usted traicionó el acuerdo del Parlament del 30 de septiembre cuando pactó con Zapatero?

- No. Rotundamente no. Yo serví­ a aquel acuerdo. Porque para mí­ el Estatut pactado con Zapatero y refrendado por el pueblo de Catalunya no anula el horizonte marcado el 30 de septiembre, simplemente es una parte sustancial de aquel camino, el resto del camino queda por hacer. Y más allá del Estatut del 30 de septiembre queda por hacer otro camino que es el camino de paí­s.

- ¿Traicionó usted un pacto secreto que tení­a con Esquerra Republicana para ir juntos en todo este proceso?

- No, no habí­a ningún pacto.

- Ellos dicen que habí­a un pacto y que ustedes no lo cumplieron.

- No habí­a ningún pacto, y además quiero recordar que ERC, antes del 30 de septiembre, ya habí­a entregado su sí­ al Partido Socialista, antes de que se terminara de definir el modelo de financiación. Y quiero recordar que en el proceso de negociación en Madrid, Joan Puigcercós daba el concepto, la terminologí­a "comunitat nacional"
como suficiente para definir Catalunya. Aquí­ lo que hubo fue un ataque de celos tremendo en el momento en el que CiU asumió el liderazgo de la operación.

- ¿Si no hubiese habido foto, usted habrí­a hecho el pacto con Zapatero?

- Antes de aquella foto del 23 de enero, y lo revelaré ahora por primera vez, yo tuve cinco reuniones con Rodrí­guez Zapatero en los meses anteriores, cinco. No hay ni una sola foto de estas cinco reuniones. Ni una. ¿Hay algún polí­tico catalán que se haya reunido tantas veces con el presidente del Gobierno sin hacerse ni una sola fotografí­a?

- Pues si no le importaba la foto, ¿por qué no se esperaba unas horas y se la hací­a con todos los demás lí­deres catalanes?

- Los dirigentes del Partido Socialista en Madrid dijeron que o bien se hací­a la negociación con CiU o no habí­a Estatut. Entonces surgió la cultura del sí­ y de la responsabilidad de CiU, y aceptamos. Sin embargo, les dije que, al estar nosotros en la oposición, asumí­amos un gran peligro de que un posible acuerdo terminase favoreciendo a nuestros adversarios polí­ticos. Por eso, porque asumimos un importante riesgo polí­tico, pensamos que debí­amos tener un poco de protagonismo.

- Osea que la foto era importante.

- No era importante la foto, lo que era importante era visualizar que CiU habí­a asumido un riesgo muy grande que no le tocaba, y cuando alguien arriesga en la vida también tiene que tener una pequeña compensación. Y nuestra compensación fue que fuimos protagonistas de un pacto muy importante. Pequeña compensación, porque esto vino contrarrestado por otra cosa, que fueron las crí­ticas furibundas que recibimos. Yo me he tenido que oí­r llamar botifler,traidor... Y en los mí­tines de ERC antes de aprobarse el Estatut pasaban imágenes de televisión y de ví­deo donde se me presentaba a mí­, no a Montilla, ¡eh!, a mí­, se me presentaba como el traidor y el botifler.Es decir, CiU, Duran, yo y todos los demás negociadores, que nos habí­amos esforzado para defender el Estatut en Madrid, prácticamente sin el apoyo de nadie, éramos acusados de traidores y de botiflers,mientras que los que habí­an rebajado el Estatut por obra propia, que era el Partido Socialista, quedaban totalmente salvaguardados.

- Otro tema conflictivo de su programa es este contrato con el notario.

- No sé por qué, pero vaya.

- Porque da la impresión de que o saben que el pueblo no confí­a en ustedes o que la clase polí­tica está tan desacreditada que necesitan certificarlo con un notario ¿Tan desacreditados están entre unos y otros?

- Que la polí­tica en general tiene una falta de credibilidad es así­, y podemos afrontarlo o no afrontarlo. Nosotros no miramos hacia otro lado. Sabemos que esto es así­ y hay que afrontar el problema. Lo del notario es un poco la anécdota. Lo importante es que la polí­tica tiene un problema de credibilidad a la hora de asumir compromisos electorales. Pues bien, los principales compromisos los ponemos en forma de contrato simple, de tres o cuatro páginas, muy bien esquematizado, en el que están nuestras principales propuestas, y esto lo enviamos firmado a todas las casas de Catalunya. Para darle solemnidad y formalidad, que ya se entiende que es un poco aquello de poner la guinda del pastel, vamos al notario. Pero no se tiene que elevar la anécdota a la máxima categorí­a. Ir al notario es un gesto para decir: nuestro compromiso es firme.

- En 1999 pactaron con el PP en Catalunya. Escogieron, y muchos de sus votantes se sintieron traicionados...

- Un matiz: cuando se eligió al president Pujol en su última legislatura como presidente de la Generalitat, se firmaron dos pactos, uno con el PP, que votó a favor, y otro con ERC, que está escrito, con una serie de cláusulas, que se abstuvo. Por tanto, se firmaron dos pactos, no uno, sino dos.

- ¿Se puede volver a repetir eso de pactar con el PP?

- No, rotundamente. En los próximos cuatro años no.

- ¿Qué prefiere: estar en la oposición o formar gobierno con el apoyo del PP?

- Estar en la oposición.

- Decí­a Josep Pla que lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas. Cuando Aznar no tení­a mayorí­a absoluta hablaba catalán en la intimidad. ¿Si Zapatero obtiene mayorí­a absoluta, tendrá menos talante?

- Yo creo que Zapatero es distinto de Aznar. Pero al final la relación entre Catalunya y España, y entre el Gobierno de Catalunya y el Gobierno español, es una relación que se basa en los intereses y en la fuerza, no en la sonrisa ni en la amistad personal. Por tanto, mejor que tengamos fuerza y sepamos qué intereses tenemos que defender y no nos fiemos del talante, que el talante se puede modular en función de las circunstancias y de las mayorí­as.

- ¿El desgobierno del tripartito ha sido culpa de ERC?

- No exclusivamente.

- ¿Tiene miedo de que si ustedes pactan con Esquerra Republicana les contagien ese desgobierno?

- Nosotros, precisamente, queremos los menos pactos posibles. Con el PP, ninguno. Pero con los otros, los menos posibles, porque sabemos que todos ellos aportan una parte difí­cil de asumir. En el caso de ERC su inconstancia desde el punto de vista de la acción de gobierno y su poca cultura de lo que significa un gobierno. El gobierno no son cuatro o cinco compartimentos distintos con unas cuantas conselleriescada uno. Un gobierno tiene que tener cohesión interna, un proyecto único que defender, más allá de las discusiones que pueda haber, un solo proyecto, un solo liderazgo. Todo esto el tripartito no lo ha tenido, y en este sentido ERC es un socio incómodo. Por lo que se refiere al PSC es un socio embarazoso desde el punto de vista de la visión y del concepto de paí­s.

- Un nacionalista que le vote a usted el dí­a 1 pensando que no quiere que los partidos de obediencia española manden en la Generalitat, ¿puede encontrarse el dí­a 2 con la sorpresa de que el conseller primer es José Montilla?

- Lo contesto con claridad. Yo solamente he descartado explí­citamente el pacto con el PP. El resto depende del resultado. Como yo aspiro a una victoria muy clara de CiU, yo espero que el dí­a 2 yo pueda anunciar un gobierno de CiU, que será un gobierno nacionalista y un buen gobierno. Y añado otra cosa, lo importante no es que en el gobierno haya un partido nacionalista. Esto ya ha pasado en los últimos tres años. Lo importante es que el gobierno lo lidere un partido nacionalista. Que es muy distinto. Lo importante no es que dentro de la estructura del gobierno haya unos que tienen un 20% o un 15% de los votos que sean los nacionalistas de complemento o de contrapeso. Lo importante es que el liderazgo de Catalunya lo lleve un partido de estricta obediencia catalana, no vinculado a los poderes polí­ticos españoles y que tenga un grado de autonomí­a lo suficientemente claro para poder defender los intereses del paí­s. Esto, en este momento, solamente lo garantiza Convergí¨ncia i Unió. Por tanto, más que quién compone el Govern lo importante es quién lo lidera, qué fuerza polí­tica lo lidera. En este sentido nadie duda que o lo liderará José Montilla con el PSC o lo liderará CiU.

P &
L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

45rpm

ambas entrevistas son un manual de hurgar en los prejuicios. La de Montilla porque le obliga a defenderse de charnego sin tí­tulo académico y la de Mas porque le obliga a defenderse de pijo con máster. Si estos prejucios los planteara un becario lo mandaban a las galeras o a un programa telebasura, pero como las hace un intruso apellidado sala y martí­n pues cuelan. Son tan estrambóticas que por eso las colgamos del areópago.

45rpm

Ratzia,

Xavier Rius considera que la entrevista a montilla está perpetrada por agencia electoral, y acierta en eso. Luego supone que la de Mas no seguirá la misma tónica, y ahí­ se equivoca, aunque admitamos que más light.

Este estilo de vaciar de contenido la polí­tica y convertirla en un presentación power point sobre la imagen del polí­tico es puro encefalograma plano de la polí­tica norteamericana, en este caso trufada por lo peor del atavismo esencialista que solo permance en determinados sectores de la sociedad catalana, pero que Sala y Martí­n comete el error de alimentar. Si el periodismo catalán considera que esa es la próxima estación para vender periódicos, apelar a lo más bajo del electorado, pues vale por el negocio, pero en lo periodí­stico es basura.

Debo ser socio 30.000 del barí§a, pero leo esa mierda y pido que le metan un 5-0 a los powerpoint.

Pornosawez

Cita de: Rí tzia en Octubre 17, 2006, 12:29:45 PM
Cita de: Akelarre S.L. en Octubre 17, 2006, 12:16:54 PM
ambas entrevistas son un manual de hurgar en los prejuicios. La de Montilla porque le obliga a defenderse de charnego sin tí­tulo académico y la de Mas porque le obliga a defenderse de pijo con máster. Si estos prejucios los planteara un becario lo mandaban a las galeras o a un programa telebasura, pero como las hace un intruso apellidado sala y martí­n pues cuelan. Son tan estrambóticas que por eso las colgamos del areópago.

Yo dirí­a que es justo al revés, Akelarre: Sala i Martí­n hace justamente las preguntas que querrí­an hacer los jefes de la sección de polí­tica y opinión pero que, por ser periodistas, o por ser asalariados del Conde, no se atreven. Un becario les habrí­a preguntado si fuman porros y lo del billete de metro, y ni siquiera habrán leí­do el Zoo d'en Pitus.

Ahora bien, el cabreo que llevan en el comité profesional de La Vanguardia se ve que es de aúpa: no conciben por qué el seguimiento estelar de la campaña tenga que correr a cargo de externos de la plantilla...

[17 minutos duró la entrevista a Montilla, 17... Por un dí­a que puede ir al Via Venetto sin que le miren raro, en fin...]

Es más malo con Montilla, pero Mas es catalán y el anterior no.

Miren, miren el racismo sibilino, el doble pensar, los tres lenguajes...puag. Cambó de nuevo.

Eso sí­, es inteligente: No pierde los papeles.
"España es el paí­s donde más fácilmente se puede hacer uno rico"

Carlos Solchaga

popotez

CitarAhora bien, el cabreo que llevan en el comité profesional de La Vanguardia se ve que es de aúpa: no conciben por qué el seguimiento estelar de la campaña tenga que correr a cargo de externos de la plantilla...
Que les exploten los huevos y se los metan por el culo.

En lo de la entrevista a Mas, secundo a Rí tzia: ahora ya sabemos que Ansar no era el único que se dedicaba a estudiar por entonces. 
Sí­ podrí­a haberse quemado más -por ejemplo, el astracanante ajugero financiero que dejó Mas en la gene, la falsificación de encuestas, las ingentes cantidades de dinero público dedicadas a autopromocionarse, su reacción a la pregunta del 3%, su entrada en el govern como Conseller de Obras Públicas con sus dos predecesores imputados y las donaciones anónimas a CiU subiendo pletóricas desde su acceso a la Conselleria-.
En cambio, no le apoyo en lo de no mentar familiares. Ello es aplicable solo a gente que se gana honradamente la vida, no a un hijo de papá enchufado en la empresa que luego se hizo amigo de otro hijo de papá para trepar por la polí­tica. Yo no sé si es mucho sacrificio para Mas dejar el sector privado: no sé lo que le pagarí­an por andar en el chiringuito de Prenafeta, pero desde luego, con su estadí­stica de quiebras no le auguro yo mucho futuro en el sector privado.
La entrevista a Montilla es, quitando el detalle boina, ejemplar. Si Montilla presume de gestión, lo suyo es preguntarle por lo que ha gestionado. Y si es incapaz, habiendo sido Ministro de Industria, Comercio y Turismo, de saber el nombre del Premio Rey Juan Carlos de Economí­a, Sala-i-Martí­n no tiene la culpa. La única crí­tica que se le puede hacer es no haber tenido la valentí­a de haber sacado el crédito de la Caixa, y ya se sabe que SiM es provocador, pero no gilipollas. Y la parte personal y de boina, reitero, es lo menos importante de la entrevista, incluso en espacio.
Solo espero que SiM sea el próximo conseller de Economí­a con Montilla de conseller en cap, y que les exploten los huevos a los dos cada vez que se vean en el Consell de Govern.
Dentro de un año estaremos mejor

Dolordebarriga

Esto

CitarPor otra parte, la calificación de "buen economista"
juega en la misma liga que "buen parapsicólogo"
o "buen espiritista".

Merece entrar en el top ten de grandes frases areopagitas y por ende universales pero ya.

Me has hecho casi llorar de risa, cosa harto dificl aqui.

Tu, sigo sin acentos,

Dolordebarriga
"Yo siempre documento lo que digo"

Bic

Aquí­ va la tercera de las entrevistas de la cosa llamada Sala i Martí­: la ví­ctima es CAROD-ROVIRA.
Cosillas curiosas: Carod se declara liberal (!) y explica su pasado en el PSAN, Sala y Martí­ aboga descaradamente por el pacto CiU-ERC y dedica dos párrafos de pregunta a afearle que ERC ande echándole las culpas de todo CiU (vale que el entrevistador sea convergent, pero coño, qué exageración). El diálogo de besugos sobre Perpinyí  también tiene gracia.

"Pienso que Estado cuanto menos mejor ..., aunque sea catalán"

- Explique por qué cree usted que está cualificado para gobernar un paí­s como Catalunya.

- Porque además de tener una trayectoria personal de servicio al paí­s, que es demostrable, he procurado prepararme bien para hacer esta función. Porque más allá de amar mi paí­s y haberlo demostrado en los momentos difí­ciles, he ido adquiriendo la madurez de la experiencia, que hace que a veces haya cosas que parecen complicadas cuando no lo son tanto y cosas que aparentemente son sencillas cuando no lo son. Pero sobre todo hace muchí­simos años que me he ido preparando psicológicamente.

- ¿Estudios?

- He estudiado Filologí­a.

- Además de clases de catalán, ¿qué experiencia profesional tiene que le avale para ser president?

- Durante siete años he impartido clases en la Universitat de Tarragona;
durante seis años he sido funcionario de la Generalitat en el área de polí­tica lingí¼í­stica, y tengo una experiencia de 18 años como diputado en el Parlament. En un momento dado, hace 10 años, me pongo delante de mi partido y entonces, mis lecturas y prioridades cambian del terreno profesional que es la filologí­a a otras áreas que hasta entonces no eran una prioridad para mí­.

- Usted viene de partidos comunistas;
del PSAN, del PSUC…


- No, no perdone…
Justamente dejo el Partit Socialista d´Alliberament Nacional cuando éste se convierte en comunista. En la universidad, a los 18 años, veo muchos carteles antifranquistas, muy revolucionarios, muy radicales pero escritos en una lengua que no es la mí­a y con unos referentes culturales que no son los mí­os. Un dí­a veo un cartel también muy revolucionario y muy antifranquista donde me hablan, no sólo en mi lengua, sino con un lenguaje más atractivo, más cercano a mi mundo, y con un lenguaje muy emancipador desde el punto de vista nacional (hablaban de la liberación de Argelia, Vietnam…) y eso me seduce mucho.

- El cartel era del PSAN

- Efectivamente. Después llega un momento en el que el PSAN se convierte en un partido comunista, marxista-leninista con dictadura del proletariado y no sé cuántas cosas más y entonces veo que ese partido ya no está hecho para mí­, sobre todo cuando veo que alguno de sus dirigentes se decide a comer sólo lechuga y yogures desnatados y entonces sí­ que eso me parece, desde el punto de vista ideológico, definitivo. Después de un tiempo de cierto desconcierto, en el 79, soy uno de los fundadores de una aventura que se llamó Nacionalistes d´Esquerra. Pero en el PSUC no he estado nunca.

- Perdone el error. En el 2003, ustedes pidieron que se les diera confianza. Han acabado expulsados del Govern, han votado contra la obra principal que era el Estatut y han sido insultados por sus ex socios. A la gente que les dio confianza, ¿le debe una explicación?

- Yo creo que la gente ya lo sabe. Pedí­ que nos dieran confianza y la gente nos hizo pasar de 12 diputados a 23. La obra principal del Govern no era ese Estatut, sino permitir las condiciones polí­ticas para que Catalunya se situara en un nuevo horizonte polí­tico. Para ello se necesitaban varias cosas: que ERC estuviera en el Govern, que el primer partido de la oposición fuera un partido catalanista para evitar un giro españolista de la oposición…


- A ver si lo entiendo: ¿para situar un nuevo horizonte para Catalunya creí­a que el primer partido de la oposición no fuera españolista y que sí­ lo fuera el primer partido del Govern?

- No, yo no he dicho que el primer partido del Govern fuera españolista;
yo he dicho que el primer partido de la oposición tení­a que ser catalanista…


- Sí­. Pero poner a CiU en la oposición es equivalente a poner al PSC-PSOE en el Govern, ¿no?

- Convergí¨ncia debí­a estar en la oposición para evitar que alguien pudiera caer en la tentación de hacer españolismo ante una acción de gobierno que pudiera acabar con un gran Estatut. Un PSC en el Govern querí­a decir que harí­a aquello que nunca hizo desde la oposición, y una Convergí¨ncia en la oposición, que harí­a aquello que nunca supo hacer en el gobierno en 23 años y medio. A partir de ahí­, la principal obra del Govern es el Estatut del 30 de septiembre, no lo que viene después, que no tiene nada que ver con la obra de gobierno ni con el respeto institucional elemental al Parlament de Catalunya.

- ¿Entonces entiende que toda esta gente que le votó haya quedado decepcionada?

- Pienso que en Catalunya mucha gente ha quedado en la doble situación de perplejidad y decepción, pero no tanto con un partido polí­tico sino en la falta de iniciativa nacional de este paí­s. Teniendo en cuenta las clases dirigentes que tiene, y no sólo las polí­ticas, este paí­s como mucho llega a articular una cierta respuesta colectiva ante una gran ofensiva. Pero nada más. Lamentablemente, no hay capacidad de iniciativa nacional. Me explico fatal pero estoy seguro de que usted me entenderá.

- La verdad es que no, pero sigamos. Dijo el president Pujol que, durante el proceso estatutario Catalunya se habí­a mirado al espejo y no se habí­a gustado. ¿Usted se ha gustado?

- No. Ni me gusté antes del referéndum ni durante el referéndum ni después. El proceso ha dejado al descubierto el tipo de paí­s que somos: un paí­s que no sabe adónde va y no tiene clases dirigentes que le señalen el camino donde ir…


- Usted es clase dirigente…


- Sí­, pero soy parte de la minorí­a. Para la mayor parte de los sectores dirigentes de este paí­s, de la polí­tica, la economí­a, la empresa, la cultura, el sindicalismo, el deporte y el mundo del espectáculo, a la mayorí­a de esos lí­deres, digo, no les hace falta que digamos adónde vamos…
porque para ellos vamos donde estamos. Después una minorí­a intentamos que este paí­s vaya a otro lugar, que aparezca en el mapa del mundo no sólo cuando se habla del tiempo.

- ¿El problema es que no les es rentable ser catalán?

- Yo creo que nunca han asumido con naturalidad su condición nacional. Su patria es el mercado español, no España, sino el mercado español, y eso para mí­ es de un provincianismo sin lí­mites y más en un momento como el de ahora en que, en todo caso, nuestro mercado interior tendrí­a que ser el de la UE.

- Hablando de mercado, ya me ha dicho que usted no es marxista, pero ¿qué piensa del mercado?

- Defiendo la economí­a de mercado. El 14 de octubre publiqué un artí­culo en La Vanguardia titulado "Hacer las cosas fáciles". Habrá gente de mi partido que no estará de acuerdo, pero yo pienso que Estado cuanto menos mejor..., aunque sea catalán.

- ¿Esto no es muy neoliberal?

- No sé si es muy neo, pero liberal sí­ que es…


- Digo lo de "neo"
porque Joan Puigcercós dijo el otro dí­a que ERC no pactarí­a con CiU si ésta no abandonaba la polí­tica neoliberal…


- Pues eso se lo tendrí­a que preguntar a Puigcercós. Yo creo que Esquerra lo que no hará es ningún pacto a partir de etiquetas.

- ¿Y a partir de cheques...? ¿Pueden pactar con un partido que propone el cheque escolar? Usted, como liberal que dice que es, ¿cree en la libertad de los padres de escoger escuela y que el Estado pague la opción que éstos eligen?

- Creo que estamos mezclando dos cosas. No entro en tema neoliberal o no neoliberal, no haremos ningún acuerdo ni ningún pacto en función de etiquetas, ni que uno se llame de izquierdas, ni que uno se llame catalanista, pero tampoco haremos ningún pacto en función de dónde nace la gente. Defendemos, de manera primordial, la escuela pública.

- ¿No habí­amos quedado que Estado cuanto menos mejor?

- Nosotros hemos hecho un pacto nacional para la educación que sólo nosotros llevábamos en el programa, y creo que el gran acierto de este pacto es entender que en Catalunya hay una gran tradición pedagógica basada en insuficiencias del Estado, cosa que ha hecho que durante el franquismo mucha gente catalana optase por tener su propia escuela y su propia sanidad. Nuestra propuesta consiste en utilizar el sistema educativo público y, a su vez, facilitar al máximo la concertación con escuelas privadas, entre otros motivos porque hay muchos sitios donde estas escuelas privadas hacen una función social a los ciudadanos a los que no llega la escuela pública. La opción del cheque no es nuestra medida.

- ¿Qué más proponen en el tema educativo?

- Somos los únicos que defendemos que los crí­os puedan ir a la misma escuela pública desde los tres años hasta los 16. En secundaria, queremos pasar de 30 a 25 estudiantes por aula. Y sobre los idiomas, queremos crear escuelas oficiales de idiomas. Tras 23 años de un gobierno determinado, en Catalunya sólo habí­a 16 escuelas oficiales de idiomas. En los dos años y medio que hemos estado en el gobierno hemos abierto 23 escuelas oficiales de idiomas. Por tanto, ahora en Catalunya se puede aprender inglés en la Ribera d´Ebre, el Alt Empordí  y donde sea.

- Una de las secciones principales de su programa electoral es el pacto de competitividad. ¿Qué es la competitividad?

- Es la capacidad de situar los productos y los servicios de un paí­s de manera atractiva en el mercado internacional y en el propio. Esto implica muchas cosas. Entre ellas, hacer un cambio de chip y considerar que el mercado español no nos conviene tanto, sino el conjunto del mercado europeo. Implica infundir en las generaciones jóvenes los valores de la cultura emprendedora ante de la tentación fácil de mucha gente del paí­s que quiere ser funcionaria.

- Totalmente de acuerdo, pero ¿cómo se cambia la mentalidad de la gente?

- No hay nada que cueste más que un cambio de mentalidad colectiva. Para que cambie, deben pasar muchas cosas: primero, la Administración debe tener una concepción distinta de la empresa. Los gobiernos no gestionan, mandan. Quienes han de gestionar son los empresarios y hacerlo bien. El Gobierno debe dejar de molestar para facilitar. Si en estos momentos quieres llevar a cabo una iniciativa empresarial en EE. UU., y eso usted, Xavier Sala i Martí­n, lo sabe perfectamente, es casi instantáneo e inmediato. Aquí­, te hacen pasar un verdadero calvario, cronológico, de tiempo, de plazo, un calvario de permisos, autorizaciones... Esto se tiene que acabar.

- Pues ahí­ hay mucho que hacer porque el Doing Business del Banco Mundial del 2006 pone a España (Catalunya no está en la lista) en el lugar 102 en el ranking de dificultad de empezar una empresa entre los 175 paí­ses considerados, por debajo de la isla de Tonga (que sí­ está en la lista).

- El segundo tema es el de la coordinación de niveles diferentes de Administración y de los mismos departamentos de una Administración. El 50% de las gestiones que hace una persona de la calle o un empresario en un ayuntamiento, el 50%, es pedir certificados que solicitan otras administraciones. Si la Administración X quiere saber si vivo en la calle tal o si tengo una tienda en la plaza cual, o si estoy ocupando una parcela de un polí­gono industrial, que lo pregunte al Ayuntamiento ví­a internet y que le enví­e el certificado y sanseacabó. En este sentido proponemos el tutor de empresa: un funcionario o funcionaria como interlocutor único para una empresa dada.

- ¿Más funcionarios? ¿No era usted liberal?

- No queremos más sino mejores funcionarios. Ya sé que eso será más complicado, pero tendrí­amos que empezar a introducir en la Administración algunos parámetros de conducta propios de la iniciativa privada. Es decir, cierta motivación en la carrera profesional de los funcionarios, evaluación, trabajar por objetivos y que eso se tenga en cuenta en el momento de la aprobación de la propia carrera profesional que tengamos ahí­ dentro. Nosotros hemos llegado a decir que si el Govern incumple los plazos o extraví­a documentación, que por pura incompetencia no tira adelante y causa perjuicio a una empresa, que ésta quede libre del pago de tasas un año.

- Hoy me está dando toda una lección de pensamiento de libre mercado. Pero en enero del 2004, cuando Philips anunció el cierre de una planta de La Garriga, usted, que era conseller en cap, dijo que con el tripartito se habí­a acabado la impunidad empresarial y propuso que la Generalitat dejara de comprar bombillas Philips. ¿No es ridí­culo afrontar el problema de las deslocalizaciones con amenazas de boicot?

- Lo que se tiene que hacer con la deslocalización es preverla. En los paí­ses del Primer Mundo la deslo-calización es inevitable. Lo que pasa es que, hoy dí­a, también es fácilmente previsible en unos sectores determinados. Si además estamos en una fase de lo que algunos llaman multilocalización, deberí­amos fomentar que si las empresas deciden exportar la planta industrial a Marruecos, Eslovaquia o Rumaní­a, al menos dejen el cerebro en Catalunya. Podemos hacer esta reconversión y debemos hacerla sin perder nuestra tradición industrial moviéndonos hacia los sectores que realmente nos interesen.

- ¿Falta visión estratégica?

- Sí­. Mientras el objetivo sea ser los primeros de España, estamos perdidos, porque eso, sinceramente, no cuesta demasiado. Lo que tenemos que querer es ser los primeros de Europa. Falta ese objetivo estratégico de saber qué queremos ser de mayores sin darnos cuenta de que ya somos mayores. No tenemos el coraje para plantearnos que esto con España es imposible, que España no representa ningún valor añadido para nosotros, sino que es un freno.

Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Bic

(continúa)

- Hablando de frenos, recientemente usted ha dicho que los de Iniciativa per Catalunya "promueven un integrismo ecologista que los ha convertido en una especie de carlismo de las infraestructuras"
y hasta los ha denominado "hippy happy flowers"...

- Yo nunca he puesto siglas a eso.

- Pues los de ICV se sintieron aludidos y se quejaron. Eso que usted llama "integrismo ecologista"
¿es un freno al progreso?

- Yo creo que el integrismo sí­. Es evidente.

- ¿Y el ecologismo no integrista? ¿Dónde está la frontera?

- Es muy difí­cil establecer la frontera. Hay una cultura de oposición sistemática a determinadas medidas que significan progreso. Algunas de estas medidas son legí­timas y yo las puedo compartir. Pero hay otras que parecen carlismo infraestructural.

- ¿Y el tema energético? Algunos estudios demuestran que en diez años no tendremos suficiente energí­a en Catalunya;
si la energí­a nuclear es peligrosa, la fósil provoca calentamiento global y la eólica es una aberración destructora del paisaje, ¿qué hacemos?

- Lo primero es saber cuánta energí­a necesitamos y si tenemos bastante con la que tenemos aquí­. Más energí­a sin definir el objetivo es insensato.

- Yo dirí­a que el objetivo principal serí­a que cuando el ciudadano abra el interruptor se encienda la luz. Y eso no será posible en diez años si seguimos perdiendo el tiempo haciendo estudios para saber cuánta energí­a necesitamos…


- Pero tenemos que saber por qué modelo de crecimiento económico apostamos;
en función de para qué la queramos, necesitaremos más o menos energí­a. ¿Apostamos, por la marbellización del litoral catalán para que vengan a vivir los jubilados del norte de Europa y seremos un paí­s de camareros y albañiles? ¿O apostamos por la innovación? Una vez decidido el modelos calibraremos la energí­a necesaria.

- Siguiendo con las infraestructuras: cuando ustedes estaban en la oposición los peajes se convirtieron en uno de sus principales ejes propagandí­sticos. ¿Qué ha hecho Esquerra para eliminar los peajes?

- Nosotros hemos estado en el Govern menos tiempo de lo que hubiéramos querido...

- Sí­, pero los peajes no sólo no han sido eliminados sino que han subido en todos y cada uno de los años que ustedes han estado en el poder.

- Gracias a Esquerra, por primera vez en los presupuestos generales del Estado hay un fondo de rescate de peajes, que ha permitido que el ex ministro Montilla viniese a Catalunya con algunas ganancias simbólicas. Reconozco que las autopistas tienen que prestar un buen servicio a la movilidad del paí­s y que difí­cilmente tendrán la gratuidad total. Pero también tiene que haber ví­as públicas de gran capacidad que permitan la circulación libre.

- Ví­as públicas... ¿Cómo la N-II en el Maresme que siempre está colapsada aunque tenga no una sino dos autopistas paralelas?

- Es inconcebible que el Estado tenga las carreteras nacionales como las tiene en Catalunya. Esto es del Tercer Mundo. Visto el estado de las carreteras nacionales, las autopistas tienen su lógica, aunque sean de peaje. Tenemos que intentar, seguramente, que rebajen los peajes, pero sin dejar de apostar por unas ví­as públicas de circulación rápida.

- Mientras han estado en el Govern se han quejado constantemente de la herencia de los 23 años de Pujol. Parece que todo lo que funciona es gracias a ustedes y lo que no funciona es culpa de los 23 años de CIU. De hecho, en esta entrevista usted ha culpado a los 23 años en dos ocasiones. Pero ¿las coronas de espinas son culpa de Pujol? ¿Enseñar ostentosamente la llave para acabar siendo expulsados del Govern es culpa de Pujol? ¿El chantaje a los empleados de la Generalitat para financiar a ERC es culpa de Pujol? ¿Anunciar tres votos distintos y contradictorios en la campaña del Estatut es culpa de Pujol? ¿Que haya más barracones que en el 2003 es culpa de Pujol? ¿Colocar a los hermanos en la Generalitat es culpa de CiU? ¿Hacer informes secretos sobre las tendencias polí­ticas de periodistas y medios de información es culpa de Pujol? ¿Abandonar el paí­s cuando usted era "president en funciones"
para ir a hablar con ETA es culpa de Pujol? ¿A qué edad un partido se vuelve adulto y asume responsabilidad por sus propios errores?

- Nadie ha dicho que eso sea culpa de Pujol. Además se está refiriendo a cosas que no tienen nada que ver con el ejercicio y la competencia gubernamental. ¿Qué problemas ha habido de incompetencia en la gestión del Govern? Ha habido huelga de médicos, ¿esto es atribuible a ERC? Ha habido el derrumbe del túnel del Carmel, el tema del aeropuerto, la inmigración…
usted se refiere a temas anecdóticos que no son de gestión de gobierno.

- ¿Es anecdótico que usted siendo, el president en funciones abandonara el paí­s y nos dejara, por así­ decirlo, sin lí­der polí­tico?

- Lo dice usted que era president en funciones…


- Quiero decir que el president estaba de viaje oficial y usted era conseller en cap.

- No, mire, que yo dejé el paí­s siendo president en funciones lo dice usted.

- Pues cambio mi pregunta: siendo conseller en cap y por tanto el máximo responsable dado que el President estaba fuera del paí­s, ¿se fue usted del paí­s?

- Quizás me explique mal. ¿Usted me está diciendo que yo dejé fí­sicamente el paí­s siendo yo el presidente porque el president no estaba?

- No. Digo que, estando el president Maragall fuera del paí­s y, por lo tanto, siendo usted el máximo representante del Govern, usted abandonó el paí­s.

- Esta afirmación la hace usted.

- Sí­. La hago yo. Dí­game si es verdad.

- Yo le digo que no. Pero esta afirmación la hace usted…
como hace todo el mundo cuando dice que fui a Perpiñán. Yo a Perpiñán he ido mil veces en mi vida pero no a reunirme con ETA.

- Ya. Yo también. Pero ninguna de mis visitas ha comportado mi salida del Govern.

- Sí­. Comportó que yo saliera del Govern pero déjeme plantearle.

-…
es importante…


- Es importantí­simo, tan importante que quien más insistió para que dejara el Govern fueron los dos partidos de la oposición.

- ¿Volvemos a aquello de que la culpa la tiene siempre CiU?

- No. No me deja terminar la frase. Quien más insistió que saliera del Govern fueron los dos partidos de la oposición, Iniciativa y el PSOE desde Madrid por este orden. Yo salí­ del Govern, efectivamente, por hacer eso que ahora está haciendo el Gobierno que es ir a hablar de paz con gente que no querí­a y ya está. Y entonces yo….

- Perdone pero a mí­ el tema de su conversación con ETA me parece, hasta cierto punto irrelevante. El problema es que usted abandonó el paí­s en un momento en que el president estaba en el extranjero y dejó al paí­s sin lí­der gubernamental

- Si el problema era éste yo ya dejé de ser conseller en cap, por lo tanto ya está, ¿no? Yo asumí­ mi responsabilidad dejando el Govern. Después a mí­ el pueblo de Catalunya me juzgó y me hizo pasar de un diputado a ocho y de 150.000 votos a 650.000.

- Bien, pero mi pregunta era: ¿en qué momento un partido polí­tico se convierte en adulto y maduro y deja de dar las culpas de todo a los 23 años de Pujol?

- La inmadurez es de todos: el Govern no lo ha hecho suficientemente bien, pero la oposición tampoco. De hecho, todos aprendí­amos. No es cierto que Pujol lo hiciera todo mal. Ningún gobierno aguanta 23 años si no hace cosas bien, o si no hace muchas bien…
Noes cierto que los gobiernos de Pujol fueran un desastre ni es cierto lo que pretende CiU desde pasó a la oposición, que todo lo que venga del Govern está mal. En el fondo, todos hemos actuado con inmadurez polí­tica, Govern y oposición.

- En 2003 usted daba tres argumentos a favor de firmar el pacto del Tinell: Primero, se necesitaba un cambio de aires en el Govern después de 23 años. Segundo, que el tripartito servirí­a para hacer un nuevo Estatut. Y tercero, catalanizar la izquierda en Catalunya. Consiguieron el primer objetivo, pero ustedes votaron contra el Estatut y, sin Maragall, la izquierda catalana parece menos catalanista. ¿Asume esto como un fracaso?

- No. El primer objetivo era el cambio polí­tico que es esencial en democracia. El segundo, conseguimos un gran Estatut, el 30 de septiembre. Después pasó que, como usted que conoce las leyes del mercado sabe, si una cosa vale 100 y alguien se va a Madrid y la vende por 20, el que hace le comprador se lo compra a quien se lo vende por 20, no a uno que se lo vende por 100. Y es lo que pasó con el Estatut. Por lo tanto el Estatut fracasa cuando se va a Madrid y se rompe la unidad nacional que se habí­a conseguido aquí­. Y tercero, catalanizar la izquierda catalana no quiere decir hacer más catalanistas al PSC o a Iniciativa. Si se consigue eso, fantástico. Catalanizar la izquierda catalana es que Esquerra tenga la hegemoní­a de la izquierda en Catalunya.

- Pues si es así­ tendremos que apuntarlo como un fracaso porque las encuestas no les auguran crecimiento de votos. Pero déjeme preguntarle, si el objetivo era desplazar al PSC e ICV para convertirse ustedes en hegemónicos ¿no serí­a más lógico luchar contra ellos en lugar de aliarse con ellos? ¿No será que su objetivo real es eliminar a CiU?

- No queda tan claro. Es como si alguien se pregunta cómo CiU, teniendo la oportunidad dos veces de aliarse con el catalanismo de izquierda, se aliase con el españolismo de derechas, ¿no?

- Sí­. Y cuando CiU hizo eso perdió terreno electoral.

- Mi objetivo es que ERC, en tanto que izquierda, un dí­a tenga la mayorí­a social en este ámbito. Y de hecho eso ya está pasando: crecemos en Barcelona y en las grandes áreas metropolitanas del paí­s con muchos votos que son de catalanes de primera generación que están hartos del paternalismo que los condena a ser inmigrantes toda la vida en Catalunya.

- ¿Eso quiere decir que el efecto Montilla en el área metropolitana fracasa?

- Yo creo que fracasará.

- En 1999 Convergencia, pudiendo pactar con ustedes decidió pactar con la derecha españolista. En 2003 ustedes, pudiendo pactar con CiU, pactaron con la izquierda españolista….

-…
Hay una diferencia fundamental: Esquerra habí­a apostado por Convergencia el año el 80 y el 84. En el 95 y el 99 pudiendo hacer lo mismo Convergí¨ncia, lo hizo con el PP y Convergencia solo se acordó que existí­a Esquerra en el 2003 cuando no sumaba con el PP. Este es un matiz importante…


- De acuerdo, pero mi pregunta era: Dado que tanto Convergí¨ncia como Esquerra salieron escaldadas de sus pactos, ¿ha llegado la hora de que el nacionalismo catalán recapacite? ¿O van a seguir las revanchas aunque éstas acaben perjudicando a ambos?

- La experiencia de Esquerra de estos años hace que en estos momentos no seamos deudores de nada a nadie. Mientras que si hace unos meses al preguntar a los militantes de ERC por qué pacto optaban, la mayorí­a habrí­a preferido la continuidad de un pacto de izquierdas, ahora Esquerra no se cierra la puerta a ningún pacto. Lo que parece bastante claro es que el perfil de campaña de CiU no es precisamente para hacer amigos. Quien quiera destruir, que destruya y los que queramos construir, construiremos. Una vez vote la gente, ya hablaremos.

- ¿Un independentista que lo vote a usted, puede que el dí­a 2 vea que usted hace President a Montilla?

- ¿Hay algún problema con el señor Montilla?

- Para mí­ no. Pero él ha dado por zanjado el debate sobre el techo competencial de Catalunya y usted me ha dicho que quiere ampliar el horizonte polí­tico…


- Sí­ pero el señor Mas tampoco es independentista. El único candidato independentista soy yo. Si la fuerza que represento no obtiene la mayorí­a suficiente para presidir, en pactos posteriores puede llegar a un entendimiento con candidatos que no sean independentistas. Y ni Mas ni Montilla lo son.

P &
L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.

Dan

A todos les dice lo de "gobernar un paí­s como Cataluña".

Menuda asunción.

Bic

CitarA todos les dice lo de "gobernar un paí­s como Cataluña".

Menuda asunción.

Bueno, en el caso de Carod es bastante exacto: aún recuerdo la campaña "Carod president"... Se supone que esa ha sido siempre su intención.

P &
L
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.