Libros por materias.Ensayos.

[antibalas]

ahora escribe libros como Los enemigos del comercio, muy bueno por cierto, donde reivindica el capitalismo y el libre mercado

Buení­simo. Me lo voy leyendo a ratos, porque está transcrito í­ntegro en su página web y me quema la córnea:

http://www.escohotado.org/

[Kamarasa GregorioSamsa]

Simpar, ¿tú también quieres hiperconectarte (o que lo hagamos los demás) como el ferdinandum?

[Simpar]

Simpar, ¿tú también quieres hiperconectarte (o que lo hagamos los demás) como el ferdinandum?

No te entiendo darling.

[Gonzo the Great]

Así­ que según él los tailandeses son vagos, machistas, rencorosos, reaccionarios, xenófobos, cobardes y también deja caer, y cito literalmente, que tienen el pene más pequeño del mundo.

Pero muy limpitos y educados.

[ENNAS]

Salud,

Por seguir la moda de leer por internet, cuelgo el PDF de "El hombre mediocre" de José Ingenieros: . Libro al que llegué, lo reconozco, mientras juntaba datos para escribir uno de mis ladrillos en 'Historias del fútbol más allá de la Premier League' de Glate. En concreto me lo recomendó el mediocentro argentino del Madrid Fernando Redondo, que lo tiene como libro de cabecera.

Es un viejo ensayo de principios del siglo pasado. José Ingenieros era un palermitano afincado en la Argentina, donde se doctoró en Medicina y publicó ensayos sobre psiquiatrí­a criminalí­stica y sociologí­a; de tendencias izquierdistas, favorecí­a las explicaciones racionalistas y despreciaba las sobrenaturalistas, con todo incluirí­a la metafí­sica en este libro que os enlazo. O al menos no se ceñí­a a lo que los resúmenes dicen de él.

"El hombre mediocre" es un antecesor de "La rebelión de las masas" de Ortega y Gasset (hay quien sostiene, sin fundamento, que el español se inspiró en él). El núcleo central de su tesis es la existencia de tres tipos de personas que expone en la página 39.

Está el hombre que lleva una existencia casi animal, ocupado como está tan solo en sobrevivir, es el 'alma de la especie'.
Está el mediocre que somete a los patrones sociales y piensa con cabeza ajena, es el 'alma de la sociedad'.
Y está el talento que aporta originalidad al grupo, es el 'alma individual'.

Ingenieros no rechaza a ninguno de los tres grupos y expone la utilidad de cada uno de ellos, no les atribuye propiedades a boleo (pensamiento polí­tico, religión, etc...) sino que estudia la sociedad en conjunto. Como son 211 páginas de pdf, os he hecho un í­ndice por si os apetece echarle un vistazo:

Introducción: La moral de los idealistas.
Donde defiende y alaba al que tenie una visión distinta y más amplia que el común de su tiempo, cosa curiosa en un 'racionalista', se bate el cobre por los que buscan nuevos horizontes y no se conforman con la verdad establecida.
I La emoción del ideal..................................3
II De un idealismo fundado en la experiencia.....4
III Los temperamentos idealistas...................13
IV El idealismo romántico.............................17
V El idealismo estoico..................................20
VI Sí­mbolo................................................26
Capí­tulo I: El hombre mediocre.
Donde se define el temperamento acomodado de toda la vida y se diferencia entre el idiota/criminal, el idiota/obsecuente y el idiota/genio.
I ¿Aurea mediocritas?..................................27
II Los hombres sin personalidad.....................30
III En torno del hombre mediocre...................33
IV Concepto social de la mediocridad..............37
V El espí­ritu conservador..............................40
VI Peligros sociales de la mediocridad..............45
VII La vulgaridad.........................................47
Capí­tulo II: La Mediocridad intelectual.
Donde se nos da y duro, a los limitaditos que no nos abrimos al pensamiento ajeno y nos encastillamos en nuestra -para nosotros inamovible- visión del mundo.
I El hombre rutinario.....................................51
II Los estigmas de la mediocridad intelectual.....58
III La maledicencia: una alegorí­a de Boticelli......62
IV El sendero de la gloria...............................67
Capí­tulo III: Los valores morales.
Capí­tulo que me ha gustado sobremanera pues en el hallaréis muchas de las cosas que se defienden acá en este Areópago: La moral como asunto contingente e inmanente y no como tabla de piedra, monolito inmortal, colgado sobre nuestras cabezas y la incapacidad de los mediocres para entenderlo.
I La moral de Tartufo....................................72
II El hombre honesto.....................................82
III Los tránsfugas de la honestidad..................86
IV Función social de la virtud..........................91
V La pequeña virtud y el talento moral..............94
VI El genio moral: la santidad..........................99
Capitulo IV: Los carácteres mediocres.
ídem, eadem, í­dem: En este caso, la busqueda del aprecio ajeno como sí­ntoma de mediocridad. Alabanza del que tiene una visión estratificada, profunda y personal de la existencia, frente al acomplejado que asume como propias consignas ajenas sin rascar siquiera en la superficie de las mismas no vaya a hundirse en el lago que subyace tras su fina y helada capa de lugares comunes.
I Hombres y sombras....................................104
II La domesticación de los mediocres...............109
III La vanidad..............................................117
IV La dignidad.............................................120
Capí­tulo V: La envidia.
Acá más que inspiración de Ortega, le sirvió a Unamuno para escribir su "La envidia hispánica y otras cegueras contemporáneas"; ambos de consuno ponen a escurrir a los que no tienen mejor quehacer que desprestigiar a las grandes figuras de la humanidad en un vano intento de igualarles por lo bajo.
I La pasión de los mediocres...........................125
II Psicologí­a de los envidiosos.........................130
III Los roedores de la gloria............................134
IV Una escena dantesca: su castigo................138
Capitulo VI: La vejez niveladora.
Descorazonador alegato a favor de las fuerzas de la juventud y de la mengua de las capacidades y con ellas de los ideales en la vejez.
I Las canas.................................................140
II Etapas de decadencia................................142
III La bancarrota de los ingenios.....................145
IV Psicologí­a de la vejez................................146
V La virtud de la impotencia...........................150
Capí­tulo VII: La mediocracia.
Descripción de la democracia que parecerí­a aplicable a la España del siglo XXI. No es que Ingenieros sea un nostradamus. Es que arrimaba el ascua a su sardina: no a la aristocracia nobiliar, no a la democracia burguesa, si a la patria del proletariado. Con todo, ojo a sus descripciones de las redes clientelares, de la eleccion de zotes a los más altos cargos et al.
I El clima de mediocridad................................154
II La patria..................................................158
III La polí­tica de las piaras..............................161
IV Los arquetipos de la mediocracia..................167
V La aristocracia del mérito.............................179
Capí­tulo VII: Los forjadores de ideales.
Dos personajes curiosos, trascendentales y olvidados de la Historia, el padre de la patria Domingo F. Sarmiento y el paleontólogo Florentino Ameghino[/u].
I El clima del genio.........................................186
II Sarmiento.................................................190
III Ameghino.................................................198
IV La moral del genio......................................207

El pdf muestra notables fallos lingí¼í­sticos, no se si por error del grabador o porque Ingenieros en el fondo no dominaba el español, hay palabras que hay que dilucidar por contexto. Con todo está bien escrito, es accesible y con un lenguaje cuidado. Supongo que me ha llamado la atención el que un siglo antes de nuestro foro, alguien ya tení­a nuestras inquietudes, vacilaciones y discusiones. Señal de que éstos temas nos interesan a todos desde que el mundo es mundo.

Gracias por vuestra atención.

[Kamarasa GregorioSamsa]

Bien es cierto que para llegar a un extremo hay que pasar inevitablemente por "el medio". Es un nivel necesario de desarrollo, y parece que Ingenieros tuvo eso en cuenta mucho antes de que se consolidara esta idea.

[Lacenaire]

"Los Tiempos mitológicos" de Moreau de Jonnés es un texto para adobar entendederas, de densidad abrumadora y susceptible de más de una crí­tica, que yo empiezo con su heliocentrismo (boasiano) y que tal vez alguno quiera culminar haciendo mención al racialismo que subyace a muchas de sus interpretaciones. Todo muy evemerista, eso sí­, pero siempre plegado a una impresioncilla del rollo escí­tico vs rollo caldeo-etí­ope (¿a alguien le suena?) en el que los primero ocupan siempre los rangos angelicales. Un poco extraño todo, de tanta avalancha heurí­stica se le deshace el fuselaje. Se aprende y se disfruta, a pesar de todo. Libros a leer y vigilar.

[Dan]

Un traductor para el traductor quiero.

[Lacenaire]

Es interesante, vaya, a nivel de historia de las religiones/génesis mitológica, patatí­n... pero es muy, muy denso. De la hostia. Es "heliocéntrico" porque ve egipcios por todos lados. Y me parece tiene un punto "racialista" en cuanto que cada vez que hay alguien "bello, valeroso y ágil" tiene que ser escita-ario por pelotas. Los semitas, claro ( y los etí­opes) son los bajitos contrahechos. Así­ con todo.

[sólo se hace a autorizado]

Un traductor para el traductor quiero.

Evemerismo

¿heliocentrismo boasiano?.

el antropólogo Boas

[Lacenaire]

Debo aclara que el "heliocentrismo" no era tanto boasiano como de sus discí­pulos en el asunto particularista y tal.

[sólo se hace a autorizado]

Resumen: El autor se excita con los escitas y se mete con los semitas.

[Dan]

 

[Dionisio Aerofagita]

Debo aclara que el "heliocentrismo" no era tanto boasiano como de sus discí­pulos en el asunto particularista y tal.

Pero no parecen especialmente dados a esas maní­as. Al que le poní­an los egipcios era, por ejemplo, a este señor.

El más heliocéntrico de todos los estudiosos es Max Mí¼ller, dado que, según se ha demostrado fehacientemente, él mismo es una divinidad solar.

[Lacenaire]

Debo aclara que el "heliocentrismo" no era tanto boasiano como de sus discí­pulos en el asunto particularista y tal.

Pero no parecen especialmente dados a esas maní­as. Al que le poní­an los egipcios era, por ejemplo, a este señor.

El más heliocéntrico de todos los estudiosos es Max Mí¼ller, dado que, según se ha demostrado fehacientemente, él mismo es una divinidad solar.

Joder, sí­. No sé por qué me he liado metiendo a los boasianos en el difusionismo.