Hilo oficial de Cuentos Vertiginosos, o "novelas rí­o", que decí­a G. Manganelli

Iniciado por California, Julio 12, 2006, 12:59:45 PM

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Dionisio Aerofagita


TRES TEMAS

Extracto de: La lefa con sangre entra, Alfaguarra, Cuadernos de Literatura Seminal, Cádiz, 2006, p. 218.
Autor: Mohamed Alcanfor Monterroso de Cádiz

Hay tres temas: el amor, la muerte y la lefa (y el más noble es el tercero). Lo demás son permutaciones, variaciones, plagios y gilipolleces; sobre todo gilipolleces, como dijo don Pifostio de la Mancha en su célebre discurso de las armas y la lefa. Desde que el mundo es mundo, ese líquido elemento ha acompañado al hombre (y a la mujer, no seamos machistos). Decía la sibila Anaximandra que al principio estaba el fuego, pero los egipcios, que eran bastante más listos, sabían que al principio estaba la lefa y que todo lo demás es una permanente cosmogonía: al principio estaba Atum (no confundir con el atún de Cádiz) y de su lefa salieron Shu y Tefnet, el aire y la humedad que a su vez engendraron al cielo y la tierra. El fuego tardaría un poco más en llegar
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Bambi

LEFAORITO: HELL IN EARTH 3 (LEFOTAZO: AMENAZA TOTAL 3)



7:30 am en Houston, Tejas, Departamento de Avistamiento de Peligros Extraplaneatarios de la NASA (un cementerio de funcionarios resentidos, para qué nos vamos a engañar) Jeffrey Chan escucha un ¡bip! ¡bip! fuera de lo normal. Consulta a su computador termonuclear y, muy asustado, le dice a su único compañero en la oficina, Ernest Smith:

- Dios mí­o, Ernsest, amigou, una terrible amenaza se cierne sobre La Tierra
- Oh, amigou, vete al infierno, que me aspen ¿es un meteorito?
- Más o menos
- ¿Más o menos?
- Más o menos, sí­, se trata de un goterón de lefa de cuatrocientos billones de toneladas.
- ¿¡De veras!?
- Ya lo creo, Ernest, y llegará a la tierra en cuarenta y ocho horas.
- ¡Alguien deberí­a avisar a superman!
- Superman murió, amigou
- ¿Y quién podrá hacer frente a este peligro?
- Métete en google ¡aprisa!
- ¿Qué pongo, qué pongo?
- Pues... "superhéroes lefa", a ver qué sale.
- Amigou, sale: Spiderman, Capitán Laringe y El Hombre Recto
- Llámemos a Spiderman ¡deprisa!
- ¿Por qué? ¿Porque es el más famoso?
- ¡Nou! porque los otros dos son españoles
- ¡Diablos! malditos mexicanos.

A las dos horas se presentó Spiderman en la NASA. Tal y como publicó el Herr Proffesor Ariete, un cientí­fico nazi huí­do del IV Herrich, Spiderman posee dos vejiguitas en las muñecas por las que lanza chorretones de lefa que le permiten trepar por las paredes.

- Spiderman - dijo Jeffrey- ¿Cómo se llama Usted?
- Peter Parker
- Bien, pues aquí­ le firmo un cheque de un millón de dólares ¿podrá Usted hacer frente a esta amenaza?
- Eso creo, amigou, creo que, si la teorí­a es cierta, lefa con lefa se repele. Lanzaré toda la lefa que pueda hacia el lefaorito que se aprixima y éste cambiará su trayectoria.
- Suerte amigou, la va a necesitar -se despidió el cientí­fico.

A las pocas horas no habí­a noticia de Spiderman y el ¡bip! ¡bip! del computador teremonuclear sonaba sin cesar. Jeffrey miró por el telescopio y vio a Spidermen dentro del lefaorito completamente atrapado.

- Maldita sea, amigou, parece ser que lefa con lefa no se repele ¡sino que se atrae!
- Pobre Spiderman, lo ha dado todo por la Tierra.
- ¿A quién llamamos ahora?
- Habrá que telefonear o al Capitán Laringe o al Hombre Recto.
- Por riguroso orden alfabético, que venga el Capitán Laringe

El Capitán Laringe se presentó a las pocas horas.

- Hola Capitán, buenos dí­as -dijo Ernest - ¿Cómo se llama Usted?
- José Luí­s Rodrí­guez Zapatero.
- Bien, José ¿y qué necesita Usted para librarnos de esta amenaza
- Poca cosa. Mire, me lleva Usted en una zodiac al punto del océano donde va a impactar el lefaorito de cuatrocientos billones de toneladas y yo con mi super laringe me lo trago entero.
- Qué bien, qué fácil.
- Pero hay un problema
- ¿Cuál?
- El Hombre Recto, es mi archienemigo, si salvo a La Tierra montará en cólera por envidia rastrera
- ¿Y qué hará?
- Es capaz de destruirla por pura envidia
- Correremos el riesgo.

El Capitán Laringe fue trasladado rápidamente en avión al Portaaviones Roosvelt. Allí­ cogió un helicóptero hasta el lugar de impacto, donde fue abandonado, en solitario, sobre una zodiac. Por la tarde, el lefaorito entraba en la atmósfera. El Capitán Laringe se puso de pie y, sin aspaviento alguno, abrió la boca y se tragó el lefaorito de cuatrocientos billones de toneladas.

Todo el mundo se puso muy contento y el Capitán Laringe salió en los periódicos como un héroe. Tomando un piscolabis con los dos cientí­ficos de la NASA en Houston, entre risas, se felicitaban todos mutuamente por haber salvado a la humanidad. Pero de pronto, en elmundo.es toda la portada la ocupaba un titular: Supervillano se introduce todas las cosechas de Eurasia por el culo.

El Capitán se puso verde. Dijo que ya les habí­a avisado, qeu eso iba a suceder. Para cuando salió publicada la noticia, El Hombre Recto, conocido como Mariano Rajoy, ya se habí­a metido por el culo la Torre Eiffel y el 90% de las reservas petrolí­feras de Oriente Medio. En una rueda de prensa, manifestó: El Capitán Laringe no ha destruido al lefaorito, sólo se lo ha tragado. En protesta, destruiré el planeta ¡por indigno!

El Capitán estaba desolado y, encima, de un estornudo, puso la pantalla del ordenador que estaban mirando todo lleno de mocos.

- Alaaa, todo lleno de mocos, Capitán, use pañuelo cojones -dijo Jeffrey
- Esto no son mocos, es lefa -añadió Ernest, que habí­a pasado la lengua sobre ello.
- Caramba -concluyó el Capitán- para más cojones, este va a ser Spiderman pugnando por salir de mis entrañas. Jopetas.

California

Una de las ideas más estúpidas jamás vista para derramar lefa en una o dos vaginas.

C tiene desde hace bastante tiempo una caja enorme llena de basuras varias que pesan un riñón. Por ese motivo no ha sacado todaví­a la basura a la calle. Ayer, aprovechando el jolgorio navideño, invitó a sus amigas A y B con la nada honrosa intención de follárselas, a ser posible. Sabí­a que vendrí­an algo bebidas, lo cual le parecí­a acorde con sus propósitos. Entonces se le ocurrió la idea más estúpida de su vida. Vació la caja de basuras, las escondió en el armario, y el muy gilipollas se metió dentro en pelotas, bien cargado de wisky y marihuana, con intención de sorprender a A y B que, dicho sea de paso y sin ánimo de ofender, no se sorprenderí­an ni con un tanque de lefa. Así­ que A y B llegaron a la casa (sí­, tienen un juego de llaves, coño, hay confianza) y ven la caja. Joder, qué capullo es este tí­o, dice B, todaví­a sigue la puta caja aquí­ (sí­, B es muy bonita, pero muy mal hablada). Por qué no aprovechamos que está el camión de la basura por aquí­ y se la tiramos?, propone A (sí­, A es bonita también, y dispuesta). Ése es el instante en que el mamón de C tendrí­a que haber hecho su ridí­cula aparición. Pero nada. C está dormido, y para colmo ni siquiera ronca.

Hay dos finales para esta lamentable historia. En el primero C se despierta y consigue asomar la cabeza un instante antes de ser triturado. En el segundo no despierta. Pero en ambos casos queda reducido a algo tan repugnante como un charco de lefa roja.

Bambi

Ya era hora macho, una semana esperando.

Antes de ayer vi La Guerrilla, de Paco Rabal, sirva pues esta lefa de homenaje.


Gloria Redentora de Marí­a Luí­sa Bernal Sagunto de los Cristos Varios

Parte Primera: de la vida en los arrabales del Madrid ocupado por los franceses



Año 1809, Marí­a Luí­sa Bernal Sagunto de los Cristos Varios vive con su padre, Rodolfo Marqués Angulo, un amable ilustrado, que trabaja como traductor. El dueño del bloque en el que habitan, Telmo Garcí­a Salcedo, el boticario, es malo, muy malo. Hasta tal punto, que abusa de Marí­a Luí­sa Bernal Sagunto de los Cristos Varios siempre que se cruza con ella en la escalera, no sólo eyaculando sobre sus ojos, sino haciéndola beber toda la lefa que ha acumulado en un tarro durante toda la semana. La vida de Marí­a era horrible, pero su padre Rodolfo no podí­a hacer nada, puesto que el boticario les echarí­a del piso y con el sueldo de traductor no les darí­a para vivir ni en una pensión barojiana. Los franceses habí­an invadido España y era deber de todo español matarlos. De la manera que fuese, pero matarlos. Un dí­a, el boticario engatusó a un oficial francés de alto rango con el cuento de que en su farmacia vendí­a una pócima revolucionaria, la viagra, de facultades amatorias. Una engañifa absurda en la que el francés, como los españoles le daban una mezcla de asco y ternura, se interesó para cuando menos, echarse unas risas. Al penetrar en la rebotica, Rodolfo Marqués estaba escondido detrás de una puerta y le arreó en la cabeza al oficial con el hogar de la chimenea empujando con las dos manos de modo que partió su hueso parietal con facilidad desgajándole un trozo de cráneo con su cerebro dentro nada desdeñable. El francés murió en el acto. Mosqueado, Jean Pierre Papin, suboficial, penetró hasta el fondo de la botica y encontróse con su superior de sesos desparramados por el suelo. El boticario y el traductor fueron apresados y condenados a muerte.

Parte Segunda: de las pasiones heroí­cas y de la virtud cristiana



Apesadumbrada, Marí­a Luí­sa Bernal Sagunto de los Cristos Varios, acudió al cuartel general del ejército imperial a rogar por la vida de su padre. Los franceses se reí­an en su cara. Pero ella insistí­a, impasible ante las burlas, clamando piedad para ese humilde traductor. Honorato Balzac Senior, capitán general, sugirió que Marí­a Luí­sa tení­a pinta de cortesana, por lo que, si querí­a salvar a su padre, por qué no se tragaba, uno por uno, toda la lefa que el regimiento acuartelado esa tarde pudiera disponer en su garganta. Ella, resiganda, aceptó. Todos los soldados fueron depositando y depositando. En un momento dado, ella vomitó. El capitán Honorato se decepcionó y la mandó venir y repetir al dí­a siguiente. Así­ se hizo. Esta vez vomitó cuando sólo le quedaban tres de los mil ochocientos. Volvió al dí­a siguiente. Vomitó al ver la primera chorra enhiesta. Pero ya por fin, al cuarto dí­a, completó la ingesta. El capitán general Honorato Balzac Senior, cogiéndola por el brazo, la invitó a irse del cuartel no sin antes dar orden inmediata para que liberasen a su padre. Al llegar a su casa, Marí­a Luí­sa, que ya habí­a cenado para tres semanas, se encontró en la escalera con Telmo Garcí­a Salcedo, que la asaltó y la volvió a violar como antaño. Ella, histérica, le preguntó qué hací­a ahí­, no lo entendí­a. El boticario la contestó: que te lo explique tu padre, que le ahorcan mañana. Y se fue riendo. Ella acudió rauda, al alba, a ver la ejecución y al pie de la horca, gritó: ¿por qué no te han liberado a ti? Rodolfo, encogiéndose de hombros, contestó: ¿A quién dijiste que liberaran? -¡ A mi padre!- gritó ella sollozando. Pero hija, es que tu padre es el boticario, yo te recogí­ de la basura, al nacer, y él, ante la amenaza de excomunión por parte del cura al que le conté el atropello e intento de infanticidio, fue exonerado del pecado si permití­a que yo cuidase de ti en esa casa, por eso viví­amos ahí­, los franceses habrán puesto en marcha la burocracia y qué coño iban a saber ellos si.... Mas Rodolfo Marqués Angulo, traductor de la Villa por Real Orden de Carlos IV, no habló más porque le dieron una patada a la banqueta a la que estaba subido y murió, lentamente, asfixiado por la horca.

En el camino, cuando Marí­a Luí­sa Bernal Sagunto de los Cristos Varios volví­a a su casa, la Virgen de Haro (La Rioja) aparecióse en mitad de la calle y dijole: Aunque tu acción fuera heroí­ca, esto te pasa por salirte de la senda de Cristo Nuestro Señor.

Marí­a Luí­sa Bernal Sagunto de los Cristos Varios fue vejada sexualmente con ingestas colosales de lefa por Telmo Garcí­a Salcedo hasta el dí­a de su muerte (inclusive) en 1864.

Dionisio Aerofagita

EL INEXTRICABLE CARACOL LEFOSO

De entre todas las criaturas gastropológicas de la tierra, sin duda la más inefable â€"y acaso la más horripilante- es el Inextricable Caracol Lefosoâ,,¢ (ICL para los Expertos). Sus auténticas motivaciones son desconocidas incluso para los Expertos. Simplemente acecha, y lo hace como nadie.

Su hábitat tradicional es mayormente friki. Siempre se ha guarecido bajo altares fungosos y blanquecinos sobre los que lovecraftianos campesinos endogámicos practicaban sucios y abominables rituales, o bien en las esquinas laberí­nticas de insoportables dungeons repletos de valientes aventureros ansiosos de fortuna. Empero, el cambio climático al parecer lo pone cachondo y cada vez se avistan más ICLs en otros lugares húmedos y oscuros como garajes y viviendas.

Su morfologí­a es, en general lefosa. Así­ pues, segrega contumazmente una sustancia similarmente igual a la lefa, que de hecho es lefa, y que permite a los Expertos hacer gala de su prodigiosa capacidad analí­tica distinguiendo básicamente dos partes en el ICL: cuerpo y lefa. Por lo demás, no presenta especial interés.

Eso sí­, su lefa presenta dos cualidades extraordinarias. En primer lugar, cuando un infortunado tiene la desgracia de avistar un ICL, la lefa introduce una secuencia hipnótica que fuerza a la ví­ctima a tocar al ICL, imbuido por un ansia irracional de apropiarse del peligroso fluido por razones que la mente humana no afectada es incapaz de comprender. Es aquí­ donde entra en acción la segunda cualidad del fluido elemento: se trata de lefa, eso sí­, pero de una lefa especialmente adhesiva que une inextricablemente y para siempre al caracol y a su ví­ctima, estableciendo una conexión mental simbiótica entre ambos.

Aquellos que se hallan indisolublemente unidos a uno de estos seres se hacen llamar así­ en grupo el Ejército de los Damnificados por los Caracoles, que actualmente conforman un poderoso lobby que se atreve a sostener que los Damnificados tienen los mismos derechos que el resto de las personas.

Todo el mundo sabe que los Damnificados tienen la culpa de todo, desde la desaparición de los Templarios hasta el 11-M, pero aún no se han encontrado pruebas que demuestren claramente esta culpabilidad, si descontamos un tarro de lefa fuertemente adhesiva hallado en un cajón de zapatos del Palacio de la Moncloa y algunos restos de lefa fósil caracoliforme bajo la cama de Jiménez Lozanitos.

            Pentadactilus Van der Weyden
                Gastropólogo y Experto
En AAVV (dir. J. Coltránez), Introducción a la Expertez, Ed. Areópago, Cádiz, 2006.


Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

California

CitarYa era hora macho, una semana esperando.


ya, macho, pero es que llevo una temporada inapetente, en estado de estupefacción morbosa, lisérgicamente deprimido, es decir, como deslefado...

California


Confesión


He hecho algo abominable y están a punto de pillarme. Toda la noche dando vueltas en la cama escapando a un vertiginoso cúmulo de circunstancias que podrí­an implicarme de forma directa. No me persiguen, todaví­a no saben que he sido yo el monstruo capaz de cometer un crimen tan inhumano. Pero están cerca, en cualquier momento podrí­an detenerme.
Sin embargo despierto. La almohada está húmeda. Pero tengo la sensación de que no todo forma parte del sueño. La sensación es a cada momento más intensa. En el pasado he cometido un crimen execrable, no sé si solo o en compañí­a de otros. Y lo he olvidado, lo he sepultado en el fondo de la memoria. Podrí­a ser una mujer o una niña descuartizada, tal vez un mendigo... No consigo recordar, pero la sensación está ahí­ presente, como los golpes a la puerta de Macbeth, ¿qué hice, qué hice...?
Así­ que estoy viviendo una vida que no me corresponde, porque si mi crimen saliera a la luz serí­a universalmente repudiado. Pero ¿qué puedo hacer? Sigo con mi vida, pero no sabéis que estáis dándole la mano, besando y compartiendo el vaso de Judas.
Tal vez en el sueño, algún dí­a, se me revele la raí­z del espanto, y me vea tal como soy, y entonces tendré que decidir si seguir viviendo. O tal vez me cojan, y entonces no necesitaré decidir nada.

EstoyBuenaYloSe

Se acabó la magia

Descubres que tu padre no es Superman; que el boligrafo Bic de cuatro colores no tiene nada de mágico y que, por mucho que reces, tu abuelita acaba muriéndose esactamente igual. Descubres que no eres invulnerable; que los mejores años siempre los ves por el retrovisor y que las canas sólo hacen más interesantes a los demás. Descubres que el amor es un espejo, que la fidelidad no existe y que donde se está más calentito acabas quedándote para siempre. Descubres la verdad y se acabó la magia.

....por si teniais un buen dí­a...

California

Cibersexo

Dramatis personae:

8)   ÉL    ::)  ELLA


Acto primero y único

::) ¿de dónde eres?

8) De Burgos. Y tú??

::) de Valencia

8) Bonita ciudad, chicas guapas y liberadas

::) sip

::) en el general decí­as que querí­as hacer cibersexo

::) lo has hecho alguna vez?

8) No...... bueno, a mí­ me gusta el sexo real

8) Pero querí­a experimentar

::) yo lo hago mucho, es divertido

::) pero no serás un niñato, no??? estoy hasta los ovarios de niños

8) No, tí­a, tengo 33 años, y tú?

::) 36, jiji, te gano

::) qué te gusta hacer?

8) Tienes cam?????

::) sipi  ;)

::) pero no te la voy a poner la primera vez

::) ya veremos...........

8) Vale, joder, estás depilada?  :D

::) lo llevo muy cortito, te gusta así­?

8) Wow, me encanta!!!

8) Te lo voy a comer to-di-to

::) mmmmmmmmmmmmmmmm

8) Ahora te cojo por la cintura y te bajo los pantalones

::) llevo falda  ;D

8) Guay...... Te bajo la falda y te quito las bragas, despacio

8) Te doy la vuelta y te miro el culo........

8) mmmmm qué culito..... lo toco, te sobo las nalguitas, lo besooooo

::) aayyyy  me inclino un poquito?

8) Sí­, amor, uf

8) uffffffff

::) te gusta?

8) Me encanta!!! Espera, súbete aquí­, a la mesa, y tumbate

8) Así­, así­, abre bien las piernas, que te vea el coñito

::) mira, mira, estoy húmeda...... pasame el dedito

8) mmmmmm qué humeda estás, notas mi dedito entre los labios?

::) ufff, sí­, si, tócate...... yo ya lo estoy haciendo.......

8) mmmm escribo con una mano  ;)

8) ahora te paso la lengua por el clí­toris, la sientes bien?

::) ufffffff cómo la siento, sigue sigue

8) Te levanto las piernas y las ecxho pata atrás...

8) Me siento frente a ti, y te veo todo, el coño y el ano, juntitos

8) ooooohhhhhh qué panorama

::) cómetelo, cómetelo todo

8) ooooóóóóóhhhhh ya lo hago

8) te paso toda la lengua por el coño

8) te abro los labios con los dedos y te paso la lengua..............

::) así­, así­ me gusta, no pares, sigue, sigue

8) mmmmm qué sabroso......ñam ñam... sientes ahora mi puntita en el agujerito?

::) no pares, coño, sigue, dale, dale a la lengua

8) oooooooooooo tengo la polla a reventar. Cómo me pones, puta!

::) me vas a correr..... aaaaahhhhhh.... espera, espera, súbete y ponte debajo

::) quiero tu polla mientras me comes el coñito

.......

::) joder..... qué polla!! La siento palpitar

8) oooooóóóóóóóóóó uffff qué bien la comes!! ahí­ ahí­ en el capullo, chupa, chupa

8) ahora, mientras me la chupas, te como el culo, aprieto mi lengua contra tu ojete

8) telo chupo oooohhhhhh te paso la lengua por la raja y el ojete

::) ufffffffff tí­o, me vas a correr... sigue sigue... pero qué polla tan rica!

8) chocho y ojete chocho y ojete, toma toma, muevete, muevete asiiiiiiiiiiiiiiiii ooouuuuhhhhhhgggggg

::) me corrrrroooooooooo, tí­o, cabrón..... que me corrrrrrooooooooo

8) yo también estoy a punto... aaaaargggghhhhhh, me caguendios, que gustoooooo

::) ooooooooooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

8) la puta virgen,m qué gustooooooo

8) me correeeeeeeeeeeeesss

..............
..............
..............

8) uf, que gustazo, tí­a, he manchado el teclado de semen








8) estás ahí­?















8) yuhu, preciosa........... que bien! Quedamos para hacerlo

8) otro dí­a con cam?

......

  ::) hey, tí­o

::) sabes lo mejor?





8) dime





::) que yo también he manchado de lefa el teclado........

::) y que me piro a la Audiencia Naciona, que llego tarde
















California

Items de placer, o en qué consiste la tensión sexual


1)
a desea a b. Por razones emocionales, u otras que no es pertinente comentar, no es posible establecer un ví­nculo entre ellos que rebase las meras formalidades de una grata amistad. Como el deseo de a es perentorio, encarga una babydoll a una empresa de fabricación de items de placer y les suministra una foto de b a fin de que hagan una réplica exacta. Por su parte b desea a a, pero por similares razones que no es pertinente comentar, ha sofrenado sus deseos hasta un lí­mite que ya no es posible mantener. Se entera entonces de que existe una empresa especializada en fabricar items de placer, y que es posible fabricarlo atendiendo a los más mí­nimos deseos del cliente. A la vez que desembolsa una cantidad x de dólares, entrega una foto de a, insistiendo en que sea una réplica exacta, aunque secretamente le hace dos o tres pequeños retoques.

2)
a ha colocado a bb en el sofá. Ha doblado sus extremidades de forma que pueda recibirla acomodándose debajo de ella. b ha colocado a aa de tal manera que pueda recibirle colocándose ella encima. La cosa empieza de forma más bien mecánica, no ha habido ningún preliminar, a ambos les parece ridí­culo emitir alguna palabra. Mientras la penetra, a mira a bb y ve sólo una muñeca de latex con la cara de b y unos ojos sin vida que no expresan emoción alguna. b se siente penetrada, mira al muñeco y cierra los ojos, se siente un poco ridí­cula.

3)
Al cabo de un rato b abre los ojos y mira a aa. Es extraño, pero empieza a ver a a al fondo de los ojos, no sabe si dejarlo en ese momento o seguir. Es entonces cuando lo besa. Por su parte, a siente el impulso de besar a bb, cierra los ojos y busca sus labios. La sangre se le desborda, siente una emoción profunda que le electriza y la abraza con fuerza mientras siente cómo se pega su piel a la de ella. b no puede escapar al abrazo, es una puta locura, pero está a punto de gritar.

4)
A partir de entonces las relaciones entre a y b son algo incómodas. ¿Cómo confesarlo? Ya no es simplemente oye me estoy masturbando pensando en ti, sino me estoy follando a un muñeco que es como tú, y además


(continúo luego que me tengo que ir, y así­ no se pierde como lágrimas en la lluvia, etc.)



me gusta más de lo que estoy dispuesto/a a reconocer. El tiempo sólo contribuye a ampliar una grieta por la que se está colando lo indecible. Poco a poco espacian sus encuentros, pretextando motivos que ambos saben que son falsos. El muñeco ha sustituido al deseo, la tensión sexual ha desaparecido; por tanto, la amistad incluso no parece tener ya mucho sentido, puede enterrarse como tantas otras cosas. Mientras se produce esta pérdida, a y b se entregan con frenesí­ al muñeco. Hasta que se cansan. Y entonces... ¿qué?




5)
Hace unos minutos tení­a pensado enredar más esta historia. Por ejemplo, a pesar de todo echan de menos la cálida amistad que los uní­a y deciden (cada cual por su lado) deshacerse del muñeco. Lo devuelven a la empresa por un módico precio. La empresa deposita los muñecos en un sótano, donde caen juntos. Por una empatí­a misteriosa, pero que me parece razonable, a y b se sienten impulsados a encontrarse sexualmente. Y aquí­ puede pasar de todo. Pero el resultado de su encuentro es irrelevante. Que les va bien, pues vale, cojonudo. Y si les va mal, pues bueno, toda relación es un experimento o una aventura suceptible de resultrados catastróficos. La vida ya es una catástrofe. Otra podrí­a ser que uno de los dos comete un desliz en virtud del cual el otro se entera de la existencia del muñeco. Esto les llevarí­a a un encuentro en el que tendrí­an que hacerse algunas confesiones algo vergonzosas. Pero una vez superado el engorroso momento de la sinceridad podrí­an tomar algunas decisiones prácticas. Yo, si éste fuera mi caso, propondrí­a comprarles un apartamento a los muñecos y dejarles allí­ llevando una vida que nosotros no podrí­amos llevar. ¿Me solucionarí­a algo esta alternativa? En mi caso me devolverí­a la tensión sexual. Sólo tendrí­a que evocar los buenos momentos que pasé con bb. Y además siempre me quedarí­a la posibilidad de buscar un experto en vudú y transmigraciones insólitas que traspasara los 21 gramos de mi alma al muñeco.


EstoyBuenaYloSe

mmmm...¿ésto no iba de "cuentos vertiginosos o novelas rio"?...como se nota que soy novata ::)

Dionisio Aerofagita

Cita de: EstoyBuenaYloSe en Enero 31, 2007, 02:40:44 AM
mmmm...¿ésto no iba de "cuentos vertiginosos o novelas rio"?...como se nota que soy novata ::)

Ya no lo cumple nadie.
Que no sean muchas tus palabras, porque los sueños vienen de la multitud de ocupaciones y las palabras necias, de hablar demasiado.

Bambi

Un millón de cadáveres

Diego Pablo Arozamena Llopis habí­a sido muy macarra y tení­a un problema con la limpieza y el orden en el hogar. En cierta época que compartió piso con una tipa, el mozo fue tildado de cerdo en un sin fin de ocasiones. En una de las más sonoras, decidió limpiar. Limpió y limpió y la casa seguí­a oliendo a heces. Era una casa muy pequeña. Así­ que limpió y limpió más y más. Pero no habí­a forma de que el olor a mierda se fuese. Apesadumbrado, asumió que era tan cerdo que ni limpiando lograba que la casa oliese bien. Y en esto que, de casualidad, abrió el horno no se sabe para qué y en su interior, qué sorpresa, habí­a una tortilla de patata en avanzado estado de descomposición. Se trataba de una tortilla que su compañera de piso metió ahí­ el mismo dí­a que, sonriente, entró en esa casa por primera vez meses ha. Diego Pablo Arozamena Llopis arrojó la tortilla por el váter y estuvo a punto de vomitar. Luego le echó en cara el asunto a la compañera que, por un lado se frotó el coño y por el otro contraatacó con reproches más viejos que la tos. Aquello pasó.

Años más tarde, Diego Pablo Arozamena Llopis viví­a con otra tí­a y de nuevo se repitió la misma historia. Abulia y desinterés por la limpieza y el orden. También se repitieron los gritos y a Diego Pablo Arozamena Llopis no le quedaron más cojones que ponerse a limpiar. De nuevo, un olor persistente inundaba la casa. Un olor seco, rancio y chungo. Esta vez no habí­a tortilla podrida. Esta vez, pensó Diego Pablo Arozamena Llopis, su andrajosidad sí­ iba a ser la causa del aroma crónico. Se mordió el labio rabioso. Se hizo sangre. Apesadumbrado de nuevo, se tumbó a tocarse los huevos mirando al techo y cierto soniquete, como un silbidico, llamó su atención. Se decidió a seguirlo aguzando el oí­do y éste le llevó hasta la lámpara. Ahí­ estaba el foco de la pestilencia: un millón de cadáveres de mosquito calcinados. Diego Pablo Arozamena Llopis pensó: esto es parecido a lo de la tortilla podrida de Galicia, pero aquí­ no hay culpables, es cosa de los elementos.


Breverí­a patrocinada por la Iglesia Católica Romana. "Los católicos cumplimos".

Barbie

El reloj marca las ocho menos diez.
Me arrulla el calor halógeno que baña la pared.

Un chasquido irrumpe en mi sopor.
Proviene de la parábola que me calienta.
Un pequeño insecto blanco se retuerce.
Se consume y se abrasa.

Me produce una compasión casi humana
que me induce a rescatarlo.

Depositado en el suelo, observo sus convulsiones.
Me acerco hasta su horrible rostro.
Se muerde el labio.
Acerco la lengua casi hasta tocarlo,
dejando  que una gota de saliva alivie su angustia.

Ahora permanece sereno.
Mirando hacia el techo.
El reloj marca las dos y veinte.


Froto mis patas delanteras.
Repaso la cabeza y las alas
antes de volver a mi pared.
Son las ocho menos diez.