Sobre perros de presa

Iniciado por Tejemaneje, Junio 19, 2006, 09:33:17 AM

Tema anterior - Siguiente tema

Tejemaneje

El autor es el dibujante de las historias originales que dieron lugar a David el Gnomo. Es un excelente ilustrador y divertidí­simo escritor. En este libro cuenta la historia de sus perros y algunas anécdotas de perros del vecindario. Las ilustraciones, que son magní­ficas, están acompañadas de texto al estilo manuscrito, como una especie de mezcla entre libro y cómic. En España lo editó Ediciones Montena en 1984.

Un Tipo Guay

Gracias Tejemaneje, trataré de hacerme con un ejemplar.

Miss Froy

Cita de: l_menta en Junio 19, 2006, 01:24:45 PM
Cita de: anantic en Junio 19, 2006, 09:56:39 AM
Me esperaba un amplio comentario de Maureen Down. Hasta ayer hablaban de ella en El Pais.


Me divierte esta mujer. De siempre.


¿Quien es ésta?

Una periodista del New York Times, liberal (en el sentido americano de la palabra), creo que ganó hace unos años el Pulitzer por sus columnas sobre el asunto Clinton &
Lewinsky.

Han traducido su libro "¿Son necesarios los hombres?"
y la entrevistaban en El Paí­s.


Auleen

Al hilo del hilo recomiendo Cuando lloran los elefantes de Jeffrey M. Mason y Susan McCarthy publicado en España por Ediciones Martí­nez Roca.

Indicadí­simo para los aficionados a la etologí­a y para los curiosos en general.

anantic

Ayer el El Pais vení­a una entrevista aprovechando que está en España promocionando su libro "¿Son realmente necesarios los hombres?"
y citaban la frase que le cuelgan siempre: "Los hombres son solamente perros bien amaestrados o más evolucionados que le piden a la mujer lo mismo que a sus calzoncillos: un poco de sujeción, un poco de libertad", frase que pertenece a un humorista (Jerry Seinfeld)y que si se rastrea su obra, ella está en total desacuerdo con esto. Pero de entrada, esta tipa que no parece precisamente una superviviente de la candidez, resulta una amenaza contra todos.

Maureen Down es cronista polí­tica del New York Times. Ganó el Pulitzer en el 99 escribiendo sobre "el caso Lewinsky". De una manera ácida, mordaz, brillante... mostró esa cosa que a mí­ siempre me ha fascinado, como verdaderamente Hillary Clinton es lo que es por la debilidad de su marido: la necesidad de muchas mujeres de tener a un hombre débil como único camino para sentirse ellas mismas fuertes, importantes, superiores.
Ahora anda metida en sacudir a su paí­s por jactarse de haber regresado a la seguridad de los valores republicanos y sacudir con fuerza la cuestión femenina, afirmando que la mujer norteamericana está retrocediendo en los avances logrados por sus antedecesoras: "40 años después de la revolución sexual, las pruebas del retroceso stán por todas partes". En un retorno a los rituales de los 50, las mujeres ya no insisten en pagar a medias en el restaurante, como hací­an en los años 60, para desmostrar así­ su independencia económica. Ahora, si el hombre no invita, no habrá segunda cita. En un paí­s en el que el derecho de conservar el apellido de soltera después de casada se consideró una conquista, las mujeres prefieren hoy usar el de su marido (el porcentaje de las que lo conservan ha descendido del 23% en 1990 al 17% en 2005). Gran cantidad de mujeres renuncian a su profesión para quedarse en casa cuidando a los hijos, y no salen de ese "confortable campo de concentración"
que es el hogar. Para resultar atractivas, se someten a todo tipo de torturas estéticas, están paralizadas por el bótox -ella lo llama "bótox epoch"- y se borran las emociones con Prozac.
¿Y qué hacen mientras tanto los hombres? según la periodista "recuperan el aliento y prefieren casarse con su secretaria, su criada o su masajista"
-los hombres prefieren a las mujeres complacientes- "El exceso de materia gris y un trabajo prestigioso no son los atributos que los hombres buscan en su pareja". Pero todo esto no lo dice desde la victimización que abraza el feminismo, sino que es de las que reconoce que todos los pasos que demos hacia adelante en el ámbito profesional, sabotearán nuestro éxito en la cama.

¿Alguien me puede pasar la entrevista de ayer de El Paí­s?

California

¿Y qué hacen mientras tanto los hombres?


ERROR DE REDUNDANCIA CíCLICA

laura_m

Toma anantic:

ENTREVISTA: MAUREEN DOWD Periodista y autora del libro '¿Son necesarios los hombres?'





"La gente vota por el macho"





JUAN CRUZ 

Madrid

EL PAíS 

Sociedad - 18-06-2006 
 
 

Maureen Dowd (Washington, 1952) incrementó su fama como periodista vitriólica y premio Pulitzer por sus trabajos sobre Mónica Lewinsky y Bill Clinton en su periódico, el New York Times, publicando un libro cuyo tí­tulo, ¿Son necesarios los hombres?, ya es una provocación. Dowd, autora de Bushworld, está en España promoviendo la edición castellana de ¿Son necesarios los hombres?, publicada por Antonio Bosch.

Pregunta. Cita al humorista Seinfield: "Los hombres no son más que perros extremadamente avanzados", esperan lo mismo de sus mujeres que de su ropa interior: "Un poco de sostén y un poco de libertad".

Respuesta. Como mujer siempre me he hecho la misma pregunta refiriéndome a los hombres: no sé si los simplifico o los hago más complicados. Y lo que decí­a Jerry Seinfield era que las mujeres los hacemos más complicados de lo que son.

P. ¿Cree que somos "perros avanzados"?

R. No, no creo que seáis perros. Pero cuando eso lo dice un hombre es refrescante.

P. Y también cita a Dorothy Parker: "Cuando al fin seas suya, / temblorosa y suspirando, / y él te jure que su pasión es / infinita, eterna... / mujer, recuerda lo siguiente: / uno de los dos miente". ¿Siempre ha de ser la mentira la base?

R. Un amigo me dijo que el secreto es entender que el hombre se enamora con la vista y las mujeres por el oí­do. En cuanto a las relaciones, tengo una teorí­a: en los setenta hubo un pacto entre los hombres, al menos en Estados Unidos. Consistí­a en dejar de evolucionar.

P. Usted cita dos mujeres, Katharine Hepburn y Jane Fonda, como paradigmas de las que se dejan abducir.

R. Mujeres interesantes, inteligentes, poderosas. Ése era el mito. Me entró tanta tristeza al leer la autobiografí­a de Hepburn: tuvo que cambiar todas sus cualidades de mujer porque no le gustaban a Spencer Tracy. Lo mismo ocurrió con Jane Fonda. Representaba el poderí­o, la sensualidad;
y en su autobiografí­a se describe como un camaleón ante cualquier hombre con el que estaba.

P. Hillary Clinton también figura en su nomenclatura.

R. Nunca hubiera llegado tan lejos en polí­tica si no hubiese ocurrido el escándalo Lewinsky. Tuvo muchos detractores que le achacaban ser demasiado controladora y poderosa. El escándalo le sirvió para tomar una actitud de ví­ctima.

P. Dice usted que la historia del progreso de la mujer va en zigzag...

R. El feminismo duró un nanosegundo y las repercusiones han durado cuarenta años. En las elecciones norteamericanas de 1984 creí­amos que iba a triunfar Geraldine Ferraro como segunda de Mondale, y ganó Ronald Reagan: la testosterona, el hombre como padre, el cowboy. Y eso es lo que le da la victoria a Bush, y a todos los presidentes: hombres muy machos que reducen a sus rivales haciendo creer que son sensibles, débiles, demasiado femeninos. Al final, la gente vota por el macho testosterónico.

P. Usted sugiere que, como especie, pudiera ser que los hombres se estén convirtiendo en algo del siglo pasado, que no servirán ni para la procreación. ¿Nos ve así­?

R. Parte del libro es sátira. Querí­a darle la vuelta a los estereotipos del género. En la polí­tica de Estados Unidos, las mujeres no pueden llorar. Les puede perjudicar. Pero los hombres lo hacen y ganan puntos. Se dice que una mujer jamás podrí­a ser presidenta en mi paí­s porque estarí­a demasiado pendiente de su fí­sico. ¡Pues Bush se pasó dí­as haciendo ejercicio porque habí­a engordado cuatro kilos! Y eso fue antes del desastre del Katrina. Sus consejeros no quisieron interrumpirle la dieta cuando lo del huracán: dejaron pasar dos dí­as hasta que le pasaron las imágenes. También se dice que, por aquello de las hormonas, una mujer presidente serí­a demasiado peligrosa. ¡Pues Cheney está arrebatado por las hormonas, y nunca se sabe qué paí­s va a invadir!

P. Más sátira: dice que ya es hora de liberarnos de todos esos hombres que nos consumen el oxí­geno...

R. Sátira, en efecto. Un biólogo me contó un caso relacionado con los peces: habí­a un montón de hembras en una pecera;
quitaron el macho, y al poco tiempo una de las hembras cambió de color y de aspecto, empezó a producir esperma y se transformó en macho. Y decí­a este biólogo que, algún dí­a, lo único que van a necesitar las mujeres es un pequeño frigorí­fico donde guardar esperma. Pero si las mujeres fueran las únicas supervivientes en el mundo, serí­a un desastre. Como decí­a un biólogo al que entrevisté para el libro: un banco de esperma jamás reemplazará una cama doble.

P. ¿Cree usted verdaderamente, como se dice en su libro, que los hombres serán un dí­a declarados no aptos para tener posiciones de liderazgo?

R. La Administración Bush se ha encargado de demostrar que los hombres no son aptos para liderar el mundo. Han demostrado lo que se puede hacer con unas buenas dosis de testosterona.

P. ¿Y de veras tenemos las de perder, como género?

R. Lo que quiero significar es que no hemos solucionado la guerra de los sexos, y quizá no lo hagamos nunca. Pero sí­ sé que podemos aprender a apreciar la diferencia y a reí­rnos un poco más.

P. ¿Qué es lo que más se pregunta sobre los hombres?

R. ¿Por qué cuando leen el tí­tulo de mi libro no asumen que la respuesta es un sí­?


 



© El Paí­s S.L. | Prisacom S.A.

laura_m

#22
Citar¿Y qué hacen mientras tanto los hombres? según la periodista "recuperan el aliento y prefieren casarse con su secretaria, su criada o su masajista"
-los hombres prefieren a las mujeres complacientes- "El exceso de materia gris y un trabajo prestigioso no son los atributos que los hombres buscan en su pareja".


Pues con su pan se lo coman.


CitarPero todo esto no lo dice desde la victimización que abraza el feminismo,

Siempre que te leo hablar sobre esto me pregunto qué feminismo o a qué feministas lees tú. Te escuché una vez criticar a Germaine Greer, quien por lo demás desde mi punto de vista (al menos en el libro suyo que he leí­do, que es 'La mujer eunuco') se limita prácticamente a transformar en información divulgativa la idea que desarrolla Simone de Beauvoir en El segundo sexo acerca de que la construcción social del ego femenino no se hace como absoluto sino "en función de"
(esto está fatal explicado pero es que no tengo mucho tiempo), y yo en esta mujer no encuentro victimismo alguno sino más bien al contrario, atribución a la mujer de su cuota de responsabilidad (y a veces de forma excesivamente dura y un poco injusta, creo yo) en el hecho de que su situación sea la que es (o la que era, dado que el libro de la Greer está escrito en los setenta).

Citarsino que es de las que reconoce que todos los pasos que demos hacia adelante en el ámbito profesional, sabotearán nuestro éxito en la cama.

Sí­, vale, lo reconoce (como si fuera una novedad) y... ¿qué opina al respecto?

Bette

Cita de: anantic en Junio 19, 2006, 04:22:31 PM
Ayer el El Pais vení­a una entrevista aprovechando que está en España promocionando su libro "¿Son realmente necesarios los hombres?"
y citaban la frase que le cuelgan siempre: "Los hombres son solamente perros bien amaestrados o más evolucionados que le piden a la mujer lo mismo que a sus calzoncillos: un poco de sujeción, un poco de libertad", frase que pertenece a un humorista (Jerry Seinfeld)y que si se rastrea su obra, ella está en total desacuerdo con esto. Pero de entrada, esta tipa que no parece precisamente una superviviente de la candidez, resulta una amenaza contra todos.

Maureen Down es cronista polí­tica del New York Times. Ganó el Pulitzer en el 99 escribiendo sobre "el caso Lewinsky". De una manera ácida, mordaz, brillante... mostró esa cosa que a mí­ siempre me ha fascinado, como verdaderamente Hillary Clinton es lo que es por la debilidad de su marido: la necesidad de muchas mujeres de tener a un hombre débil como único camino para sentirse ellas mismas fuertes, importantes, superiores.
Ahora anda metida en sacudir a su paí­s por jactarse de haber regresado a la seguridad de los valores republicanos y sacudir con fuerza la cuestión femenina, afirmando que la mujer norteamericana está retrocediendo en los avances logrados por sus antedecesoras: "40 años después de la revolución sexual, las pruebas del retroceso stán por todas partes". En un retorno a los rituales de los 50, las mujeres ya no insisten en pagar a medias en el restaurante, como hací­an en los años 60, para desmostrar así­ su independencia económica. Ahora, si el hombre no invita, no habrá segunda cita. En un paí­s en el que el derecho de conservar el apellido de soltera después de casada se consideró una conquista, las mujeres prefieren hoy usar el de su marido (el porcentaje de las que lo conservan ha descendido del 23% en 1990 al 17% en 2005). Gran cantidad de mujeres renuncian a su profesión para quedarse en casa cuidando a los hijos, y no salen de ese "confortable campo de concentración"
que es el hogar. Para resultar atractivas, se someten a todo tipo de torturas estéticas, están paralizadas por el bótox -ella lo llama "bótox epoch"- y se borran las emociones con Prozac.
¿Y qué hacen mientras tanto los hombres? según la periodista "recuperan el aliento y prefieren casarse con su secretaria, su criada o su masajista"
-los hombres prefieren a las mujeres complacientes- "El exceso de materia gris y un trabajo prestigioso no son los atributos que los hombres buscan en su pareja". Pero todo esto no lo dice desde la victimización que abraza el feminismo, sino que es de las que reconoce que todos los pasos que demos hacia adelante en el ámbito profesional, sabotearán nuestro éxito en la cama.

¿Alguien me puede pasar la entrevista de ayer de El Paí­s?


Pues es que no sé si es que se te ha escapado por andar escribiendo a la carrera o es que, directamente, vas por ahí­ provocando con esta pinta de (autocensurado).

Bette

Cita de: l_menta en Junio 19, 2006, 07:54:28 PM
Citar¿Y qué hacen mientras tanto los hombres? según la periodista "recuperan el aliento y prefieren casarse con su secretaria, su criada o su masajista"
-los hombres prefieren a las mujeres complacientes- "El exceso de materia gris y un trabajo prestigioso no son los atributos que los hombres buscan en su pareja".


Pues con su pan se lo coman.


CitarPero todo esto no lo dice desde la victimización que abraza el feminismo,

Siempre que te leo hablar sobre esto me pregunto qué feminismo o a qué feministas lees tú. Te escuché una vez criticar a Germaine Greer, quien por lo demás desde mi punto de vista (al menos en el libro suyo que he leí­do, que es 'La mujer eunuco') se limita prácticamente a transformar en información divulgativa la idea que desarrolla Simone de Beauvoir en El segundo sexo acerca de que la construcción social del ego femenino no se hace como absoluto sino "en función de"
(esto está fatal explicado pero es que no tengo mucho tiempo), y yo en esta mujer no encuentro victimismo alguno sino más bien al contrario, atribución a la mujer de su cuota de responsabilidad (y a veces de forma excesivamente dura y un poco injusta, creo yo) en el hecho de que su situación sea la que es (o la que era, dado que el libro de la Greer está escrito en los setenta).


Citarsino que es de las que reconoce que todos los pasos que demos hacia adelante en el ámbito profesional, sabotearán nuestro éxito en la cama.

Sí­, vale, lo reconoce (como si fuera una novedad) y... ¿qué opina al respecto?

Ah, vaya, no habí­a llegado hasta aquí­.

Voy a leerlo ahora.








A mí­ me ha pasado hoy con anantic lo que me pasa casi cada vez que leo a cualquier feminista tipo B hablando sobre lo victimistas que son las mujeres (las otras).

A mí­ este tipo de discursos, oí­dos a un hombre, cuando me paro a ello, pues suelen producirme o nada o esa cierta lástima que sentimos por aquellos menos dotados para la cosas del pensar o discernir. En una mujer, cuando ya antes le habí­a presumido cierta inteligencia, me produce cierto malestar -y porque hoy, vaya, ango ya casi desmayada de puro cansancio, pero sí­, a veces, hasta me pone de mal humor.

(Bien sé que ni esto os importa ni va a servir para nada más que para un poco más de nada)

Las mujeres que hablan de la putada que es ser mujer para determinadas cosas (apuntado aquí­ queda, por ejemplo, el tema de las bochornosa desigualdad salarial) no se hacen ví­citimas de nada: sólo describen una situación. Así­ de simple.

Y creedme, queridas amigas, no ya es el flaco favor que le hacéis a la causa, que también;
es, sobre todo, lo feo que queda, visto desde donde yo estoy, ver a una mujer haciendo el imbécil de tal forma.


laura_m

#25
Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 10:19:50 PM
Las mujeres que hablan de la putada que es ser mujer para determinadas cosas (apuntado aquí­ queda, por ejemplo, el tema de las bochornosa desigualdad salarial) no se hacen ví­citimas de nada: sólo describen una situación. Así­ de simple.

No sé a qué te estás refiriendo, la verdad. No sé anantic, pero en mi caso cuando hablo de victimismo (cosa que ahora no estaba haciendo, por otra parte) no me refiero, obviamente, a esto que comentas. Evidentemente hacer referencia a datos como el que señalas (diferencias salariales y tal) no es victimismo de ningún tipo.

Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 10:19:50 PM
Y creedme, queridas amigas, no ya es el flaco favor que le hacéis a la causa, que también;
es, sobre todo, lo feo que queda, visto desde donde yo estoy, ver a una mujer haciendo el imbécil de tal forma.

Con esto tampoco sé muy bien lo que estás diciendo.

Bette


Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 10:19:50 PM
Las mujeres que hablan de la putada que es ser mujer para determinadas cosas (apuntado aquí­ queda, por ejemplo, el tema de las bochornosa desigualdad salarial) no se hacen ví­citimas de nada: sólo describen una situación. Así­ de simple.
Cita de: l_menta en Junio 19, 2006, 10:30:16 PM
No sé a qué te estás refiriendo, la verdad. No sé anantic, pero en mi caso cuando hablo de victimismo no me refiero, obviamente, a esto que comentas. Evidentemente hacer referencia a datos como el que señalas (diferencias salariales y tal) no es victimismo de ningún tipo.

Pues me gustarí­a saber a qué te refieres cuando hablas de victimismo femenino (que si es femenino, entiendo, es algo como muy propio de las mujeres), entonces.

Porque mira que te lo he leí­do veces.
Y mira que me ha puesto hasta de mala leche leértelo a ti*, precisamente.






*Y esto no es un faltar, conste, que 
jamás se me ocurrirí­a meterme en un sarao como éste con el 90% de las firmas de este ilustre foro, señoritanoentiendotuhumoretc.

Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 10:19:50 PM
Y creedme, queridas amigas, no ya es el flaco favor que le hacéis a la causa, que también;
es, sobre todo, lo feo que queda, visto desde donde yo estoy, ver a una mujer haciendo el imbécil de tal forma.
Cita de: l_menta en Junio 19, 2006, 10:30:16 PM
Con esto tampoco sé muy bien lo que estás diciendo.

Pues es que ése es el problema, que no lo ves.

O que yo no he sabido entenderte a ti tampoco.

laura_m

Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 10:44:44 PM
O que yo no he sabido entenderte a ti tampoco.

Va a ser eso sí­. O que yo no he sabido explicarme. Sin irnos a otras ocasiones, creo que lo que has comentado en este hilo (lo del flaco favor, hacer el imbécil y esas cosas que has dicho) no tení­a absolutamente nada que ver con lo que se estaba hablando, que era que según anantic el feminismo (insisto en que desconozco a qué feminismo se refiere) abraza la victimización, creyendo yo que esto no es así­.

Bette

Cita de: l_menta en Junio 19, 2006, 10:55:29 PM
Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 10:44:44 PM
O que yo no he sabido entenderte a ti tampoco.

Va a ser eso sí­. O que yo no he sabido explicarme. Sin irnos a otras ocasiones, creo que lo que has comentado en este hilo (lo del flaco favor, hacer el imbécil y esas cosas que has dicho) no tení­a absolutamente nada que ver con lo que se estaba hablando, que era que según anantic el feminismo (insisto en que desconozco a qué feminismo se refiere) abraza la victimización, creyendo yo que esto no es así­.

Tení­a que ver, mari, tení­a que ver...
Pretender que el genero femenino (las feministas, que tanto me da) es de natural victimista es una aberración.

Y lo mismo, lo mismo, es que no he pillado a anantic cuando planta lo de "desde la victimización que abraza el feminismo"
-apenas he leí­do yo a esta mujer, en fin, y qué sabe nadie, etc.
Pero a ti sí­ que te he pillado una cantidad vergonzante de veces -hace unos dií­tas al hilo del mensaje lastimoso del Don, sin ir mucho más lejos- hablar de las mujeres en ese plan: que si nos gusta más sufrir que a los hombres, que si es más común encontrar según qué cosas para el sufrir en mujeres, etc.

O sea, digo, que mi mensaje iba donde tení­a que ir, que yo para según qué cosas soy así­ de pulcra y cuidadosa.

Y que si no te apetece, pues me lo dices, que no me voy a poner mí­stica yo por ello.


(Y que, en fin, una tiene todo el derecho del mundo a buscarle a la otra los agujeros que a lo largo de un discurso desparramado -y despachurrado- por el foro -que es para lo que para mí­ está esto, mayormente, y negros aparte- se va dejando)


laura_m

Cita de: Bette en Junio 19, 2006, 11:08:31 PM
Tení­a que ver, mari, tení­a que ver...
Pretender que el genero femenino (las feministas, que tanto me da) es de natural victimista es una aberración.

Y lo mismo, lo mismo, es que no he pillado a anantic cuando planta lo de "desde la victimización que abraza el feminismo"
-apenas he leí­do yo a esta mujer, en fin, y qué sabe nadie, etc.
Pero a ti sí­ que te he pillado una cantidad vergonzante de veces -hace unos dií­tas al hilo del mensaje lastimoso del Don, sin ir mucho más lejos- hablar de las mujeres en ese plan: que si nos gusta más sufrir que a los hombres, que si es más común encontrar según qué cosas para el sufrir en mujeres, etc.

O sea, digo, que mi mensaje iba donde tení­a que ir, que yo para según qué cosas soy así­ de pulcra y cuidadosa.

Y que si no te apetece, pues me lo dices, que no me voy a poner mí­stica yo por ello.


(Y que, en fin, una tiene todo el derecho del mundo a buscarle a la otra los agujeros que a lo largo de un discurso desparramado -y despachurrado- por el foro -que es para lo que para mí­ está esto, mayormente, y negros aparte- se va dejando)



A ver si hay forma de que nos entendamos. Yo estoy de acuerdo con Simone de Beauvoir cuando dice que la humanidad no es una especie animal, sino una realidad histórica. Y que la sociedad humana es una "anti-naturaleza", es decir, que no se somete pasivamente a la naturaleza, sino que la toma por su cuenta y la transforma. En consecuencia, estimo que no hay ningún carácter o "valor"
(pásate por el hilo de scalfateli) intrí­nsecamente (o biológicamente, o innatamente) femenino. Tampoco la explotación del victimismo.

Sí­ pienso que la historia (singularmente la aparición de la propiedad privada y el surgimiento consiguiente de la familia patriarcal, cuya finalidad era precisamente la transmisión de la propiedad) ha colocado secularmente a la mujer en una situación de subordinación y dependencia con respecto del "macho", lo que ha generado que, a falta de otras ví­as de poder "real", las mujeres se hayan visto forzadas a explotar el poder "ficticio"
de la ví­ctima.

Ah, y me gustarí­a que explicaras qué exactamente te pareció tan vergonzante de lo que comenté en el hilo del pentadáctilo abierto por nihil, porque realmente sigo sin saber a qué te refieres.