Historias de la Lega / Kalziako Historiak

Iniciado por Bambi, Marzo 06, 2006, 11:53:35 AM

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Gatinho

Cuando El Socio deja de escuchar la COPE escribe muy bien y grandes verdades, el otro creo que tiene la radio encendida todo el dí­a.


Sobre el mundial no he leí­do nada mejor que eso en todas estas semanas, aunque estas cositas del Record pueden salvarse:

"FUTEBOL NEGRO" (Rui Goní§alves de Azeredo).

Ayer asistimos al primer triunfo del fútbol subsahariano en la presente Copa del Mundo de fútbol. Ghana se imponí­a por dos goles a cero a la República Checa con todo merecimiento, e incluso planeó por el estadio la sombra de las recientes goleadas de argentinos y españoles ante serbios y ucranianos, al verse los checos con un jugador expulsado al igual que les habí­a sucedido a sus parientes eslavos.
Hasta este partido, parecí­a que el fútbol africano -entiéndase a partir de ahora este término como referente únicamente al ífrica Negra- iba a fracasar en este mundial, tras las decepciones de Angola y Togo, y las dos buenas exhibiciones sin premio alguno de Costa de Marfil ante los gigantes Argentina y Holanda. Después de la sensación senegalesa en 2002, que se plantó en cuartos de final y mereció incluso mejor suerte ante los turcos en el cruce clave, la corona revolucionaria llevaba camino de quedar desierta en esta edición. Pero apareció Ghana, a falta del desenlace de los dificilí­simos partidos que esperan a Togo contra Francia y Suiza.

Tras pagar la novatada en su primera aparición en los mundiales en Alemania´74 -Zaire fue el primer representante en la historia del fútbol negro, cosechando tres derrotas con catorce goles en contra y ninguno a favor, incluyendo los nueve de la humillación yugoslava-, Camerún protagonizó la primera sorpresa africana en España´82 , al empatar sus tres partidos, dos de ellos ante Italia y Polonia, a la postre campeona y tercera clasificada respectivamente. Sin embargo, el equipo liderado por N´Kono y Milla no logró la clasificación al verse superado por los italianos, que habí­an marcado y encajado un gol más que ellos.
En Italia´90 resucitaron los leones indomables gracias a un relevo generacional que disfrutaba además del talento, todaví­a, de un Roger Milla ya con 38 años. Fue hasta la fecha la mejor actuación de la historia de ífrica, llegando hasta la prórroga de los cuartos contra Inglaterra, hasta que dos penaltis transformados por Gary Lineker -uno para forzar el tiempo extra y otro para ganar el partido antes de la fatí­dica tanda que se avecinaba- enviaran al equipo de regreso a Yaoundé.
Una vez dado este aviso, hasta la reseñada actuación de Senegal en Japón y Corea, sólo Nigeria habí­a asomado tí­midamente en Francia´98 al ser eliminada claramente por Dinamarca en octavos de final, después de haber eliminado a dos selecciones europeas como España y Bulgaria.

Es por sucesos como estos por los que, una y mil veces antes de cada Copa del Mundo se repite la pregunta sobre si algún equipo africano será capaz algún dí­a de ganar el tí­tulo. La respuesta negativa estarí­a clara si sólo tuviéramos en cuenta las actuaciones mundialistas pasadas, pero los innumerables tí­tulos en categorí­as inferiores, e incluso los dos tí­tulos olí­mpicos de Nigeria y Camerún en 1996 y 2000 hacen que alguno se lo llegue a plantear, pero yo no.
El fútbol africano actual se halla sin ninguna duda en el mejor momento de su historia en lo referente a figuras punteras jugando en equipos grandes de Europa. Eto´o, Drogba, Essien o Martins son claros ejemplos de ello. Lo que no ha cambiado es el tipo de jugador africano que fichan desde Europa, casi siempre delanteros y últimamente, también bastantes medios de contención. Las extraordinarias condiciones fí­sicas deberí­an ser comunes a todos los puestos, incluso también a la porterí­a, pero parece que sólo son aprovechadas por muchos delanteros, bastantes medios, pocos defensas, y ningún portero. En torneos juveniles no se nota esto, pues sus rivales europeos y sudamericanos, además de luchar en clara inferioridad fí­sica -me abstengo de hablar de los chanchullos con las fechas de nacimiento-, son semejantes tácticamente, pues todo chico no profesional acata todas las órdenes. Pero ahí­ entra en escena el factor dinero, cuando esas estrellas juveniles firman su primer contrato consiguiendo lo que les estimuló a jugar desde la infancia, el afán de salir de la miseria. Una vez conseguido este fin, parece como si el jugador africano se relajara y se abstuviera de intentar mejorar dí­a a dí­a, y de ahí­ el bajón del potencial de sus selecciones, a causa de la indisciplina táctica y la falta de oficio de sus jugadores.

Todo esto, obviamente, con muchas excepciones que juegan en equipos europeos con la mayor de las exigencias, y que cada vez van ampliando más los puestos que cubren, como vimos este año en el Arsenal con los magní­ficos Eboué y Touré. El problema es que el número de jugadores excepcionales es reducido en comparación al número de Estados subsaharianos, por lo que sus selecciones no pasan de nivel medio en términos globales. Alguno podrá razonar, con todo esto, que la culpa de todos los males de ífrica, tanto vitales como futbolí­sticos, se hallan en la colonización europea. No voy a entrar ahí­, porque este es un diario deportivo, pero sí­ puedo concluir que es precisamente Europa la que puede dar la oportunidad a ífrica de ser algún dí­a campeona del mundo, formando y moldeando a su imagen y semejanza a los jóvenes talentos del futuro, que, de forma cada vez más numerosa, nutren las divisiones inferiores de los principales clubs europeos. 


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Como viene siendo habitual desde 1998, dos selecciones ex-yugoslavas han participado en este Campeonato del Mundo de fútbol, aunque, por vez primera, ninguna de ellas ha conseguido pasar la primera fase.
Precisamente el fútbol fue el único deporte de equipo en el que la antigua selección unificada no consiguió ser campeona del mundo (aunque sí­ olí­mpica), cayendo en su último intento ante las tropas de Maradona en Italia´90.

Tras ganar el mundial sub-20 de Chile´87 con los Boban, Suker, Jarni, Mijatovic y demás, muchos pensamos que vendrí­an tiempos de gloria, y aunque las tensiones nacionalistas eran ya evidentes, pocos pensaban que la polí­tica impedirí­a que jugaran juntos en la selección absoluta. Hasta entonces, se habí­an visto sucesos extraños como por ejemplo el estadio de Zagreb animando a Holanda en un partido contra los locales, o también violentos, como la batalla protagonizada después de un decisivo Dinamo de Zagreb-Estrella Roja de Belgrado por hinchas de ambos equipos en las calles de la capital croata. Hechos, en fin, no muy cotidianos, pero que sí­ hemos podido ver también en otros paí­ses como España o Gran Bretaña.

Pero las guerras fueron llegando, y nunca pudimos ver junta a la mejor selección yugoslava de todos los tiempos. Aún así­, otras estrellas como Savicevic, Prosinecki, Pancev o Mihajlovic tuvieron tiempo de ganar para el Estrella Roja la primera Copa de Europa del fútbol yugoslavo, y la segunda y última para la ya terminal Europa comunista. Todo esto en pleno proceso de desintegración de la Federación, con los eslovenos ya escindidos de facto, una semana antes de que los croatas celebraran su respectivo referéndum por la independencia, y sólo cinco meses antes de la muerte de iure del Estado unificado.
Cuando parecí­a que el fútbol seguirí­a los éxitos de otros deportes de equipo como el baloncesto, balonmano o waterpolo -¿reminiscencias de la cooperación colectiva en las largas marchas de los partisanos hacia el Neretva?-, todo se vino abajo. Buena prueba de ello fue la Eurocopa de 1992, para la que brillantemente se habí­a clasificado Yugoslavia. Sin embargo, y con la guerra ya en marcha, UEFA prohibió su participación en el torneo, siendo sustituida por la segunda clasificada de su grupo, Dinamarca. Como es bien sabido, los daneses resultaron los campeones de la competición. ¿Una señal? Nunca lo sabremos.

Precisamente en estos momentos asistimos al desempeño de selecciones ex-yugoslavas conformadas por jugadores que vivieron su juventud en esa época bélica. Sin que sirva de excusa, no son las mejores condiciones para una dedicación sana al deporte, y quizá de esto podamos deducir el porqué del bajón de calidad de los futbolistas balcánicos en estos últimos años. La goleada de los argentinos ante una abúlica Serbia y Montenegro â€"confederación que se despedí­a precisamente en este Campeonato del Mundo- o la ridí­cula eliminación en la primera fase de Croacia a manos de Australia (con algunos jugadores de apellido yugoslavo en sus filas) nos indican que el futuro a corto y medio plazo de estas selecciones es bastante oscuro.

(Milan Rados Radenovic).





Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Bambi

#61


"No suelo celebrar los goles, porque busco la perfección. Hay una enorme diferencia entre estar feliz y estar satisfecho."
Thierry Henry



"Quiero agradecer a mis padres, en especial a mi padre y a mi madre"

Alessandro Altobelli



Corrado Ferlaino, presidente del Napoli, habí­a prometido a Maradona que si ganaban la UEFA del´89 le dejarí­a marchar al Marsella. Una vez conquistado el tí­tulo, el Pelusa contó lo sucedido.
“Ahí­ mismo, en la cancha, se me acercó cuando tení­a la copa… y me dijo: “¿Vamos a cumplir el contrato, verdad Diego?”. Sólo me salió decirle: “Yo cumplí­ con mi promesa, ahora tiene que cumplir usted“. Y me contestó: “No, no, no…Yo no te vendo, sólo te lo dije para motivarte”.



"Su expulsión fue el motivo principal de la derrota. Zidane no sólo manchará al fútbol mundial, también nos manchó a nosotros en los minutos finales"
Frase del Dt de Francia, Raymond Domenech. También agregó: "Se podrí­an decir cosas, pero son los italianos los campeones del mundo. Ellos se armaron para llegar a los tiros penales. Para ellos, era la única salida posible".

"Es verdad que conozco bien a Buffon, pero no cambié mi forma de tirar. No pienso que disparé mal. Es importante tomar responsabilidades y mantengo la cabeza alta". David Trezeguet

"He tenido la fortuna de lograr Ligas y tí­tulos con otros equipos, pero esto es lo máximo"
Marcello Lippi, entrenador italiano.

"Estoy tan contento, porque querí­amos hacer todo bien en esta Copa del Mundo. No creí­amos que fuéramos a llegar tan lejos"
Fabio Cannavaro.

"No me asombró su reacción. Ya hací­a estas cosas cuando estaba en la Juventus..."
Gianluca Zambrotta, defensor de Italia, habló de la agresión de Zidane.

"Se hizo expulsar y sabemos por qué, pero a menudo los grandes jugadores son provocados"
Florent Malouda, mediocampista de Francia, intentó defender a su compañero



Glategoja


javi

El Juventus entra en guerra con el fútbol italiano  


El club, que se siente discriminado, recurre a los tribunales ordinarios para eludir su descenso, por lo que el inicio de la Liga podrí­a aplazarse

ENRIC GONZíLEZ 

Roma
EL PAíS 

Deportes - 22-08-2006
 
 
 
 
 
El Juventus entró ayer en guerra contra el resto del fútbol italiano. El Consejo de Administración de la sociedad turinesa decidió recurrir a la justicia ordinaria para librarse del descenso impuesto por las autoridades federativas. Si su nuevo recurso fuera aceptado, el campeonato de Liga, que deberí­a comenzar el 10 de septiembre, podrí­a quedar suspendido de forma indefinida. La Federcalcio, a su vez, amenazó a la Juve con nuevas sanciones por no aceptar las decisiones de los tribunales deportivos.

Giovanni Cobolli Gigli, el presidente del Juventus, sabí­a que trasladar el caso al Tribunal Administrativo del Lazio, el único en Italia competente en materia deportiva, iba a causar una nueva conmoción en un calcio aún convaleciente tras la montaña rusa de este verano: el peor escándalo de su historia seguido por una sensacional victoria de la nazionale en la Copa del Mundo de Alemania.

Casi todos los clubes y la mayorí­a de los aficionados, incluidos los juventinos, preferí­an, según los sondeos, que se diera carpetazo al asunto, se cumplieran las sanciones y se devolviera el protagonismo al balón.

Pero el consejo del club de la familia Agnelli consideró por unanimidad que el castigo impuesto al Juventus, el descenso a la Serie B (Segunda División) y una penalización de 17 puntos, suponí­a "una discriminación inaceptable"
respecto a los demás implicados -el Milan, el Lazio y el Fiorentina-, todas ellas con penalizaciones, pero permaneciendo en la máxima categorí­a, la Serie A.

La dirección del Juventus emitió un comunicado en el que afirma que el intento de mediación realizado el pasado viernes por la Federcalcio con la oferta de limar ligeramente el castigo dejó "sin resolver las cuestiones centrales: la injustificada gravedad de las sanciones y la falta de equidad en el tratamiento reservado al Juventus frente a las otras sociedades implicadas".

Del comunicado se desprende claramente la posición de fondo del club turinés, el más importante del calcio: sus dirigentes consideran que el haber despedido a la anterior cúpula y al que era su director general, Luciano Moggi, creador del mecanismo por el que árbitros y federativos ayudaban al equipo y a sus aliados, y el haberse desprendido de sus principales jugadores constituyen ya un castigo suficiente.

"La simple hipótesis de retroceder a la Serie B con una importante penalización", indica la nota del consejo, "ha determinado ya un considerable impacto en el aspecto deportivo: la marcha de algunos campeones que han contribuido en el pasado al éxito deportivo del Juventus ha debilitado de forma notable el potencial técnico del equipo. Este hecho, por otra parte, no se ha registrado en otras sociedades que han sufrido sanciones menores".

Y sigue: "Parece incomprensible que el tratamiento más severo haya sido reservado precisamente al Juventus, la sociedad más dispuesta a asumir sus responsabilidades, que ya ha modificado su organización interna y ha adoptado un sistema de control y prevención más severo y eficaz".

La primera sesión del Tribunal Administrativo del Lazio, tras las vacaciones, estaba fijada para el 6 de septiembre, sólo cuatro dí­as antes del inicio del campeonato. Si aceptara el recurso juventino, ordenarí­a la suspensión temporal del torneo para darse tiempo a resolver el caso y, por tanto, el calcio entrarí­a en una nueva fase de caos.

La federación amenazó con imponer nuevas sanciones al Juventus, incluyendo un apartamiento de las competiciones europeas por varias temporadas, por su desacato a los tribunales federativos.
Running is life. Anything before or after is just waiting

Gatinho

Añoro a la Juve, pero más a Enric...
Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Bambi

hecho, javi. y pregunto ¿dónde ha ido Enric? ¿qué ha pasado? ¿por qué nos hacen esto?

Gatinho

Coño, pero si ya no es de pago!!. Apartad, gañanes:


HISTORIAS DEL 'CALCIO'
- ENRIC GONZíLEZ
La piel del enemigo 

ENRIC GONZíLEZ
EL PAíS 

Deportes - 11-09-2006
 
 
 
 
 

Dicen que es sabio meterse en la piel del enemigo. Que se comprenden muchas cosas tratando de pensar como él. Si eso es verdad, el karma colectivo del calcio puede ser un poco menos inmundo a partir de esta temporada. No por lo que ha pasado (los castigos nunca son bonitos de ver), sino por lo que va a pasar. Este año, al Inter le toca ejercer de favorito y de antipático, el papel que correspondí­a a su gran rival histórico, el Juventus;
el Milan parte en desventaja frente al otro equipo milanés, justo lo que solí­a hacer el Inter;
y el Juventus, en el pozo de Segunda, sufre lo que sufrió el Milan a principios de los 80.

El Torino está en Primera. El Inter y el Roma, los segundones de la historia reciente, se toman revancha de pasadas injusticias. Y la Juve, la arrogante señorona de Turí­n, se dispone a afrontar las asperezas de los estadios de provincia. Muchos italianos imaginaban que un mundo feliz serí­a algo muy parecido a eso. Pero resulta que no. Hay algo de obsceno en la imagen del Juventus, tan prepotente, tan despectivo en el pasado, humillado con el descenso y con un tremendo lastre de 17 puntos (quizá le reduzcan la carga: en Italia siempre queda una posibilidad de pacto) que pesa más de lo que parece. Hay algo que obliga a cerrar los ojos, a apartar la vista. Como si Lady Godiva saltara desnuda al césped.

Quién iba a decir que el Juventus acabarí­a suscitando simpatí­a en ese 75% de los aficionados (el otro 25% tiene el corazón blanquinegro) que sobrellevaban mal la antigua hegemoní­a de la señorona y sobrellevaron peor los años en que Luciano Moggi, el director general juventino, decidí­a quién se llevaba un penalti, quién una tarjeta, quién una expulsión. Se percibí­a ya en la prensa de pretemporada, que, tras la furiosa catarsis de julio, empezó en agosto a ser consciente de la magnitud de la tragedia. Quedó claro el sábado, en el modesto estadio del modesto Rí­mini: el público apenas pudo proferir los abucheos de rigor y acabó insultando al Cesena, el rival de su provincia, como desentendiéndose del Juventus, como disimulando ante lo que estaba viendo.

Un equipo mal dirigido (el nuevo entrenador, Didier Deschamps, se equivocó en todo), con campeones del mundo como Buffon, Del Piero y Camoranesi convertidos en gelatina estupefacta, incapaz de ir más allá del empate frente a un equipo con un hombre menos y no especialmente combativo: eso fue el Juventus. Tendrán que ir a más, por fuerza. Con el puntito de Rimini, sólo faltan 16 para poner el marcador a cero.

No les será nada fácil recuperar la máxima categorí­a. Pero en lugar del dictador Capello hay un técnico confuso, en lugar de los ojos de lagarto de Moggi hay dos muchachos jóvenes y sonrientes, Yaki y Lapo Elkann, los herederos de Agnelli, y en el pecho de los jugadores, donde deberí­a alojarse el scudetto tricolor del año pasado, hay un vací­o angustioso.

La compasión resulta inevitable. Más cuando se escucha el bramido rabioso de la afición juventina, que aúlla a la luna y grita contra los directivos "traidores"
por no apelar a la justicia ordinaria;
contra los futbolistas "mercenarios"
que se fueron a otros clubes;
contra unos rivales, Inter, Milan, que no pueden escucharles porque están en otro mundo, kilómetros por encima del fango de Segunda.

¿Cómo no ponerse en la piel del enemigo?

Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Bambi

Yo con Enric me refrotaba desnudo con los dos huntados en aceite

Gatinho

El gran negocio 

ENRIC GONZíLEZ
EL PAíS 

Deportes - 18-09-2006


Los indios algonquines, pertenecientes a la gran federación de los senapes, tienen mala reputación en las escuelas de negocios. Los algonquines viví­an en Manhattan, pero vendieron la isla a los holandeses por 24 dólares. Luego, fueron exterminados y quizá un soldado holandés, en plena matanza (febrero de 1643) recuperó el dinero. En la actualidad, hay reservas de algonquines en Canadá, cerca del lago Kienawisik (o Montigny), un acogedor paraje con inviernos de 40 grados bajo cero.

Se podrí­a defender el criterio mercantil de los algonquines recordando que desconocí­an los conceptos del dinero y la propiedad privada. Se podrí­a argumentar también que, vista la matanza posterior, no habrí­a valido la pena regatear un buen precio por la isla. Hoy, sin embargo, vamos a defender a los algonquines por otra ví­a: hablando del Inter de Milán.

El Inter es esa sociedad futbolí­stica que vendió a Roberto Carlos al Madrid ("es malo", dijeron) y le sustituyó, sucesivamente, por Centofanti, Pistone, Macellari, Gresko, Georgatos y, finalmente, Gilberto, procedente del Alcantarilla de Murcia (fútbol sala). Vendió a Pirlo al Milan y con lo que sacó contrató a Emre. Vendió a Ronaldo y compró a Morfeo. En 1996 no quiso a Zidane, que acabó en el Juventus, porque no hací­a "ninguna falta".

El Inter compró el año pasado a Pizarro, un centrocampista chileno que habí­a convertido al Udinese, una potencia menor del calcio, en un equipo estupendo. Pizarro costó 12 millones de euros. El entrenador, Roberto Mancini, decidió que su sitio era el banquillo porque el equipo ya disponí­a de Verón para organizar el juego. Pizarro era mejor que Verón, pero Verón era más amigo de Mancini: ambos habí­an hecho migas en su club anterior, el Lazio.

Verón se fue a final de temporada y el Inter, aprovechando la liquidación del Juventus, compró a Vieira e Ibrahimovic. También se quedó con Grosso, el lateral izquierdo de la selección que ganó el Mundial. Y con el lateral derecho Maicon, uno de los presuntos sucesores de Cafú en la selección brasileña. Y con Dacourt, un mastí­n implacable procedente del Roma. El Inter se gastó unos 60 millones de euros, una nimiedad teniendo en cuenta que con la Juve descendida y con el Milan penalizado, el scudetto era cosa segura y habí­a que ganarlo a lo grande, como se hacen las cosas en esa casa.

Pero habí­a que equilibrar un poco el presupuesto porque no todo puede ser comprar. También hay que vender. Lógicamente, el vendible no podí­a ser otro que Pizarro. El chileno protestó, pataleó y lloró y, al final, de mala gana, dejó el Inter y acabó en el Roma para reencontrarse con Luciano Spalletti, el técnico que habí­a hecho maravillas con él en el Udinese. El Inter se embolsó seis millones, nada menos.

Hasta José Mourinho, el técnico del Chelsea, dice que el Inter tiene la mejor plantilla de Europa. Lástima que falte un organizador en un centro del campo sobrado de músculo (Vieira, Cambiasso, Dacourt) y falto de cerebro. El Inter dio pena en Lisboa, en el primer partido de la Liga de Campeones. El sábado dio lástima verle empatar en casa con el Sampdoria: parecí­a un titán lobotomizado.

El Roma, con Pizarro, ganó por 4-0 en la Liga de Campeones y ha ganado los dos partidos de la Liga nacional. Va en cabeza.

Como decí­amos, no es justo criticar a los algonquines. Si Manhattan hubiera sido del Inter, habrí­a acabado en manos de Silvio Berlusconi por 12 dólares, con Pizarro incluido en el lote.

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El Inter es esto, ni más ni menos. Durante un tiempo da pena y cae bien. Pero hace mucho que lo odio, como a todos los patanes con pasta..
Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Bambi

yo no llego a eso, pero quiero que pierda para reirme. tengo un pantalón del inter, por otra parte, comprado en milan por cuarenta mil liras, ni más ni menos -vaya palo.

de todas formas, a enric le debieron violar o algo en los urinarios del Giuseppe Meazza porque le tiene mucha maní­a a los neroazzurri

Kamarasa GregorioSamsa

Toda crí­tica se sustenta sobre una base más o menos sólida de obsesión. Sólo hay que saber reconocer el lí­mite para no sobrepasarlo y que se convierta en un esperpento.

Gatinho

Enric es del Inter, que se lo he escuchado yo. Será que es lo más parecido en Italia al Barí§a de toda la vida.

Molaba un chiste que hací­an en la bota este verano:
-¿Sabes que le han quitado el Tour a Landis?
-¿Y a quién se lo dan, al Inter?
Hoy, mañana, y siempre... con el Barí§a... en el corazón.

Bambi

Goyo, confiesa, esa frase vení­a en el papel del caramelo que te acabas de jamar.

¿Es del Inter? Manda wevos. Yo soy del Napoli ad eternam, pero el Inter y la Roma me caen bien. La Juventus mal. El Milan es el mal en si mismo. La Sampdoria me la jugó cuando tu sabes y todos los demás son unos hijos de puta italianos de mierda spaghetti macarroni ma io no tengo auto señorina.

Gatinho

Así­ que en Italia eres del Real Sevilla Balompié, te cae bien el Barí§a y mal el Madrid (el Milan es un ente privado al que no le encuentro comparación). Yo soy madridista y fascista (SS Lazio).
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Bambi

Simpatí­a por el Lazio y por todos los equipos cuyos aficionados boicotean el fichaje de jugadores de color también tengo. Eso no lo puedo negar porque hace bien al fútbol. Es bueno que haya barro, malos sentimientos, odio, miseria humana, etc... este deporte necesita esto, no pancartas de Unicef.

Y al creciente porcentaje de jubiladas y amas de casa que acuden a los estadios me remito.