¿Acabará teniendo razón el Patillas?

[Mon]

Pati lleva tiempo vaticinando que estamos a las puertas de la IIIGM y en las última semanas muchos artí­culos comparan la situación económica actual con la de la Europa de entreguerras tras el crack del 29.



Veáse un ejemplo:

Decenas de millones de parados en la UE ¿presagian revoluciones o guerras?

No parece probable que la historia se repita pese a las previsión de 19,69 millones de desempleados para 2010 en la Europa Comunitaria.  Lo que separa uno y otro momento, el de ahora y el de los años treinta, es la figura del Estado de Bienestar, el nivel de cobertura de primeras necesidades que disfrutamos ahora nada tienen que ver con los de entonces.  Nadie sabe, sin embargo, cuánto puede resistir nuestro Estado de Bienestar por eso algunos apuntan que es el momento en que el Estado ha de ser más activo que nunca e invertir en infrastructuras para aumentar sus prestaciones y además crear empleo.

Sin embargo hay una gran pregunta y es qué va a pasar con la inmigración.  Aunque EE.UU y Europa estén en crisis siguen siendo los paí­ses ricos a los que los habitantes del tercer mundo aspiran llegar, por ahí­ pueden venir los auténticos problemas sociales:

La fractura con la inmigración

A la vicerrectora de la UPO (una keynesiana "de las de toda la vida, no de esos que ahora salen de debajo de las piedras") no le gusta hacer futuribles, pero reconoce que, si no se frena el crecimiento del desempleo mediante la inversión publica â€"el arma más a mano e inmediata para el Gobiernoâ€", podrí­a llegar un momento en que la crisis económica se transformase en una crisis social, no sólo en España, sino en toda Europa. Pero considera que el problema "no vendrí­a esta vez de las clases medias o de las obreras, sino de la fractura social que se producirá con la inmigración, con el aumento de la xenofobia y la presión de los más pobres por entrar en Europa y EEUU, pese a que haya crisis".

Gálvez, como los demás expertos consultados, sonrí­e cuando se le pide una apreciación sobre el tiempo que el Estado del Bienestar puede soportar una recesión económica como la actual, y reconoce que no tiene una respuesta. Pero sí­ tiene muy claro que es el momento del Estado y de la inversión pública, para mitigar las fracturas sociales que se avecinan, aunque sean muy diferentes a las de hace 80 años.

Y leyendo estas palabras he recordado las revueltas callejeras en la periferia parisina hace tres años. Las ciencias humanas, y la Economí­a lo es pese a sus recursos matemáticos, nuncan podrán tener el mismo í­ndice de prediccción que las ciencias de la naturaleza, porque las reacciones humanas no se dejan reducir a pautas de regularidad.  No sabemos qué consecuencias puede tener esta crisis porque no sabemos cómo van a responder los más desfavorecidos ni qué baza puede jugar el miedo.

[Dan]

Mira, otro hilo para hablar de si se ha hecho la mili o no.

[kim]

Daniel San tú limítate a preparar tu mente para pasar el puente en Madrid y no vengas jodiendo con el tatachín.

Be M30 my friend.

[Mon]

Si pintan bastos, tú ya estás preparado.  Además ya sabes lo bien que sienta el kaki.  Yo voy a ir aprendiendo corte y confección para mandaros pañuelos bordados al frente.

[Dan]

Daniel San tú limí­tate a preparar tu mente para pasar el puente en Madrid y no vengas jodiendo con el tatachí­n.

Be M30 my friend.

Me queda la sana esperanza de que la guerra estalle esta noche. No voy a poder dormir de la emoción.

[antibalas]

Mon, no veo muy bien qué parte de la entrevista puede recordarte las revueltas parisinas de hace unos años. Me parecen cuestiones muy distintas, sobre todo por eso de la inversión pública para contener la fractura social. Vete a convencer al morerí­o banlieusard de tercera generación que la solución a su 'descontento' es ponerse a picar piedra para caminos y puentes a salario del Estado.

[Dan]

Hala, me voy. Nos vemos en el frente ruso.

[kim]

Y Dani cogió su fusil.

[Vinatea]

Duro de matar, sí­.


P.D: Ah, pero, ¿alguna vez dejó de tener razón Patillotes? ¿Cuándo fue eso, que me lo perdí­?

[Mon]

Mon, no veo muy bien qué parte de la entrevista puede recordarte las revueltas parisinas de hace unos años. Me parecen cuestiones muy distintas, sobre todo por eso de la inversión pública para contener la fractura social. Vete a convencer al morerí­o banlieusard de tercera generación que la solución a su 'descontento' es ponerse a picar piedra para caminos y puentes a salario del Estado.

Ha sido una asociación de ideas libérrima producto de unir inmigrantes y revuelta.  De todas maneras no veo tampoco yo a los españoles aceptando de buen grado ponerse a trabajar como peones camineros, más bien veo en ese puesto a los panchitos de mi barrio.

[Mon]

Hala, me voy. Nos vemos en el frente ruso.

Chino, el frente será chino esta vez.

[garbancita]

Hala, me voy. Nos vemos en el frente ruso.

remember, ABANDONA TU COCHE!!! 

[garbancita]

Pati lleva tiempo vaticinando que estamos a las puertas de la IIIGM y en las última semanas muchos artí­culos comparan la situación económica actual con la de la Europa de entreguerras tras el crack del 29.



Veáse un ejemplo:

Decenas de millones de parados en la UE ¿presagian revoluciones o guerras?

No parece probable que la historia se repita pese a las previsión de 19,69 millones de desempleados para 2010 en la Europa Comunitaria.  Lo que separa uno y otro momento, el de ahora y el de los años treinta, es la figura del Estado de Bienestar, el nivel de cobertura de primeras necesidades que disfrutamos ahora nada tienen que ver con los de entonces.  Nadie sabe, sin embargo, cuánto puede resistir nuestro Estado de Bienestar por eso algunos apuntan que es el momento en que el Estado ha de ser más activo que nunca e invertir en infrastructuras para aumentar sus prestaciones y además crear empleo.

Sin embargo hay una gran pregunta y es qué va a pasar con la inmigración.  Aunque EE.UU y Europa estén en crisis siguen siendo los paí­ses ricos a los que los habitantes del tercer mundo aspiran llegar, por ahí­ pueden venir los auténticos problemas sociales:

La fractura con la inmigración

A la vicerrectora de la UPO (una keynesiana "de las de toda la vida, no de esos que ahora salen de debajo de las piedras") no le gusta hacer futuribles, pero reconoce que, si no se frena el crecimiento del desempleo mediante la inversión publica â€"el arma más a mano e inmediata para el Gobiernoâ€", podrí­a llegar un momento en que la crisis económica se transformase en una crisis social, no sólo en España, sino en toda Europa. Pero considera que el problema "no vendrí­a esta vez de las clases medias o de las obreras, sino de la fractura social que se producirá con la inmigración, con el aumento de la xenofobia y la presión de los más pobres por entrar en Europa y EEUU, pese a que haya crisis".

Gálvez, como los demás expertos consultados, sonrí­e cuando se le pide una apreciación sobre el tiempo que el Estado del Bienestar puede soportar una recesión económica como la actual, y reconoce que no tiene una respuesta. Pero sí­ tiene muy claro que es el momento del Estado y de la inversión pública, para mitigar las fracturas sociales que se avecinan, aunque sean muy diferentes a las de hace 80 años.

Y leyendo estas palabras he recordado las revueltas callejeras en la periferia parisina hace tres años. Las ciencias humanas, y la Economí­a lo es pese a sus recursos matemáticos, nuncan podrán tener el mismo í­ndice de prediccción que las ciencias de la naturaleza, porque las reacciones humanas no se dejan reducir a pautas de regularidad.  No sabemos qué consecuencias puede tener esta crisis porque no sabemos cómo van a responder los más desfavorecidos ni qué baza puede jugar el miedo.

MUA HAHAHAHAHAHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!

[Lacenaire]

Es una manera muy intelectual y bonita de concienciar a la gente para que vea con buenos ojos la operación de salvamento de los estados para con bancos y constructoras.

[Amalur]

Estoy segura de que nuestro amigo el curras, relevo generacional de Asimov, está en lo cierto.

Llevamos muchas décadas viviendo de una deuda sustentada en recursos ficticios que ha terminado por inflarse hasta estallarnos en la cara. Cada vez somos más para menos recursos básicos como agua, energí­a, espacio. Por un lado India y China, gigantes superpoblados entusiasmados en subirse al carro del nivel occidental a cualquier coste (medioambiental, humano y desestabilizante de la economí­a mundial); por otro, Rusia, el estado con mayor territorio mundial, jugando al ajedrez con su hegemoní­a energética (hola Lukoil), sus buenas relaciones con otro grandes del gas natural y el petroleo, Oriente Próximo, y su nostalgia de gran potencia; los EEUU, El Soberbio Imperio; y Europa, el viejo continente que cada vez más sólo influye como referencia cultural y diplomática, dependiendo cada vez más de todos los demás en sus necesidades tangibles y primarias.

Por ífrica no os preocupéis, un continente históricamente condenado por la explotación de sus recursos humanos y materiales llevado así­ al hambre, el sida, la guerra y la pobreza mí­sera indigencia, jamás tendrá las fuerzas, las ganas ni el orgullo de levantar cabeza y suponer más que un flujo migratorio capaz sólo de prosperar desde raices y entramados foráneas (Hola Obama).

Cuando cayó el muro de Berlí­n, algún historiador avispado ya avanzó que los problemas futuros serí­an el terrorismo y la inmigración. Estaba en lo cierto, pero se le olvidaba la espantosa crisis energética que se nos viene encima desde los setenta.

Vivimos tiempos aciagos...